Que pasó por la cabeza de ustedes cuando se enteran de la visita a genocidas de parte de diputados de la Libertad de Avanza. Imagino habrán surgido muchas preguntas y dudas también...
Lo primero fue una sorpresa porque obviamente el motivo de la visita, que era averiguar, testear las condiciones carcelares, no era el verdadero motivo. Cinco diputados, además todos del mismo partido del gobierno actual, no van a investigar de esa manera. Y además, fueron a ver, no presos comunes, fueron a ver a genocidas, símbolos de la dictadura argentina. Entonces la reacción nuestra, no solamente la mía, sino también de los familiares fue preguntarse qué había detrás de eso, que obviamente el pretexto avanzado no era el verdadero. Y fuimos muy choqueados de que los diputados vayan así a ver a esos presos. Obviamente, lo que yo pensé que en realidad era una visita política, no una visita humanitaria. Entonces, esa fue mi primera reacción y también para las familias, los organismos de derechos humanos fueron también escandalizados por semejante visita.
Recordemos que Francia fue muy receptiva con nuestros compatriotas en los momentos duros de este país. Ha sido muy crítica cuando los derechos humanos eran violentados en Argentina. Acompañó la lucha de los organismos. Cuando se enteraron que nuestro presidente Javier Milei, se reunía con el presidente Emmanuel Macron, ¿pudieron alcanzarle esa carta que presentaron al gobierno de Francia para que la tuvieran en consideración en ese encuentro?
Le agradezco recordar a Francia en aquel momento, porque ahora las cosas cambiaron. Se estrecharon bastante, pero en la época de la dictadura chilena y argentina, Francia fue un país muy acogedor de los refugiados políticos. Para contestar a lo que usted subraya, pensábamos que la reunión iba a durar unos 15 minutos, porque era muy asombroso de que sobre los 120 jefes de Estado, presidentes de consejo, etcétera, se reciba solamente a dos personas, el presidente de Israel (Isaac Herzog), lo que por supuesto se entiende muy bien, y el presidente argentino con el cual Macron, no tiene afinidades políticas. Entonces, la carta que yo redacté la hice llegar, por supuesto, al Ministerio de Relaciones Exteriores francés, que después la trasladó al Élysée (Palacio de la Presidencia de la República).
Recordemos que Francia fue muy receptiva con nuestros compatriotas en los momentos duros de este país. Ha sido muy crítica cuando los derechos humanos eran violentados en Argentina. Acompañó la lucha de los organismos. Cuando se enteraron que nuestro presidente Javier Milei, se reunía con el presidente Emmanuel Macron, ¿pudieron alcanzarle esa carta que presentaron al gobierno de Francia para que la tuvieran en consideración en ese encuentro?
Le agradezco recordar a Francia en aquel momento, porque ahora las cosas cambiaron. Se estrecharon bastante, pero en la época de la dictadura chilena y argentina, Francia fue un país muy acogedor de los refugiados políticos. Para contestar a lo que usted subraya, pensábamos que la reunión iba a durar unos 15 minutos, porque era muy asombroso de que sobre los 120 jefes de Estado, presidentes de consejo, etcétera, se reciba solamente a dos personas, el presidente de Israel (Isaac Herzog), lo que por supuesto se entiende muy bien, y el presidente argentino con el cual Macron, no tiene afinidades políticas. Entonces, la carta que yo redacté la hice llegar, por supuesto, al Ministerio de Relaciones Exteriores francés, que después la trasladó al Élysée (Palacio de la Presidencia de la República).
Yo pienso que el presidente Macron, estaba al tanto de esa visita y de lo que representaba, pero que en el marco de ese tipo de visita, es evidente que abordar esos temas sabíamos que iba a ser bastante difícil. Macron hubiera tenido que seguir con la tradición del gobierno francés, que siempre fue de recordar que hay franceses desaparecidos en la Argentina. Que hubo condenas, que otros supuestos torturadores o genocidas no fueron juzgados, y eso desde la condena de (Alfredo) Astíz en el 90, que usted recordó, hasta la frase de Alain Juppé, hasta la protesta de un embajador francés, Raoul Vignal, de no acoger en la embajada francesa, a Astiz, por la fiesta del 14 de julio, durante las épocas de la impunidad argentina.
