jueves, 20 de septiembre de 2007

Binner, Santa Fe y el futuro: Moreno o Rivadavia

Por: Carlos del Frade
Las elecciones del 2 de setiembre modificaron la piel política de la provincia de Santa Fe. Un cambio que puede ser profundo o simplemente cosmético. Dependerá de la audacia por asumir el mensaje del pueblo o conformarse con administrar lo que deja en el camino la voracidad del poder económico que cada vez concentra más riquezas en el segundo estado argentino. ¿Qué pasó y qué será de ahora en más el peronismo?. Y, en forma paralela, qué condicionamientos tendrán las declaraciones que por estos días están formulando tanto el doctor Hermes Binner como sus principales colaboradores. A casi doscientos años de la revolución de mayo, la opción política será definir si el camino es rescatar los proyectos de Mariano Moreno o la traición de Bernardino Rivadavia.

Lo generacional
Casi un cuarto de siglo después, la conciencia política del pueblo santafesino decidió cambiar.
Quizás sea una pauta histórica. Los pueblos necesitan esos períodos para modificar expresiones colectivas. Sucedió a los veinte años del golpe de estado. El surgimiento de Hijos por la Identidad, la Justicia contra el Olvido y el Silencio, apuró el abrazo de las mayorías a los organismos de derechos humanos que venían luchando casi en soledad.

Cambios generacionales que también se expresan en intendentes y legisladores electos también muy jóvenes.

Lo generacional augura lo nuevo. Pero lo nuevo y lo generacional necesita del tiempo que, según dicen los sociólogos e historiadores, también demandan entre veinte y veinticinco años.

Los tiempos de lo social no son los tiempos de la conciencia política.

Pero llegan, inevitablemente llegan.

Sucedió en el país, sucedió en Santa Fe.

A pesar de muchos y varios pesares.

De diversos miedos cultivados y reciclados en distintas formas de esclavismo político a partir de planes sociales u otras formas de sometimiento económico, cultural y moral.

También es una buena señal para el mañana: no hay miedos eternos.

Los ejemplos más claros se constataron en San Lorenzo y Villa Gobernador Gálvez.

Los marchitadores
Hacía rato que la marchita peronista no tenía el viejo aroma de rebeldía indómita que supo caracterizar al movimiento surgido en octubre de 1945.

Ninguno de los principales dirigentes del justicialismo provincial parecía combatir al capital. Al contrario, eran sus presentadores, promotores y hasta empleados.

La vieja constitución de 1949, aquella que habla de los recursos inalienables del subsuelo, estaba marchitada debajo de los heraldos negros del menemismo y los amagues por izquierda del kirchnerismo que terminaron por prorrogar de manera vergonzante los beneficios de los que se quedaron con YPF y los explotadores de las minas a cielo abierto.

Porque la discusión no pasa por la eliminación de la ley de Lemas, sino por la vigencia de la identidad del peronismo en la provincia de Santa Fe.

Carlos Reutemann, Jorge Obeid, Rafael Bielsa, Pedro González, Luis Rubeo, Armando Traferri y Juan Carlos Mercier, ¿son la síntesis o la antítesis de aquel movimiento de liberación nacional y social que alguna vez fue definido como el hecho maldito del país burgués?.

Las escuelas cayéndose a pedazos sobre las cabezas de los pibes y maestras; la droga democratizada robándose el presente de miles de chicas y chicos a lo largo y ancho de la monumental geografía santafesina; y casi la mitad de los trabajadores en negro; demostraban la inversión histórica del peronismo.Y eso también tenía fecha de vencimiento. Era una cuestión de tiempo.

La identidad peronista seguirá existiendo más allá de los sempiternos dirigentes que todavía se empecinan en decir que la representan.

En las elecciones del próximo 28 de octubre, esa pertenencia colectiva que sigue siendo el peronismo aparecerá dispersa en los candidatos a diputados y quizás también a la hora de elegir presidente.

El peronismo perdió por las traiciones a su propia historia.

