miércoles, 12 de noviembre de 2025

Gustavo Scaglione, nuevo presidente de ATA: una mirada federal para la televisión abierta

La Asociación de Teleradiodifusoras Argentinas (ATA) inició una nueva etapa institucional con la renovación de sus autoridades, marcando un nuevo capítulo en la historia de la televisión abierta del país. En el marco de su Asamblea General Ordinaria, realizada en el día de ayer, las emisoras que integran la entidad eligieron por unanimidad a las nuevas autoridades de la Cámara.

El empresario rosarino Gustavo Scaglione fue designado presidente de ATA, mientras que Juan Jenefes asumió como vicepresidente segundo, en representación de los canales del interior del país. La nueva conducción quedó conformada de la siguiente manera:
Presidente: Gustavo Scaglione (Canal 3 Rosario)

Vicepresidente I: Eugenio Sosa Mendoza (Canal 13 Buenos Aires)

Vicepresidente II: Juan Jenefes (Canal 7 Jujuy)

Secretaria: Marta Buchanan (América TV)

Prosecretario: Ricardo Nosiglia (Canal 13 de Río Cuarto)

Tesorero: Adrián Gallo (Canal 3 Rosario)

Protesorero: Nicolás Trotta (Canal 9 Buenos Aires)

Esta renovación representa un paso más en el fortalecimiento y consolidación de la industria audiovisual argentina, reafirmando el compromiso conjunto de todos los integrantes del sector con el desarrollo, la pluralidad y la innovación en los medios de comunicación.

Desde ATA celebraron también la reincorporación de América TV y Telearte S.A., así como la afiliación de los canales 7 de Mendoza, 8 de San Juan y las señales C5N, TN y MTV.

"Estas incorporaciones, junto con la reciente adquisición de una empresa con capitales nacionales, reflejan el espíritu de unidad de la televisión argentina y el esfuerzo compartido por seguir construyendo una industria cada vez más sólida, plural y representativa", destacaron en un comunicado institucional.

Mirada federal
El arribo de Gustavo Scaglione a la presidencia de ATA simboliza un equilibrio entre los grandes medios nacionales y las señales del interior del país, en un contexto donde el federalismo mediático cobra especial relevancia.

"Unidos, más fuertes y más vigentes que nunca, seguimos defendiendo la creatividad, la libertad de expresión y el valor cultural de nuestros medios", expresa el documento difundido por la entidad.

Scaglione, reconocido empresario rosarino con amplia trayectoria en el sector, es impulsor de la integración entre medios tradicionales y digitales, y promueve una visión de trabajo colaborativo y diálogo entre regiones.
Desafíos de una nueva era

Durante la Asamblea, ATA delineó los principales desafíos que enfrenta la televisión abierta argentina en la actualidad: la transformación digital, los cambios en los hábitos de consumo, la competencia global y las nuevas demandas de las audiencias.

"Con visión, trabajo conjunto y una misión compartida, estamos preparados para seguir impulsando una industria audiovisual argentina innovadora, moderna y comprometida con sus audiencias y sus trabajadores", señalaron desde la Asociación.

El desafío es múltiple: competir en un ecosistema digital dominado por plataformas globales, sostener la producción nacional, preservar las fuentes de trabajo y mantener la creación de contenidos que reflejen la identidad y diversidad del país.

El objetivo es claro: fortalecer la televisión argentina como motor cultural, económico y creativo.

"El mundo cambió y aquí nadie se salva solo"
En su discurso de asunción, el nuevo presidente de ATA dejó un mensaje que resume el espíritu de esta etapa: "El mundo cambió y aquí nadie se salva solo. Vamos a trabajar pragmáticamente para mejorar la industria de la televisión argentina".

Con la mirada puesta en el futuro, la nueva conducción de ATA propone una agenda común para una televisión más moderna, integrada y representativa de todo el país.

martes, 11 de noviembre de 2025

La BBC responde a Trump y reafirma su imparcialidad ante amenaza de demanda millonaria

Los abogados de Trump remitieron una carta a la BBC en la que amenazan con acciones legales si no se emite una rectificación "completa y justa" del documental de Panorama
"Simplemente, no es verdad". Así respondió el presidente del Consejo de la BBC, Samir Shah, a las acusaciones de parcialidad contra la cadena pública británica tras el escándalo por la edición de un documental sobre Donald Trump que llevó este domingo a la dimisión del director general de la corporación, Tim Davie, y de la jefa ejecutiva de la división de noticias, Deborah Turness.

Davie y Turness renunciaron días después de que el diario The Telegraph publicara una información sobre un documento interno elaborado por el exasesor de la BBC Michael Prescott que señalaba, entre otras cosas, que un documental del programa Panorama, uno de los más prestigiosos de la cadena, había sido editado con la intención engañosa de alterar las palabras que Trump dirigió a sus seguidores que asaltaron el Capitolio de Washington el 6 de enero del 2021.

Los abogados de Trump remitieron una carta a la BBC en la que amenazan con acciones legales si no se emite una rectificación "completa y justa" del documental de Panorama, al que tacharon de "falso y difamatorio".

Exigen una disculpa y una compensación antes del jueves o presentarán una demanda de al menos $1,000 millones contra la BBC por lo que describen como el "abrumador daño financiero y reputacional" sufrido por Trump.

El presidente estadunidense agradeció la información de The Telegraph por haber "sacado a la luz a esos periodistas corruptos".

Davie y Turness admitieron que la BBC había cometido un "error" en la edición de las palabras de Trump, pero negaron las acusaciones de parcialidad que se han vertido sobre la corporación.

"Renuncié este fin de semana porque yo asumo la responsabilidad, pero quiero dejar algo muy claro, en la BBC no hay parcialidad institucional; por eso es el proveedor de noticias en que más se confía en el mundo", dijo Turness.

Shah se manifestó en la misma línea en una entrevista con la periodista de la cadena Katie Razzal en la que reivindicó el trabajo y la integridad de sus profesionales. Dijo que la BBC es una organización enorme y destacó el "excelente periodismo imparcial" que provee.

"Es una falta de respeto a los periodistas de la BBC en todo el país (Reino Unido) y por todo el mundo caracterizarlos a todos como resultado de un error", dijo, en referencia a lo ocurrido en el montaje de las declaraciones de Trump.

Shah anunció en una carta su compromiso en la defensa de la imparcialidad e independencia de la BBC. "Me aseguraré personalmente de que la BBC continúa tomando las acciones necesarias en el futuro para asegurar que conserva la confianza del público al que servimos".

En el memorando de Prescott publicado por The Telegraph, se señalaba que las palabras de Trump el 6 de enero se habían editado de manera que el presidente saliente parecía incitar directamente a la violencia a sus seguidores que asaltaron el Capitolio, lo que él niega.

La BBC ha admitido que cometió un error en el montaje de las palabras de Trump en el documental de Panorama que se emitió en octubre del 2024, sin que entonces se recibiera una "reacción significativa de la audiencia", según Shah.

Shah dijo que "la manera en la que se editó el discurso dio la impresión de una llamada directa a la acción violenta". La BBC ha pedido disculpas por lo que ha calificado de "error de juicio", pero ha negado ninguna intención de manipulación.

El objetivo era presentar los mensajes claves del discurso de Trump aquel día, cuando sus seguidores irrumpieron violentamente en la sede del Congreso de Estados Unidos, en un "formato condensado".

El presidente del Consejo de la BBC dijo sobre las quejas respecto a la edición de las palabras de Trump: "Debimos haber actuado antes".

Shah replicó que las acusaciones de "parcialidad institucionalizada" de Prescott "están lejos de la verdad" y dijo que allí donde el Comité de Principios y Estándares Editoriales de la BBC había detectado problemas o fallos se habían tomado medidas.

Shah también anunció el inmediato nombramiento de un director de Documentales Informativos y Periodismo de Formato Largo que se encargará de supervisar lo que se publica.

Aunque su periodismo se difunde en numerosos idiomas por todo el mundo a través de su Servicio Mundial, del que BBC Mundo forma parte, la BBC es la radiotelevisión pública británica y la dimisión de su director general y la posible demanda de Trump se han colado en el debate político británico.

Un portavoz del primer ministro, Keir Starmer, dijo que este no cree que la BBC esté "institucionalmente parcializada". También rechazó que, como ha asegurado Trump, sus periodistas sean "corruptos".

Downing Street cree que se cometió un error y el director general y la jefa ejecutiva de noticias han asumido la responsabilidad.

La mayor crisis de la BBC en décadas
Por: Mark Landler, jefe de la corresponsalía del Times en Londres
Resulta tentador considerar que la renuncia repentina de dos altos ejecutivos de la BBC el domingo por la noche, a raíz de las críticas mordaces del gobierno de Donald Trump, es una extensión de la presión que el presidente Trump ha ejercido sobre los medios de comunicación en Estados Unidos.

Los ejecutivos renunciaron después de que se filtró un memorándum que decía que la BBC había editado de forma engañosa un discurso de Trump que precedió a los disturbios del 6 de enero en el Capitolio estadounidense, al empalmar comentarios que en realidad estaban separados por unos 50 minutos.

Pero la British Broadcasting Corporation no es CBS ni ABC, empresas que llegaron a acuerdos en las demandas interpuestas por Trump por la cobertura que hicieron de él. Su crisis actual —la más grave que ha enfrentado la BBC en décadas— tiene menos que ver con Trump, dicen los expertos, que con las tensiones insolubles de un renombrado servicio público de radiodifusión que opera en un mundo amargamente dividido.