Siempre Francia fue una especie de vigilador -digamos-, que siempre exigía justicia, que nunca bajó la guardia. Extraditamos a Mario Sandoval, pedido por la justicia argentina. No sé si usted lo vio, pero ayer hubo un comunicado oficial de la presidencia francesa, diciendo que iban a abordar el tema cultura, cuando sabemos que en el presidente Milei y su gobierno cortó casi todos los fondos a la cultura. El científico, igual, y un país sin ciencia, es un país que retrocede, es un país que se vuelve a la oscuridad. Y transiciones energéticas, lo que significa el litio. Francia está muy interesada en el litio argentino. Entonces, esos fueron los tres temas, teóricamente, que se abordaron, pero que yo sepa, el tema de derechos humanos no se tocó.
Usted, en los 90, fue quien solicitó la extradición de Astíz y nunca se le respondió.
Sí, nunca, nunca Argentina. La solicité tres veces, la justicia argentina en aquella época decía, no hacía nada, no lo detenía, cuando por obligación lo tenía que detener y después esperar el pedido sobre el fondo de Francia, o lo detenía tres días, después lo dejaba en libertad, diciendo que, de todas formas, la justicia argentina no va a esperar la demanda de fondo de extradición de Francia, porque no extradita a sus nacionales. Así que siempre fue una negación del pedido nuestro. Después dejamos de pedir la extradición de Astíz porque, obviamente, se juzgaba en la Argentina.
Usted, en los 90, fue quien solicitó la extradición de Astíz y nunca se le respondió.
Sí, nunca, nunca Argentina. La solicité tres veces, la justicia argentina en aquella época decía, no hacía nada, no lo detenía, cuando por obligación lo tenía que detener y después esperar el pedido sobre el fondo de Francia, o lo detenía tres días, después lo dejaba en libertad, diciendo que, de todas formas, la justicia argentina no va a esperar la demanda de fondo de extradición de Francia, porque no extradita a sus nacionales. Así que siempre fue una negación del pedido nuestro. Después dejamos de pedir la extradición de Astíz porque, obviamente, se juzgaba en la Argentina.
Ahora Astiz está condenado por la justicia argentina. Hay que saber muy bien, para que no haya equivocación, que para el poder judicial francés, para la familia, los derechos humanos, etcétera, la jurisdicción natural para juzgar a los genocidas es la jurisdicción argentina. Nosotros juzgamos o hacemos una instrucción para los países que no pueden juzgar, como España, como Alemania, nosotros somos, de una cierta manera, jurisdicciones de sustitución, jurisdicciones que dicen juzgamos porque ustedes, que tendrían que juzgar, no lo hacen. Entonces, hasta ahora, no pedimos más, por supuesto, la extradición de Astíz, porque Argentina lo condenó, la justicia argentina lo condenó, de manera definitiva.
¿Esperan alguna declaración de Macron sobre el tema?
Sí, por supuesto. Estamos ahora esperando el momento. Los Juegos Olímpicos no son el mejor momento, vamos a caer en las grandes vacaciones de verano en Francia. Pero estamos pensando en ver qué tipo de trámite podemos hacer hacia Emmanuel Macron, porque lo que tememos es que esa visita de los diputados sea un paso más, y un paso, yo diría, aún más evidente, de que se contempla la posibilidad de liberar a los genocidas. Por eso tenemos que ser muy vigilantes, muy atentos.La carta
¿Esperan alguna declaración de Macron sobre el tema?
Sí, por supuesto. Estamos ahora esperando el momento. Los Juegos Olímpicos no son el mejor momento, vamos a caer en las grandes vacaciones de verano en Francia. Pero estamos pensando en ver qué tipo de trámite podemos hacer hacia Emmanuel Macron, porque lo que tememos es que esa visita de los diputados sea un paso más, y un paso, yo diría, aún más evidente, de que se contempla la posibilidad de liberar a los genocidas. Por eso tenemos que ser muy vigilantes, muy atentos.La carta
Esta manifestación de repudio llegó después de que, esta misma semana, junto a Jean-Pierre Lhande, de la Asociación de Franceses Desaparecidos en la Argentina, firmaron una carta en la que denuncian "la intención de liberar" a Astiz, "responsable de la desaparición de monjas francesas durante la dictadura argentina".
"Denunciamos la intención de liberar a Alfredo Astiz, responsable de la desaparición de monjas francesas durante la dictadura argentina", advierte la nota, que pone en duda "el pretexto de inspeccionar las condiciones carcelarias de los detenidos" dado a conocer por las diputadas y los diputados de la Libertad Avanza luego de que se hiciera pública la visita que el 11 de julio realizaron a Ezeiza: Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Lourdes Arrieta, María Fernanda Araujo, Rocío Bonacci y Alida Ferreyra.
