miércoles, 20 de noviembre de 2024

Guatemala: La corte obliga al periodista José Rubén Zamora a volver a prisión

A menos de un mes de que el periodista guatemalteco dejara la cárcel, un fallo revocó repentinamente su arresto domiciliario. Esto ha abierto un debate sobre la independencia judicial en Guatemala. El periodista, fundador y director de elPeriodico, fue detenido en julio de 2022 tras publicar un editorial en el que describe un presunto entramado de corrupción en el gobierno del expresidente Alejandro Giammattei
El periodista guatemalteco José Rubén Zamora llevaba casi un mes en arresto domiciliario, luego de haber pasado 813 días en una cárcel de su país, cuando una Sala de Apelaciones anuló repentinamente el beneficio y le ordenó volver a prisión en un plazo de 48 horas, argumentando que su salida no fue bien justificada por el juez que la otorgó.

Tras ello, los abogados del periodista apelaron ante un tribunal superior que dispuso que la Sala de Apelaciones explique en un plazo de 48 horas el porqué Zamora debe volver a prisión. Eso les permitió ganar algo de tiempo, que ya se agota.

Entre este jueves y viernes se conocerá el desenlace.

El caso ha abierto nuevamente un debate sobre la independencia del sistema de justicia en Guatemala y la persecución a la prensa que, en los últimos años, ha destapado importantes casos de corrupción en el país centroamericano.

Juan Francisco Sandoval conoce de primera mano cómo operan las cortes en Guatemala y tiene claro el porqué una Sala busca regresar al periodista a una cárcel. Sandoval fue titular de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI), la misma institución que hoy busca condenar a José Rubén Zamora y que apeló su arresto domiciliario.

Según el exfiscal, galardonado con el premio Campeones Internacionales Anticorrupción, que otorga el Departamento de Estado de Estados Unidos a 12 personas en el mundo, la mitad de las cortes en Guatemala continúan ligadas a grupos de poder, a pesar de haberse renovado el pasado 13 de octubre.

"Hubo un mal proceso de selección de magistrados. De hecho, en un pequeño análisis que hice de la Corte Suprema de Justicia, el 68 % de los magistrados tiene compromisos con lo que denominamos ‘pacto de corruptos’", dijo a la Voz de América.

En el caso de Rubén Zamora, fue la Sala de Apelaciones la que determinó enviarlo a prisión nuevamente.

Según el exfiscal, cuando esas salas fueron electas, hubo un especial interés en que magistrados ligados a grupos de poder las integraran nuevamente, en especial, las que ven casos penales como el de Zamora.

También el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, condenó la decisión, diciendo que "cualquier resolución en contra de la libertad de expresión es ilegítima" y que "el gobierno guatemalteco tomará medidas para defender la libertad de expresión".
Pocas esperanzas
El panorama no es muy alentador según Sandoval, quien cree que Zamora volverá a prisión. "La única manera en que no ocurra es que le otorguen un amparo provisional por medio de una Cámara y ahí es donde van a demostrar si en realidad hubo un cambio en la Corte Suprema de Justicia", señaló.

La defensa de Zamora ha expresado a varios medios de ese país que la Corte Suprema de Justicia tiene en sus manos enderezar ese tipo de resoluciones.

Cuando Zamora abandonó la cárcel Mariscal Zavala, en la ciudad de Guatemala, el pasado 19 de octubre, salió convencido de que la Fiscalía buscaría regresarlo a prisión nuevamente.

"Estoy extraordinariamente feliz por el apoyo de la prensa independiente, de organizaciones", dijo. "Yo creo que van a tratar de encerrarme otra vez, si me van a volver a traer, los voy a esperar en mi casa, ese tipo de acciones los está acabando a ellos, no a mi", dijo el periodista, fundador del extinto medio elPeriódico.

La acusación
En julio de 2022, la fiscalía allanó la vivienda del periodista y lo detuvo por supuesto lavado de dinero tras haberle pedido a un amigo que bancarizara unos 38.000 dólares que, según Zamora, eran producto de la venta de un cuadro para financiar al medio que dirigía.

Además, lo acusó de obstrucción a la justicia.

La investigación y posterior arresto llegaron luego de que su medio publicó la investigación "La alfombra rusa", que señala al expresidente Alejandro Giammattei de presuntamente haber recibido sobornos de empresarios rusos, envueltos en una alfombra, a cambio de adjudicación de obras.