Vilipendiada por enemigos políticos que la acusan de parcialidad crónica —en este caso, hacia la izquierda— y objeto de ataques de medios de comunicación rivales resentidos por su financiación pública, la BBC es un balón de fútbol perenne en las contiendas políticas británicas. Con su alcance mundial, también se enfrenta regularmente a gobiernos extranjeros, como los de India y Estados Unidos.

Una serie de dolores de cabeza
El documental sobre el 6 de enero fue el catalizador inmediato, pero las salidas del director general de la BBC, Tim Davie, y de la directora ejecutiva de BBC News, Deborah Turness, se producen tras una serie de disputas sobre la cobertura de otros temas delicados, como la guerra entre Israel y Hamás y los derechos de la comunidad transgénero.

Davie, un veterano ejecutivo de la BBC cuyas raíces están en la publicidad, no en el periodismo, ha tenido que capear una crisis tras otra desde que fue nombrado director general en 2020.

A Davie se le ha criticado por no haber actuado con mayor rapidez en el caso de un presentador de la BBC acusado de conducta sexual inapropiada. También se enfrentó a una revuelta tras suspender a un popular locutor de fútbol que había comparado la política del gobierno conservador hacia los solicitantes de asilo con la de Alemania en la década de 1930.

En 2024, Davie volvió a estar bajo la lupa por lo que, según los críticos, fue un fracaso a la hora de abordar las acusaciones de conducta física inoportuna y lenguaje inapropiado hacia sus colegas por parte del presentador de MasterChef, Gregg Wallace.

La guerra entre Israel y Hamás trajo nuevos dolores de cabeza. Un documental de 2025, Gaza: How to Survive a War Zone, fue objeto de duras críticas tras hacerse público que el padre del narrador, de 13 años, era un funcionario de Hamás. Davie retiró el documental del servicio iPlayer de la BBC, afirmando que había perdido la confianza en la cinta.

El verano pasado, Davie volvió a estar contra la pared cuando la BBC no censuró a Bob Vylan, un dúo inglés de rap punk, después de que animó a una multitud en el Festival de Glastonbury a gritar "muerte a las FDI", en referencia al ejército israelí.

El factor Trump
Incluso antes de que Trump entrara en la ecuación, la BBC era blanco habitual de conservadores como Boris Johnson, ex primer ministro británico. Recientemente, Johnson pidió que se realizaran despidos a raíz del documental sobre el 6 de enero.

Nigel Farage, el populista de derecha que lidera el partido antiinmigración Reform UK, acusó a la BBC de "interferencia electoral". Dijo que había discutido el asunto con Trump el viernes pasado y que el presidente de Estados Unidos había expresado sus sentimientos de "forma nada citable".

A pesar del constante estruendo de críticas, la BBC goza de más confianza entre los telespectadores que las principales cadenas estadounidenses, según un estudio del Centro de Investigaciones Pew. Durante el mandato de Davie, también ha prosperado en la programación de entretenimiento.

El gobierno británico ha ofrecido a la BBC un apoyo cualificado, aunque el papel de Trump en el drama ha puesto al primer ministro, Keir Starmer, en una situación incómoda. Ha intentado evitar el conflicto con Trump en temas como los aranceles y la guerra en Ucrania. El lunes, altos funcionarios describieron la protesta como un "momento de aprendizaje" para la cadena. Incluso los defensores más acérrimos de la BBC estuvieron de acuerdo.

"Lo mejor para la BBC es hacer un reinicio y abordar estas cuestiones", dijo Claire Enders, analista de medios de comunicación en Londres. "Que la BBC manifieste parcialidad política es lo más peligroso que podría hacer en este mundo".

El error, la manipulación y la mala práctica de la BBC
El error que ha desencadenado la polémica y provocado las dimisiones de los máximos responsables, la jefa de Informativos y el director general de la corporación, el máximo cargo, es la edición de una secuencia sobre el asalto al Capitolio, el Congreso federal de los Estados Unidos, el 6 d enero de 2021. El reportaje del programa Panorama (Trump: ¿segunda oportunidad?) se emitió el 28 de octubre del año pasado, una semana antes de las elecciones presidenciales que ganó Donald Trump. Y ya no está disponible en la web.

Aquel día, justo antes de que una masa de seguidores del presidente se dirigiera con violencia al Congreso para detener la certificación de los resultados electorales con la victoria de Joe Biden, el presidente se dirigió a los congregados. Habló 70 minutos, una hora y diez minutos. En ese largo rato, el aún presidente Trump insistió una y otra vez en que había habido trampa en las elecciones, en negar la legitimidad de la victoria de Biden, todo ello sin pruebas, ni entonces, ni hasta ahora cinco años después. El presidente alentó una y otra vez a rebelarse contra esa infundada injusticia. Y aquí viene la manipulación, en cómo el reportaje resume esos 70 minutos de discurso.

En él aparece Trump con un fragmento de su arenga: "Vamos a ir al Capitolio", luego le pegaron otra frase que decía más adelante "y estaré ahí con vosotros", y una tercera parte, "y vamos a pelear (fight), a pelear como jabatos (like hell)". ¿Pronunció esas frases el presidente? Sí. ¿Cuál es el problema? Que entre la primera parte y la última hay una elipsis de casi una hora, 54 minutos, y que al pegar las tres partes seguidas, la audiencia oye al presidente diciéndolo todo seguido y eso da a entender que Trump alentó explícitamente el asalto violento al Congreso, el intento de golpe de Estado.

La mala praxis, en rigor, es que, tal y cómo está montada esa secuencia, se engaña a la audiencia, se le hace creer que Trump dijo todo eso seguido y no en momentos distintos del discurso. Además en ese montaje se omite un fragmento importante que contradice la tesis de la incitación a la violencia: "Sé que todos los aquí presentes marcharéis en breve sobre el Capitolio para pacífica y patrióticamente hacer oír vuestras voces".

La cuestión no es si Trump alentó o simpatizó con los asaltantes (como presidente ha indultado a los condenados por violencia), sino el engaño a la audiencia en el montaje del reportaje.

Llueve sobre mojado
Es la segunda vez en apenas un mes que la BBC ha tenido que reconocer y excusar malas prácticas. En octubre, el órgano que supervisa los medios audiovisuales en el Reino Unido (Ofcom) amonestó a la corporación pública por un reportaje sobre Gaza (Sobrevivir en zona de guerra). No se advirtió de que el narrador, un niño palestino de 13 años, era hijo de un mando de Hamás.

En junio, durante la transmisión del festival musical de Glastonbury, el rapero Bobby Vylan invitó al público a corear "Muerte al IDF [el Ejército de Israel]". Incluso el primer ministro, el laborista Keir Starmer, se quejó de que la BBC lo hubiese transmitido en directo. Al final, la corporación retiró el concierto de la web.

Acusaciones de sesgo
A lo largo de décadas, la BBC ganó un prestigio y una influencia en el mundo que no tiene rival. Por la ficción, los documentales y la información. Además, y ahí entra su trascendencia internacional, las emisiones internaciones de radio y televisión en inglés y en otras lenguas la convirtieron en fuente informativa global, cuando no existían CNN, ni Al Jazeera, ni ninguna otra cadena todo noticias con vocación internacional.

En casa, en el Reino Unido, la confianza general que generaba en la ciudadanía se ha ido erosionando en las últimas décadas por sus errores propios y por las acusaciones de estar a la izquierda del país y de ser europeísta, propalestina y antiisraelí.

Según las opiniones recabadas esta misma semana por la empresa demoscópica YouGov: un 31% considera la BBC escorada a la izquierda, pero un 19% piensa lo opuesto, que está escorada a la derecha, y casi un tercio, un 31%, no sabe, no contesta. Entre los simpatizantes de la extrema derecha que encarna Nigel Farage, un 73% la considera sesgada a la izquierda, mientras que entre los conservadores se sitúa en un 52%, solo la mitad la considera demasiado progresista.

Cómo se hace pública la manipulación de Panorma
Es importante el cómo porque nos da el contexto político. El escándalo surge cuando la semana pasada el periódico conservado The Daily Telegraph publica la filtración de un informe interno de la BBC elaborado por Michael Prescott, un antiguo periodista y exasesor editorial externo de la BBC. En las 19 páginas del informe, Prescott también acusa de sesgo a las emisiones en árabe y las informaciones que tienen que ver con el colectivo LGBTIQ+, por propalestinas y prolobby LGBT.

Resulta que quien presionó para nombrar a Prescott asesor editorial de la BBC fue el jefe de comunicación de la entonces primera ministra conservadora Theresa May, Robbie Gibb, quien a su vez es ahora miembro del Consejo directivo de la BBC, nombrado por el ex primer ministro conservador Boris Johnson.

Largo acoso de la derecha política y mediática británica
Cualquiera que siga la actualidad británica sabe que la corporación pública lleva tiempo sumando a sus fallos, que los tiene, periodísticos y éticos, una larga campaña de la derecha política y mediática, acusándola de sesgo ideológico y abogando por reducir o eliminar el impuesto directo que pagan los británicos para financiarla, en la actualidad, 174, 50 libras esterlinas (198 euros) al año por hogar. La prensa privada conservadora considera la financiación pública una competencia desleal. 300.000 hogares han dejado de pagar este impuesto.

