La copia certificada de los legajos de Marcela y Felipe están en poder del juez federal de San Isidro Conrado Bergesio, quien aún no definió si hace lugar o no al pedido realizado por María Isabel Chorobik (Chicha Mariani), quien solicitó un estudio de ADN para la hija de la propietaria del matutino porteña ya que tiene sospechas que Marcela es, en realidad, Clara Anahí, su nieta apropiada hace 33 años tras el bombardeo a la casa Mariani-Teruggi, ubicada en 30 Nº 1134 entre 55 y 56.
Los jueces del fuero federal local hicieron lugar al pedido del fiscal Hernán Schapiro y de los letrados Alejo Ramos Padilla y Marta Vedio, quienes, tras la declaración del ex juez federal de San Isidro Roberto Marquevich -quien afirmó que los expedientes de Marcela y Felipe son "escandalosos" y están "falsificados desde la tapa hasta la última foja"-, solicitaron que pida copia certificada de ambos legajos para corroborar los dichos que el ex magistrado vertió en la última audiencia de año del Juicio por la Verdad celebrada el miércoles último en el edificio de 8 entre 50 y 51, tal como publicó este medio en su edición de ayer.
Marquevich también insistió con que los hijos de la dueña del diario Clarín podrían haber nacido en el año 1976, igual que Clara Anahí Mariani, la beba apropiada en La Plata.
Sobre la fecha de nacimiento de los hijos de Ernestina aseguró que sus partidas de nacimiento son falsas "por que ya aparecen con el apellido Noble Herrera". Uno de los datos curiosos es que Roberto Noble había fallecido en 1969.
Jueces, fiscales y abogados hicieron foco en estos datos aportados por Marquevich y coincidieron que en un trámite de adopción "es casi imposible que la partida de nacimiento tenga el mismo apellido" que el de los futuros padres adoptivos y menos si se trata de apellido doble o compuesto.
Durante su exposición, el ex juez que ordenó la detención de la dueña del Grupo Clarín por presunta apropiación de menores declaró que "nunca" tuvo problemas "en conseguir los análisis de ADN" en ninguna de las causas en las que intervino "haciendo cumplir la ley de datos genéticos".
"En muchas causas se encontraron a los captores de los chicos" apropiados durante la dictadura "y los secuestradores fueron detenidos siempre sobre la base del ADN", graficó. Y dejó una frase para el análisis: "Nunca se discutió la compulsividad del ADN en mis causas", salvo "en el expediente Noble Herrera".
Al escuchar estas palabras de un ex juez de la Nación, "Chicha" Mariani fijó su objetivo en la causa de Marcela y Felipe Noble Herrera. Marquevich fue contundente. "Los dos expedientes son escandalosos, hasta las tapas son falsas". Y consideró: "No creo que haya otro (expediente) tan escandaloso".
Marquevich encabezó la investigación del caso Noble por algunos años. El juez Conrado Bergesio es el actual juez federal de San Isidro y quien debería estar llevando adelante los avances de la causa. En este sentido, el declarante sostuvo que "hay una demora innecesaria en el expediente que está relacionada a las amistades del actual juez con sectores militares".
Hay días en que los periodistas asustan
Por: Miguel Russo
Hay días en que el periodismo asusta. Hay días en que los periodistas asustan. El lunes pasado fue uno de esos días. Martín Soler, un periodista de Diagonales (pero aquí podría ponerse cualquier nombre y apellido, cualquier marca de cualquier diario y sería lo mismo), había buscado, había peleado y había conseguido, como todos los días, una noticia.
Esa noticia era el pedido a la Justicia de la señora María Isabel Chorobick de Mariani para que se investigue si su nieta -Clara Anahí, apropiada luego del bombardeo a la casa Mariani-Teruggi en La Plata en 1976- puede ser o no ser Marcela Noble, hija de la señora Ernestina Herrera de Noble.
Más simple: Chicha quiere saber si Clara y Marcela son o no son la misma persona que le dice "mamá" a la dueña de Clarín. Esa era la noticia que escribió Soler la noche del lunes para la tapa del martes. Una noticia basada en los datos muy contundentes que Chicha aportó en la entrevista de Soler. No es ocioso insistir: Chicha Mariani quiere saber si la hija de Noble "es o no es" su nieta. Esa fue y es la noticia. Por ahora. La Justicia deberá investigar y resolver.