Era hora de que tronara el escarmiento y eso sucedió en el segundo estado argentino.

Pero semejante identidad popular seguirá viva y, al mismo tiempo, esquiva de los que todavía se dicen sus dirigentes. Se abre un espacio nuevo para el peronismo en particular, y el pueblo santafesino, en general. A fines de 2007, por primera vez en cuarenta y uno años, habrá un gobernador que no será ni peronista ni militar. No es un dato menor. Es un horizonte cotidiano absolutamente distinto.

El poder económico
Las grandes aceiteras y los poderosos y casi eternos proveedores del estado santafesino no mostraron ningún signo de disgusto con el nuevo gobernador electo el pasado 2 de setiembre.

Creen, ellos, los poderosos, que no habrá grandes cambios.

Que seguirán las enormes y casi obscenas cifras que marcan su fuerza.

La revista “Punto Biz”, en su edición especial de agosto pasado, trajo el ranking de las empresas “más activas en el comercio exterior santafesino”, las top 500, según decía la tapa de la publicación.

Allí aparecen los números reales de la fiesta del privilegio en el territorio en que la pobreza aturde la vida cotidiana de cientos de miles de santafesinos.

Cargill, por ejemplo, la firma que tiene asentada su planta en el histórico emplazamiento donde se libró la batalla de Punta Quebracho, en Puerto General San Martín, aparece a la cabeza de la tabla de exportadoras.

Durante el año 2006 exportó por más de 2 mil 297 millones de dólares. Si usted divide ese número por 360 obtiene el valor exportable por día: más de 6 millones 380 mil dólares cada veinticuatro horas. Eso quiere decir 4 mil cuatrocientos treinta dólares cada sesenta segundos. ¿Leyó bien?. Cuatro mil cuatrocientos treinta dólares por minuto.

La multinacional, en tanto, no paga ingresos brutos como consecuencia de la exención que le regaló la administración de Carlos Reutemann a principios de los años noventa junto al ex contador del grupo Malvicino y ex funcionario de la dictadura, Juan Carlos Mercier, ahora reelecto senador por el departamento La Capital.

Bunge Argentina está en el segundo lugar, con más de dos mil millones de dólares, a razón de más de cuatro mil dólares cada sesenta segundos.

Más atrás, en el puesto número ocho, aparece Petrobras, la empresa que se quedó con los restos de la Destilería de YPF en San Lorenzo y Pasa, en Puerto San Martín. La firma que auspicia el “campo de la gloria”, allí donde San Martín inició la epopeya de la liberación americana. La empresa brasileña exportó por 736 millones de dólares, a razón de 1.410 dólares por minuto. Mientras tanto, los ex ypefianos no saben dónde quedaron los viejos tiempos de alegría mientras trabajaban en la petrolera que fuera orgullo de la historia argentina.

Acindar, aquella que le diera el respaldo a su gerente general, José Alfredo Martínez de Hoz para convertirse en el ministro de economía del terrorismo de estado, ahora está ubicada en décimo sexto lugar, con una exportación de ciento treinta millones de dólares, un valor que representa 250 dólares por minuto.

El frigorífico Swift está en el 17º lugar, con un monto de 122 millones de dólares en exportaciones durante 2006, a razón de 230 dólares por minuto y siempre presto a recibir apoyos y subsidios del gobierno provincial cuando alguna potencia limita la cuota Hilton y la firma, entonces, decide suspender o despedir trabajadores.

El conocido frigorífico Paladini está en la posición 47 y exportó por más de diez millones de dólares, a razón de 190 dólares por minuto.

También aparece el laboratorio Wiener, que exportó por más de diez millones de dólares y que también repite los 190 dólares por minuto. La empresa que se ufana de ser modelo de las firmas surgidas en Rosario y que ahora está jugando en el mercado internacional pero que oculta el maltrato permanente a sus trabajadores, los que no pueden agremiarse ni denunciar las enfermedades originadas por las condiciones laborales si no son despedidos como acaba de ocurrir durante las primeras semanas del mes de setiembre.