La fiscal general Consuelo Porras y el jefe de la FECI Rafael Curruchiche, detrás de las acusaciones contra Zamora, fueron sancionados por 40 países que les impiden ingresar a sus territorios tras "obstaculizar la lucha anticorrupción y socavar la democracia en Guatemala".

El pasado 18 de octubre, el juez Erick García le otorgó arresto domiciliario a Zamora alegando que había "excedido los límites establecidos en la ley" y que no representaba peligro de fuga.
Condena ante la revocación del arresto domiciliario
La orden de regreso a prisión de Zamora es una resolución "completamente abusiva y arbitraria", afirmó el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo.

Arévalo, quien asumió el cargo en enero de este año, prometió en campaña que buscaría sanear la democracia guatemalteca y acabar con la corrupción.

El funcionario visitó a Zamora en su casa donde permanece aun bajo arresto domiciliario, y afirmó que ese ha sido el "más significativo ejemplo del castigo al que fue sometida la prensa durante el régimen de oscuridad y corrupción".

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) también expresó su "más profundo rechazo y estupor" ante la decisión y enfatizó en que Zamora aún no tiene sentencia.

De igual forma, el Comité de Protección a Periodistas (CPJ) agregó que los "los procesos judiciales deben garantizar un trato justo e imparcial, sin convertirse en herramientas para silenciar el periodismo crítico".

Para Amnistía Internacional, que en agosto de este año declaró a Zamora "preso de conciencia", el riesgo de que el periodista vuelva a prisión es "inminente".

Reporteros sin Fronteras (RSF) condenó la decisión del tribunal de apelación de Guatemala de revocar el arresto domiciliario al periodista José Rubén Zamora y ordenar su regreso a la cárcel. La sentencia, dictada el pasado 15 de noviembre, "es un ejemplo más de la corrupción que afecta el sistema judicial guatemalteco y representa una grave amenaza para la libertad de prensa en el país", señaló RSF.
Fuente: Voz de América

Iyad Alasttal, periodista palestino en el exilio, recibe un premio internacional en Suiza

Iyad Alasttal es un documentalista palestino que vivió en Gaza hasta que se vio obligado a marcharse en febrero de 2024. Estudió cine en la Universidad de Córcega y ha realizado varias películas que abordan cuestiones vinculadas a la comunidad palestina y sus derechos. Ha participado en diversos festivales locales e internacionales y obtenido varios premios. También ha dirigido y producido más de 130 cortometrajes, con el objetivo de resaltar el aspecto positivo y radiante de su país, lejos de la guerra y la destrucción
La ONG Campaña Emblema de Prensa (PEC), que monitorea los ataques a periodistas de todo el mundo, otorgó este miércoles en Suiza su premio anual al periodista palestino Iyad Alasttal, quien actualmente informa desde el exilio en Francia sobre el conflicto en Gaza, de donde tuvo que huir.

La organización aseguró que con este galardón quiere honrar a los periodistas que "han asumido y siguen asumiendo riesgos considerables" al realizar su trabajo, como Alasttal, que, tras escapar en febrero de un ataque en Rafah (sur de la Franja), se trasladó con su familia a Francia, donde siguió informando sobre el conflicto en territorio gazatí.

Además, en 2019 creó el proyecto multimedia ‘Historias de Gaza’, lanzado en la plataforma YouTube y donde, a través de historias particulares, muestra al resto del mundo cómo es la vida cotidiana en la Franja.

Alasttal recordó al recoger el premio que, desde el comienzo del conflicto entre Israel y Hamás el 7 de octubre de 2023, ya son más de 150 los periodistas palestinos que "han sido asesinados por el Ejército israelí" en la Franja de Gaza. 

"Cuando el ocupante mata a un periodista, su micrófono y cámara pasan a otro periodista que trasmitirá el mensaje y la narrativa palestina", añadió Alasttal en la ceremonia de entrega del premio.

En esta misma línea, denunció las restricciones de entrada a los periodistas internacionales a la Franja, que, afirmó, buscan "imponer una única narrativa -la del Ejército israelí- demonizando a los habitantes de Gaza y justificando todas las masacres".

Él mismo trabajó para medios internacionales al comienzo de la guerra. Después de cinco meses bajo bombardeos, incluido uno que casi lo alcanza, se refugió con su familia en Francia en febrero pasado. El premio está dotado con 5000 francos.

