Desde el lunes, cuando comenzó el conflicto, los trabajadores de prensa

El Multimedios de Daniel Vila y José Luis Manzano desembarcó en Rosario en 1997, cuando compró el diario La Capital. Unos 180 trabajadores fueron entonces despedidos. La precarización laboral avanzó a partir de entonces en las radios, desguazadas y entregadas a gerentes inverosímiles, como el ex presidente de Newells, Eduardo J. López. Mientras desarrollaba esta política hacia el interior de sus medios, hacia afuera el grupo Uno puso en práctica una concepción de la comunicación “que consiste en el apriete, la extorsión mafiosa al poder político y el avasallamiento sistemático de los derechos de los trabajadores”, según dijo el secretario general del Sindicato de Prensa de Rosario, Edgardo Carmona.
El grupo Uno intentó distribuir en Rosario una edición gratuita de La Capital, hecha en Paraná e impresa en el diario Ámbito Financiero. Pero los ejemplares no llegaron a manos de los lectores, porque los distribuidores y los canillitas se negaron a venderlos. Y si hubieran llegado los lectores no lo habrían reconocido. Con un diseño paupérrimo, errores ridículos y noticias que parecían sacadas del libro Guinness, el pasquín le hacía muy poco honor al título de Decano de la prensa argentina, que ostenta La Capital. Desde 1867, cuando empezó a publicarse, La Capital faltó muy pocas veces a su cita diaria. La última había sido en 1974, como producto de otro conflicto gremial. El 1º de abril de 2010 perdurará en la memoria rosarina como una de sus páginas más negras.
Intersindical de Medios de Rosario