"Denunciamos la intención de liberar a Alfredo Astiz, responsable de la desaparición de monjas francesas durante la dictadura argentina", advierte la nota, que pone en duda "el pretexto de inspeccionar las condiciones carcelarias de los detenidos" dado a conocer por las diputadas y los diputados de la Libertad Avanza luego de que se hiciera pública la visita que el 11 de julio realizaron a Ezeiza: Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Lourdes Arrieta, María Fernanda Araujo, Rocío Bonacci y Alida Ferreyra.
"El verdadero propósito de esta visita fue, de hecho, asegurar a los condenados que sus condenas serían pronto anuladas y que serían puestos en libertad", afirma la carta, que también denuncia que "el presidente de extrema derecha Javier Milei", la vicepresidenta Victoria Villarruel y "varios ministros y diputados" de La Libertad Avanza "alimentan la intención de liberar a los criminales condenados" desde diciembre de 2023.
En la carta, los abogados franceses recuerdan que las monjas Leonie Duquet y Alice Domon fueron "capturadas y torturadas en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y fueron arrojadas vivas a las aguas del Río de La Plata". Astiz fue condenado a cadena perpetua (en ausencia) en Francia por estos casos, mientras que la Justicia argentina lo condenó además por las desapariciones de tres fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, Esther Ballestrino, María Ponce de Bianco, así como de otros integrantes del grupo que, en busca de sus familiares, al comienzo de la dictadura se reunía en la Iglesia Santa Cruz, en San Cristóbal. Astiz se infiltró en ese grupo simulando ser Gustavo Niño, un familiar de un detenido-desaparecido, y según la investigación judicial fue quien se encargó de elegir quiénes serían secuestrados y luego desaparecidos.
Al final, la carta apunta a la visita de Milei a París y busca llamar la atención de Macron. "Hay que hacerle acordar al presidente francés [...] que actualmente se está llevando a cabo una investigación relativo a la desaparición, durante la dictadura argentina, de veinte ciudadanos franceses", afirman los firmantes, para concluir: "Ni los fastos de los Juegos Olímpicos ni las razones políticas o económicas deben hacernos olvidar la exigencia francesa de justicia".
Entrevistada por Jorge Ferrari @jorgeaferrari1, en su programa 'Jacke Mate' de Somos Rosario, Rocio Bonacci consideró un "error" haber confiado "en un colega de bloque", y afirmó que la visita a Ezeiza tenía "el ok de Martín Menem y Casa Rosada":
Rocío Bonacci dice que la visita a Astiz y otros genocidas, de la que participó ella y otros 5 diputados de LLA, tenía "el ok de Martín Menem y de Casa Rosada". pic.twitter.com/7KSS7KmZhE
— gabyvulcano (@gabyvulcano1) July 28, 2024
Defensa mandó emisarios a la cárcel de Campo de Mayo
Las otras visitas oficiales a los genocidasA través de un pedido de acceso a la información, PáginaI12 pudo confirmar que hubo, al menos, un cara a cara entre altos funcionarios de Luis Petri con represores en la Unidad 34. Los detenidos les entregaron un proyecto de decreto para hacer caer sus causas. Se suma al escándalo por la excursión de seis diputados de La Libertad Avanza para encontrarse con Alfredo Astiz en la cárcel de Ezeiza
Por: Luciana Bertoia
La visita a Alfredo Astiz por parte de seis diputados de La Libertad Avanza (LLA) no fue la única con carácter oficial. El Ministerio de Defensa confirmó lo que había revelado este diario: Luis Petri envió a dos de sus hombres a la Unidad 34 de Campo de Mayo. Allí están alojados algunos emblemas de la dictadura como el cura Christian Federico Von Wernich o Julio Simón –conocido como el "Turco" Julián–. También se encuentra Athos Renés, el suegro del número dos de Defensa, Claudio Pasqualini. Los funcionarios no se fueron con las manos vacías, según pudo reconstruir PáginaI12: se llevaron un boceto de decreto para declarar que todos sus crímenes ya no se pueden perseguir por el paso del tiempo, lo que estaría en abierta contradicción con la jurisprudencia de la Corte Suprema que sostiene que son delitos imprescriptibles.