Estos representantes del poder económico, de las grandes riquezas en la provincia de Santa Fe, nunca se sintieron controladas ni mucho menos presionadas por las administraciones justicialistas.
Tampoco expresaron preocupación alguna por el triunfo de la fórmula Binner - Tessio.

Lo político
Después de las elecciones, el doctor Hermes Binner hizo una serie de declaraciones en torno al futuro gobierno que conducirá a partir del 10 de diciembre.

Habló de la justicia, la seguridad, la educación, el trabajo, la coparticipación y la descentralización de la Empresa Provincial de la Energía y Aguas Santafesinas.

Detrás de cada uno de estos temas hay historias de corrupciones, negociados, impunidades varias y un permanente costo social que hasta ahora no ha sido saldado.

Estas fueron sus palabras y el contexto que deberá tenerse en cuenta alrededor de las mismas.

La cuestión laboral
El gobernador electo de Santa Fe, el doctor Hermes Binner, anunció la creación de un Ministerio de Trabajo en el territorio. “Es un proyecto que apuesta al equilibro y a la rejerarquización del área, porque la actual Secretaría de Trabajo no juega hoy un papel decisivo”, sostuvo a pocos días de ganar las elecciones del pasado 2 de setiembre.

Agregó que “otro perfil delineado para la futura cartera es el de “conciliador entre la producción y el trabajo”. Los equipos propios, conformados por profesionales y representantes de gremios, también proyectan la creación de una ART provincial y de un sistema de capacitación laboral”.

Calificó la falta de empleo como “la principal enfermedad” de la sociedad.

Estas frases fueron pronunciadas al mismo tiempo que los extraños y modificables números del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos confirmaban que, una vez más, Rosario se erigía como el aglomerado de mayor desocupación en el país.

Sin embargo habrá que decir que la mayor cantidad de trabajadores en la provincia tienen hoy una jornada laboral que excede las ocho horas. Una situación que precariza la situación existencial de los “ocupados”. Porque semejante ocupación no es sinónimo de mejor vivir.

Y, en forma paralela, el trabajo en negro no baja del 45 por ciento según las últimas encuestas realizadas por los organismos de medición provinciales.

Esa situación no fue modificada desde principios de los años noventa.

Una prueba más de la continuidad de la matriz de esos años y que hace centro en la vida cotidiana de los santafesinos.

También reaparece el núcleo duro de la desocupación: la muchachada que tiene entre dieciocho y veinticinco años.

En este sentido hizo estragos la modalidad del empleo temporario, el mismo que deviene del llamado boom de la construcción.

Sin hablar del segundo grupo duro de la desocupación y subocupación que son los trabajadores de más de cuarenta y cinco años.

No habrá solución si no se afecta la voraz concentración de riquezas en pocas manos para que se reduzca la jornada laboral, haya cupos de trabajo según las edades y aumenten los puestos de empleo en blanco y estables. Allí se necesita de un estado que “descontente” a las riquezas, tal como exigía Mariano Moreno en su Plan de Operaciones.

Educación
“Que el ciclo lectivo 2008 tenga a todas las escuelas en condiciones y no con los baños rotos, los techos que se llueven y sin vidrios. Los establecimientos ambientados tanto para el invierno como el verano son un derecho de los niños y los docentes”, remarcó Binner.

El diagnóstico del gobernador electo es claro, concreto y verificable.

Pero el problema será la política educativa y el protagonismo que tengan los actores que hacen realidad la comunidad escolar.

En la provincia, según datos oficiales, casi ocho de cada diez pibas y pibes no terminan la educación secundaria en tiempo y forma.

Habrá que dotar a las escuelas de un sentido existencial que permita enamorar a las chicas y chicos con una idea de pertenencia a algo que vaya más allá de lo individual. ¿Cómo se hará?

