La banda rosarina de rock Cielo Razzo, que lleva 14 años de una trayectoria impulsada por la perseverancia y el trabajo, editó su cuarto disco de estudio, "Grietas", un material oscuro que su cantante y líder Pablo "Polilla" Pino definió como "el más nostálgico y violento".
El sonido rioplatense fue su sello durante años, pero el sexteto fue ampliando las fronteras musicales hasta desembocar en "Grietas", donde abandonaron esa impronta que los ubicó como herederos de Los Piojos y La Bersuit para mostrar una cara más densa, melancólica y poderosa.
Para el vocalista la particularidad de este álbum (sucesor de "Buenas", "Código de Barras", "Marea" y el en vivo "Audiografía") reside fundamentalmente en que "antes optábamos por varios caminos y ahora elegimos sólo dos. Esa cara melancólica estaba combinada con otros colores. Nunca fuimos una banda festiva".
"Grietas' es una síntesis de estos dos años de ensayo, es el reflejo de lo que pasaba en la sala. Somos una banda de ensayo y lo que suena en el disco es lo que se escucha en vivo", comentó Pino en relación con la placa registrada después de dos años y medio de haber publicado "Marea".
Ante la "necesidad artística extrema" de grabar otro disco a principios de año y la negativa de la compañía, los integrantes de Cielo Razzo, decidieron encarar "Grietas" en forma independiente. "Nos dijeron vayan porque no lo podemos hacer ahora. Teníamos las canciones y nos fuimos a un barrio tipo country, con muchos árboles. Lo grabamos en muy poco tiempo como hacemos todos nuestros discos", contó "Polilla".
Para Cielo Razzo Buenos Aires funciona como centro para coordinar las actividades de la banda además de las presentaciones en vivo, pero su destino siempre es volver a Rosario.
"Es nuestro lugar, somos fanáticos de Rosario. Nos gusta estar con nuestra gente. Venir a Capital tiene una adrenalina bárbara. Pero después es volver a casa, es algo muy natural: Uno se quiere quedar donde tiene a su gente, su familia y su río", explicó. Profundizando en el contenido de las letras de "Grietas", en las que priman las sensaciones, Pablo sostuvo que en general todas pasan por cuestiones humanas: "El dolor, los pesares de las personas y la mirada contra el sistema -definió-. Hablan de una búsqueda constante en que lo importante es que cada uno las sienta como propias".
En cuánto a la sensación de volver a ser una banda independiente con todo lo que eso conlleva, el cantante aclaró que "nunca nos sentimos una banda de compañía".
"Tuvimos un apoyo que hizo que toquemos más en Buenos Aires, pero nunca intervinieron en lo artístico. La independencia es algo muy natural para cualquier banda. Pero a veces tener una compañía es algo más relajado", opinó.
A la hora de definir el vínculo entre los miembros de Cielo Razzo, Pablo no dudó en afirmar: "Somos una familia política", resultado de muchos años compartidos, de risas y de ausencias que marcaron el destino del grupo.
Tras el accidente automovilístico que les costó la vida al baterista Pablo "Largo" Caruso y al escenógrafo Claudio en el 2003, los miembros del conjunto pudieron canalizar el dolor decidiéndose a llevar sus canciones como bandera por todo el país.
Fuente: TelAm