Desafío. "La información económica se presenta cada vez más confusa y compleja, volátil y efímera, genérica y despersonalizada"
Tras el mensaje inaugural de Javier Milei en las escalinatas del Congreso luego de su asunción como nuevo presidente de los argentinos, la atención casi plena de la sociedad quedó centrada en las medidas de ajuste extremas que el Gobierno prometió poner en práctica casi de inmediato. El interés tuvo ejes en dos cuestiones: cuáles y de qué envergadura serían esas medidas y cómo impactarían en la vida cotidiana de la sociedad.
Saltando de canal en canal, de portal en portal, de radio en radio y de medio gráfico en medio gráfico, los argentinos compartimos de manera casi unánime la misma inquietud y angustia: cómo llegar a fin de mes.
Mucho tiene que ver con este fenómeno la escasa formación en economía de periodistas y comunicadores. Un muy interesante trabajo de la Fundación Konrad Adenauer (una organización adscripta a la corriente social cristiana de Alemania) se titula "Economía y periodismo, la alianza imperfecta", y fue escrito por Thomas Otter y Mónica Cortez. Otter es economista, autor de varios libros y profesor en la Goethe Universität de Frankfurt. Cortez es también economista. "El ejercicio del periodismo en los tiempos actuales –dice el documento– se torna cada vez más una profesión difícil de realizar en términos de libertad de expresión, de calidad informativa y responsabilidad profesional, no solo por la creciente concentración de los medios de comunicación masiva en pocos consorcios empresariales que buscan, ante todo, hacer un buen negocio sin mirar la calidad del producto que se entrega, sino también por la enorme presión ideológica, política y económica que esos y otros grupos de poder ejercen sobre los/las que tienen la misión de informar a la sociedad de los hechos y acontecimientos que afectan y determinarán sus condiciones de vida.
Agrega el trabajo: "Si bien existen diversas áreas de cobertura, hay algunas consideradas de mayor interés debido a la envergadura del impacto que tiene en la vida de las personas. Una de ellas es la información económica, que caminando al ritmo de la globalización financiera y comercial y de los avances de las nuevas tecnologías, se presenta cada vez más confusa y compleja, volátil y efímera, genérica y despersonalizada, provocando, en consecuencia, no pocas dificultades para la comprensión exacta y cabal de los sucesos económicos sobre los cuales se generan las noticias".
Quienes quieran acceder a información clara, concisa, por buena parte de los medios argentinos en relación con el programa de ajuste del gobierno, no encontrarán mucho más que la dura información suministrada por el ministro de Economía el martes o el flamante vocero presidencial en sus ruedas de prensa matutinas. Periodistas embarcados a favor, en contra o con una postura neutra (en algunos casos, en clara complicidad con el Gobierno o embanderados con la nueva oposición) solo lograron mostrar una gran endeblez argumental, fruto de su escasa formación en la materia.
Otter-Cortez concluyen: "La independencia del/de la periodista juega aquí un rol fundamental, pues es ella la que le puede ayudar a administrar esas luchas cotidianas derivadas de la alta dependencia de un pequeño grupo de fuentes informativas. Para lograr independencia no basta, sin embargo, con poseer sólidas convicciones éticas y morales; también importa el bagaje de conocimiento sobre asuntos económicos y el cumplimiento de determinadas normas periodísticas, como la diversificación de fuentes, que le ayuden a desprenderse de esa creciente dependencia".
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Fuente: Diario Perfil