"En el día de hoy fui víctima de una agresión física. Ocurrió cuando salía de hacer el programa de radio en

El agresor a quien conocía de vista solamente, fue un tal Diego -correctamente identificado por la policía- quien se bajó de su vehículo -un R12 Breack- y sin mediar palabras comenzó a golpearme con un palo. Por suerte, en ningún momento perdí la calma y mientras trataba de evitar el embate, le pedía que se tranquilizara, que habláramos! Recibí golpes por todo el cuerpo. Apenas pude, detuve el palo para no recibir más daño; mientras forcejeábamos con su arma seguí tratando de calmarlo. Ante la aparición de testigos, el agresor subió a su auto y se fue. Prestamente llegaron los policías quienes me trasladaron al hospital y luego a radicar la denuncia.
Increíblemente este sujeto ingresó a la comisaría y no tuvo empacho en amenazarme frente a los uniformados: “cada vez que te vea te voy a cagar a palos” sentencio.
Ahora; ¿cual es el motivo de la agresión? Certezas no tengo, como lo manifesté en la denuncia; pero aparentemente el hecho se origina en dichos míos en el programa periodístico de radio “Entre Mate y Mate”.
Reflexión
Los golpes, dolores y moretones pasarán, pero lo ocurrido hoy me genera el siguiente pensamiento: es injusto que como periodistas terminemos entrando en lo que se denomina actividades de riesgo; por la cual quien tenga ganas, puede llegar a tomar el camino de la violencia para dirimir la cuestión.
Y no puedo dejar pensar si ¿la policía me puede brindar seguridad? O la justicia garantías de que esto no me volverá a ocurrir. Me doy cuenta de que cualquiera, creyendo tener motivos para agarrar un palo y atacarme cobardemente lo puede hacer sin más; entonces ¿Tengo que dejar de trabajar de periodista?
Tras el cavernícola hecho llegan las expresiones de apoyo y solidaridad; las que valoro muchísimo, pero la verdad es que hoy fui victima de una agresión física con la amenaza de que ésta seguirá en el futuro, y siento que mi familia y yo estamos desprotegidos ante tal acto irracional.
Amenaza a la Radio
La familia Nores –propietarios de FM Ciudad- también radicó una denuncia por amenaza de muerte, ya que durante toda la tarde estuvieron recibiendo advertencias telefónicas: “Esta fue para Vilaboa y la próxima va para ustedes” les habrían dicho los forajidos, quienes habrían dicho que los matarían uno por uno.
Nota al margen
Creo que cualquier persona que se sienta agraviada o atacada desde un medio de comunicación tiene todo el derecho de expresarlo, pedir derecho a réplica e inclusive llegar a la justicia si cree que el hecho lo amerita. Jamás justificaré la violencia y menos aún cuando ella es un ataque contra la libertad de prensa y expresión.
Fuente: Urdi24