sábado, 20 de agosto de 2022

EE.UU.: Así es como están –y no están– regulados algunos medios de comunicación

Por: Lesley Cosme Torres
Afirmaciones falsas en WhatsApp y Telegram de que la viruela del mono no es un virus real. Propaganda rusa de guerra que llega desde América Latina a los electores hispanos en Estados Unidos. Afirmaciones infundadas de que la redada del FBI en Mar-a-Lago fue ordenada directamente por el presidente Joe Biden.

Dos años después que estallara la polémica por la influencia que tuvo la desinformación en español en las elecciones nacionales, el problema persiste en las redes sociales y en los medios masivos.

Las empresas tecnológicas y el gobierno federal dicen que están tratando de abordar el problema a medida que se acerca otra temporada de elecciones. Pero reconocen que enfrentan una avalancha de información incluso cuando se los exhorta a hacer más para regular el contenido inexacto y manipulado en español, que según algunos legisladores y defensores sigue estando poco normado en las redes sociales y los medios masivos.

“Aunque Facebook y las otras plataformas han estado bajo bastante presión para eliminar y contextualizar la desinformación en sus plataformas, su atención se ha centrado casi por completo en el material en inglés”, dijo Tony Affigne, profesor de Política Hispana en el Providence College. “Así que han permitido que se escape una gran cantidad de desinformación en español”.

Para comprender mejor los últimos esfuerzos para regular el contenido en español, el Miami Herald y el Nuevo Herald buscaron respuestas del gobierno federal y las empresas tecnológicas más grandes del mundo.

Una cosa parece clara: dicen que están haciendo esfuerzos específicos para contrarrestar la desinformación que afecta a las comunidades de habla hispana.
  • La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), que trabaja sobre la base de denuncias para revisar la “distorsión de los medios” en radio, televisión, satélite y cable en los 50 estados, nunca ha investigado un caso en español, dijo un vocero al Herald. Pero una agencia federal diferente, la Comisión Federal de Comercio (FTC), está tomando medidas para regular el material que se publica en línea, que según algunos defensores podría ayudar a frenar la desinformación en español.
  • Twitter comenzó a trabajar este mes con la Spanish Language Disinformation Coalition antes de las elecciones intermedias para ayudar a la plataforma a tomar medidas contra las afirmaciones engañosas que disuaden a las personas de participar en el proceso electoral.
  • Los centros electorales de TikTok están disponibles en docenas de idiomas, incluido el español, para brindar acceso a información sobre elecciones y votaciones de BallotReady y la Asociación Nacional de Secretarios de Estado. TikTok, según la compañía, tiene “extrema confianza” en la capacidad de sus moderadores para moderar el material en español.
  • Meta, la empresa matriz de Facebook, se asoció con cinco organizaciones de verificación de datos para identificar, revisar y calificar contenido en español. Cada vez que un verificador de datos califica un contenido como falso, Meta reduce su distribución para que menos personas lo vean. La compañía, propietaria de WhatsApp, también se asoció con Telemundo y Univision para lanzar consejos de verificación de hechos en español en la plataforma, según un vocero de Meta.
“Además de los socios de verificación de datos de habla hispana, tenemos revisores de contenido nativos de habla hispana que se encuentran en Estados Unidos”, dijo un portavoz de Meta, y agregó que esos esfuerzos cuentan con la asistencia de inteligencia artificial que es capaz de aprender jerga, coloquialismos y otros modismos. “El español es uno de los idiomas más comunes que se usan en nuestras plataformas y también es uno de los idiomas con más recursos en lo que respecta a la revisión de contenido”.

Una avalancha de contenido
Desde el comienzo de la pandemia del coronavirus, Meta ha eliminado más de 24 millones de materiales de Facebook e Instagram a nivel mundial. La compañía también eliminó más de 3,000 cuentas, páginas y grupos por infringir “reiteradamente” sus reglas contra la propagación de información errónea sobre el COVID-19 y las vacunas.

En YouTube, aproximadamente una de cada 1,000 vistas involucra contenido que infringe las pautas de la comunidad de la compañía, dijo un portavoz, aunque un análisis interno reciente encontró que 75% de los videos problemáticos se eliminaron de la plataforma antes de obtener más de 10 vistas.

