En esa fecha, Myriam Renée Chávez de Balcedo le dijo telefónicamente a Ramiro García Morete la frase que suele expresar a la hora de despedir empleados: “estás fuera de juego”. Desde ya, como es costumbre en el diario, no hubo explicaciones concretas sobre cuáles eran las razones del despido más allá de alguna discusión puntual sobre alguna nota, cuestión que de ninguna manera puede ser causa para tal acción.
Ramiro trabajaba en el diario desde hacía un año y ocho meses, y por la mecánica de expulsión permanente que tiene el medio, se lo podría considerar como un empleado “de trayectoria”. Como no hubo explicación sobre las razones de su despido y como no le habían abonado lo correspondiente a sus vacaciones y porcentaje del aguinaldo, esperó hasta el momento en que pudiera encontrar a la señora Balcedo para pedir una respuesta en persona sobre las razones de su salida.
Esto ocurrió el jueves 10, cuando el periodista subió al primer piso y sin entrar a la oficina, desde la puerta, le pidió a la dueña del diario que tuviera la delicadeza de explicarle por qué lo había echado. Primero, la señora le gritó reiteradas veces que se fuera y que hablara con la contadora por su sueldo. Luego, al ver que Ramiro no se iba, salió de la oficina, lo empujó hasta la baranda que da hacia la redacción del diario, y mientras lo zamarreaba del brazo frente a todos sus compañeros, comenzó a gritarle: “¿Quién te creés que sos?”, “¡Andate porque voy a llamar a Garachico*!” y hasta llegó a decirle “¡Te voy a tirar por el balcón!”.
Para que la dueña de un medio pueda hacer semejante acto de violencia física y psicológica de cara a toda la redacción del diario, tiene que gozar de una impunidad importante. Lo cierto es que esta situación es una más dentro del contexto de absoluta precariedad laboral que existe dentro del diario: la mayor parte de la planta está en calidad de monotributista desde principios del año pasado, es decir, prácticamente no hay trabajadores en blanco y se incumplen absolutamente todos los derechos laborales; es moneda corriente el maltrato a los empleados (gritos, insultos como “vos sos un estrecho mental”, amenazas literales como “te voy a llenar de agujeros” o “te voy a pisar con mi camioneta”); y además, la regla en el diario son los despidos injustificados –en los últimos cinco años hubo más de 60– o la presión constante para que los trabajadores renuncien.
En la redacción del Hoy se respira miedo, y toda esta mecánica de funcionamiento encubre la necesidad empresarial de precarizar a los trabajadores para obtener más ganancia. De hecho, las razones del despido que la dueña no se anima a explicar, tienen íntima relación con eso: Ramiro trabajaba en la sección Información General, y mientras dure el Mundial la sección que más trabaja será Deportes, donde el diario está incorporando trabajadores que le salen más baratos porque los incorporan a bajos sueldos y de forma absolutamente precaria, por lo que la dirección del medio decide expulsar de otras secciones para abaratar costos.
Los hechos nos muestran que si no nos ponemos de pie para terminar con esta situación, el diario seguirá funcionando de la misma forma. Hace poco más de 3 meses -una semana antes de la salida gratis del diario- pasó lo mismo, ante la necesidad empresarial de achicar las secciones echaron dos periodistas y presionaron al resto haciendo renunciar a por lo menos cinco más.
Es momento de decirle no al juego del miedo que propone la dueña del diario. Desde el Colectivo de Trabajadores de Prensa repudiamos abiertamente toda la situación que ocurre en el Diario Hoy, que es la muestra más exacerbada, explícita e impune de la situación laboral de los periodistas de la región.
Convocamos a todos los trabajadores y trabajadoras de prensa y comunicación, al Sindicato de Prensa Bonaerense y a la FeTraCCom-CTA, a solidarizarnos con la situación y a generar acciones para que colectivamente le pongamos un límite a la patronal del diario.
La situación de violencia y precariedad laboral hace tiempo que rebalsó el vaso, y sólo con la unidad entre los trabajadores de los medios vamos a poder terminar con el bastardeo constante al que está sometido nuestro trabajo. Ya quedó demostrado que cuando hay unidad y acción colectiva se generan resultados: luego de la radio abierta frente al Diario Hoy realizada hace dos meses, logramos una inspección del Ministerio de Trabajo y el medio tuvo que blanquear algunos periodistas. Pero ese fue solo el principio, porque la situación dentro del diario continúa exactamente igual. Por eso es necesario que desde el lugar que podamos contribuyamos a poner de pie la lucha por mejorar las condiciones en que hacemos nuestro trabajo.
*Gabriel Garachico es el guardaespaldas de Renée Balcedo que se pasea armado por la redacción del diario. Es hijo de Julio César Garachico, vinculado con el centro clandestino que funcionó en la comisaría 5ª y con la patota de Miguel Etchecolatz. Desde mediados de los `60, según registros de la DIPBA, integró un "comando de la represión" dependiente de la Dirección de Investigaciones, donde prestó servicios durante la guerra sucia.
- Reincorporación de los trabajadores/as despedidos
- No + despidos en el Diario Hoy
- Basta de precarización laboral // Por la regularización de las/os trabajadoras/es del diario
- Por el cumplimiento del Estatuto del Periodista y los convenios vigentes