Reducirían de las actuales 24 a diez la cantidad máxima de licencias de radiodifusión por empresa, con lo cual los principales grupos multimediales de la Argentina deberían desprenderse de radios y canales de TV. Un borrador de la ley propone también mantener la prohibición a las empresas de servicios públicos de ofrecer servicios de radiodifusión. De confirmarse, ni Telefónica ni Telecom podrían entrar al negocio del “triple play” (televisión, acceso a Internet y telefonía) al que ya ingresó Telecentro. Ningún operador de TV por cable podría tener más del 35% de los abonados para fomentar la competencia.Antes de fin de mes. Mariotto, del ComFeR, asegura ahora que el proyecto verá la luz durante julio.
Por Matias Barberia / Rodolfo Barros
Que Clarín deberá desprenderse de alguno de sus medios y de una parte de sus abonados de la fusionada CableVisión-Multicanal, son algunas de las consecuencias que afrontará el principal grupo de medios y telecomunicaciones de la Argentina si prospera el borrador de una nueva ley de radiodifusión que un sector del Gobierno afinó en las últimas horas y será elevado para su consideración por Cristina Kirchner, y al que Perfil tuvo acceso.
La idea de reformar la ley que lleva 25 años de vigencia, lleva unos meses, desde que Néstor Kirchner le declaró la guerra al multimedios y el Gobierno reemplazó al interventor del ComFeR, Julio Bárbaro, que se resistía a pelearse con Clarín, por el académico Gabriel Mariotto que se convirtió en la voz cantante de la reforma.
El borrador sobre el que trabajan los funcionarios kirchneristas tiene por objetivo un mercado audiovisual “democrático y sin monopolios”, según confiaron a este medio operadores con acceso al texto.
En concordancia con ese espíritu, el proyecto oficial pondrá un límite máximo, no definido en el proyecto, pero que sus autores ubican entre cuatro y 10 licencias por empresa, una reducción sustancial desde las 24 que faculta la legislación actual. La definición de licencia será crucial, y de eso dependerá qué deberán hacer los principales actores del sector. Tanto Clarín como Telefónica reconocen diez licencias cada grupo.
Un dato relevante es que Mariotto admitió públicamente que el ComFeR no conoce con precisión si el límite de la ley vigente es transgredido y que hace más de un mes está pidiendo a los principales grupos la documentación para poder establecer la cantidad que tiene cada uno.
Por el lado del denominado “triple play”, la posibilidad de transmitir voz, acceso a Internet y televisión por un mismo soporte, el proyecto de “Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual”, como se denominaría, directamente prohibirá la radiodifusión a las empresas de servicios públicos, con excepción de las cooperativas del interior del país.
De esta manera, Telefónica y Telecom quedarán vedadas de brindar esos servicios e ingresar al mercado del Triple Play al que ya se aventuras cableros como Telecentro y en el que Clarín espera realizar anuncios antes de fin de año.
Consultado a este respecto, el titular de la Cátedra de Políticas y Planificación de la Comunicación de la UBA, Guillermo Mastrini, analizó: “Por un lado, no se puede detener la convergencia de servicios por siempre ya que los avances tecnológicos son inexorables, pero por otro lado, si se permite a las telefónicas jugar en este mercado es muy difícil que por su capacidad económica no dominen el mercado”.
Cable. También en cuanto a las cableras, el borrador trae novedades. En la actualidad, la legislación obliga a las proveedoras del servicio a obtener licencias precarias.
Según el texto, esas licencias se regularizarían y estarían sujetas a límites importantes: la prohibición de que empresa alguna alcance a más del 35% del mercado potencial de abonados.
A nivel oficial se considera que ese mercado es de seis millones de hogares, de los que alrededor de la mitad están conectados a la red de Multicanal-Cablevisión del Grupo Clarín. En este caso, también, la expectativa oficialista es la de obligar a esa empresa a desprenderse de parte de sus abonados.
Otra novedad para el cable es la creación de un registro de señales, ya no de proveedoras. Así, una oficina que reemplazaría al ComFeR podría sancionar a los canales que violen normas como el horario de protección al menor, al tiempo que podrá recaudar cifras importantes por vía impositiva, tanto entre señales de cable locales como extranjeras.
Un proyecto contradictorio, que busca que haya más competencia
En el juego de re-regular el mercado de los medios en la Argentina el Gobierno apuesta a limitar poderes privados con el pretexto de acrecentar la competencia.
De esta manera y de prosperar lo escrito en el borrador de Ley de Radiodifusión al que tuvo acceso Perfil, Clarín será golpeado por la limitación en la cantidad de abonados máximos que puede tener su empresa fusionada Cablevisión Multicanal, que como máximo llegarán a 2,1 millones de acuerdo a las cifras del Gobierno, cuando la empresa asegura tener ya cerca de tres millones.A la vez, de limitarse a 10 las licencias de radiodifusión por empresa, el principal grupo de medios de la Argentina no podría crecer mucho más, ya que informa 10 en operaciones, entre las que incluye una del cables, que en principio no requeriría autorización oficial.
En cambio, Telefónica se verá impedida de ingresar al negocio de radiodifusión y por ende, del “triple play”, como resultado de la prohibición expresada en ese borrador de que las empresas de servicios públicos puedan acceder a licencias de radiodifusión. La empresa española también contabiliza 10, y llamativamente, entre ellas lista al portal de Internet Terra.
“De esta manera se le permite entrar a Clarín al negocio de telecomunicaciones, pero no a las telefónicas competir con uno de los grupos más importantes de la Argentina”, dijo un consultor del sector que por tener a clientes a las empresas de telecomunicaciones pidió el anonimato.
Las quejas no se quedan allí: el triple play, que permite ofrecer televisión paga, acceso a Internet y telefonía, es la joya de los nuevos negocios y se asegura que sus beneficios llegan sólo cuando hay varios competidores ofreciéndolo, hecho que repercute entre los usuarios por las peleas de precios que realizan los oferentes del servicio.
“Esto no favorecerá la competencia. Piense que los cables de Clarín suben cada tres o cuatro meses el precio del abono y a las empresas de telecomunicaciones no las dejan aumentar los precios desde 2001”, aseguró.
Por el contrario, para la senadora nacional,María Eugenia Estenssoro, del Bloque Coalición Cívica, “una eventual autorización a las telefónicas para obtener licencias de radiodifusión volvería a concentrar el mercado, lo que sería un problema, iría en contra del espíritu de este nuevo proyecto”.
Licencias. “Nos parece bien reducir el número de licencias. Una de las motivaciones de modificar la ley es desconcentrar el mercado de radiodifusión. Pero si tenemos en cuenta que, sin duda, Néstor Kirchner al suspender por diez años el cómputo del término de las concesiones ayudó a la concentración, esa medida nos resulta contradictoria con este proyecto que desconcentra el mercado”, dudó Estenssoro.
Respecto a la necesidad de concursos públicos para la adjudicación de licencias la legisladora explicó que “tanto para la primera adjudicación como para una renovación es importante el concurso público, importa que también se renueve, sino la concentración del mercado es indetenible”.
Fuente: Diario Perfil