La negociación no forma parte de la guerra sino de la política...
“...Y la política está antes o después de la sangre. En tanto hay sangre no hay política, hay guerra. La sangre lleva las acciones a extremos desde los que ninguna negociación (traducida como el arte del entendimiento) es posible.
Dentro de la guerra y de la sangre toda negociación es traición. Porque toda negociación es, inevitablemente, política. Y la política no es la guerra. Ni su continuación por otros medios. La política es el arte de la comprensión entre las partes. Hasta diría que la política es el arte de la construcción de la democracia”.
José Pablo Feinmann, en “La sangre derramada”