Ante las denuncias y reclamos recibidos durante las últimas veinticuatro horas y debido a la significativa amplificación de coberturas mediáticas que aluden a la filiación e identidad de un niño de dos años de edad en el marco de la separación conyugal de dos personas del espectáculo, la Defensoría del Público recuerda a quienes trabajan en los medios de comunicación audiovisual la importancia de ser respetuosos de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Este respeto incluye la preservación de su identidad así como la necesidad de evitar cualquier tipo de alusión que pueda resultar lesiva de su intimidad e integridad.
Es importante reconocer que en la cobertura de hechos que involucran a niñas y niños, debe primar siempre el respeto por su "interés superior", lo que implica privilegiarlo para que sus derechos no se vean vulnerados y puedan ser realmente ejercidos. El hecho de que dos personas decidan divulgar su vida privada no habilita el desconocimiento de ese interés superior. Los derechos de niñas, niños y adolescentes no pueden ni deben ser avasallados en nombre de una primicia, de un escándalo o de la búsqueda del rating.
Por todo ello, esta Defensoría, como parte del diálogo que cotidianamente establece con quienes trabajan en la comunicación audiovisual, recomienda cesar la vulneración de derechos y la necesaria y urgente reflexión crítica para realizar un trabajo responsable que evite producir daños irreparables.
El avasallamiento de los derechos de la niñez y la adolescencia es, además de contrario a la Convención Internacional de los Derechos del Niño incorporada a la Constitución Nacional, lesivo de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (26.522) y de la Ley de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (26.061).
Ver anterior: El escándalo de Gisela Bernal y Ariel Diwan es un "circo mediático que vulnera derechos del niño"