Pero, vuelta al principio, hay periodistas que asustan. Son los periodistas que sin investigar (ni ser Justicia, claro), resolvieron. ¿Qué resolvieron? Simple, demencialmente simple: la noticia no existe. Con un irracional manto de silencio resolvieron que no existe Chicha ni Marcela ni Clara Anahí ni Ernestina Herrera ni apropiación de menores por parte de la dictadura ni bombardeo a una casa platense ni nada.
Hay cientos de ejemplos: sólo basta mirar los diarios de ayer. Quizás decidieron no dar la noticia porque resolvieron que un diario -sea el Gran o el Más Chiquito- es más importante que la identidad de una persona. Quizás resolvieron que el espíritu de cuerpo es inapelable. Quizás confundieron ser dueños del modo de producción con ser dueños de los medios de producción.
La palabra "quizás" duele demasiado cuando hay prácticas que tienen que ver con un pasado que la sociedad entera no quiere que se haga presente. Duele escribir "quizás" ante la agachada. Duele escribir "quizás" cuando la pregunta cantada es "¿están locos?". Duele escribir "quizás" cuando ante un pedido de Justicia se hace silencio.
Duele escribir "quizás" sobre algunos apellidos ilustres, de periodistas que, hasta hace un ratito, eran levantados por los encuestólogos como los más creíbles para los argentinos. Preguntas obligadas: ¿en qué o quiénes creen los argentinos que dicen encuestar los encuestólogos? ¿Creen, quieren creer, les hacen creer, creen lo que les dicen? Y una, brutal: ¿dónde va a parar lo que algunos periodistas resuelven que no existe?
Los espásticos por tanto culo-y-tetas flotando en el firmamento de lo noticioso, los rasgadores de vestiduras ante la inseguridad potenciada -es decir, los mercachifles de la noticia, los correveidiles de turno- decidieron no dar la noticia simple, lisa y llana: un pedido a la Justicia para determinar si Clara Anahí Mariani es o no es Marcela Noble. No se trata de una de las fundadoras de Abuela de Plaza de Mayo ni de la propietaria del mayor periódico nacional.
Se trata de una persona que puede ser otra persona. Se trata de alguien que debería saber si es ese alguien. Se trata de la identidad. Y ante la identidad, no hay corporativismo que valga, ni espíritu de cuerpo, ni "mejor dejalo pasar", ni nada. Y sea el diario que sea el que dé la noticia o el que prefiera esconderla, ante la identidad, sólo cabe la identidad. Todo lo demás es silencio. Cobardía.
Fuente: Diario Diagonales
Los jueces del fuero federal local hicieron lugar al pedido del fiscal Hernán Schapiro y de los letrados Alejo Ramos Padilla y Marta Vedio, quienes, tras la declaración del ex juez federal de San Isidro Roberto Marquevich -quien afirmó que los expedientes de Marcela y Felipe son "escandalosos" y están "falsificados desde la tapa hasta la última foja"-, solicitaron que pida copia certificada de ambos legajos para corroborar los dichos que el ex magistrado vertió en la última audiencia de año del Juicio por la Verdad celebrada el miércoles último en el edificio de 8 entre 50 y 51, tal como publicó este medio en su edición de ayer.
Marquevich también insistió con que los hijos de la dueña del diario Clarín podrían haber nacido en el año 1976, igual que Clara Anahí Mariani, la beba apropiada en La Plata.
Sobre la fecha de nacimiento de los hijos de Ernestina aseguró que sus partidas de nacimiento son falsas "por que ya aparecen con el apellido Noble Herrera". Uno de los datos curiosos es que Roberto Noble había fallecido en 1969.
Jueces, fiscales y abogados hicieron foco en estos datos aportados por Marquevich y coincidieron que en un trámite de adopción "es casi imposible que la partida de nacimiento tenga el mismo apellido" que el de los futuros padres adoptivos y menos si se trata de apellido doble o compuesto.
Durante su exposición, el ex juez que ordenó la detención de la dueña del Grupo Clarín por presunta apropiación de menores declaró que "nunca" tuvo problemas "en conseguir los análisis de ADN" en ninguna de las causas en las que intervino "haciendo cumplir la ley de datos genéticos".
"En muchas causas se encontraron a los captores de los chicos" apropiados durante la dictadura "y los secuestradores fueron detenidos siempre sobre la base del ADN", graficó. Y dejó una frase para el análisis: "Nunca se discutió la compulsividad del ADN en mis causas", salvo "en el expediente Noble Herrera".
