Fabián Magnotta, director periodístico de Radio Máxima, fue convocado como expositor inicial en el foro sobre el proyecto de ley de servicios de comunicación audiovisual. A continuación, una síntesis de la exposición.
Dijo Umberto Eco: “No hace mucho tiempo que para adueñarse del poder político en un país era suficiente controlar el ejército y la policía. Hoy, sólo en los países subdesarrollados los generales fascistas recurren todavía a los carros blindados para dar un golpe de estado. Basta que un país haya alcanzado un alto nivel de industrialización para que cambie por completo el panorama: el día siguiente a la caída de Kruschev fueron sustituidos los directores de Izvestia, de Pravda y de las cadenas de radio y televisión; ningún movimiento en el ejército. Hoy, un país pertenece a quien controla los medios de comunicación”.
En tanto, ha dicho el francés Ignacio Ramonet: “en la nueva guerra ideológica que impone la mundialización, los medios de comunicación son utilizados como un arma de combate. La información, debido a su explosión, su multiplicación, su sobreabundancia, se encuentra literalmente contaminada, envenenada por todo tipo de mentiras, por los rumores, las deformaciones, las distorsiones, las manipulaciones”.
Y agrega: “al mismo tiempo, uno comprueba que, al igual que el alimento, la información está contaminada. Nos envenena la mente, nos contamina el cerebro, nos manipula, nos intoxica, intenta instalar en nuestro inconsciente ideas que no son las nuestras”. Yo pregunto… ¿Por qué la inseguridad tiene prensa y la contaminación no tiene prensa?
Pensemos las razones.
La inseguridad vende, impacta, toca las fibras del morbo que todos tenemos…Hoy es el show.
Y la contaminación no vende. Existe la idea de que la contaminación es siempre ajena, el problema puntual de algún número de vecinos.
Ocurre que las grandes empresas contaminantes, invierten fortunas en publicidad.
¿Por qué lo hacen?
Para que los medios callen la contaminación. Es muy sencillo. Monsanto, Botnia, las mineras…hay múltiples ejemplos.
A qué viene todo esto?
A que hay grupos periodísticos que intentan gobernar la realidad en la Argentina.
Y cómo empieza a revertirse esa tendencia?
Con la democratización de la información. Porque la democracia será la diversidad informativa.
De allí la importancia de los medios locales y regionales. Y hacen falta más almacenes y menos supermercados de noticias. Y hay que controlar y ajustar a los supermercados, y alentar la formación de almacenes o minimercados.
El proyecto
En el proyecto de ley, me encuentro con aspectos que siempre quise incluir en el campo de las comunicaciones, aunque nunca nadie me llamó para consultarme…
Es para resaltar la valentía política de quienes han trabajado en el proyecto de ley, que posiblemente ya empiezan a correr riesgos de denuncias, de investigaciones…
En la ley vigente, número 22.285 de 1980, encuentra el concepto de “fm clandestinas”, o truchas…pero al final, se encuentran las firmas de Jorge Videla y Albano Harguindeguy, entre otras…Y uno se pregunta: ¿A quién le pueden decir “clandestino” Videla y Harguindeguy?
Hay muchos aspectos positivos en el proyecto de ley.
• Es positivo que se fijen límites a la concentración de medios, y se reduzcan las licencias permitidas a grupos económicos. No puede ser que algunos grupos económicos concentren la información en altísimos porcentajes. Uno no quiere monopolios, ni del Estado, ni de los privados. Gualeguaychú sufrió las campañas de los grupos concentrados a favor de la empresa Botnia.
• Es positivo que se exija el 70 % de producción nacional en radios y el 60 % en TV. A esto se suma la obligación de emitir un 30% de música nacional y un 50% de producción propia. Y en el caso de la TV, la obligación de brindar 30 % de producción propia e informativos locales. Esto facilitará la federalización de la información.
• Es positivo que se reduzca la duración de las licencias, de 15 a 10 años.
