Por: Javier Romero
Andrés Izarra (40) es presidente de Telesur
, la cadena latinoamericana multiestatal de noticias nacida en 2005 en Caracas, que integran seis países: Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela. Concebida como una especie de CNN o Al Jazeera local, hoy cuenta con 23 millones de abonados en casi todo el mundo. Esta semana visitó la Argentina invitado al “Primer Encuentro Internacional Medios y Democracia en América Latina”, promovido por las mismas organizaciones que impulsaron la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en nuestro país. La reunión fue leída por los grandes medios como una especie de contracumbre en relación con el encuentro de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que también tuvo lugar esta semana en la Argentina.Izarra, que no oculta sus simpatías por el teórico marxista italiano Antonio Gramsci, es uno de los principales ideólogos de la comunicación chavista. Tras su paso por la CNN y por la cadena venezolana RCTV, fue ministro de Información y Comunicación de Venezuela, hasta que se hizo cargo de impulsar en todo el mundo la cadena Telesur.
¿Cómo observa la discusión gobierno-medios que se produce en nuestros países?
En América Latina se produjo una ruptura, un cambio de época. Y en la medida en que ese cambio de época está conformando un nuevo orden, y se han modificado la sociedad, el orden social y el orden político, lo comunicacional no está libre de eso.
La principal crítica que se escucha es el avance del Estado sobre la libertad de elegir.
Esta discusión de la comunicación se está dando en todos los países. Y en principio creo que se trata de procesos que, por su naturaleza, son procesos populares que llegan al poder por la vía electoral, por la vía de la participación y han trabajado para profundizar la democracia. Y en esa profundización de la democracia han llegado nuevos actores. Hoy en día en toda América Latina aparecen también los medios comunitarios alternativos, o hechos directamente por el pueblo como parte de ese proceso de empoderamiento de las comunidades organizadas, del propio pueblo.
También se da en Venezuela.
Nosotros decimos que la única forma de superar la pobreza es dando el poder al pueblo. Y lo comunicacional es parte fundamental de eso. En la ampliación de la democracia y en la participación aparecen nuevos actores en la comunicación que antes estaba restringido a las elites y a las grandes corporaciones que son las que tenían el dinero para efectivizarlo.
¿Qué opina de la ley de medios recién aprobada en nuestro país?
Nosotros hicimos una nueva ley en el año 2005. Y creo que esta ley es incluso más radical que la nuestra, porque le dan un tercio del espacio radioeléctrico a las organizaciones sociales. Tiene elementos que profundizan más la democracia.
Cómo leer la resistencia y hasta el ataque de los grandes medios a la nueva legislación sobre el tema en América Latina?
Estos grandes medios han sido monarcas del espacio radioeléctrico y de la comunicación durante décadas y llegó el momento donde deben compartir, un verbo que no está dentro del capitalismo que ellos predican. Tienen que democratizar, que tampoco es una palabra que a ellos le guste. Y bueno, ahora la torta no es solo de ellos.
Usted trabajó en la CNN. ¿Cuál es la diferencia entre ver una noticia allí o a través de Telesur?
No es lo mismo cubrir América Latina desde Atlanta (sede de la cadena norteamericana) que hacerla desde América del Sur. Le doy el caso de Honduras. Mientras nosotros estábamos ocupados en cubrir las alternativas del golpe de Estado en Honduras, la CNN estaba preocupada por la muerte de Michael Jackson.
¿Telesur es mencionado como un órgano de propaganda chavista?
Ése es un fantasma con el que tratan de estigmatizar todo lo que hacemos. Telesur es un medio informativo que lucha todos los días por hacer periodismo de excelencia con una audiencia global.
Fuente: Crítica de la Argentina