También el presidente de la PEC, Blaise Lempen, destacó estos obstáculos al trabajo de los comunicadores en territorio palestino y enfatizó la importancia de las investigaciones independientes sobre los crímenes contra periodistas "para que no haya impunidad y para que los responsables comparezcan ante la justicia".

La PEC concede este premio anualmente desde 2009, cuando reconoció la labor del Centro Palestino para el Desarrollo y la Libertad de los Medios de Comunicación (MADA), ONG fundada en 2006 para promover y defender el derecho a la libertad de expresión y opinión en Palestina. 

El periodista y cineasta palestino nació durante la primera intifada, en Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza. En 2013, tras formarse en audiovisual en la Universidad de Corte en Córcega, regresó a casa y produjo varios documentales en francés, que ganaron varios premios. Hace cinco años lanzó las "Historias de Gaza", que han dado lugar a más de 250 películas o reportajes.
A partir del 7 de octubre de 2023, Iyad Alasttal cubrió la guerra de Gaza desde dentro, en nombre de varios medios de comunicación occidentales. El 12 de febrero, después de cinco meses de sobrevivir en condiciones deplorables, se le permitió reunirse con su familia en Francia, donde vive actualmente.
Foto: Pierre Coudurier
Fuente: Agencia EFE

Los medios abandonan el barco sin rumbo en el que se ha convertido la red X

Por: Ana Zafra Arroyo, Investigadora FPU y profesora de Fotoperiodismo e Imagen Digital, Universidad de Málaga
"Adiós, X. Fue bonito mientras duró" podría ser el comienzo de una despedida entre los medios como el español La Vanguardia o el británico The Guardian y el antiguo Twitter. Aparentemente, se trataba de una relación con futuro. La plataforma ofrecía diálogo directo con los usuarios, fuentes más accesibles, seguimiento de la actualidad al minuto… ¿Qué podría salir mal?

En 2009, Twitter pasó de 5 a 71 millones de usuarios y el atractivo de aquel pajarito azul no pasó desapercibido para los medios más innovadores. El Instituto Reuter, un centro de investigación referente en el estudio del periodismo, mencionó en su informe anual de 2012 la estrategia del periódico The Guardian orientada a explotar el potencial de redes como Twitter.

En aquel momento, su encuesta cuantificó que un 43 % de los jóvenes utilizaba plataformas como Facebook y Twitter. Uno de cada cuatro contenidos eran noticias integradas en un flujo constante de comentarios, enlaces, imágenes y vídeos. Poco más de una década más tarde, el diario británico The Guardian ha anunciado su marcha de X porque "las desventajas pesan más que los beneficios".

Han sido años intensos de relación en los que prácticamente todos los medios han dedicado ingentes recursos económicos y humanos para adaptar sus contenidos, interactuar con los lectores o idear nuevos formatos. Pero fenómenos como la desinformación, el extremismo y la conspiración han intoxicado el ambiente de X hasta el punto de provocar el éxodo de los garantes de un debate veraz.

Algunos expertos en la materia no comparten la decisión de abandonar. Según Ramón Salaverría, "el lugar donde es más necesario una información de calidad es donde predomina la desinformación".

El principio del fin o cuando Elon Musk se adueñó de Twitter
Cuando Elon Musk compró Twitter en 2022, lo llamó X y su color corporativo dejó de ser azul para volverse negro, que paradójicamente es el color del luto. La red despidió a casi el 80 % de sus trabajadores y suprimió el departamento que moderaba los contenidos. Ante un panorama tan preocupante, caras visibles de la UE como Enmanuel Macron exigieron una mayor regulación.

Las deficiencias en la transparencia de los sistemas algorítmicos o en la moderación de contenidos eran evidentes. Pero, con la Digital Service Act (DSA) y la Digital Market Act (DMA) recién aprobadas, Musk trasladó a la opinión pública la idea de que regular las redes restringe la libertad de expresión. En la actualidad, X está siendo investigada por incumplimiento de la DSA y ha abandonado el Código de buenas prácticas en materia de desinformación.

Este código fue una medida autorregulatoria. Según la UE, “corresponde a los signatarios decidir qué compromisos suscriben y es su responsabilidad garantizar la eficacia de la aplicación de sus compromisos”. Sin embargo, este mecanismo tiene una eficacia muy cuestionada. Además de la autorregulación, existen otras formas de gobernanza no centradas en el Estado. Por ejemplo, el denominado modelo de "múltiples partes interesadas" o multistakeholder, en inglés.

