Cada año nacen más de 730 mil chicos y se practican unos 460 mil abortos inducidos. Es por la escasa educación sexual y mal uso de anticonceptivos. Además, faltan políticas de prevención. Afecta más a las mujeres de menores recursos.
Por: Pilar Ferreyra
Cada dos nacimientos se produce un aborto. En la Argentina, cada año nacen 736.261 niños y niñas, y se realizan unos 460.000 abortos inducidos, según surge de datos oficiales. La información corresponde a los indicadores de natalidad del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) de 2004 y a un estudio sobre morbilidad materna severa del Ministerio de Salud de la Nación, que incluyó la estimación de la cantidad de abortos inducidos que se llevan a cabo en nuestro país, con base en dos metodologías internacionales que sólo se aplican en países donde el aborto no está legalizado.
De los 210 millones de embarazos que se producen en el mundo cada año, alrededor de 46 millones concluyen en abortos inducidos. De estos últimos, 20 millones son considerados inseguros. De acuerdo a la Guía Técnica para la Atención Integral de los Abortos No Punibles, "un aborto inseguro es un procedimiento para finalizar un embarazo no deseado que realizan personas que carecen de entrenamiento necesario o que se lleva a cabo en un ambiente donde se carece de un estándar médico mínimo o ambos". El 95 por ciento de los abortos inseguros se realiza en los países en desarrollo. La Federación Internacional de Planificación de la Familia calcula que en América latina y el Caribe se practican cuatro millones de abortos inseguros por año. Y el 70 por ciento de ellos, en mujeres menores de 30 años. De acuerdo a la médica epidemióloga Mariana Romero, investigadora del Centro del Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) y del Conicet, las causas que explican la magnitud de los abortos en nuestro país son (en este orden de prioridad): El desigual acceso a métodos anticonceptivos, como consecuencia de la pobreza y de que el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable (PNSSyPR) del Ministerio de Salud de la Nación no siempre funciona apropiadamente. La incipiente implementación del programa de atención post aborto.
La falta de garantía en el acceso a los abortos no punibles (para salvar la vida o la salud de la madre, en caso de violación o cuando la mujer es demente).
La falta de aplicación de la Ley de Educación Sexual en las escuelas de todo el país.
A estos datos se suma que, 4,6 millones de mujeres de todo el país de entre 15 y 49 años, que no cuentan con cobertura médica alguna, podrían estar recibiendo anticonceptivos gratuitos e información sobre qué anticonceptivos son los más apropiados para cada una de ellas. Sin embargo, al día de hoy, apenas 1,2 millón de mujeres están bajo los tratamientos del PNSSyPR. Estamos regularizando la situación progresivamente y aspiramos a que 1,7 millón de mujeres estén cubiertas por el programa al finalizar 2008, adelantó a Clarín Ana Suppa, coordinadora del PNSSyPR.
La gravedad del asunto es que en el país la cantidad promedio de egresos hospitalarios de mujeres a causa de complicaciones por aborto creció un 27,5 por ciento entre 1995 y 2005. Esto, según estadísticas que releva el Ministerio de Salud de la Nación cada cinco años. Así, en el año 1995 hubo 53.978 egresos de mujeres que ingresaron a los hospitales estatales a raíz de la complicación de un aborto, y en el año 2005 hubo 68.869 (aunque estos datos son parciales porque ni Salta ni Tucumán aportaron aún sus reportes). Vale aclarar que los registros de los egresos hospitalarios por aborto no distinguen entre los abortos espontáneos y los provocados.
De los egresos hospitalarios por aborto de 2005, casi la mitad correspondió a mujeres de entre 20 y 29 años y el 16 por ciento a menores de 19 años.
Mejorar el acceso a la anticoncepción y la puesta en marcha de la educación sexual en las escuelas son las únicas estrategias probadas como eficaces para la reducción del número de embarazos no deseados y con eso, del número de abortos, indicó la investigadora senior del CEDES, Silvina Ramos, vicepresidente del comité de política y coordinación del programa de reproducción humana de la Organización Mundial de la Salud. También habría que hacer cumplir el Código Penal para que las mujeres no mueran más por abortos que no son punibles.
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación -cuyas autoridades prefirieron no opinar sobre la problemática del aborto- en la Argentina mueren alrededor de cien mujeres en edad fértil por año a consecuencia de complicaciones de abortos inseguros, y estas complicaciones representan la primera causa de mortalidad materna. Así como un número difícil de determinar vive el resto de su vida con secuelas en su salud por prácticas realizadas sin un mínimo indispensable de asepsia. Algunas de las explicaciones que tiene por objeto difundir la Guía Técnica para la Atención Integral de los Abortos no Punibles del Ministerio de Salud de la Nación: Dada la ilegalidad del aborto, muchas mujeres deben recurrir a procedimientos inseguros para interrumpir un embarazo poniendo en riesgo su salud y su vida. Las mujeres frecuentemente enfrentan barreras que demoran la búsqueda de atención médica dada la clandestinidad legal, social y familiar en las que se realiza la práctica. A estas razones debe agregarse, además, la incapacidad o falta de disposición de los servicios de salud para dar una respuesta oportuna y efectiva a las mujeres que acuden a ellos.
Encuestas
Un sondeo del CEDES del año 2006 concluyó que el 62% de los encuestados se manifestó a favor de la despenalización del aborto. Más recientemente, el 26 de junio de este año, en una encuesta de clarin.com, el 49,5% de 16.592 votantes se mostró a favor, y el 31,7% lo justificaba en casos de violación.
Parece fácil
Oscar Finkelstein
El aborto no sería un tema polémico -casi no sería un tema- si las políticas de educación sexual y reproductiva fueran eficientes y universales. Si los métodos anticonceptivos fueran de libre elección y estuvieran al alcance real de absolutamente todas las mujeres, parejas o familias. Hay países desarrollados que lo lograron, seguramente con un buen presupuesto, pero también con una mirada amplia y generosa. Acá hay un aborto cada dos nacimientos. Allí, tres cada cien. Y pese a que acá casi no se discute, y se educa poco, aun así parece fácil.
Fuente: Diario Clarín