• Es positivo lo que se llama “cuota de pantalla” del cine nacional en la tv, que obliga a los canales nacionales a presentar al menos seis estrenos argentinos por año.
• También es saludable que se fijen límites en las ciudades para evitar la concentración de canales y emisoras.
Propuestas
Pero, nos invitaron para opinar y para presentar ideas.
Creo que no deben quedar dudas sobre la participación de las pymes periodísticas en el nuevo Consejo Federal que evaluará el tema de radios y canales en la Argentina. El proyecto divide el espectro en tres partes: 33% para el Estado, 33% para los privados, y 33% para organizaciones sin fines de lucro, punto éste que es todo un avance. Sin embargo, debe hacerse una distinción, ya que hay diferentes categorías de empresas privadas en materia de comunicación: grandes, medianas y pequeñas. Definitivamente, no es lo mismo Clarín que las radios o canales locales.
Las pymes de comunicación constituyen una realidad diferente, federal, democrática, genuina y masiva. Yo creo entender claramente el espíritu de la ley, por lo cual solicito que esa realidad figure expresamente en la norma.
Propongo asimismo que con aportes de las grandes empresas –Cablevisión, Direct Tv, las telefónicas- a través de un impuesto especial se cree un fondo destinado a las pymes de comunicación, de modo de facilitar, por ejemplo, su renovación tecnológica.
El caso de las empresas telefónicas de líneas fijas y de celulares, es realmente preocupante. Se llevan fortunas anuales de ciudades donde ni siquiera ponen una oficina para la atención al público. Quiere decir que debe apuntarse a más obligaciones y a mayores controles.
También es positiva la obligación para la TV paga de incluir programación local, y la exigencia a Direct Tv de incorporar señales locales o regionales
También es positivo que, en el caso de Gualeguaychú, por ejemplo, la Cooperativa Eléctrica pueda ofrecer el llamado “triple play”: internet, teléfono y cable, con un precio más accesible. Esto puede suceder, porque el proyecto de ley apunta a alentar la formación de empresas locales para el cable, Internet y la telefonía.
También, para democratizar la verdad, debe apuntarse a un reparto
más equitativo y federal de la publicidad oficial.
Además, es un avance que a partir de la futura ley, el ciudadano común pueda saber de quiénes son los medios de comunicación, un concepto que el proyecto denomina “transparencia de titularidad”. Propongo que en la página del ComFeR sea una información de libre acceso al público los datos de empresas y empresarios que manejan los medios de comunicación.
Preocupa la actitud celosa, irresponsable y complaciente de la oposición política. Celosa e irresponsable porque critican sin siquiera haber leído la ley, ni presentan otra propuesta…Y además, es complaciente con los poderes económicos y periodísticos. Bajo la excusa de ser opositores, esperan el “pago” de una nota o de una foto en la campaña electoral. Ojalá recapaciten.
Es para apoyar también que dejen de ser codificados los clásicos del fútbol, que se establezca una tarifa social en las ciudades donde hay una sola oferta en materia de TV paga, y asimismo propongo que la tarifa de la tv paga se analice en audiencias públicas, tal como sucede con las tarifas de luz en la provincia.
Quisiera que este sea el nacimiento de un debate jamás planteado en los grandes escenarios, y que se profundice hasta llegar a una ley integral en materia de comunicación, que incluya a los diarios, páginas de Internet, etc.
Cierto es que este proyecto empieza a diseñar un mapa distinto en materia de comunicación en la Argentina
Plantea cómo se reparte el poder de la comunicación, cómo se profundizan la democracia y el federalismo.
Como una sugerencia política, entiendo que el proyecto debe buscar “socios” en los medios que no conforman el poder del establishment, y en las entidades sociales, gremiales, etc. Y que la gente comprenda de qué se trata. La gente va a entender que hay un falso debate planteado desde los grandes grupos de medios.
Más información, más federalismo en materia de comunicación, redundarán en más democracia…Esto atacará las interferencias, pero las interferencias de la verdad, que sabemos dónde están las usinas…
Fabian Magnotta, fabian@maximaonline.com.ar