
Esta respuesta forma parte de la indignación de los trabajadores por la imposibilidad de negociar salarios o condiciones de trabajo en forma colectiva, justamente porque no tienen delegados que los representen.
La indignación y la bronca también saltaron hace poco más de un año cuando se realizó en la redacción del diario un ruidoso aplauso en apoyo a los compañeros de Crítica. Venciendo temores y pese a las dificultades derivadas de no tener Comisión Interna, los trabajadores intervienen y responden a las arbitrariedades.
La negrera patronal de Clarín juega también un rol dirigente en la cámara de editores de diarios, la misma que, desde hace ocho meses, viene dilatando una respuesta al pedido de aumento salarial y otros puntos de las condiciones de trabajo, en el marco de la negociación paritaria. Y es la misma cámara que acaba de ofrecer 15% de aumento en tres cuotas para todo el 2012, sobre básicos que, para la categoría testigo (redactor) proponen que sea la miseria de $3.300 en mano y que el sueldo mínimo sea de $2.490 de bolsillo.
Desde La Naranja de Prensa apoyamos la decisión de los trabajadores de Clarín y reclamamos, junto con ellos, la inmediata reincorporación de Ismael Bermúdez al diario.
También reclamamos el cese de las persecuciones y la plena libertad sindical para que los compañeros de Clarín puedan elegir a sus representantes.
La Naranja de Prensa