Este escándalo lo ha desencadenado uno de los medios conservadores anti BBC, el Telegraph, y rápidamente Boris Johnson, que fue periodista del Telegraph, y Nigel Farage salieron a pedir que rodaran cabezas en la BBC.

Trump salta al terreno de juego
Donald Trump ha basado una parte de su carrera política exitosa en atacar a los medios de comunicación más sólidos, prestigiosos e influyentes, los estadounidenses The New York Times, el Washington Post, la radio y televisión públicas (NPR y PBS), la CNN, la CBS, ABC, NBC. Y también, la británica y global BBC, que, qué casualidad, según un estudio del Reuters Institute en 2020, es el medio del que más de fían los estadounidenses.

En el caso de las públicas, les ha retirado la subvención que depende del Gobierno federal, y en el de las cadenas privadas ABC y CBS las ha demandado para llegar a un acuerdo que se ha cobrado en millones de dólares, y ha presionado para que retiren de la emisión programas críticos. Medidas para debilitar la libertad de información por la vía del miedo, infundir autocensura, y del desgaste económico en pleitos multimillonarios.

Apenas unas horas ha tardado ese balón de la BBC que había quedado botando cerca del área. Trump ha amenazado a la corporación británica con una demanda judicial por mil millones de dólares si no se emite una rectificación "completa y justa" del documental de Panorama, al que tacha de "falso y difamatorio". Sus abogados exigen una disculpa y una compensación antes del viernes, por lo que describen como el "abrumador daño financiero y reputacional" sufrido por Trump.

La verdad y las mentiras
Las dos personas que más critican la BBC y reclaman pureza en los hechos sobre los que se informa son dos personas marcadas por las mentiras y las afirmaciones que no se corresponden con la verdad. A la Casa Blanca de Trump le ha faltado tiempo para acusar a la BBC de ser "100% noticias falsas", ahí es nada.

Se da la circunstancia, conocida, de que Trump ostenta el récord, a mucha distancia del resto, de presidentes mentirosos o engañosos en sus declaraciones, 30.573 de esas declaraciones en los cuatro años de su primera presidencia. El año pasado la NPR, la radio pública, contó 162 afirmaciones no ciertas durante una hora de rueda de prensa. Si alguien se hizo famoso por inventarse noticias cuando era corresponsal en Bruselas para The Daily Telegraph fue Boris Johnson.

Lecciones y confianza
En los dos casos mas recientes de malas prácticas, el reportaje sobre Trump y el de Gaza son producciones ajenas a la fábrica, la redacción, de la BBC. El de Trump fue una producción de October Films, y el de Gaza, de HOYO Films. Como casi todas las corporaciones públicas, RTVE también, la financiación pública conlleva la obligación de fomentar la industria audiovisual nacional mediante la participación en películas y documentales o su emisión. Es el caso de estos dos reportajes, se hicieron fuera de la BBC y los emitió la BBC, lo que convierte a la corporación pública en la última, máxima, responsable. El hecho de que la producción sea externa no la exime de los baremos de la BBC, ante todos el de la honestidad profesional (buenas prácticas) e imparcialidad.

Los responsables de la cadena no se han escudado en esa producción ajena, han asumido un error de supervisión y han dimitido. El público y los contribuyentes no se fijan en si es una producción ajena o propia, si lo emite la BBC es de la BBC, y la BBC es responsable del contenido. Punto.

A pesar de sus errores y la campaña de desprestigio, la corporación pública sigue en cabeza, con un 44% de la opinión pública que la considera fiable como fuente de información.

El Centre for Media Monitoring realizó un informe sobre la cobertura de Gaza por la BBC en el año posterior al 7 de octubre de 2023:
  • La BBC publicó más de 30 veces más perfiles de víctimas israelíes que palestinas.
  • Entrevistó a más del doble de israelíes que de palestinos.
  • Pidió a 38 invitados que condenaran a Hamás, pero a ninguno que condenara a Israel por matar civiles o atacar hospitales y escuelas.
  • Solo el 0,5 % de los artículos mencionó la ocupación ilegal de Palestina.
  • La palabra "ocupación" apareció solo 14 veces (0,3 % de los artículos) en el contexto del 7 de octubre. No se mencionaron ni el apartheid israelí ni el bloqueo de Gaza.
  • Los cautivos israelíes fueron llamados "rehenes", mientras que los palestinos detenidos, incluso niños sin cargos, fueron llamados "prisioneros".
  • En un intercambio de 90 palestinos por tres israelíes, el 70 % de los artículos se centró en los tres israelíes.
  • La BBC publicó el doble de artículos sobre Ucrania que sobre Gaza, y utilizó un lenguaje mucho más empático para las víctimas ucranianas.
  • Los palestinos "murieron" o fueron "alcanzados" por bombardeos, sin mencionar al autor; los israelíes fueron "masacrados" o "asesinados", con el responsable claramente nombrado.
Fotos: Joshua Bright para The New York Times
Fuentes: The Telegraph, Times, RTVE, Centre for Media Monitoring

domingo, 9 de noviembre de 2025

Cenizas y diamantes: la amistad, la pérdida y la huella de Don Cornelio

El viernes por la noche, en El Cairo, Cine Público, se estrenó Cenizas y Diamantes, el documental sobre Don Cornelio y la Zona que rescata no solo la fuerza de una banda mítica, sino también la historia de quienes la contaron. En una entrevista con Señales, en Aire Libre Radio Comunitaria, su director Ricky Piterbarg habló sobre el proceso de realización, la herencia de su amigo Rolly Rawolf y la presencia permanente de Palo Pandolfo. La película seguirá proyectándose todos los sábados de noviembre a las 20.30, dentro del ciclo Foco Documental
Un proyecto nacido de la amistad
En Cenizas y Diamantes, Ricky Piterbarg retoma el proyecto inconcluso de su amigo Rolly Rawolf para contar la historia de Don Cornelio y la Zona. El documental —hecho de archivos caseros, memorias rotas y afecto persistente— rescata la intensidad de una banda que marcó los ochenta y el espíritu indomable de Palo Pandolfo. Una película sobre la música, la creación y la amistad que sobrevive al paso del tiempo. El documental rescata no solo la intensidad de una banda mítica de los ochenta, sino también la amistad, la pérdida y el legado de quienes la contaron. El título es el mismo de una de las canciones del primer disco del grupo, pero también una síntesis poética de todo lo que encierra la historia: brillo y ceniza, vida y muerte, juventud y despedida.

Rolly Rawolf, el origen de todo
La historia del film empezó con otra persona. Allá por 2011, el director y fanático de la banda Rolly Rawolf comenzó a filmar el regreso de Don Cornelio, cuando Palo Pandolfo reunió a sus antiguos compañeros en un show en San Isidro. Rolly no se limitó a registrar aquel reencuentro: también se encargó de digitalizar viejos VHS y cintas de cassette que habían sobrevivido en cajas guardadas durante décadas. En ese material había ensayos, conciertos, momentos dentro y fuera del estudio, filmaciones en la calle, risas y fragmentos de un tiempo que ya no volvería. Gran parte de esos registros pertenecían al baterista Claudio Fernández, quien, casi sin proponérselo, había sido el archivista de la memoria del grupo.

Tomar la posta
Pero Rolly murió antes de ver concretado el proyecto. Su partida ocurrió justo antes de que llegara el subsidio del INCAA que iba a permitir realizar la película. Fue entonces cuando su amigo Ricky Piterbarg decidió continuar lo que había empezado. "Rolly fue un amigo, y sigue estando en mí —cuenta Ricky—. Hacer esta película fue una manera de seguir teniéndolo. Lo siento cerca cada vez que la veo o la escucho. Escuchar el tráiler, o una voz que lo nombra, me lo trae de vuelta."

La visceralidad de la música
Cuando Rawolf lo convocó, Piterbarg no dudó. Aunque no conocía a Don Cornelio en su momento, sí tenía una conexión fuerte con el universo de Palo Pandolfo: había conocido a Los Visitantes desde su nacimiento. "Organicé el primer recital de Los Visitantes y les hice el sonido —recuerda—. En aquel momento eran un trío, y esos shows me marcaron mucho. Yo tenía unos veinte años y esa música me entró de una manera muy profunda. Así que cuando Rolly me propuso hacer una película sobre esa visceralidad que tenía la música de Palo, me encantó. Yo iba a participar como productor, pero después me tocó continuar su idea, y fue una manera de mantenerlo vivo."

El espíritu desenfrenado
Piterbarg sonríe al recordar a su amigo: "Rolly tenía una risa muy parecida a la de Palo, una risa desenfrenada, y una vida también un poco desenfrenada. En eso se parecían mucho. Y de algún modo, esta película también tiene algo de esa energía: es desbordada, sensible, intensa."
El pulso creativo
En la conversación, el director insiste en que Cenizas y Diamantes es, ante todo, una película sobre la música y sobre quienes se atreven a crear. "Yo estudié música, soy músico, y la música está en cada cosa que hago. Cuando Rolly me mostró el material, me di cuenta de que era algo especial. Vi apenas unos fragmentos y ya sentí una alegría enorme. Me levantaba de la silla, me daban ganas de tocar, de hacer cosas. Siempre fue una fiesta."

