El funcionamiento de los medios de comunicación debe ser legislado con el objetivo de preservar los derechos de la población expuestos a los excesos de grupos empresariales, políticos y organizaciones sociales. La autorregulación sólo sirve para sociedades que alcanzaron madurez en el respeto de los derechos, dijo el secretario general del Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESpAL), Romel Gustavo Jurado
El profesional, quien participó en el seminario internacional Estado de las Leyes de Comunicación en Latinoamérica, organizado por la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), señaló que la autorregulación sólo es posible en sociedades maduras, pues los países en desarrollo no están en condiciones de reconocer dónde terminan o se inician los derechos de una persona o de las instituciones. “Lo que provocó la autorregulación en el pasado, es solamente la exacerbación del privilegio y la exclusión de las grandes mayorías”.
Dijo que es necesario actualizar las legislaciones sobre medios de comunicación en tono con los nuevos desafíos contemporáneos, que contemple el desarrollo de las nuevas tecnologías como la Internet y la telefonía celular que envían contenidos que no están regulados.
Existen muchas dificultades para la implementación de las leyes de comunicación porque la democratización de la comunicación enfrenta poderes enormes constituidos por los holdings mediáticos –corporaciones mediáticas–, como ocurre en Argentina, donde cuatro grandes empresarios controlan casi la totalidad de la producción de información de la población. “Entonces, enfrentarse a estos poderosos grupos significa una batalla de años, las leyes no solucionan todos los problemas, pero son avances cualitativos”, manifestó.
Destacó que en América Latina los dos cambios más importantes en legislación se produjeron en Argentina y Uruguay, el primero con la ley de servicios de comunicación audiovisual y en el segundo se reorganizó la distribución del espectro radioeléctrico y gestión de cambios sobre la propiedad y estructura de los medios de comunicación.
“El resto de los países avanza en intentos como Ecuador, Bolivia y en algunos Estados de Brasil, que sirve para el ejercicio de los derechos en la vida de los ciudadanos, no para apuntalar proyectos políticos y particulares, tampoco para demostrar movimientos ni organizaciones, sino para servir al ejercicio de los derechos de los ciudadanos”, subrayó.
Fuente: Diario Cambio