"Es un ejemplar y congruente caso de cercenar la libertad de expresión", dijo María
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Ortiz era coeditor del semanario Zeta de Tijuana, uno de los más prestigiosos en temas de narcotráfico, cuando fue acribillado en junio de 2004 por hombres armados que le dispararon desde un vehículo con armas de grueso calibre.
Al momento del crimen, el periodista, comprometido investigador de casos del crimen organizado, se encontraba acompañado de dos de sus pequeños hijos, quienes sobrevivieron al ataque.
El crimen de Franco, al igual que el de más de medio centenar de periodistas, tal como lo aborda "El Crujir de las palabras", permanece impune, con al menos cuatro líneas de investigación: tres de ellas apuntan a carteles de las drogas y una más a Jorge Hank Rhon, ex alcalde de Tijuana y adinerado empresario.
México se ha convertido en el país más peligroso para ejercer el periodismo de América Latina, de acuerdo con ONGs y asociaciones de prensa nacionales e internacionales. Según la Comisión de Derechos Humanos de México, 61 periodistas han sido asesinados desde 2000.
"A seis años de su muerte seguimos esperando justicia, esa que sólo sirve para adornar los discursos de los gobernantes. La justicia no se ve por ningún lado", dijo Gabriela Ramírez, viuda del periodista Ortiz, durante la presentación del documental.
El documental expone que las autoridades ya detuvieron a miembros del cártel de Tijuana, encabezado por los Arellano Félix, pero ninguno, a pesar de estar confesos, ha sido juzgado por el asesinato de Ortiz.
"Es necesario que se sepa quiénes son los posibles culpables y no que el tiempo borre lo sucedido para tener nosotros nuestra propia mordaza", dijo de su lado Idalia Gómez.
El documental aborda la historia del semanario Zeta y sus constantes ataques, presuntamente del crimen organizado, ya que en 1998 fue asesinado su codirector Héctor Félix, cuya muerte se encontraba investigando Francisco Ortiz como parte de una revisión del caso por parte de la SIP.
En noviembre de 1997, Jesús Blancornelas, co-director de Zeta, fue blanco de un atentado, presuntamente ordenado por el cartel de Tijuana, que puso en riesgo su vida y desde ese entonces hasta su muerte, en 2006 resultado de una larga dolencia, llevó prácticamente una vida de encierro, custodiado por al menos 10 soldados.
Durante la presentación del documental, Ricardo Trotti, director de Libertad de Prensa de la SIP, recordó que el organismo ha pugnado durante una década porque las agresiones contra periodistas sean considerados como crímenes del fuero federal.
Fuente: Agencia AFP