sábado, 16 de febrero de 2008

La participación de la sociedad en la escuela pública en debate

En más de 350 escuelas de la provincia se desarrolló la jornada "Dale una mano a tu escuela". Allí padres, madres, cooperadores, docentes, alumnos y colaboradores dedicaron parte de su tiempo para pintar su fachada o salones, limpieza de bancos y mobiliario.
El objetivo primario era la vuelta de la comunidad a las escuelas. Años atrás el movimiento cooperativo era el motor más importante que tenían las instituciones educativas, con el tiempo esa participación decayó y hoy muchos docentes ocupan, también, de mantener en funcionamiento las asociaciones cooperadoras.
Desde que se anunció este plan se generó un amplio debate. AMSAFE Rosario decidió no apoyar esta instancia y el gremio a nivel provincial se sumo e invitó a la participación.
Esta mañana en las Señales escuchamos a todos los sectores, los que estaban trabajando y a aquellos que nunca dejaron de poner el hombro cuando el estado y la sociedad estaban ausentes. Este carta da cuenta de ello:
Hoy el nuevo Gobierno nos convoca a una jornada para “cambiarle la fachada a la escuela”, pintar mancomunadamente, con el esfuerzo de las familias y los docentes, con directores que tendrán que llevar “listas de voluntarios” al Ministerio, recorrer negocios del barrio pidiendo donaciones y abrir y cerrar edificios escolares luego de doce horas de jornada laboral como “custodios” de un edificio que se supone público.
Gesto que se pretende “novedoso”, que logra captar la opinión pública, resulta “creativo” y “progresivo” que un Gobernador se ponga el overol y vaya a pintar una escuela. Anuncio inteligente, digno de imitar y que pone en mala situación a quien no se sume.
Y entonces, frente a tal anuncio, aparece el debate y la confrontación, en una sociedad que nos impone dividirnos en “buenos” y “malos”.
Sabemos que muchas son las formas de participación que han ido tomando las escuelas, con maestras y maestros, madres y padres que se convocaron en largas jornadas de pintadas, arreglos, forrado de cajas recicladas, juntada de material de deshecho, peñas, “bingos”, desde febreros a diciembres.
También, en muchos casos, cooperadores y familias asumieron la lucha por la defensa de cargos docentes que se querían reubicar, marcharon juntos a defender la escuela pública frente a autoridades ministeriales que pretendían que las infancias se educaran sin luz, sin gas, sin teléfonos, en situaciones de riesgos permanentes, con mucho frío en invierno y todo el calor en verano.
Y han sido múltiples formas de participación comunitaria las que permitieron mejorar la infraestructura escolar para aprender en mejores condiciones.
Pero muchas familias que soportan la desocupación, los peores salarios, la precarización laboral se han encontrado para sus hijos con una escuela pobre para pobres.
Y las escuelas para “l@s niñ@s del medio” -como diría Galeano- son escuelas con muchas precariedades y que deben competir para afrontar y resistir a las múltiples ofertas privadas de su zona (las que a su vez están financiadas en gran medida por los subsidios del Estado).
Pero en tiempos de no guerra, de no crisis económica, de récord en las recaudaciones, de superávit fiscal provincial y nacional, de una provincia sojera, con empresarios que engordan sus cuentas bancarias, récord en la producción de automóviles y su venta. ¿Eran éstos los anuncios que esperaban l@s maestr@s y la comunidad educativa toda?
Desde un Gobierno que enuncia que hay que distribuir la riqueza y con diputados y miembros de gabinete de trayectoria sindical en la docencia, nos convidan, organizadamente, centralizadamente y desde el “bienestar docente”, a ser “arte y parte”, a que “los empresarios donen pinturas” y “l@s trabajadores pongan la mano de obra”; eso sí con un “sentido social”, solidario, como en las inundaciones, cual si fuera la misma situación de catástrofe.
Desconocen así todo lo hecho en cada escuela pública por quienes siempre sostuvimos nuestr@s hij@s en ella y por quienes ahí trabajamos.
Me pregunto:
¿Habrá un día de Febrero para que Jueces, Abogados y Escribanos pinten los Tribunales, y todos los espacios públicos de la Justicia o la no Justicia? ¿Habrá un día de febrero para que los Policías, Gendarmes, Militares pinten la fachada de las cárceles y sus celdas inhabitables? ¿Habrá un día de febrero, en que también les tocará seguir sosteniendo a los médicos y enfermeras los hospitales públicos, pero ahora pintando paredes, mientras ríen las prepagas y todos los que hacen de la salud un gran negocio?
O en cambio, ¿habrá un día en febrero en que se envíen equipos de mantenimiento a las escuelas y hospitales para garantizar que estén pintados, higiénicos y seguros todo el año?
¿Habrá un día en que los y las directoras dejemos de ser responsables ¡también! del mantenimiento de los edificios escolares? ¿Podremos algún Diciembre entregar los directivos las llaves de la escuela, de la que no somos dueñ@s, para disfrutar a pleno nuestras licencias anuales ordinarias que nos corresponden por nuestro trabajo?
Gobernador, Señores Periodistas, Ministros, Jueces, Diputados y Concejales, Dirigentes sindicales oficialistas:
- ¿Por qué otra vez trabajadores y desocupados?, ¿por qué padres y madres de la Pública?, ¿Por qué otra vez las y los docentes?¿No fue ya suficiente?
Hay plata en la Provincia de Santa Fe para el “bienestar docente” y el de la salud, plata para la educación de nuestr@s niñ@s, porque esta vez no hay emergencia económica, inundaciones y no hay crisis, Sr. Gobernador.-
Daniela Vergara Vicedirectora del Jardín de Infantes Nº89 Fray Luis Beltrán

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