YouTube dice que tiene más de 20,000 personas en todo el mundo, incluidas muchas con experiencia en español, que trabajan para detectar, revisar y eliminar contenido que infringe sus políticas. Google News Initiative, según un portavoz, está trabajando con un grupo de verificación con sede en América Latina llamado LatamChequea para “capacitar a 500 nuevos verificadores de hechos en Argentina, Colombia, México y Perú”.

El alcance de los medios en español
Debido a que tantos hispanos que viven en Estados Unidos confían en las redes sociales como una forma de mantenerse en contacto con sus familiares y amigos en toda la región, esto puede hacerlos más susceptibles a la desinformación en línea. YouTube y Meta siguen siendo los más populares entre los usuarios hispanos en línea, y los hispanos usan WhatsApp más que cualquier otro grupo demográfico en el país.

Los usuarios hispanos de YouTube pasan el doble de tiempo en la plataforma en comparación con los no hispanos, según una investigación de Equis. YouTube también es usado por 85% de los adultos que se identifican como hispanos, un porcentaje mayor que cualquier otro grupo demográfico, según una investigación reciente de Pew Research.

“Podemos ver en nuestras propias familias y comunidades que las personas se ven afectadas”, dijo Affigne, el profesor de Providence College, quien argumentó que los usuarios en Florida y Texas se encuentran entre los más afectados. “La gente dice que vio en Internet que la vacuna COVID-19 tiene microchips, que al presidente Biden se le diagnosticó demencia o que la viruela del mono es un virus que se transmite por el aire. Estas son ideas peligrosas que le están costando la vida a la gente”.

Darren Soto, demócrata del centro de la Florida y miembro del Caucus Hispano del Congreso, dijo que aumentar la moderación en español y la cantidad de personas que monitorean este contenido será clave para las elecciones de 2022.

“No estamos hablando de debates entre voces progresistas y conservadoras, estamos hablando de mentiras peligrosas como quién ganó las elecciones de 2020 o los beneficios para la salud de la vacuna”, dijo Soto. “Todos estos van más allá de los debates tradicionales normales y muchos de ellos son ilegales”.

Presión para hacer más (y menos)
Aún así, los esfuerzos para abordar la desinformación no están exentos de controversia. Los conservadores argumentan que el contenido calificado de desinformación a menudo es simplemente una opinión política impopular entre la izquierda o, en algunos casos, que luego se descubre que es cierta cuando surgen hechos adicionales.

La Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU) también advirtió sobre la extralimitación del gobierno y las redes sociales: “Somos escépticos de que el gobierno arbitre la verdad y la falsedad”, tuiteó la organización después que el Departamento de Seguridad Nacional anunció la creación de una Junta de Control de la Desinformación que se disolvió rápidamente en medio de las críticas.

Es una posición complicada tanto para las empresas de redes sociales como para el gobierno, a los que se les pide simultáneamente que hagan más, y menos.

Los legisladores federales hispanos, por ejemplo, argumentaron en mayo que la desinformación en español está “proliferando” en aplicaciones de mensajería codificada como Telegram. El mes siguiente, los senadores federales Bob Menéndez, Bill Cassidy y Tim Kaine llamaron a Meta, Twitter y Telegram para abordar la propaganda de guerra en español de los medios de comunicación rusos que, según dijeron, se estaba extendiendo desde América Latina a los usuarios de Estados Unidos.

Por ejemplo, RT en Español, el canal en español de la cadena de televisión mundial de Rusia con sede en Moscú, publicó una declaración en video en su página de Facebook, que tiene 18 millones de seguidores, cuestionando los hechos del ataque de junio contra un centro comercial en el centro de Ucrania en medio de la invasión del presidente ruso Vladimir Putin al país vecino.

“Estamos profundamente preocupados por los informes de que las operaciones y el alcance de tales medios solo han aumentado en medio de las acciones de Putin en Ucrania”, escribieron.

Menéndez y el representante federales Tony Cárdenas, demócrata por California, están explorando cuáles serán sus próximos pasos dada la respuesta que han recibido de Meta y la falta de respuesta de Telegram y Signal, dijo un portavoz de Menéndez. El Caucus Hispano del Congreso está tratando de coordinar una reunión con los jefes de estas compañías de redes sociales para ver cuáles serán sus esfuerzos para frenar la desinformación en español.