Al escuchar estas palabras de un ex juez de la Nación, "Chicha" Mariani fijó su objetivo en la causa de Marcela y Felipe Noble Herrera. Marquevich fue contundente. "Los dos expedientes son escandalosos, hasta las tapas son falsas". Y consideró: "No creo que haya otro (expediente) tan escandaloso".
Marquevich encabezó la investigación del caso Noble por algunos años. El juez Conrado Bergesio es el actual juez federal de San Isidro y quien debería estar llevando adelante los avances de la causa. En este sentido, el declarante sostuvo que "hay una demora innecesaria en el expediente que está relacionada a las amistades del actual juez con sectores militares".
Hay días en que los periodistas asustan
Por: Miguel Russo
Hay días en que el periodismo asusta. Hay días en que los periodistas asustan. El lunes pasado fue uno de esos días. Martín Soler, un periodista de Diagonales (pero aquí podría ponerse cualquier nombre y apellido, cualquier marca de cualquier diario y sería lo mismo), había buscado, había peleado y había conseguido, como todos los días, una noticia.
Esa noticia era el pedido a la Justicia de la señora María Isabel Chorobick de Mariani para que se investigue si su nieta -Clara Anahí, apropiada luego del bombardeo a la casa Mariani-Teruggi en La Plata en 1976- puede ser o no ser Marcela Noble, hija de la señora Ernestina Herrera de Noble.
Más simple: Chicha quiere saber si Clara y Marcela son o no son la misma persona que le dice "mamá" a la dueña de Clarín. Esa era la noticia que escribió Soler la noche del lunes para la tapa del martes. Una noticia basada en los datos muy contundentes que Chicha aportó en la entrevista de Soler. No es ocioso insistir: Chicha Mariani quiere saber si la hija de Noble "es o no es" su nieta. Esa fue y es la noticia. Por ahora. La Justicia deberá investigar y resolver.
Pero, vuelta al principio, hay periodistas que asustan. Son los periodistas que sin investigar (ni ser Justicia, claro), resolvieron. ¿Qué resolvieron? Simple, demencialmente simple: la noticia no existe. Con un irracional manto de silencio resolvieron que no existe Chicha ni Marcela ni Clara Anahí ni Ernestina Herrera ni apropiación de menores por parte de la dictadura ni bombardeo a una casa platense ni nada.
Hay cientos de ejemplos: sólo basta mirar los diarios de ayer. Quizás decidieron no dar la noticia porque resolvieron que un diario -sea el Gran o el Más Chiquito- es más importante que la identidad de una persona. Quizás resolvieron que el espíritu de cuerpo es inapelable. Quizás confundieron ser dueños del modo de producción con ser dueños de los medios de producción.
La palabra "quizás" duele demasiado cuando hay prácticas que tienen que ver con un pasado que la sociedad entera no quiere que se haga presente. Duele escribir "quizás" ante la agachada. Duele escribir "quizás" cuando la pregunta cantada es "¿están locos?". Duele escribir "quizás" cuando ante un pedido de Justicia se hace silencio.
Duele escribir "quizás" sobre algunos apellidos ilustres, de periodistas que, hasta hace un ratito, eran levantados por los encuestólogos como los más creíbles para los argentinos. Preguntas obligadas: ¿en qué o quiénes creen los argentinos que dicen encuestar los encuestólogos? ¿Creen, quieren creer, les hacen creer, creen lo que les dicen? Y una, brutal: ¿dónde va a parar lo que algunos periodistas resuelven que no existe?
Los espásticos por tanto culo-y-tetas flotando en el firmamento de lo noticioso, los rasgadores de vestiduras ante la inseguridad potenciada -es decir, los mercachifles de la noticia, los correveidiles de turno- decidieron no dar la noticia simple, lisa y llana: un pedido a la Justicia para determinar si Clara Anahí Mariani es o no es Marcela Noble. No se trata de una de las fundadoras de Abuela de Plaza de Mayo ni de la propietaria del mayor periódico nacional.
Se trata de una persona que puede ser otra persona. Se trata de alguien que debería saber si es ese alguien. Se trata de la identidad. Y ante la identidad, no hay corporativismo que valga, ni espíritu de cuerpo, ni "mejor dejalo pasar", ni nada. Y sea el diario que sea el que dé la noticia o el que prefiera esconderla, ante la identidad, sólo cabe la identidad. Todo lo demás es silencio. Cobardía.
Fuente: Diario Diagonales