El misterio de Don Cornelio
El documental intenta responder —sin resolver del todo— qué tenía Don Cornelio que lo hacía tan distinto de sus contemporáneos. En los años ochenta, compartían escena con Sumo, Los Redondos y Soda Stereo, pero su propuesta era otra. "No se sabe bien qué tenían —dice Ricky—, pero había algo que encantaba y que te atrapaba. Tenían una visceralidad, un desparpajo, una valentía en la creación. El primer disco, producido por Calamaro, fue un discazo: los temas de Palo, el sonido, la energía. Pero después decidieron hacer otra cosa. El segundo disco, Patria o Muerte, no fue el más conocido, pero terminó siendo el más mítico. No le tenían miedo a la aventura creativa. Eso me toca mucho, porque quienes hacemos cine, teatro, música o plástica siempre llegamos a un punto en que nos preguntamos: ¿por dónde estoy yendo? ¿Qué camino elijo? Ellos siguieron su pulsión creativa sin mirar atrás, y eso los hace enormes. Aunque a ese segundo disco no lo quiso escuchar ni la madre de ninguno de ellos, hoy sigue siendo celebrado."

Crudeza y verdad
Esa búsqueda artística, tan poco complaciente, tiene su espejo en la estética del documental. La película está construida a partir del material de archivo original: viejos VHS guardados por Claudio Fernández, deteriorados por el tiempo, pero llenos de vida. "Pensé en arreglarlos, en limpiar el sonido o sacar las rayas —explica Piterbarg—, pero después entendí que no. Eso era Don Cornelio: algo crudo, imperfecto, directo. No hay que mejorar lo que no se puede mejorar. La tecnología tiene límites, y por suerte los tiene. Esa textura forma parte de la verdad del grupo."

Una frescura que sobrevive
El director buscó que la película conservara esa crudeza. "El sonido es el de la camarita, la imagen es la que hay. Es un trabajo muy artesanal, acorde al presupuesto que teníamos, pero también a la esencia de lo que fueron. Esa intimidad, esa frescura, son parte de la magia. En los ochenta nadie tenía una cámara ni sabía cómo manejarla. Los pibes se cagaban de risa con ella, hacían cualquiera, y eso quedó. Por más que todo esté roto, suene áspero o se vea oscuro, hay una frescura, una vitalidad de juventud que se celebra."
La presencia de Palo Pandolfo
Esa celebración convive con la melancolía. Palo Pandolfo, que murió de forma sorpresiva en julio de 2021, es una presencia constante en la película. Aunque nunca aparece como personaje central, todo el film está atravesado por su voz, su energía y su ausencia. "La película siempre fue pensada desde el material de archivo que Rolly había armado —cuenta Piterbarg—, y ahí estaba Palo. Después apareció un elemento que no estaba escrito: un micrófono. Es el micrófono que él usó cuando tocaba con Los Visitantes, y era mío, de cuando yo tenía equipos de sonido. Ese micrófono terminó siendo casi un símbolo. No estaba guionado, simplemente apareció, y de alguna manera, trajo a Palo de vuelta."

Dos pérdidas y una decisión
Sobre su muerte, el director todavía habla con una mezcla de incredulidad y tristeza. "Fue absolutamente sorpresivo para todos. Creo que tuvo un problema cardiológico, pero fue algo que nadie esperaba. Rolly había fallecido apenas unos meses antes, en octubre de 2020, y cuando eso pasó, decidimos seguir adelante con la película. Palo también lo había apoyado, y después de su partida sentimos que había que terminarla sí o sí. Era un modo de rendir homenaje a los dos. Tenemos un autor que está entre los grandes del rock argentino, y esta película es, también, una forma de reivindicarlo."

El tercer disco
Cuando el film estuvo terminado, los músicos de la banda lo vieron por primera vez. Piterbarg recuerda esa función con emoción: "Fue muy fuerte. No sabía cómo iban a reaccionar. Apenas terminó, Alejandro Varela, el guitarrista, se levantó y dijo: 'Esto es como el tercer disco de Don Cornelio'. Me alegró muchísimo. No sé si lo es, pero sí creo que la película funciona como una reivindicación. Es poner a la vista toda esa creación que hicieron, darle un espacio, un tiempo, una mirada."

Una reivindicación y un reencuentro
Cenizas y Diamantes no solo recupera a una banda y a un músico fundamentales, sino también una forma de entender la creación artística y la amistad. En cada fragmento del archivo, en cada testimonio o sonido distorsionado, hay algo que sigue vibrando. "Rolly y Palo eran muy parecidos —dice Ricky—. Los dos tenían esa risa desbordada, ese impulso vital. De algún modo, esta película los junta otra vez. Es su reencuentro final."

Celebración en El Cairo
Piterbarg celebra que el documental forme parte del Foco Documental de El Cairo, Cine Público. "Que la pasen un sábado a las 20:30, en ese horario central, es un lujo. Es un planazo —dice entre risas—. Porque la película tiene algo de eso: es un subidón. Una mezcla de energía, nostalgia y celebración. Cenizas y diamante, como la canción."

Sobre Ricky Piterbarg
Ricky Piterbarg nació en Buenos Aires en 1968 y creció en el barrio de La Boca. Egresado de la Escuela de Música Popular de Avellaneda (EMPA), su formación musical marcó desde temprano su mirada sobre el arte y el sonido. Su primer contacto con el cine fue en 1993, cuando trabajó como meritorio de sonido en el largometraje Convivencia. Poco después, en 1995, ingresó a la productora Pol-ka, donde se desempeñó como sonidista y asistente de dirección. Desde 2004 trabajó como asistente en una veintena de largometrajes y proyectos audiovisuales, combinando su experiencia en música y cine en una búsqueda creativa que desemboca hoy en Cenizas y Diamantes, su obra más personal y emotiva.

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El ajuste invisible: Lavih Abraham y la radiografía del presente argentino

"Sin pan y sin trabajo", pintura de Ernesto de la Cárcova (1894), retrato de la miseria social en el mismo año que Javier Milei evoca como aquel en que la Argentina era primera potencia mundial

El Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía —el MATE— publica cada mes informes de coyuntura. Pero Lavih Abraham prefiere hablar de "coyunturas encarnadas", porque lo que allí se mide no son solo variables económicas, sino la vida cotidiana de la gente común. Desde su mirada, los números del MATE buscan poner cuerpo a las estadísticas: traducir los gráficos en experiencias, los porcentajes en biografías.

En Señales, y en diálogo con Silvia Carafa, Abraham analizó el presente argentino atravesado por la gestión de Javier Milei. Mientras el presidente exaltaba en Miami "la superioridad moral del capitalismo", el economista del MATE advertía que el país atraviesa uno de los momentos de mayor desigualdad de su historia reciente. "El presidente —explica— se para en una discusión anacrónica: lucha contra falsos mitos y enemigos inexistentes, como si el mundo siguiera dividido entre capitalismo y comunismo. Argentina nunca dejó de ser capitalista; sin embargo, hay momentos de mayor y menor desigualdad dentro del mismo sistema".

Abraham sostiene que, incluso dentro del capitalismo que Milei reivindica, el libre mercado "sin control" tiende a concentrar riqueza. "El mercado se guía por la competencia y la búsqueda de ganancia. No es ni bueno ni malo, pero en ese juego quien tiene más capital siempre gana. Por eso —afirma— es importante dar la discusión de ideas: entender que hay otras formas posibles, dentro o fuera del capitalismo, para construir una sociedad más justa".

El último informe del MATE arranca con una constatación dura: la inflación no se detiene. Y lo que es peor, el costo de intentar frenarla ha sido "enorme", tanto en lo social como en lo productivo y financiero. Los recortes, dice Abraham, se sienten en los hogares: jubilaciones que no alcanzan, despidos en el Estado, paralización de la obra pública y pérdida de infraestructura para el desarrollo nacional. "La inflación volvió a niveles parecidos a los de los últimos veinte años —señala—, pero el sacrificio fue inmenso. Entonces, la pregunta es: ¿todo este esfuerzo para qué?"

Los salarios, advierte, se han estancado. "El salario privado lleva un año frenado. El público, directamente, quedó muy lejos de su nivel anterior", detalla. Y agrega que el deterioro salarial de los trabajadores estatales fue incluso más profundo que el famoso recorte del 13% impulsado por Patricia Bullrich en 2001. "A este gobierno se le escapó aún más: les quitó entre 18 y 25% a los estatales y un 22% a los jubilados", explica. El mecanismo fue distinto, más sutil: los sueldos y jubilaciones quedaron fijos mientras los precios subían, licuando el poder adquisitivo. "Es más elegante que un recorte directo —ironiza—, pero mucho más profundo".

Carafa le recuerda aquel episodio televisivo en el que Mirtha Legrand increpó a Bullrich por el ajuste a los jubilados. "Le dijo que era una medida necesaria". Hoy, Milei hace lo mismo, pero con una retórica de virtud: presenta el ajuste como un logro", observa Abraham. Según el MATE, el poder de compra de las jubilaciones cayó en promedio un 22% respecto de 2023. Y aunque los jubilados no figuran entre los sectores con mayor pobreza —los hogares más castigados siguen siendo los de parejas jóvenes con hijos o madres solteras—, el deterioro es innegable.