Estos modelos se han considerado una mejor práctica en la gobernanza de internet por parte de la UE ya que no se relacionan con medidas represivas. Pero los modelos de múltiples partes interesadas poseen algunos inconvenientes. La participación de las plataformas en ocasiones es superficial, privilegia a ciertos actores sobre otros e incluso puede deberse más a consideraciones de relaciones públicas que a un cambio de actitud.

Hasta la DSA y la DMA, la estrategia había sido evitar la regulación a toda costa. Aunque, en el contexto actual, las empresas tecnológicas se han dado cuenta de que su mejor opción es la denominada como "cooperación preventiva", es decir, participar en el proceso legislativo para terminar con leyes que sean lo más débiles y flexibles posibles para ellas.

Redes sociales donde no hay ley
Así, X, Google o Facebook se han consagrado en las legislaciones actuales como servicios intermediarios con escasa o nula responsabilidad editorial. No están sujetas, por regla general, a las obligaciones derivadas de la legislación sobre medios de comunicación. Esto es, normas deontológicas para la profesión periodística, reglas sobre responsabilidad editorial de contenidos, financiación, estatus fiscal, derechos de autor e ingresos por noticias.

La digitalidad ha desdibujado los límites de qué es un medio y qué es un pseudomedio, qué es información veraz y qué es una desinformación, qué es libertad de expresión y qué es derecho a la información.

Usuarios anónimos, influencers y periodistas difunden contenidos a través de grandes plataformas que se benefician de costes de distribución bajos y monetizan contenido creado por otros. Los contenidos, que pueden ser tanto teorías de la conspiración como información veraz, circulan por X en condiciones desiguales, pues los sistemas algorítmicos premian la viralidad característica de desinformaciones. De momento, las normas europeas no asustan al propietario de X.

La desconfianza hacia las noticias, las instituciones, el discurso antistablishment y la conspiración acaban de situar a Donald Trump en el Gobierno de los EE. UU. Musk, que siempre abogó por la no intervención en las redes, ahora tiene un asiento reservado en el Gobierno de los EE. UU. Desde ahí podrá seguir controlando hacia dónde soplan los vientos mientras los medios de comunicación referentes comienzan a abandonar este barco sin rumbo.
Fuente: The Conversation 

martes, 19 de noviembre de 2024

Hacer periodismo comunitario amplía voces y democratiza

La periodista guatemalteca Quimy De León, cofundadora de la agencia independiente Prensa Comunitaria, será galardonada junto a cuatro mujeres más, con el Premio Internacional de la Libertad de Prensa del CPJ. En entrevista con la VOA, habló de los desafíos y los logros de su carrera
Por: Eugenia Sagastume y Karen Sánchez
Posicionar y dar a conocer el periodismo y a los periodistas comunitarios, y colocar los derechos humanos en la agenda mediática son los principales logros del trabajo de la periodista Quimy De León, una de las cuatro ganadoras de este año del Premio Internacional de la Libertad de Prensa del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).

Así lo relató la comunicadora a la Voz de América, quien recibirá el galardón, junto a tres periodistas más: Shrouq Al Aila, Alsu Kurmasheva y Samira Sabou.

A raíz de la necesidad de contar el impacto de la llegada en 2011 de las empresas extractivas a diferentes comunidades y la movilización social que se había generado, De León fundó , el medio digital Prensa Comunitaria en el municipio de Santa Hulalia, en Huehuetenango. Lo hizo junto con otros periodistas, antropólogos e historiadores y este medio ya con 80 corresponsales comunitarios.

Además, en 2017 creó Ruda, una revista digital feminista dedicada a los derechos sexuales y reproductivos «dirigido a mujeres diversas, de todas las edades, de todos los pueblos, tanto en las ciudades como en los territorios. Y que busca contribuir a colocar también los temas de interés comunitario, gremial, organizativo de las mujeres en la agenda de los medios", explicó la periodista premiada.

De León dijo su labor en el ejercicio del periodismo comunitario y como feminista «contribuye a ampliar las voces y democratiza también el espectro en los medios coloca voces diversas, coloca otras agendas, otros temas".

El peso del periodismo comunitario
Para De León, el periodismo comunitario es vital en la sociedad actual, pues "es el que propone poner el énfasis en la gente, en las actividades, las acciones, la vida, la mirada y la lectura que hace la gente de su propia realidad".

