Un informe identifica 329 trabajos de investigación sobre políticas públicas publicados entre 2005 y 2017 y financiados por el gigante tecnológico
La organización estadounidense Campaign for Accountability (CfA) publicó un informe en el que revela que Google ha financiado 329 trabajos de investigación en Estados Unidos y Europa, entre 2005 y 2017, con la finalidad de poder influir en la opinión pública y en la política.
Según el periódico británico The Guardian, los autores de estos documentos son académicos y economistas de algunas de las instituciones internacionales más destacadas, incluidas Oxford, Edimburgo, Stanford, Harvard, MIT y Berlin School of Economics, entre otras.
Alphabet, la antigua Google, cerró 2016 con un incremento del 20% en los ingresos, hasta los 90.270 millones de dólares.
La denuncia. "Google utiliza su inmenso poder y riqueza para intentar influir en los legisladores en todos los niveles", señaló el director ejecutivo de CfA, Daniel Stevens. El informe afirma que los autores recibieron entre 4.300 y 350.000 euros y en un 26% de los casos no revelaron sus fuentes de financiación
CfA indica que el gigante norteamericano utiliza estos artículos académicos para poder sus intereses comerciales y, además, superar cualquier reto regulatorio o antimonopolio.
Cómo financia. Google financia estos trabajos de dos formas. La primera es directamente y la otra es a través de grupos o instituciones que pertenecen a la compañía. El 66% de los casos estudiados nunca especificaron su fuente de ingreso, mientras que el 26% fue financiado directamente por la compañía.
"Muchos académicos e instituciones con una larga historia en estudios de este tipo –sobre importantes asuntos como copyright, patentes y libertad de expresión– comparten nuestro apoyo a los principios de un Internet abierto. Les apoyamos para ayudarles a investigar más y difundir el conocimiento de sus ideas", expresó Leslie Miller, la directora de política pública de Google.
La multinacional se defiende. Google cuestionó a Campaign for Accountability al sostener que ellos no revelan sus fuentes de financiamiento, resultando irónico que ataquen a la empresa y a importantes académicos que sustentan sus datos en investigaciones fehacientes.
"Cuando se expone el mal comportamiento de Google, la compañía siempre apunta a otros. En lugar de desviar las culpas, Google debería abordar su historial de propaganda oculta, el cual sitúa a la empresa junto a las grandes petroleras y tabaqueras", concluye Stevens sobre la respuesta de Google.
Fuente: RPP