NdR: Como parte de sus prácticas universitarias, la chilena Patricia Troncoso hacía trabajo voluntario en una comuna mapuche de Temuco. Allí acompañó los reclamos sobre la propiedad de tierras en disputa con una forestal, una pelea en la que se enroló y por la cual, ahora, está presa, acusada de haber incendiado bosques de la empresa.
En Argentina son numerosos los grupos que alzan su voz para reclamarle al gobierno chileno ponga fin a esta persecución al pueblo mapuche. Esta carta abierta da muestras de ello:
Hermana de las resistencias: no te mueras.
A cien días de tu huelga de hambre, Chepa, te escribimos con todo el respeto que tenemos por tu acto valiente de denuncia de la muerte silenciosa de tu pueblo, con todo el orgullo que tenemos de que tu voz de mujer rebelde, de hija de la tierra, haya superado las diferentes mordazas impuestas por un sistema que sigue siendo genocida de los condenados y condenadas de la tierra, con toda la admiración que sentimos ante tu inquebrantable decisión de hacer valer la palabra y la identidad de tu pueblo.
Desde ese lugar te escribimos para pedirte: no te mueras.
Te lo pedimos por vos, porque es necesario tu testimonio y tu conciencia, tu coraje y tu vida.
Y te lo pedimos por nosotras. Porque si vos te morís de dignidad, nosotras moriremos de vergüenza.
Porque si vos encontrás que la única manera de vivir y de que viva tu mensaje es muriendo, frente a la indiferencia de un gobierno y de un sistema que desprecia a su pueblo, es porque nosotras no encontramos la forma todavía de hacer oír una voz colectiva, fuerte, combatiente, intransigente, que junto a vos exija por todos los derechos: la libertad, pero también el territorio, la identidad, la justicia.
Te pedimos Chepa que no te mueras, y te lo decimos desde nuestra indignación y desde nuestra rebeldía.
Danos la oportunidad de gritar no sólo para que se acabe tu agonía, y puedas vivir en libertad; vos como cada hermano y hermana de tu pueblo que están tras las rejas, o prófugos, o penando en el desamparo, o esquivando a las balas.
Danos la oportunidad de rehacer una demanda colectiva amasada en sangre y tierra, que multiplique tu cuerpo exhausto sin bajar banderas.
No te pedimos Chepa que te rindas. Esto sería imperdonable. Te pedimos que te multipliques.
Para eso te ofrecemos nuestros propios cuerpos con disposición a la denuncia, a la pelea, a establecer la urgencia de disparar ternura, contra una sociedad capitalista que mata y saquea, porque es el único lenguaje que expresa su sistema depredador.
Y si finalmente Chepa no llegamos a ser escuchadas en esta vuelta de la historia, queremos que sepas que aquí estamos. Que aquí seguimos. Que continuaremos multiplicando resistencias.
Que por cada una que caiga, diez se levantarán.
Liliana Daunes. Comunicadora feminista. Argentina
Claudia Korol. Educadora popular feminista. Argentina