El discurso oficial, sostiene Abraham, "invierte los significados". "Superávit suena bien —explica—, pero hay que preguntarse de dónde sale. Sale de no pagarle bien a los jubilados, de paralizar la obra pública, de recortar los subsidios a la energía, que son una forma indirecta de salario. Es decir, el superávit se construye con el ajuste sobre la gente". En esa lógica, dice, también se han eliminado o desfinanciado programas sociales, territoriales y comunitarios. "Como dice el propio Milei, pasó una motosierra por todo", resume.

El informe del MATE marca en rojo una cifra que alarma: la transferencia billonaria de ingresos desde los trabajadores hacia otros sectores. Abraham lo explica con claridad matemática. "Si un trabajador del Estado perdió un 20% de su salario, son 200 mil pesos por mes. Multiplicalo por un año y medio, por millones de trabajadores, jubilados y empleados privados: la pérdida total asciende a 57 billones de pesos", calcula. "Esa es la plata que no entró en los bolsillos de la clase trabajadora. Plata que no fue al almacén, ni a la industria nacional, ni al comercio. Esa plata engrosó las ganancias de otros sectores".

La consecuencia directa, dice, es la caída del consumo y el cierre de industrias. "Cuando un comerciante vende menos que el año pasado o una fábrica suspende personal, eso es la transferencia en acción", explica. Y detrás de esa dinámica, Abraham ve un proyecto más amplio: "Este modelo no busca un crecimiento interno. Su apuesta está afuera, en el capital extranjero. Pero cuando la apuesta está afuera, no hay industria nacional. Y sin industria, no hay trabajo ni desarrollo".

Desde su oficina en el MATE, Abraham traza un diagnóstico descarnado pero necesario: el ajuste, aunque menos visible que el del 2001, es más profundo y estructural. "Lo que vemos —dice— no es solo un problema económico, sino un modelo de país que se aleja deliberadamente de las necesidades sociales. El gobierno parece no importarles si Argentina crece o no crece. Mientras tanto, los datos, y sobre todo las vidas, cuentan otra historia".
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Trabajadoras y trabajadores de PáginaI12 denuncian precarización y exigen que la dirección "se ponga del lado de quienes hacen posible el diario"

En una carta abierta dirigida a las directoras periodísticas Nora Veiras y Victoria Ginzberg, la Comisión Interna y la Asamblea de trabajadorxs de Página|12 reclamaron el cumplimiento del acuerdo paritario, denunciaron sueldos por debajo de la canasta básica y advirtieron sobre políticas antisindicales impulsadas por el Grupo Octubre.

La Comisión Interna y la Asamblea de trabajadorxs de Página|12 difundieron una carta abierta dirigida a las directoras periodísticas del medio, Nora Veiras y Victoria Ginzberg, en la que denuncian una grave situación laboral y reclaman el cumplimiento de los acuerdos salariales firmados por la empresa Grupo Octubre, propiedad de Víctor Santa María.

Según expresan en el texto, desde hace meses el grupo empresario incumple el acuerdo paritario y lleva adelante una política sistemática de precarización laboral y vaciamiento gremial. "La decisión patronal es la de pulverizar nuestros salarios, precarizar nuestro oficio y destruir la actividad gremial", señalaron.

El comunicado enfatiza que el reclamo no se limita a lo salarial, sino que también apunta a la falta de diálogo y de empatía de la conducción periodística. "Acudimos a una carta pública porque los intentos para que la dirección escuche, empatice y se comprometa con el respeto de nuestros derechos fueron desoídos", afirmaron.

Los trabajadorxs remarcaron la contradicción entre el discurso histórico del medio y las condiciones internas actuales. "Página|12 es un diario con una identidad hermana a las luchas por los derechos populares, sociales y humanos, pero hoy se hace con trabajadorxs ultra precarizadxs, que perciben salarios de miseria", denunciaron.

La carta también cuestiona las "condiciones laborales indignas" y las "políticas antisindicales" que atribuyen a la empresa. "No se puede exigir compromiso y entrega mientras se naturaliza el maltrato, la desigualdad y las políticas antisindicales contra quienes intentamos organizarnos", advierten.

Finalmente, el texto concluye con un llamado directo a las directoras del diario: "Les pedimos que estén a la altura de la historia del medio que dirigen. Que se pongan del lado de quienes todos los días hacemos posible Página|12. Porque el compromiso con las luchas que contamos empieza puertas adentro."

El texto completo:
Carta abierta a Nora Veiras y Victoria Ginzberg, directoras periodísticas de Página|12
Escribimos esta carta en nombre de la Comisión Interna y del conjunto de trabajadorxs del diario —redactorxs, editores, reporteros gráficos, diagramadores, correctores, trabajadores del taller y de los suplementos—, ante una situación urgente que atraviesa toda la redacción de Página|12.

Desde hace meses, la empresa Grupo Octubre y su dueño, Víctor Santa María, no cumplen con el acuerdo paritario que firmaron. Desde hace años, la decisión patronal es la de pulverizar nuestros salarios, precarizar nuestro oficio y destruir la actividad gremial que desde siempre caracterizó al colectivo que integramos.

Frente a esta situación, lxs trabajadorxs organizadxs pensamos, debatimos y llevamos a cabo diferentes medidas de lucha en reclamo de algo tan elemental como es el respeto a los derechos laborales más básicos: tener salarios que nos permitan vivir.

Página|12 es un diario con una identidad hermana a las luchas por los derechos populares, sociales, políticos, humanos; con un compromiso por darle voz a sus referentes, por enarbolar esas banderas. Pero desde hace unos años, este medio con esa historia, se está haciendo con trabajadorxs ultra precarizadxs, que perciben salarios de miseria, en su mayoría muy por debajo de la canasta básica.

Acudimos a una carta pública porque los intentos de esta Comisión Interna y del colectivo que representamos para que la dirección periodística escuche, empatice y se comprometa con el respeto de nuestros derechos como trabajadorxs fueron desoídos.

No se puede hacer periodismo de calidad cuando las condiciones laborales son indignas. No se puede exigir compromiso y entrega mientras se naturaliza el maltrato, la desigualdad y las políticas antisindicales que la empresa despliega contra quienes intentamos organizarnos.

La situación es insostenible. Les pedimos que estén a la altura de la historia del medio que dirigen. Que se pongan del lado de quienes todos los días hacemos posible Página|12. Porque no se puede hablar de derechos sin defender los derechos de quienes trabajan en el diario. Porque el compromiso con las luchas que contamos empieza puertas adentro.
Comisión Interna y Asamblea de trabajadorxs

Zohran Mamdani y la política de lo concreto: un perfil del cambio en Nueva York

En un contexto de polarización y desafíos urbanos, Zohran Mamdani se consolidó como un referente progresista en Nueva York. Su estrategia no giró en torno a consignas ni ataques políticos, sino a soluciones tangibles para los problemas cotidianos: alquileres, transporte y cuidado infantil, conquistando a jóvenes y votantes de la ciudad más grande de Estados Unidos.

Ernesto Resnik, biólogo molecular y biotecnólogo argentino radicado en Minnesota, combina su trabajo científico con la actividad pública: consultado por medios argentinos e internacionales sobre temas de ciencia, comparte además sus opiniones sobre actualidad en Twitter. Desde esa mirada crítica y atenta, Resnik repasó —en diálogo con la periodista Silvia Carafa, en Señales— las implicancias del triunfo de Zohran Mamdani en Nueva York.

Nueva York vivió una jornada singular cuando Zohran Mamdani emergió como figura política de gran relevancia. El análisis de su ascenso permite entender no solo la dinámica local, sino también los ecos de la política nacional. Mamdani, quien se considera demócrata socialista, diseñó una campaña centrada en problemas concretos que afectan a la vida diaria de los neoyorquinos, más allá del debate polarizado en torno a figuras como Donald Trump.

Según el relato de quienes observan la política de cerca, su estrategia fue disciplinada y constante. Mamdani enfocó su mensaje en tres grandes problemas de la vida urbana: los alquileres, el costo del cuidado infantil y el transporte. Nueva York es una ciudad donde la mayoría de las personas alquilan, y comprar una vivienda es casi imposible para muchos. En cuanto al cuidado infantil, el costo de las guarderías es prohibitivo, especialmente para familias jóvenes y trabajadoras: enviar a un niño pequeño a un preescolar puede costar alrededor de 2.000 dólares por mes, antes de que los niños ingresen a la escuela primaria y secundaria. Este desafío convierte en un verdadero obstáculo la vida laboral y cotidiana de muchas parejas jóvenes. Por último, el transporte, además de caro, es agotador y deficiente, lo que complejiza aún más la movilidad urbana.

La disciplina del nuevo alcalde quedó patente en su estrategia de campaña, centrada en mejorar la vida de la gente común de Nueva York. Aunque algunos intentaron asociarlo con antisemitismo por su religión, Mamdani aclaró con firmeza: "No soy antisemita y voy a proteger y combatir el antisemitismo en Nueva York". Resnik destacó que Mamdani no se detuvo a debatir sobre Trump ni sobre ataques personales, y que su mensaje simple y claro —solucionar los problemas cotidianos de la gente— resonó con la población. La respuesta electoral fue contundente: un 75% de los jóvenes votaron por él, incluidos casi un 70% de los jóvenes judíos. La campaña fue notable no solo por su claridad, sino por su firmeza frente a los ataques y la presión de la clase rica de la ciudad, que invirtió 45 millones de dólares intentando desacreditarlo.

