Aquí se detallan algunas de las más groseras:
1) El ministro dijo que el gobierno estaba sufriendo "denegación de justicia". Resulta escandaloso que el responsable de que hace 3 meses la Justicia no se expida en ninguna de sus instancias, pretenda dar vuelta los argumentos y erigirse en víctima. La única denegación de justicia, reconocida expresamente por la Corte Suprema, es la que está viviendo el Grupo Clarín, que tiene derecho a una sentencia de fondo o una prórroga de cautelar de manera urgente, tal como lo estableció el Máximo Tribunal. Y quien provocó este estado es el Gobierno, que intentó desmantelar un fuero completo para evitar cualquier fallo judicial, y que ahora quiere repetir desvergonzadamente la maniobra, desafiando la orden de la Corte.
2) Alak volvió a insistir en que el fuero Civil y Comercial Federal no es competente para tratar la ley de medios. Y volvió a desconocer que la competencia de este fuero fue ratificada en varias oportunidades por la Justicia, incluyendo la Corte Suprema. Mal que le pese al Gobierno, la competencia de los jueces la determina el Poder Judicial, no el Poder Ejecutivo.
3) Insólitamente, Alak pretendió adjudicarle responsabilidad en la demora de la causa al Grupo Clarín y al Poder Judicial. Está absolutamente acreditado en el expediente que las únicas dilaciones fueron atribuibles a conductas del Poder Ejecutivo. En 2010, por maniobras procesales (planteos de incompetencias y caducidades), el Gobierno logró paralizar el expediente durante casi 8 meses. Luego, se tomó 4 meses en contestar la demanda. Luego demoró varios meses en contestar oficios al AFSCA. Este año, impugnó o buscó anular todas las pruebas, porque no eran funcionales a sus intereses. Y desde el 27 de septiembre, cuando la causa estuvo lista para sentencia, llevó adelante interminables presiones y amenazas para que ningún juez se anime a fallar.
4) El ministro volvió a mentir respecto de la relación del Grupo Clarín con una una entidad internacional, de la que participan jueces, especialistas, reguladores e investigadores de más 15 países, y que es auspiciada por numerosas instituciones públicas, intermedias y privadas.
5) También volvió a mentir respecto de una supuesta relación profesional de un abogado con el Grupo Clarín, relación que nunca existió.
6) Otra de sus falacias fue decir que "la Corte sostuvo que el 7/12 vencía inexorablemente la cautelar" o que "la misma no podía extenderse". Jamás la Corte dijo eso. Por el contrario, en su fallo del 22/5/12, dijo expresamente que la cautelar podía prorrogarse.
7) El ministro intentó sembrar dudas respecto de las resoluciones conocidas esta semana por su pronto diligenciamiento. Pero omite mencionar, a sabiendas, que esta fue una orden expresa de la Corte Suprema, para evitar, justamente la "denegación de justicia" denunciada por el Grupo Clarín. Además, los camaristas que comenzaron a desatar el nudo creado por el Gobierno fueron miembros de otro fuero, el Contencioso Administrativo, cuya intervención había pedido el mismo Gobierno.
8) La razón por la que Alak no quiere ninguna resolución –ni de fondo ni cautelar- antes del 7 de diciembre es muy simple. Porque el Gobierno quiere avanzar de facto, desconociendo abiertamente el fallo de la Corte y la propia ley de medios. La prueba más clara de su intención de atropellar el estado de derecho es el cambio de reglamentos que hizo la AFSCA en las últimas horas, donde eliminó el plazo de 30 días para la presentación de planes y habilitó al Estado a confiscar no sólo las licencias sino los bienes de los medios.
9) Finalmente, la amenaza de un ministro del Poder Ejecutivo de que un fallo distinto al que el Gobierno quiere sería un "alzamiento contra la ley, la división de poderes, la Corte y el pueblo", es sin dudas de una gravedad inédita en toda la historia democrática argentina. El desafío a la división de poderes, base misma del sistema republicano, pocas veces ha llegado tan lejos.
Buenos Aires, 5 de diciembre de 2012.
Grupo Clarín
Ver anterior: #7D: el Gobierno recusó a todos los jueces de la Cámara Civil y Comercial para impedir un fallo