Seguridad
Sostienen los medios de comunicación regionales que habrá un Ministerio de Seguridad Provincial que tiene como objetivos “a mediano plazo”, la reducción de los núcleos de pobreza devenidos en caldo de cultivo de la delincuencia, la rejerarquización de la policía y el mejoramiento del servicio de Justicia.

Según los voceros del nuevo gobernador, “el proyecto, un virtual desdoblamiento del actual Ministerio de Gobierno, comenzó a diseñarse durante la campaña electoral, apostando a que el futuro conductor (a designar) planifique y ejecute acciones destinadas a reducir los niveles de criminalidad”.

La idea es tomar la integración de “los excluidos del sistema, la tareas preventivas apuntarán a las razones que desembocan en la delincuencia, como la desocupación, la marginación y la falta de educación.

“Otra meta a alcanzar es la rejerarquización de la policía tanto en lo económico como en lo que hace a la formación de sus representantes, priorizando una nueva forma de vincularse con la sociedad para recuperar prestigio”.

“La agenda incluye la reglamentación de la ley del personal policial, blanqueos e incrementos salariales, actualizaciones respecto de los ascensos y promociones, equipamiento adecuado y mejoras edilicias y de infraestructura”.

Tampoco descuidarán el plano personal del uniformado (vivienda y educación).

Asimismo, se evalúa la creación de un cuerpo de mediación policial para intervenir frente a un hecho que amerite una resolución, aunque no implique un delito.

Grupos de académicos, expertos jurídicos y especialistas en seguridad delinean los cambios estructurales en el área que permitirán avanzar en un plan de gestión que, más allá de una conducción centralizada, se pondría en marcha de manera descentralizada.

La situación carcelaria aparece como una prioridad. Por eso los socialistas y sus aliados fomentarán una reforma que intente revertir, entre otros déficits, el hacinamiento en las unidades de detención y la función del personal del Servicio Penitenciario Provincial (SPV), además de plantear opciones de rehabilitación de los internos.

¿Alcanzarán estos anuncios para borrar las cajas negras policiales, reducir la corrupción estructural y condenar las prácticas ilegales que permiten, por ejemplo, la democratización del narcotráfico en la provincia?.

Coparticipación
“Las provincias de Buenos Aires y Santa Fe son las más perjudicadas en cuanto a la coparticipación”. Es necesario “más que dinero fresco, necesitamos en las provincias una justicia en el reparto de la torta”.

La relación con el estado nacional necesita de la seria exigencia de reconstituir un estado nacional al alcance de los habitantes de todas las provincias.

Para ello será fundamental no solo pelear por la coparticipación sino por la recuperación del rol de los organismos nacionales con presencia en Santa Fe.

Justicia
Es necesaria una “reorganización administrativa” en el Estado provincial y cambios en la Corte Suprema de Justicia santafesina.

Precisó que ese máximo tribunal provincial “recuerda a los viejos tiempos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, antes de Kirchner, porque está totalmente politizada y partidizada”.

Dijo que Obeid “se apresura a reemplazar a procuradores y otros cargos utilizando el viejo método del dedo”.

“Hay otras formas de elegir a los miembros de la Corte para que sea independiente”.

Binner tildó de antiética la actitud de Obeid para renovar la Corte. El gobernador electo volvió a cuestionar el envió de los pliegos para cubrir las vacantes. Lo hizo después de reunirse con Kirchner. Auguró una buena relación entre provincia y Nación.

“En la provincia necesitamos aplicar el mismo sistema que aplicó el gobierno nacional. Hoy tenemos una Corte Suprema de lujo en la Nación y en la provincia tendremos un nuevo integrante elegido por el simple paso del tiempo, sanción ficta”.

“Ya lo experimentamos con Rosario, siempre hubo buen diálogo con el gobierno nacional”, explicó.

“Nuestra preocupación es que después del 28 de octubre sigamos todos juntos construyendo la provincia que nos merecemos”.

La justicia santafesina se ha caracterizado en los últimos veinticuatro años en funcionar como una red de pescador invertida: pasan de largo los peces gordos y quedan atrapados los peces chicos.