Resnik subrayaba que esta elección tenía resonancia más allá de Nueva York. Era un ejemplo de cómo los movimientos populares podrían reconectarse con la vida cotidiana de la gente, algo que, según él, a menudo se pierde en la política argentina. La falta de propuestas concretas y el exceso de épica y consignas, decía, terminan desconectando a la ciudadanía de los problemas reales, como la dificultad para llegar a fin de mes. Mamdani, en cambio, presentó un plan concreto, centrado en resolver problemas económicos y sociales concretos, un mensaje que, para Resnik, era replicable en otros contextos.

La narrativa de Resnik se extendía también al contexto nacional estadounidense: Donald Trump había amenazado con retener fondos a la ciudad, pero Mamdani no se dejó amedrentar. Resnik describía cómo las elecciones recientes en varios estados, como Virginia y Nueva Jersey, mostraban un debilitamiento del trumpismo: los resultados, con diferencias de hasta 14 puntos, reflejaban el impacto de la paralización del gobierno federal en la percepción ciudadana y la insatisfacción con Trump. El cierre prolongado del Congreso, que impedía el uso de fondos federales para actividades esenciales y afectaba a empleados esenciales como los controladores de aeropuertos, generaba un enorme malestar entre la población, consolidando la sensación de que la administración Trump era incapaz de resolver problemas cotidianos.

Dentro de este marco, Resnik también señalaba cómo la justicia había obligado al gobierno de Trump a reponer parcialmente programas esenciales como SNAP, que provee subsidios alimentarios a millones de estadounidenses de bajos ingresos. La cantidad de personas afectadas, alrededor de 42 millones, mostraba la magnitud del impacto del shutdown y la importancia de un liderazgo que pudiera enfocarse en los problemas concretos de la ciudadanía.

En su análisis final, Resnik contextualizaba la elección de Mamdani dentro de un esquema más amplio de políticas económicas y sociales. Señalaba que los gobiernos liberales no han logrado derramar riqueza hacia las mayorías, y que los grandes empresarios, como Marcos Galperín en Argentina, optimizan sus ganancias y evitan impuestos, trasladando la carga sobre la población. La propuesta de Mamdani, sin embargo, era directa: controlar precios de alquileres, ofrecer guarderías gratuitas y transporte público sin costo mediante un aumento mínimo de impuestos —solo un 2%— a quienes ganan más de un millón de dólares. Los ricos tienen la riqueza; el mensaje de Mamdani era que debía ser redistribuida a través de impuestos, no dependiente del derrame económico.

Para Resnik, la elección del alcalde de Nueva York no solo era una victoria electoral, sino un ejemplo de cómo un liderazgo centrado en la gente común, disciplinado y claro, podía traducirse en políticas efectivas y resonar con el electorado joven. Era, en sus palabras, una lección sobre cómo los movimientos populares pueden reconectarse con lo concreto, ofrecer soluciones reales y transformar la política más allá de los rituales electorales tradicionales.

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sábado, 8 de noviembre de 2025

A casi 50 años del Villazo, la justicia volvió a fallar en contra de los trabajadores

A casi cincuenta años del Villazo, la historia volvió a escribirse, pero no con justicia. El Tribunal Oral Federal Nº 1 de Rosario absolvió a los diecisiete acusados, entre ellos policías federales y dos ex directivos de la empresa Acindar, por los secuestros, torturas y asesinatos cometidos contra trabajadores metalúrgicos en 1975 en Villa Constitución.

El juicio, que había comenzado en noviembre de 2023, investigó los crímenes sufridos por setenta y cinco hombres y mujeres, la mayoría obreros organizados sindicalmente en el cordón industrial del Corazón Santafecino. Crímenes que fueron el preludio del terrorismo de Estado que, un año después, arrasaría el país.

La decisión del tribunal cayó como un baldazo helado entre sobrevivientes, familiares y militantes de derechos humanos. En el edificio de Boulevard Oroño al 900, la sensación fue de estupor, de bronca, de impunidad. A medio siglo de aquellos días, el eco de la injusticia sigue resonando entre abrazos y lágrimas.

La invasión a Villa Constitución
Fue en marzo de 1975 cuando Villa Constitución fue invadida por tierra, por agua y por aire. Más de cuatro mil efectivos, entre policías, militares y grupos paraestatales, arrasaron con todo. Más de trescientas detenciones ilegales, treinta asesinatos, cientos de casos de tortura y desaparición. La operación, bautizada La Serpiente Roja del Paraná, buscó desmantelar la organización obrera y quebrar la fuerza sindical que había nacido en torno a la fábrica Acindar. El Villazo fue una rebelión obrera, pero también una advertencia.

Allí se ensayó el modelo represivo y empresarial que luego se expandiría a todo el país durante la dictadura. Por eso este juicio era clave: pretendía demostrar la responsabilidad civil y empresaria en los delitos de lesa humanidad, pero la justicia volvió a mirar para otro lado.

Memoria y bronca
Hoy, la emoción y la bronca se mezclan otra vez en Villa Constitución. Aquellos obreros que paralizaron la industria durante cincuenta y nueve días vuelven a encontrarse, pero esta vez no para festejar una victoria, sino para reafirmar una convicción: que la memoria no se archiva, que la verdad no se borra y que la justicia, aunque llegue tarde todavía, es una deuda que este país tiene con sus trabajadores. Porque, como dicen ellos, "nuestros muertos no están muertos, viven en la memoria y en el entusiasmo popular".
La voz de la querella
Para hablar de lo que dejó el juicio la abogada Julia Giordano, querellante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, habló en Señales. Giordano describió la sentencia con crudeza: fue un golpe tremendo, inesperado.

"Entendemos que durante el juicio las pruebas que se produjeron probaron sin lugar a dudas lo que había sucedido y quiénes eran los responsables. Y, por supuesto, que eran muchos más que las diecisiete personas que estaban sentadas en el banquillo, pero son las diecisiete que podíamos juzgar. La responsabilidad de cada una de ellas estaba probada, sin lugar a dudas, por la prueba que hemos dado en el debate. Así que fue un golpe totalmente inesperado. Por eso venimos diciendo con toda claridad que la sentencia es una vergüenza", señaló la abogada de la APDH.

Acindar fue absuelta
"Sí, sin duda —dijo Giordano—, porque entre los diecisiete acusados, dos son empleados jerárquicos de Acindar. Si bien, como sabemos, no está ya Martínez de Hoz, cuando se hizo la denuncia en su momento, en el 2010, todavía estaba vivo Alfredo Martínez de Hoz, quien fuera, en el momento de los hechos, el presidente del directorio de Acindar. Por supuesto que la impunidad no solamente viene de la mano de esta sentencia; la impunidad biológica había actuado mucho antes. Y en el 2013 falleció Alfredo Martínez de Hoz, sin la posibilidad de que fuera juzgado por estos hechos".

Aun así, explicó que la responsabilidad de la empresa estaba representada en los dos empleados jerárquicos que continuaban vivos. "Tenían dos o tres funciones —detalló—. Por un lado, marcar quiénes eran los trabajadores y las trabajadoras que no solamente formaban parte de la lista marrón, sino que apoyaban la lista marrón, que apoyaban la huelga, que apoyaban la organización obrera. Entregar los legajos personales y laborales a las fuerzas de seguridad para que pudieran identificar con claridad a los trabajadores y proceder luego a su secuestro y, en muchos casos, lamentablemente, a sus asesinatos y torturas. Y, en tercer lugar, realizar de propia mano los pagos por estas tareas clandestinas y por estas tareas ilegales."

Giordano recordó además que un ex policía, Peregrino Fernández, declaró desde el extranjero y confirmó que Roberto Pellegrini, uno de los acusados, era quien entregaba personalmente los pagos a las fuerzas de seguridad, en particular a la Policía Federal.

Cuando se le preguntó qué explicación dio el tribunal para justificar las absoluciones, fue tajante: "Ninguna, ninguna. Si bien adelantó que dentro de los plazos de ley el 6 de febrero se van a leer los fundamentos o se van a dar a conocer, llama la atención que fijó para esa lectura el horario de las 20 horas, en horas inhábiles. Entendemos que la pretensión es justamente no dar los fundamentos, porque fijarlo un viernes a las ocho de la noche es casi una burla para quienes queremos conocerlos."

Y agregó que, aunque esté dentro de los plazos legales, después de quince años de proceso y dos años de juicio, las víctimas y las familias merecían otra cosa. "Hubieran merecido una mínima respuesta, que no obtuvieron de ninguna manera."
La dificultad de juzgar al poder económico
Sobre por qué todavía cuesta tanto que la justicia avance en los delitos cometidos desde el poder económico o empresarial, Giordano reflexionó con prudencia: "La verdad que no quiero hacer afirmaciones concretas, porque al no conocer los fundamentos no puedo decir si estas personas no consideraron que eran crímenes de lesa humanidad, si no lo consideraron probado, si no consideraron que Acindar tuvo ninguna participación, o si entendieron que eran crímenes comunes. La verdad es que no conocemos todavía las razones que los llevaron al tribunal a resolver de esta manera".

