Max Seitz BBC Mundo, Argentina |
Cristina Fernández de Kirchner juró este lunes como presidenta de Argentina y será la residente de la Casa Rosada durante los próximos cuatro años.
De este modo sucede a su esposo, el también peronista Néstor Kirchner, quien no se presentó a la reelección pese a tener un alto nivel de popularidad.
Por primera vez en Argentina un mandatario le pasa la banda presidencial a su cónyuge. El presidente se convierte en "primer caballero" y la primera dama pasa a ser jefa de Estado.
En su discurso de posesión, Fernández dijo que va a profundizar las políticas económicas y sociales llevadas a cabo por su esposo y reiteró el reclamo argentino de soberanía sobre las islas Malvinas, las cuales están en disputa con el Reino Unido, donde las llaman las Falklands.
También se refirió a la disputa que existe con Uruguay por la construcción de unas plantas de procesar papel sobre la ribera uruguaya del río que divide los dos países. Dijo que, a pesar de que considera que el país vecino violó un tratado común, apostaría por la hermandad.
Además, dijo que ayudaría en todo lo posible para conseguir la liberación de la ex candidata colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC.
Finalmente, dijo que, como es mujer, lamentablemente le va a costar más gobernar, porque las mujeres tienen todo mas difícil
Por primera vez América Latina tiene dos mandatarias gobernando al mismo tiempo: Fernández y Michelle Bachelet, de Chile.
Presencia femenina
Como suele ocurrir en estos casos, a la toma de posesión de la nueva presidenta argentina asisten numerosos jefes de Estado latinoamericanos: Hugo Chávez (Venezuela), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) y Evo Morales (Bolivia), por citar a algunos.
Pero lo que más llama la atención es la fuerte presencia de mujeres.
Están presentes la secretaria de Trabajo de Estados Unidos, Elaine Chao, la canciller de México, Patricia Espinosa, y Bachelet, entre otras.
Kirchner se despide de una gestión que logró un crecimiento económico anual de hasta el 8%, disminuyó la pobreza y el desempleo, y promovió los derechos humanos.
Gracias a que prometió la continuidad de estas políticas, Fernández ganó los comicios del 28 de octubre con el 45% de los votos, sacándole una gran ventaja a la oposición.
Pero los analistas dicen que deberá solucionar varios problemas que dejó su marido: la inflación, la amenaza de una crisis energética, la alta criminalidad, la falta de diálogo con la oposición y varios escándalos de corrupción.
Expectativas
Fernández tomó posesión de su cargo a las 15:00 -hora local- (18:00 GMT). Después de jurar sobre la Biblia pronunció su primer discurso como jefa de Estado ante el pleno del Congreso.
Las expectativas de los argentinos son muchas, tantas como los desafíos de la nueva presidenta.
"Espero que siga con el rumbo de su marido, que sacó al país de la crisis, pero que haya más seguridad y más trabajo y se actúe sin soberbia", le comentó a BBC Mundo Cristina, una tocaya de Fernández de 62 años que caminaba por la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada.
"Yo quiero que haya una economía estable. Hoy vamos al mercado y no podemos comprar casi nada. Los precios de los alimentos están por las nubes", dijo por su parte José Walter (35), un vendedor ambulante.
Y Natalia Werner (31), una turista de la provincia de Entre Ríos, opinó: "Para mí sería interesante que, al haber una presidenta, las mujeres tengamos más oportunidades, por ejemplo en el trabajo".
¿Pero cómo creen los argentinos que será el gobierno de Cristina Fernández? ¿Bueno o malo?
Escéptico, el trabajador de correo Sebastián Scoccimarro (19) comentó a BBC Mundo: "No tengo muchas expectativas. Las tuve con gobiernos anteriores y lamentablemente siempre me defraudaron".
"Va a ser bueno, porque si uno cree que va a ser malo no vamos a llegar a ninguna parte", expresó en cambio Leonor Cortés (57), una empleada pública.
¿Y Néstor?
Néstor Kirchner es el segundo presidente argentino que logra completar su mandato desde el retorno de la democracia, en 1983. El primero fue otro peronista: Carlos Menem (1989-1999).
Raúl Alfonsin (1983-1989) debió dejar su cargo anticipadamente en medio de una crisis hiperinflacionaria y Fernando de la Rúa (1999-2001) renunció como consecuencia de una profunda crisis política, económica y social. Ambos militaban en el partido tradicional Unión Cívica Radical (UCR).
La pregunta que muchos se hacen es qué hará Néstor Kirchner ya sin su cargo de presidente. ¿Se dedicará a construir una agrupación política de centro-izquierda con miembros de todos los partidos argentinos, como ha sugerido alguna vez?
"Durante su gobierno, Kirchner ha fracasado en su intento de crear una fuerza transversal", explicó a BBC Mundo el analista político Felipe Noguera. "Él ha hecho comentarios sobre la posibilidad de abocarse a esta construcción una vez terminado su mandato".
Para Noguera, el gran desafío de Kirchner será lograr su cometido no estando en el poder.
"Yo creo que si no lo pudo cumplir su meta siendo presidente, difícilmente pueda alcanzarla sin su investidura. Entonces uno podría pensar que, para tener éxito, tal vez deba convertirse en un poder detrás del trono".
"El problema es que no hay mucha experiencia para mirar qué ha ocurrido en otros casos", advirtió Noguera.