Roxana Morduchowicz*
Los medios ejercen un poder de agenda: cuando difunden un hecho, instalan el tema en la sociedad. La gente suele hablar de las noticias que ocupan la primera plana en los diarios. Sin embargo, los medios no determinan lo que la gente piensa; definen los temas sobre los que se habla, pero no cómo.
Cuando los alumnos se quejan de que “si la televisión no hubiera reflejado el hecho, la repercusión habría sido menor” tienen razón. Porque los medios dan visibilidad. Pero no sólo con un hecho de violencia en una escuela. Cuando muestran la desnutrición infantil o cuando describen una catástrofe natural por negligencia humana también instalan esos temas y con frecuencia debemos reconocer que esa visibilidad ayuda porque promueve una mayor conciencia social.
La pregunta, entonces, no es por qué los medios hablan de estos temas –porque ésa es su función– sino cómo hablan: qué fuentes utilizan, qué voces aparecen y cómo presentan la información. Lo que preocupa no es que los medios amplíen el impacto, sino que lo hagan mediante simplificaciones y estereotipos.
*Titular del programa Escuela y Medios en el Ministerio de Educación de la Nación.