Más allá de este proceso en particular, la abogada apuntó que incluso en los hechos ocurridos después del 24 de marzo de 1976, nunca fue sencillo avanzar contra el poder económico. "Lo vimos en otras causas —recordó—. Lo que fue el tiempo que se esperó para que luego terminara declarándose incapaz, recordemos a Blaquier en la causa del ingenio azucarero Ledesma, nunca se pudo juzgar. De hecho, en la causa Ford también se terminó juzgando con penas muy bajas y ni siquiera todas las personas que habían sido acusadas, por ejemplo, como responsables dentro de la empresa."

"Puede ser parte, cuando tengamos los fundamentos, de un análisis más amplio —continuó—, que abarque no solo el hecho de que se trata de situaciones ocurridas en 1975, sino también la dificultad de dar cuenta de que el poder económico fue parte de la planificación del genocidio. Y reconocer eso es reconocer los poderes económicos actuales, reales, que siguen teniendo ese poder y esa injerencia en el Estado y en las decisiones de los gobiernos. Yo creo que eso es lo principal. Luego veremos, en este caso en particular, si tuvo que ver con eso o si intervinieron otras situaciones."

De ayer a hoy: Represión al movimiento obrero y estigmatización de la protesta
La abogada repasó luego el contexto histórico que dio origen al Villazo. "Muchos señalan que este juicio también es actual —dijo—, porque continúa vigente la persecución al movimiento obrero y la criminalización de la protesta."

Hizo entonces una aclaración: "Lo que se conoce como la gesta histórica del Villazo comenzó el 16 de marzo de 1974. No fue un hecho represivo, sino una victoria. Luego de varios días de huelga y toma de la fábrica, entre el 7 y el 16 de marzo, los trabajadores lograron arrancarle a la burocracia sindical el compromiso de convocar a elecciones en la UOM seccional Villa Constitución. Después de décadas, los obreros volvieron a tener la posibilidad de elegir a sus representantes."

Las elecciones se realizaron en noviembre de ese mismo año, y la lista marrón, encabezada por Alberto Piccinini, ganó con más del 50 % de los votos. En diciembre asumió la nueva comisión directiva.

Sin embargo, el contexto político y económico era cada vez más crítico. "El gobierno atravesaba una profunda crisis y una pérdida de legitimidad —recordó Giordano—. La inflación subía por el ascensor y los salarios por la escalera, se decía entonces." La lista marrón mantenía una lucha articulada con el movimiento obrero antiburocrático de todo el país. Ese mismo año, en Villa Constitución, se realizó el plenario antiburocrático en el que participaron figuras como Agustín Tosco y René Salamanca, quienes apoyaron abiertamente la causa de los metalúrgicos.

Las reivindicaciones eran elementales: mejoras en salud y seguridad laboral, pago por trabajo insalubre, condiciones básicas de protección para los obreros. "Pedían cosas tan simples como guantes, cascos, o que se pagaran las calorías gastadas en tareas pesadas. Cosas básicas", enfatizó.

Pero esas demandas chocaban con los intereses empresariales. "Acindar y otras metalúrgicas preferían arreglar con la burocracia sindical, la que lideraba Lorenzo Miguel desde Buenos Aires, antes que escuchar a los trabajadores", señaló. La lucha, por eso, no solo era contra la conducción de la UOM y el gobierno de Isabel Martínez de Perón, sino también contra la patronal, que se aliaba con el poder para aplastar el reclamo obrero.

Giordano destacó que las detenciones no se limitaron a esa ciudad. "También hubo operativos en Rosario, San Lorenzo, Zárate y Campana. A lo largo de todo el cordón industrial se llevaron a los trabajadores que habían apoyado la lucha, los que habían participado en reuniones antiburocráticas, los que habían juntado firmas o colectas para sostener la huelga", recordó. Durante aquella primera huelga, los obreros se mantenían con la ayuda solidaria de otros sectores que enviaban alimentos y dinero, ya que no cobraban sus sueldos.

"Las detenciones se sucedieron durante meses. Fueron 59 días los que duró esa huelga desde el 20 de marzo, cuando detienen a todos sus dirigentes", relató. "El resto de los obreros mantuvo la huelga, redobló la apuesta. La valentía del pueblo de Villa Constitución fue enorme. Sostuvieron 59 días de lucha en medio de una represión brutal, con decenas de asesinados, cuerpos torturados y mutilados expuestos al costado de los caminos para infundir terror. Era un mensaje: ese era el destino de quienes apoyaban la lista marrón."

Esa huelga, agregó, pedía la libertad de la comisión directiva y de los presos políticos secuestrados el 20 de marzo. "El objetivo final era disciplinar a la clase obrera. Y en eso se parece mucho a lo que pasa hoy", reflexionó.

"Hoy esta absolución se da en medio de una discusión por una reforma laboral, una nueva flexibilización más profunda incluso que la de los años noventa. Los derechos conquistados con huelgas y luchas se quieren borrar de un plumazo, como si hubieran sido un regalo de los poderosos. El disciplinamiento y la represión al movimiento obrero continúan, con otros métodos, pero con el mismo propósito", subrayó.

Los jueces no miraron a las víctimas
Entre los comentarios que circularon el martes, muchos testigos y familiares advirtieron con indignación que los jueces ni siquiera miraron a los familiares a la cara.

Giordano también se refirió a ese momento tan simbólico. Contó que, al conocerse la sentencia, los jueces no miraron a los familiares, ni a las víctimas, ni a los sobrevivientes. "Eso fue lo más doloroso", expresó. "Porque ni siquiera tuvieron la humanidad de mirar a los ojos a quienes esperaron durante tantos años una respuesta. Fue un gesto de desprecio, de distancia. Ni siquiera pudieron sostener la mirada de quienes llevan medio siglo esperando justicia".

La abogada describió la escena con un tono de profunda tristeza. En la sala, el silencio pesaba. Afuera, los gritos de indignación rompían el aire húmedo de Rosario. "Había madres, hijos, esposas, compañeros de trabajo, militantes. Todos esperaban al menos un reconocimiento, una palabra, una señal de empatía. Pero no hubo nada", recordó.

Luego explicó que la lectura del veredicto había sido breve, casi mecánica. "Fue una lectura formal, sin emoción ni respeto por lo que representa un hecho como este. Después de tantos años, escuchar la palabra ‘absueltos’ pronunciada con tanta frialdad fue devastador. Parecía que lo que habíamos reconstruido durante todo el juicio no había existido".

Giordano insistió en que el juicio había sido ejemplar en términos probatorios. "Declararon decenas de testigos, sobrevivientes que contaron con detalle lo que sufrieron, peritos, investigadores. Se presentaron documentos, legajos, archivos de la empresa, pruebas contundentes que demostraban el vínculo entre la represión y la estructura empresarial. Todo eso fue ignorado por el tribunal", señaló.

Entre los presentes, el sentimiento era de impotencia. Algunos sobrevivientes lloraban en silencio, otros se abrazaban. "Fue un momento de profunda frustración, pero también de reafirmación", dijo Giordano. "Porque sabemos que la verdad está de nuestro lado. Y aunque la justicia vuelva a negarse, nosotros no vamos a dejar de insistir".

La memoria y la esperanza
Al cierre de la jornada, los familiares encendieron velas frente al tribunal. En medio del murmullo, alguien leyó una frase en una pancarta: "La memoria no se archiva". Giordano se detuvo, la miró y dijo: "Esa es la verdad más simple y profunda de todas. Porque mientras haya memoria, hay lucha. Y mientras haya lucha, hay esperanza. Nos robaron la justicia, pero no nos van a robar la memoria". Esa frase, contó, se repitió entre los presentes como una consigna.

Mientras tanto, en Villa Constitución, la noticia recorrió los barrios, las fábricas y las casas de los trabajadores que alguna vez participaron del Villazo. Los más viejos recordaban aquellos días de marzo de 1975, cuando las sirenas de la fábrica se mezclaban con los pasos de los obreros y las banderas de la lista marrón flameaban en las calles. Hoy, decían, el eco de esa lucha seguía vivo, aunque el Estado volviera a darle la espalda.

Giordano reflexionó: "Lo que pasó en Villa Constitución fue el comienzo de un modelo represivo, un ensayo general del terrorismo de Estado. Y lo que vimos ahora es la continuidad de otro modelo: el de la impunidad. Un modelo que todavía protege a quienes tuvieron poder económico y político".

La abogada contó que los organismos de derechos humanos ya se preparan para apelar. "No nos vamos a quedar quietos. Vamos a recurrir todas las instancias necesarias. Este fallo no puede quedar así, porque es una ofensa a la memoria de los compañeros y a toda la sociedad argentina".

La historia del Villazo sigue abierta. A lo largo de los años, retumbas las voces de Vittorio Paulón, Alberto Piccinini y Aldo Strada que reclamaron memoria, verdad y justicia, en los micrófonos de Aire Libre, Radio Comunitaria. Hoy, la lucha continúa, recordando que los obreros de Villa Constitución no dejaron que su memoria sea olvidada, y que la batalla por justicia sigue siendo tan urgente como hace 50 años.

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Luis Virgilio Sánchez: la persecución a las comunidades mapuches se transforma en cacería

En Señales, se abordó uno de los conflictos más persistentes del país: la relación entre el Poder Judicial y los pueblos originarios. Luis Virgilio Sánchez, vicepresidente de la Gremial de Abogados, contó su experiencia tras años de acompañar la resistencia mapuche en la Patagonia.

