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Es preciso destacar que la policía, cuyos elementos custodiaban la fábrica y eran parte de la militarización montada meses atrás, desapareció literalmente del escenario generando la zona liberada para el accionar criminal de los patoteros.
Indudablemente se trató de una maniobra provocativa de la burocracia rancia del genocida "gordo" José Rodríguez. A la firmeza de los trabajadores despedidos, presentando batalla a la absurda "reestructuración productiva" de Dana Spicer, se sumó el lunes pasado la decisión del resto de los compañeros en permanecer junto a los cesanteados. El grueso de los empleados resolvió hacer el aguante en el portón de ingreso a la planta sobre la Ruta 8, en la localidad de Grand Bourg. Este es el fondo de la cuestión: los obreros se unieron frente al enemigo común de tres cabezas conformado por Dana Spicer, SMATA y el Pacto Social K.
En estos momentos se ha rodeado a los compañeros de la ex Eaton de muchas muestras de solidaridad concreta en el lugar. Comisiones internas de otras fábricas, delegados, activistas obreros y de partidos de izquierda y vecinos, están presentes para apoyar la lucha.
También aparecieron una escribana para constatar la situación y, claro está, la policía. Como dicen por ahí... tensa clama.
Fuente: El Roble