El 18 de junio pasado se realizaron las elecciones truchas en la nueva redacción de Crónica y BAE, donde se encuentran los trabajadores enrolados en la nueva razón social “Aconcagua S.A.”
El llamado a votar nuevos delegados, en la redacción a donde se niega el ingreso a los legítimos delegados, surgió a partir de la presión patronal y de sus voceros. El mismo Olmos convocó una asamblea para presionar a los trabajadores para que voten una junta electoral con el objetivo de “cerrar el conflicto”.
El resultado de las elecciones fue un duro revés para los Olmos. Sobre un padrón de 115 trabajadores, 51 no votaron, lo hicieron en blanco o anularon su voto en repudio a la intención empresaria de inmiscuirse en la vida sindical.
Entre los votos efectivos también se replicó el rechazo. Quedaron últimos aquellos candidatos que en tres asambleas se expusieron a fondo con la posición patronal de votar nuevos delegados.
El día de la elección, los trabajadores de Crónica que no fueron convocados a pasar a la nueva redacción realizaron un paro de 24hs. en repudio a la maniobra empresaria y volantearon una carta abierta en la puerta junto a la comisión interna del Diario BAE e integrantes del plenario de delegados.
El tiro le salió por la culata a los Olmos y la elección representó una instancia más de repudio a la persecución gremial.
Los “nuevos delegados” no tienen iniciativa. Su mandato surge de elecciones viciadas de nulidad y completamente ilegales. Ser los delegados de Olmos les impide tener el impulso para encarar los problemas que se presentan en la nueva redacción.
Fuente: La Naranja de Prensa