"La visita a la Unidad 34 de Campo de Mayo fue realizada por el subsecretario de Planeamiento Estratégico y Política Militar, licenciado Guillermo Madero, y por el director nacional de Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, abogado Lucas Erbes, el día 7 de marzo con el objetivo de visitar y ver el estado de las instalaciones", dice la contestación a un pedido de acceso a la información que realizó este medio.
Es una confirmación de que las unidades que alojan genocidas --la 31 (Ezeiza) y la 34 (Campo de Mayo)-- se convirtieron en un destino frecuente desde el 10 de diciembre. Algunos de los diputados que se encontraron con Astiz ya habían estado con otros represores que están encarcelados en la guarnición militar.PáginaI12 consultó con distintos funcionarios de Defensa y la respuesta fue unánime: Nunca se hizo una visita de este tipo. No corresponde. Es una unidad del Servicio Penitenciario Federal (SPF) --que actualmente depende de Patricia Bullrich-- y la Dirección Nacional de Derechos Humanos no fue creada para velar por los intereses de los criminales de lesa humanidad.
En Defensa, buscan justificar la excursión al penal diciendo que, en realidad, la cartera es responsable de las refacciones y el mantenimiento del edificio. "Si es así, ¿por qué no fue el responsable de Inmuebles del Ministerio de Defensa?", responde una persona que conoce al dedillo cómo funciona la Dirección Nacional de Derechos Humanos.
La visita se inscribe en una "nueva impronta" que Petri quiere darle al área de derechos humanos del Ministerio de Defensa, que reivindique la "memoria completa" –el concepto que se horneó dentro de la jefatura del Ejército, a finales del siglo pasado, para responder al reclamo de memoria, verdad y justicia de los organismos de derechos humanos.
Tan solo 21 días después de la visita a Campo de Mayo, Erbes comunicó el despido de los expertos que relevaban y analizaban los archivos de las Fuerzas Armadas para contribuir con las causas por crímenes de lesa humanidad. Petri los acusó de ser un "grupo parajudicial" que hacía "macartismo" contra los militares.
Después de echar a los expertos, Erbes abrió la dirección a Arturo Larrabure y Silvia Ibarzábal, militantes de organizaciones de "memoria completa". Larrabure es el vicepresidente del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), que preside Victoria Villarruel. Ibarzábal, que es dirigente de la Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas del Terrorismo en Argentina (Afavita), es compinche de Cecilia Pando y con ella recorría los penales para ver a quienes llaman “presos políticos”. En sus primeras declaraciones oficiales a la prensa, Larrabure pidió la domiciliaria para los mayores de 75 años e Ibarzábal reivindicó la visita de seis diputados de LLA a Astiz y otros represores. Calificó la excursión a la cárcel de Ezeiza como un "acto valiente".
Madero hizo campaña por Patricia Bullrich, pero se referencia en Villarruel. Fue el primer funcionario en negarle información a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) para encontrar a los bebés que fueron robados durante los años de la dictadura o inmediatamente anteriores. En sus redes sociales se ocupó también de acusar al Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) de querer destruir la Patria por denunciar el acto reivindicatorio de la dictadura que tuvo lugar dentro del sitio de memoria que funciona en lo que fue el campo de concentración de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
El pliego de los genocidas
Los organismos de derechos humanos denuncian desde hace años que la Unidad 34 de Campo de Mayo es una cárcel VIP para criminales que vistieron uniforme. Se cerró en 2013 y fue reabierta durante el macrismo. Según las estadísticas de la Procuraduría de Crímenes Contra la Humanidad (PCCH), actualmente hay 56 personas presas por delitos de lesa humanidad en ese lugar.
La Unidad 34 está dividida en cinco pabellones. Tiene espacio para 115 internos, lo que significa que está a la mitad de su capacidad. Las habitaciones son amplias e iluminadas. Según un relevamiento que había hecho la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, había una heladera cada dos reclusos. Muchos de ellos tenían televisor en sus celdas y hasta podían gozar de canchas de tenis.
Las cuestiones edilicias no son, a simple vista, un problema. Cuando Erbes y Madero fueron a Campo de Mayo, los represores los estaban esperando con una serie de reclamos y propuestas. Algunos pedían la libertad condicional como Julio Simón –el "Turco Julián", cuyo caso reabrió el proceso de juzgamiento–, Juan Daniel Amelong –a quien Villarruel consideró una "víctima" o Eduardo Ramos, represor de Rosario. Mario "Churrasco" Sandoval –extraditado desde Francia, juzgado y condenado por el secuestro de Hernán Abriata, uno de los detenidos-desaparecidos de la ESMA– hizo una extensa queja de todo el proceso de justicia en la Argentina.
