Durante el show televisivo “Intratables”, Lombardi no solo cuestionó la denuncia sobre el trasfondo de censura y persecución política en el despido de Moreira, sino que además buscó sembrar dudas sobre su profesionalidad, reconocida por sus propios jefes, cuando señaló: “no quiero pensar que hizo la pregunta porque sabés que se termina tu contrato para presentar el caso de esta manera".
Nuestro compañero fue notificado sobre la no renovación de su contrato un día después de consultar al jefe de Gobierno porteño sobre las denuncias por supuestos sobreprecios en los contratos de obra pública, por lo que, a menos que estemos en presencia de un oráculo, difícilmente supiera de su inminente despido que, insistimos, sí estuvo precedido por reproches por parte de sus superiores.
Es más, este periodista estaba acreditado por TelAm, por decisión de la gerencia, para cubrir la cumbre de Presidentes del Mercosur, prevista entre el 17 y el 21 de julio en Mendoza, una fecha posterior al vencimiento formal de su contrato. Una vez operado el despido, de inmediato la empresa acreditó en su reemplazo a Alejandro Ledesma, a quien al día siguiente también se resolvió despedir.
Durante los días posteriores a la denuncia presentada por esta Comisión Gremial, durante el raid mediático en el que el presidente de TelAm buscó justificar los despidos, Pousá consideró que la pregunta de Moreira "fue correcta desde el punto de vista periodístico", algo que, sin embargo, no impidió que la Gerencia de Audiovisuales se abstuviera de difundirla a través de los servicios que brinda a los abonados.
Señor Lombardi, ¿debemos suponer entonces que el señor Pousá, designado por usted al frente de esta agencia, también forma parte de la supuesta estrategia maquiavélica del periodista?
Durante su intervención en el programa televisivo, el titular de Medios Públicos consideró también "lógico" que uno se renueve un contrato una vez concluido.
No, señor Lombardi: lo lógico es que el Estado, que debe bregar por los intereses de los ciudadanos y los trabajadores, respete las condiciones de empleo establecidas en los Convenios Colectivos de Trabajo; no que que sea promotor, y en su caso también defensor, del fraude laboral implementado mediante contratos de locación de obra o de servicios.
Los trabajadores no son quienes establecen las condiciones de su contratación. Es al revés: son quienes se ven sometidos a formas de contratación fraudulentas impuestas por un mercado de trabajo que apunta a la flexibilización de las condiciones de trabajo, sobre todo en el sector de prensa, que durante los últimos años ha tomado como variable de ajuste a sus trabajadores.
"La mala política, la mala acción sindical", tal sus definiciones, señor Lombardi, no es la de quienes defendemos las fuentes de trabajo y las condiciones dignas para el ejercicio de nuestro oficio, sino la de aquellos que con acceso a las audiencias masivas, apuntan contra los trabajadores como fuente de los problemas del empleo y no a las políticas oficiales de ajuste que cotidianamente dejan dejan familias enteras sin sus fuentes de sustento.
Comisión Gremial Interna - TelAm - SiPreBA
Foto: Santiago Filipuzzi, La Nación