Por: Sergio Carmona
Se trató de un trabajo periodístico que refuta argumentos esgrimidos largamente por la Cámara Minera de México: que en Sonora los yacimientos de litio son pobres y que, en caso de haberlo, el país carece de tecnología para emplearlo en la confección de baterías
La académica Violeta Núñez y el periodista Ernesto Ledesma recibieron amenazas después de la publicación del reportaje México: litio al descubierto, que evidencia las cantidades de metal que hay en territorio mexicano y la capacidad existente para su proceso de transformación en el país
La doctora en economía Violeta Núñez Rodríguez decidió responder la llamada del número telefónico desde el que insistentemente estuvieron marcándole la tarde del viernes 1 de abril. Escuchó una voz de mujer.
—¿Bueno?, inquirió la doctora.
—¿Me puede pasar con Ernesto?, escuchó por respuesta.
Violeta dejó pasar unos segundos antes de proseguir:
—Está equivocada, atinó a decir.
Tras un silencio breve, la mujer anónima soltó una pregunta inquietante:
—¿Sí sabe que se va a morir?
"Entendí que esa era una amenaza de muerte", dijo Violeta en Momentum, el programa de Rompeviento TV en alianza con Pie de Página, transmitido cuatro días más tarde, el martes 5 de abril.
Previamente, el 31 de marzo, Rompeviento TV, en colaboración con la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), había presentado la primera parte del reportaje "México: litio al descubierto".
Se trató de un trabajo periodístico que refuta dos argumentos esgrimidos largamente por la Cámara Minera de México: que en Sonora los yacimientos de litio son pobres y que, en caso de haberlo, el país carece de tecnología para emplearlo en la confección de baterías.
El reportaje no solo demuestra lo contrario, sino que pone en evidencia el entramado de intereses detrás de una campaña que se opone al proyecto de nacionalización del litio, presentado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La amenaza telefónica se efectuó a las 18:39 horas. Además del número al que respondió la doctora Núñez, fueron empleados al menos dos más, a través de los cuales llamaron con insistencia al número privado tanto de la académica como del periodista Ernesto Ledesma.
"Ernesto tenía llamada registrada a esa misma hora y el mismo minuto", señaló Violeta, coautora del reportaje. "Las de Ernesto provenían de dos teléfonos distintos".
Los tres números se realizaron desde un mismo lugar: el hotel Pensilvania, ubicado en Ignacio Mariscal número 101 de la colonia Tabacalera, en la Ciudad de México.
El 2 de abril, Ledesma convocó a parte del equipo de Rompeviento, así como al consejo editorial, y se tomó la decisión de proceder con una denuncia formal ante la fiscalía de la ciudad, así como dar parte a la organización Artículo 19 y al Mecanismo de protección para personas defensoras de derechos humanos y periodistas.
Una vez realizada la denuncia, parte del equipo de Rompeviento acudió al hotel para constatar que los números pertenecían a ese lugar.
Ledezma ingresó al local y desde el interior marcó a los tres números telefónicos. Todos pertenecían a igual número de habitaciones del hotel Pensilvania.
"Hay gente que está pagando para realizar este amedrentamiento", dijo Ledezma en su programa del martes 5.
"Sabemos que la industria minera en general, pero que la canadiense (en particular) ha matado a muchos defensores del territorio y del medio ambiente; a quienes se oponen a su labor, [a quienes se atraviesan ] en su camino", expresó a su vez Violeta Núñez.
"Si en Bolivia iban a matar a un presidente, a Evo Morales, por lo del litio, pues si les estorba alguien, ellos han dicho: mataremos a quien sea necesario", añadió.
Toda la información recabada por el equipo de Rompeviento y la UAM han sido puestos a disposición de la fiscalía.