Los dos funcionarios se fueron con una propuesta concreta: los represores quieren que Javier Milei dicte un decreto para declarar que el proceso penal no puede tener una duración mayor a 25 años y que ese plazo rige desde la comisión del delito. Por ejemplo, Astiz secuestró a las Madres de Plaza de Mayo, las dos monjas francesas y los otros siete militantes que se reunían en la Iglesia de la Santa Cruz entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977. Según la propuesta de los encarcelados, esos crímenes deberían darse por vencidos desde diciembre de 2002. La propuesta busca desconocer lo que ya dijo la Corte Suprema argentina: que cometieron crímenes contra la humanidad y que son imprescriptibles.
Hay mucha molestia entre quienes están privados de su libertad en la Unidad 34. Jorge Di Pasquale, un oficial de inteligencia de Ejército condenado por delitos de lesa humanidad que solía recibir visitas de Villarruel, despotricó días atrás en una carta en La Nación: "Es menos indignante que nos mantengan ilegalmente encarcelados nuestros enemigos que permanecer privados de la libertad por quienes entienden que estamos detenidos a partir de procesos írritos".
Mitines políticos
El 15 de marzo, ocho días después de la visita de Erbes y Madero, llegaron Beltrán Benedit y Alida Ferreyra Ugalde a la Unidad 34 de Campo de Mayo. Son dos de los seis diputados que el 11 de julio pasado fueron a Ezeiza a entrevistarse con Astiz, Adolfo Donda, Antonio Pernías y Raúl Guglielminetti, entre otros. Benedit escribió en sus redes sociales que está trabajando por la pronta liberación de "todos los patriotas".
Benedit se convirtió en un habitué en las dos unidades penitenciarias en las que hay criminales de lesa humanidad. Un abogado que sabe lo que pasa en esos penales contó a este diario que había estado en Ezeiza semanas antes y se había comprometido a volver con algunos colegas de la Cámara de Diputados. Y no les falló.
Con una camioneta oficial, Benedit llegó acompañado de Guillermo Montenegro –que hasta principios de año fue la sombra de Villarruel en el Senado–, Ferreyra Ugalde, Lourdes Arrieta, María Fernanda Araujo y Rocío Bonacci. El vehículo partió a las 12:57 desde el Congreso y retornó a las 19:12, lo que implicaría que el encuentro no fue breve.
Otra fuente que suele concurrir a Ezeiza le dijo a este diario: "Se comenta que desde comienzos de año se hacen mitines políticos, que reciben las visitas de diputados o senadores". En los tribunales de Comodoro Py también tienen en el radar otras excursiones de diputados empáticos con los "patriotas" de la picana.
La bendición
Excapellán de la policía bonaerense, Von Wernich tiene una condena a prisión perpetua por el asesinato de siete personas y más de 40 secuestros. El año pasado pidió la libertad condicional pero tuvo que retirar la solicitud después de que se negaran a recibirlo en un hogar para sacerdotes de Flores. Está en Campo de Mayo. Desde allí, escribió una carta saludando la visita de los seis diputados a quienes se encuentran en la Unidad 31 de Ezeiza. "Con el compromiso de su juramento frente a los Santos Evangelios decidieron visitar presos en determinada fecha y llevar el mensaje esperanzador de sus oraciones para alimentar la fe de los ancianos y enfermos que estaban visitando", escribió.
No fue el único que se dedicó al género epistolar. Dos abogados que intentaron que la Cámara Federal de Casación Penal fijara nuevas condiciones para la prisión domiciliaria para los mayores de 70 también enviaron cartas a La Nación para defender a los seis legisladores cuya remoción es reclamada por organismos de derechos humanos, Unión por la Patria (UxP) y el FIT. Uno de ellos fue Guillermo Fanego, que saludó la visita de Benedit y compañía por ser "en ejercicio del mandato confiado por el pueblo". Su colega María Laura Olea también cerró filas: "No son los diputados los que deben dar explicaciones o ser sancionados por ir a visitar a ancianos presos en la cárcel, sino los que allí los tienen encerrados violando la ley que dispone que a los 70 la detención debe cumplirse en domicilio".
Ni la aplicación es automática ni se trata de personas desvalidas. Son las que siguen guardando silencio sobre el destino de sus víctimas.
Fuentes: Señales, Diario PáginaI12