En muchos sentidos, las plataformas se ven asediadas por la cantidad de material que se publica.

Después del registro en Mar-a-Lago por parte del FBI, personalidades de la radio y los políticos conservadores comenzaron a difundir narrativas en las redes sociales y la radio comparando al FBI con “agencias dela policía secreta en los regímenes autoritarios de América Latina”, un argumento que los expertos legales y los ex fiscales dicen que ignora el estricto proceso legal detrás de la solicitud y autorización de la orden judicial.

En Twitter, Americano Media, un nuevo medio conservador en español de radio satelital, hizo referencia a los comentarios de Fox News por parte de un ejecutivo de la estación, Michael Caputo, afirmando que “No hay diferencia entre el FBI y la KGB. Estamos viviendo en Rusia”.

La Derecha Diario, una publicación argentina de derecha con más de 173,000 seguidores en Twitter, afirmó: “Biden se asustó. Envió al FBI a allanar la casa de Trump en Mar-A-Lago, abrió sus cajas fuertes y le quitó las computadoras”.

Más recientemente, los canales de YouTube de derecha y los centrados en las teorías de conspiración han comenzado a traducir contenido de los medios de comunicación de derecha en inglés en un esfuerzo por difundir la misma información a los hispanos, “exponiéndolos así a narrativas que de otro modo no habrían visto”, según Media Matters, una organización sin fines de lucro de tendencia izquierdista dedicada a combatir la desinformación.

Escepticismo
Evelyn Pérez-Verdía, asesora demócrata con sede en Florida y directora de estrategia de We Are Más, una firma que se enfoca en contrarrestar la desinformación, dijo que las redes sociales deben ser más transparentes sobre los recursos que están dedicando a combatir la desinformación. Ella sigue siendo escéptica de sus esfuerzos.

“Deberían estar trabajando con las personas que ya trabajan en la lucha contra la desinformación en español. Y si lo son, no somos conscientes de ello”, dijo sobre las empresas de tecnología.

En su testimonio ante el Congreso en octubre pasado, la denunciante de Facebook Frances Haugen reveló que el 87% del gasto en desinformación en la plataforma corresponde a contenido en inglés, pero solo alrededor de 9% de los usuarios hablan inglés.

Y durante el apogeo de COVID-19, el grupo activista en línea Avaaz descubrió que los retrasos significativos en la implementación de las políticas contra la desinformación en Facebook dieron como resultado que millones de usuarios vieran “contenido de desinformación dañino” y que la compañía tampoco colocó etiquetas de advertencia en 70% de desinformación en español, frente a 29% en inglés.

El gobierno también enfrenta continuas críticas
Debido a las sensibilidades sobre la Primera Enmienda, y debido a que las afirmaciones de desinformación en los medios deben mostrar que existe una “intención deliberada de distorsionar o engañar a una audiencia”, la FCC rara vez toma medidas sobre el material manipulado, según un portavoz. El último caso investigado fue en 2007 e involucró a una estación de habla inglesa.

“Se están saliendo con la suya con los asesinatos en el aire”, dijo Raúl Martínez, el ex alcalde demócrata de Hialeah y presentador de un programa de entrevistas en YouTube, sobre los presentadores de programas de radio conservadores en español en Miami.

Y aunque la Spanish Language Disinformation Coalition escribió una carta en junio a la FTC para agradecer a la agencia por tomar medidas adicionales para frenar la manipulación de las plataformas de redes sociales, sus directores también dijeron que el problema está lejos de ser resuelto. La FTC está considerando crear una regla que “frenaría las prácticas de seguridad laxas, limitaría los abusos de privacidad y garantizaría que la toma de decisiones algorítmica no resulte en discriminación ilegal”.

Este tipo de acto es necesario porque las plataformas de internet prosperan en función de modelos comerciales que extraen datos para recopilar, distribuir y aprovechar la información personal de los usuarios en sus servicios, dijo la Spanish Language Disinformation Coalition en una carta a la FTC.

“Si bien podemos ver algunos avances de las plataformas en el contenido en inglés, es común que las publicaciones en español que claramente infringen los estándares de la comunidad de la plataforma permanezcan activas durante meses”, escribieron.
Imagen: Rachel Handley, McClatchy
Fuente: El Nuevo Herald 

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