Así el ministro de Economía, Amado Boudou, se refirió a dos periodistas enviados especiales de La Nación y Clarín. Los acusó de ser "FMI- adictos"
El diario La Nación denunció hoy que el ministro de Economía, Amado Boudou, agredió de palabra a dos periodistas argentinos que lo entrevistaban en Washington, cuando los comparó con quienes "ayudaban a limpiar las cámaras de gas en el nazismo".
En una charla con los enviados especiales a la asamblea conjunta del Fondo Monetario y el Banco Mundial, entre ellos los periodistas Martín Kanenguiser de La Nación y Candelaria de la Sota de Clarín, Boudou acusó a esos medios de ser "FMI-adictos".
El ministro, molesto porque esos diarios le habían dado despliegue a las palabras que dijo el número 2 del Fondo, John Lipsky, sobre la no aceptación de la Argentina de la revisión del artículo IV al que se someten todos los miembros, descargó su artillería contra La Nación y Clarín en la persona de sus enviados.
"Boudou primero adjudicó a los dos diarios la responsabilidad de las palabras de los principales ejecutivos del FMI, quienes reiteraron en los últimos días que el gobierno argentino tiene la obligación ante el resto de los países miembros del organismo que integra de cumplir con esta revisión, que no realiza desde 2007, cuando comenzó a manipular las cifras de inflación del Indec", señaló Kanenguiser en su crónica desde la capital estadounidense.
Y luego reportó la frase del ministro dirigida a los periodistas y por extensión a los medios para los que trabajan: "ustedes son como los que ayudaban a limpiar las cámaras de gas en el nazismo".
En cambio, Clarín consignó en un recuadro solamente el dicho "ustedes son FMI-adictos", según de la Sota, "enojado con las tapas de Clarín y La Nación de los últimos dos días".
Los textuales de Lipsky sobre la Argentina pueden encontrarse en la página de Internet del FMI, casi al final de la habitual conferencia de prensa que se realiza antes de cada Asamblea.
Ante una pregunta del mismo Kanenguiser dirigida al director gerente del FMI, Dominique Strauss Khan, que éste derivó a Lipsky, el funcionario dijo que "la membresía impone obligaciones" y añadió que "todos estamos esperanzados de que la Argentina volverá a ocupar su lugar entre los países, al igual que el resto de los miembros que mantienen relaciones normales y regulares y consultas periódicas con el Fondo".
En el mismo momento en que Lispky hacía estas declaraciones, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández le decía en Berlín a la canciller Angela Merkel que Argentina estaba dispuesta a pagarle al Club de París pero que no iba a aceptar el monitoreo del Fondo, tal como lo manda su Estatuto, por una deuda de capital del orden de los 6.700 millones de dólares, de la cual Alemania es acreedora en 30 por ciento.
En la conferencia de prensa del Fondo, Lipsky recordó que más allá de eventuales sanciones que puedan recomendar los demás socios del Fondo contra la Argentina, el país deberá someterse a otras revisiones por ser miembro del G-20.
Fuente: DyN
El diario La Nación denunció hoy que el ministro de Economía, Amado Boudou, agredió de palabra a dos periodistas argentinos que lo entrevistaban en Washington, cuando los comparó con quienes "ayudaban a limpiar las cámaras de gas en el nazismo".
En una charla con los enviados especiales a la asamblea conjunta del Fondo Monetario y el Banco Mundial, entre ellos los periodistas Martín Kanenguiser de La Nación y Candelaria de la Sota de Clarín, Boudou acusó a esos medios de ser "FMI-adictos".
El ministro, molesto porque esos diarios le habían dado despliegue a las palabras que dijo el número 2 del Fondo, John Lipsky, sobre la no aceptación de la Argentina de la revisión del artículo IV al que se someten todos los miembros, descargó su artillería contra La Nación y Clarín en la persona de sus enviados.
"Boudou primero adjudicó a los dos diarios la responsabilidad de las palabras de los principales ejecutivos del FMI, quienes reiteraron en los últimos días que el gobierno argentino tiene la obligación ante el resto de los países miembros del organismo que integra de cumplir con esta revisión, que no realiza desde 2007, cuando comenzó a manipular las cifras de inflación del Indec", señaló Kanenguiser en su crónica desde la capital estadounidense.
Y luego reportó la frase del ministro dirigida a los periodistas y por extensión a los medios para los que trabajan: "ustedes son como los que ayudaban a limpiar las cámaras de gas en el nazismo".
En cambio, Clarín consignó en un recuadro solamente el dicho "ustedes son FMI-adictos", según de la Sota, "enojado con las tapas de Clarín y La Nación de los últimos dos días".
Los textuales de Lipsky sobre la Argentina pueden encontrarse en la página de Internet del FMI, casi al final de la habitual conferencia de prensa que se realiza antes de cada Asamblea.
Ante una pregunta del mismo Kanenguiser dirigida al director gerente del FMI, Dominique Strauss Khan, que éste derivó a Lipsky, el funcionario dijo que "la membresía impone obligaciones" y añadió que "todos estamos esperanzados de que la Argentina volverá a ocupar su lugar entre los países, al igual que el resto de los miembros que mantienen relaciones normales y regulares y consultas periódicas con el Fondo".
En el mismo momento en que Lispky hacía estas declaraciones, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández le decía en Berlín a la canciller Angela Merkel que Argentina estaba dispuesta a pagarle al Club de París pero que no iba a aceptar el monitoreo del Fondo, tal como lo manda su Estatuto, por una deuda de capital del orden de los 6.700 millones de dólares, de la cual Alemania es acreedora en 30 por ciento.
En la conferencia de prensa del Fondo, Lipsky recordó que más allá de eventuales sanciones que puedan recomendar los demás socios del Fondo contra la Argentina, el país deberá someterse a otras revisiones por ser miembro del G-20.
Fuente: DyN