Además, añadió, en las soluciones. Y, en este sentido, el periodismo comunitario es clave para hacer eco de esas preocupaciones e, incluso, escuchar voces que no son tenidas en cuenta, y que va más allá del gobierno y las empresas, como "la autoría indígena, la autoría comunitaria, las mujeres involucradas en todas las formas organizativas posibles, estudiantes universitarios, docentes universitarios o la gente que tiene algo que decir sobre un problema, sobre una noticia".

Francisco Simón Francisco, Coordinador de la red de periodistas comunitarios, explicó a la VOA que "estas formas de hacer periodismo son propias de las comunidades, primero porque se están reivindicando de un hecho, segundo porque son sus propios comunitarios quienes hacen la comunicación y tercero, la comunicación viene en sus idiomas mayas".

Además del trabajo periodístico, Prensa Comunitaria y algunas de sus integrantes están vinculadas a organizaciones locales, territoriales, incluyendo de mujeres mestizas e indígenas, y crean espacios para colocar temas de interés en la agenda mediática.

Lucy Chay, la jefa de redacción de Prensa Comunitaria, explicó que la idea es que las mujeres "puedan explicar cómo ellas han podido salir de toda esa marginación, de todo ese machismo que hay en las comunidades, como ellas se han destacado y como ellas han apoyado a su familia y a sus comunidades".

Desafíos latentes
De acuerdo con el CPJ, las periodistas premiadas este año, que cubren Gaza, Guatemala, Níger y Rusia, han tenido que enfrentar desafíos excepcionales para seguir informando sobre sus comunidades, "mientras experimentan guerra, prisión, represión gubernamental y una creciente criminalización de su trabajo".

En el caso de la periodista guatemalteca, quien además es historiadora y profesional de la salud con más de 20 años de trayectoria, los retos en su trabajo van desde ser reconocidos como periodistas comunitarios hasta salvaguardar su integridad.

"Hay un señalamiento que para nosotros no lo es, que es que el periodismo comunitario es activismo o el periodismo feministas es activismo. Y eso lo que significa, de fondo, es que se está diciendo que el periodismo que hacemos no tiene rigor o no cumple con los criterios de periodismo. Y en realidad una cosa no riñe con la con la otra", señaló.

Como medio independiente, y teniendo en cuenta la crisis financiera que atraviesan los medios en el mundo, mantenerse sin muchos recursos también es un gran desafío.

A la vez expresó que "seguir haciendo investigación, de forma segura" en un país donde en su opinión -y a pesar de que "hay un nuevo gobierno que es más democrático y que no está dispuesto a atacar a la prensa"- el espacio cívico y el acceso a la información continúan cerrados.

Según explicó la periodista, el Ministerio Público de su país sigue persiguiendo y amenazado a los periodistas

A propósito, el lunes pasado, el presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, firmó junto al presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la Declaración de Chapultepec que establece diez principios para la libertad de prensa y expresión en las Américas.

Para la ganadora del premio de la CPJ, "es una muestra de buena voluntad del gobierno actual por defender y proteger la libertad de prensa", pero en su país aún faltan condiciones para que "la prensa esté a salvo y sean respetados [los periodistas], sea respetado el oficio y el ejercicio de la libertad de prensa y de expresión".

Por otro lado, señaló que informar sobre narcotráfico, corrupción, grupos de poder, derechos sexuales y reproductivos, como su medio lo hace, sigue siendo riesgoso.

Mucha satisfacción
De León dice que estar entre las galardonadas del Premio Internacional de la Libertad de Prensa del CPJ con "con otras tres mujeres que están luchando en otros países, incluso mucho más, en condiciones mucho más graves y que han sufrido cárcel, por ejemplo, por hacer su trabajo", la llena de "mucha satisfacción" por su trabajo y el de sus compañeros y la impulsa a seguir laborando por su país.

"Es importante seguir haciendo periodismo en Guatemala porque los desafíos sociales tienen que ver con que la democracia se fortalezca y con que la ciudadanía siga siendo activa para tener una vida mejor", puntualizó la periodista en entrevista con la VOA.

Los premios del CPJ se entregarán el 21 de noviembre, en Nueva York, donde se rendirá también un póstumo homenaje a Christophe Deloire, quien encabezó Reporteros sin Fronteras (RSF) durante 12 años hasta su muerte en junio de 2024. 
Fuente: Voz de América

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