Será fundamental, tal como lo decía el ex fiscal de investigaciones administrativas, el santafesino Ricardo Molinas, que Binner descabece la actual Corte Suprema de Justicia y la llave de los fondos de la administración que es la Fiscalía de Estado.

Aquellas frases de Molinas tienen una actualidad notable y deberían ser tenidas en cuenta por el nuevo gobernador si es que realmente quiere producir cambios en el servicio público de justicia santafesino.

Agua y luz
La descentralización de Aguas Santafesinas y de la Empresa Provincial de la Energía es una de las transformaciones que el gobierno de Hermes Binner quiere concretar en la primera etapa de su gestión.

También se propone acercar a las comunas y municipalidades la decisión sobre la distribución de los cupos de construcción de viviendas, y eliminar entes gubernamentales como el Enress, que insume un presupuesto de 7 millones al año, y para el gobernador electo ya no tiene razón de ser después que el servicio de agua volvió a manos del Estado.

Esa parece ser la impronta que Binner le piensa imprimir a su gobierno: simplificar la burocracia y poner más cerca de la gente la solución de los problemas. Para eso, una de las decisiones que figuran en borrador es jerarquizar la atención de las cuestiones derivadas de la prestación de los servicios públicos básicos y no concentrar las decisiones en un solo nivel.

El Frente Progresista comandará el destino de los santafesinos los próximos cuatro años a partir de diciembre tras el triunfo en las últimas elecciones, y más allá de las definiciones de largo plazo en materia de política económica “sobre las que aún tiene margen para trabajar” el equipo que comanda Hermes Binner debe poner primera en un tema clave: la elaboración del presupuesto provincial para 2008.

“Una reforma impositiva es un tema del mediano y largo plazo” dijo Angel Sciara, candidato a ocupar el cargo de ministro de Hacienda.

Tanto la descentralización de la EPE como de Aguas Santafesinas y la reforma impositiva también necesita de una clara definición política. Enfrentar los sectores de poder económico para garantizar servicios al pueblo de la provincia. ¿Estará esa decisión?

La campaña presidencial
El gobernador electo de Santa Fe, Hermes Binner, descartó la posibilidad de tener una participación activa en la campaña presidencial hacia el 28 de octubre y enfatizó que su prioridad es “desarrollar la propuesta” en la provincia.

Binner sostuvo que “para nada” tiene previsto acompañar el proselitismo nacional, a pesar de que el Partido Socialista que integra se pronunció por la candidatura presidencial de Elisa Carrió y hasta colocó al titular de la fuerza, Rubén Giustiniani, como compañero de fórmula.

“Vamos a trabajar para Santa Fe, es la demanda de la gente. No vamos a desviar esfuerzos en ninguna cosa que no sea trabajar para cumplir con nuestro plan de gobierno”, sostuvo. En esa línea, le restó impacto a la relación entre el triunfo santafesino y la elección de Giustiniani como vice de Carrió: “Puede ser que para ella haya significado un dato relevante, pero para nosotros el desafío está en Santa Fe”.

Lo provincial estará necesariamente vinculado a lo nacional.

Si triunfa el proyecto kirchnerista que no promete rescatar YPF ni los recursos naturales para la nación y, al contrario, seguir la línea iniciada en los años noventa, Santa Fe, más temprano que tarde tendrá problemas económicos y sociales.

Si triunfa algún proyecto liberal, como los encabezados por Carrió o Lavagna, la cuestión será peor porque se volverá a un esquema muy parecido a lo ya vivido a finales de los años noventa y continuado por el duhaldismo.

De tal forma el futuro está abierto pero dependerá del grado de audacia para ser protagonistas o no de una historia que a casi doscientos años del sueño inconcluso de mayo de 1810 reviva la posibilidad de vivir con gloria viendo en el trono de la vida cotidiana a la noble igualdad.
Fuente: Carlos Del Frade

Otras Señales

Quizás también le interese: