El futuro del periodismo pasará necesariamente por un modelo mixto que mezclará la información paga con la financiación publicitaria, según el estudio 'El periodista en la encrucijada', coordinado por la catedrática de Periodismo de la Universidad Carlos III de Madrid, Pilar Diezhandino, editado en la Colección Fundación Telefónica/Ariel y que ha sido presentado este lunes en el Palacio de la Magdalena de Santander, durante el XXVI Encuentro de Telecomunicaciones
La presentación ha contado con la presencia del rector de la UIMP, Salvador Ordóñez; el vicepresidente ejecutivo de Fundación Telefónica, Javier Nadal, y la coordinadora del volumen, quienes han coincidido en señalar que la profesión periodística atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia.
El periodista, ante la escasez de tiempo y de recursos provenientes de la filosofía cortoplacista de la empresa mediática, está sometido a una multitarea improductiva que no le permite contrastar y contextualizar como debería para ofrecer una información de calidad, según el estudio. En ese sentido, considera que los periodistas deben recuperar su papel de expertos en un entorno de creciente complejidad y proliferación de mensajes.
El estudio señala que el negocio periodístico será inviable si se sigue manteniendo la práctica de la gratuidad total de acceso a muchos de sus contenidos que ha instaurado Internet. Frente a los más de 6.000 periódicos que se editan en el mundo, cada minuto se descargan gratis en YouTube 48 horas de vídeos, con una media de 3.000 millones de visualizaciones diarias.
En España, donde actualmente hay 2.500.000 blogs abiertos, continúa creciendo el número de lectores exclusivos del formato electrónico en la red a costa del descenso de los del formato impreso, en una desequilibrada proporción del 32% frente al 7% y esa clara tendencia señala la necesidad de un cambio en el modelo de negocio de las más de cien cabeceras españolas, según estos datos.
De acuerdo con el informe, el buen periodismo prevalecerá cuando resuelva el problema de sus fuentes de ingresos. Según los expertos, si un ciudadano desea estar realmente informado, debe pagar por ello, ya que los costes de una investigación de calidad no son gratuitos: pagar un poco cada mes, de la misma forma que se paga la factura del cable o del teléfono móvil.
Aunque en algunas ocasiones, como se ha observado en la Primavera árabe o en otras plataformas y sitios web como Wikileaks, la noticia pueda tener su arranque en las redes sociales, blogs y microblogs como Twitter, hasta que no es seguida, analizada y contada sistemática, regular y profesionalmente por los medios de comunicación, la población no le dedica una atención masiva, según el estudio.
Es precisamente la información periodística organizada con un criterio profesional la que ofrece un valor añadido que no puede aportar en solitario ningún recurso o el exceso de información en bruto que ofrece la red, expone el informe.
Por otra parte, la prensa ha perdido una cuota importante de sus ingresos publicitarios que no retornará, proveniente de pequeños anunciantes y que suponía un 30% de sus ingresos. Y es que ya no se debe hablar de audiencias, señalan los autores, sino de públicos fragmentados e individualizados, observándose incluso un desplazamiento de las marcas informativas de los medios de comunicación a las personas, que consideran más importante quién dice la noticia que lo que dice, en un ejercicio de lealtad al medio como marca.
Sin embargo, la necesidad que tiene la sociedad de un buen periodismo no ha variado, ya que es el elemento central de la cadena de valor del negocio de la comunicación: las redes sociales y los blogs no han sustituido al periodismo, sino que lo complementan, ya que son sólo plataformas de distribución de contenidos, no un campo de investigación periodística ni de contacto con fuentes alternativas, concluye el informe.
Futuro del periodismo
El estudio indica que la profesión camina hacia un periodista multimedia, capaz de adaptarse a un multiformato, de desenvolverse al mismo tiempo en varios medios y lenguajes, pues se trata de integrarse en una audiencia activa.
Hace hincapié también en la confusión reinante entre periodismo y comunicación -y todo lo que rodea a ésta-, puesto que no todo lo que se comunica es periodismo, aunque éste forme parte de aquélla.
Más de 4.000 periodistas en nuestro país se han visto afectados por reajustes de plantilla y sus funciones asumidas por otros profesionales que nada tienen que ver con el quehacer informativo, se señala.
La modalidad del periodista freelance es la única categoría laboral que ha crecido en la profesión, pero su incremento, según el informe, irá en detrimento de la calidad de la situación laboral del periodista y de su trabajo.
Han colaborado en la elaboración del informe Guadalupe Aguado, Pilar Carrera, José Fernández Beaumont, Obdulio Martín Bernal e Ignacio Muro. El estudio ha contado con los testimonios de José Manuel Calvo Roy, Iñaki Gabilondo, Alicia Gómez Montano, Álex Grijelmo, Magis Iglesias, José Joly, Gumersindo Lafuente, Juan Carlos Laviana, Gloria Lomana, Rosalía Lloret, Josto Maffeo, etcétera.
Fuente: Europa Press