Un despido que reveló los límites de la libertad
Sánchez tiene una historia particular dentro de la administración pública. Durante mucho tiempo se desempeñó en la vieja Dirección General Impositiva —hoy ARCA—, donde llegó a ser jefe interino del Distrito Esquel. Su salida del cargo se produjo tras un episodio que, según él mismo cuenta, ilustra los límites de la "libertad" que pregonan ciertos sectores del poder actual. Todo comenzó cuando publicó una crítica a la actitud de Javier Milei durante la asunción de Donald Trump en Estados Unidos, una escena que le pareció desmedida para un presidente argentino. El comentario se difundió en un medio, alguien en Buenos Aires lo leyó, se ofendió, y poco después Sánchez fue despedido.

En la trayectoria de Sánchez se destaca su trabajo ad honorem desde hace años en la defensa de comunidades mapuches, entre ellas la comunidad Paicil Antriao, de Villa La Angostura, que recientemente fue sobreseída por la Justicia. En ese caso, el denunciante había sido Emanuel Ginóbili, quien sostenía que la comunidad le estaba usurpando tierras. Sin embargo, la investigación judicial demostró lo contrario: fue el exbasquetbolista quien terminó adquiriendo terrenos pertenecientes a pueblos originarios.

El diálogo comienza retomando su situación laboral, recientemente fue desplazado del cargo en ARCA. Sánchez menciona que el caso llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que decidió abrir su queja y dar vista a la Defensoría para que emita un dictamen. Sin embargo, mientras ese trámite avanza, ARCA inició un juicio de desalojo contra él y su familia, apelando a una normativa heredada de la dictadura: la Ley 1097.

Esa ley —detalla Sánchez— permite al Estado desalojar sin traslado de la demanda, es decir, sin que la persona afectada pueda defenderse, y se aplica en teoría sólo para concesionarios de servicios públicos esenciales que deben garantizar su continuidad. "En la práctica —agrega— es la misma ley que utilizan irónicamente para desalojar a las comunidades mapuches."

A pesar de que la Corte mantiene abierta su queja —lo cual, según él, indica una alta probabilidad de que su demanda por nulidad del acto de remoción sea aceptada—, ARCA avanzó con el intento de desalojo. "La Corte no suele pedir un expediente para rechazarlo —enfatiza—. Si lo pidió, es porque piensa hacer lugar, aunque los tiempos son muy largos, puede demorar un año o más."

En ese lapso de incertidumbre, Sánchez y su familia se vieron sometidos a una presión constante. "Estoy con menores de quince años —cuenta—. Mis hijas llegaron a Esquel cuando tenían diez; hoy tienen sus amigos, su escuela, su vida acá." Sin embargo, los funcionarios decidieron trasladarlo compulsivamente a Neuquén, sin tener en cuenta el ciclo escolar de las niñas. "No es el cargo lo que me preocupa —aclara—, sino el castigo que implican estos traslados. Lo hacen para exhibir crueldad, para disciplinar, para aleccionar: el viejo mensaje de la dictadura, 'no te metas, porque te puede pasar esto'."

Relata que la semana anterior un oficial de justicia llegó a su casa para sacar fotos, preparativos del inminente desalojo. Sánchez respondió presentando un recurso de apelación, que fue aceptado con efecto suspensivo, logrando así detener momentáneamente el procedimiento. "Tengo herramientas legales para defenderme —dice—, pero el costo emocional es altísimo, para mí y para mi familia. Yo ya decidí que a fin de año me voy a Neuquén; no voy a exponer más a mis hijas a esta situación. Sólo pedí quedarme hasta el 15 de diciembre, para que puedan terminar el ciclo escolar. Pero ni eso respetan: les importa más hacer una demostración de fuerza que un gesto de humanidad."

El abogado insiste en que su caso es apenas un ejemplo de una persecución institucional sistemática. "Yo tengo los medios para resistir —señala—, pero ¿qué pasa con los que no son abogados, con los que no tienen herramientas? Es terrible lo que está ocurriendo." Por eso, afirma, continúa defendiendo a las comunidades mapuches: "Lo que enfrentan es violencia institucional. Son sectores sociales vulnerables, sin respaldo, y es precisamente a ellos a quienes el Estado decide atacar."

La entrevista continúa con una reflexión contundente: "En los casos de supuesta usurpación que nos toca atender —como el que tuve ayer, en una audiencia—, vemos siempre el mismo patrón: se criminaliza la pobreza y la pertenencia indígena, mientras se encubre a quienes verdaderamente usurpan los territorios. La persecución se ha transformado en cacería."

La doble vara de la justicia: cuando la tierra es mapuche, la ley se vuelve penal

Sánchez plantea un análisis crudo y sostenido en los hechos: si uno observa las estadísticas judiciales del país, no existen causas penales por usurpación que involucren a personas que no sean mapuches. "Cuando hay un conflicto entre vecinos, cuando alguien discute si una franja de terreno es de uno o del otro —indica—, esas disputas se resuelven mediante cartas documento, juicios civiles, trámites de mensura. Los jueces analizan quién tiene un derecho preferente. Pero si el conflicto es con una comunidad mapuche, la causa automáticamente se traslada al fuero penal. Se los criminaliza."

Según el abogado, esa respuesta del Estado no es casual, sino que responde a intereses estratégicos y económicos. "Hay movimientos sociales que defienden la tierra, como la Asamblea del Agua o las organizaciones antimineras de Esquel —dice—, pero las comunidades mapuches están en el territorio, y eso las convierte en el enemigo directo. El Estado ha comprometido recursos y concesiones vinculadas a la extracción de uranio, el oro, las tierras raras y hasta la venta de agua a empresas como Mekorot. Y los mapuches son el obstáculo que hay que eliminar porque impiden el avance de esos intereses."

Una persecución extendida: del territorio a las redes solidarias
El ataque no se limita a las comunidades. "Se han dado cuenta de que no alcanza con perseguir a los mapuches. A diferencia de otros pueblos más vulnerables del norte, como los wichí, que no tienen la misma capacidad organizativa, las comunidades mapuches se han fortalecido, tienen redes de solidaridad. Por eso también se apunta contra esas redes: los abogados, antropólogos, profesionales y militantes que colaboran solidariamente con ellos. Hay que destruir ese tejido, porque es la herramienta que se interpone entre los intereses económicos y el territorio."

La reflexión que sobresale es que toda esa persecución parece tener un trasfondo político: un castigo por su compromiso con las comunidades originarias. Sánchez no duda: "Totalmente. Es censura y disciplinamiento. En mi caso no me pudieron disciplinar porque tengo herramientas para defenderme y el apoyo de compañeros de la Gremial de Abogados. Pero hay profesionales solidarios que, por miedo o agotamiento, deciden no involucrarse. Todos tenemos familia. Yo tengo la suerte de contar con una mujer que me apoya, pero si la familia no acompaña, es imposible resistir. Hay gente con convicciones, militantes comprometidos, que simplemente dicen: 'Hasta acá llegué'. Y eso es lo que el gobierno está atacando ahora. Hacen un trabajo muy preciso, muy eficiente y muy cruel. Están dispuestos a todo."

En ese contexto, se le menciona el reciente caso de la Lof Costa de Lepá, donde varias personas fueron detenidas, y le pide que lo explique. Sánchez lo define como "paradigmático", porque encarna esa doble vara judicial que denuncia.

"En esas tierras —cuenta— ni siquiera hay títulos de propiedad. Un hombre llamado Dutcher, desde Francia, le compró los derechos y acciones a alguien que decía vivir allí. Con ese papel, fue al IAC (Instituto Autárquico de Colonización), que tenía hacía años el expediente de la comunidad mapuche dividido en dos carpetas, esperando resolución. Esas tierras siguen siendo fiscales, pero el IAC le entregó la posesión a Dutcher, que acaba de llegar al país. Las comunidades llevaban más de treinta años reclamando la regularización, pero a él le bastó con un papelito para que se las adjudicaran."

Cuando los integrantes de la comunidad decidieron realizar una acción de reivindicación territorial para visibilizar la situación, la respuesta del Estado fue inmediata y desmedida. "Mandaron un ejército de policías, como si se tratara de un robo a un banco —relata—. Los detuvieron y les armaron una causa. Por suerte logramos que nadie quedara preso, pero es el mismo patrón de siempre."

Sánchez suele exponer este contraste en las audiencias judiciales. Recuerda, por ejemplo, el caso de la comunidad Winkul Lafken Mapu, en Bariloche, acusada de usurpación. "Llevé testigos y peritos que demostraron algo elemental: Bariloche fue construida sobre tomas de tierra. La ciudad creció en base a ocupaciones que luego el Estado regularizó, otorgando títulos y servicios, siempre tarde. En Neuquén ocurre lo mismo: casi todas las tierras eran fiscales, y la gente, ante la falta de planificación, ejerció su derecho constitucional a una vivienda mediante tomas organizadas. Así crecieron las ciudades. Sin embargo, ¿cuántas causas penales por usurpación existen en esos casos? Ninguna. Porque todos entienden que no se trata de un delito, sino de una respuesta social ante la necesidad."

El contraste, subraya, aparece cuando los protagonistas son mapuches. "Las circunstancias son las mismas —afirma—, pero la reacción judicial cambia. Las tierras comunitarias tienen un régimen especial: no se pueden comprar ni vender. Y, sin embargo, cuando alguien como Dutcher aparece con un papel en la mano, el Estado lo legitima, y cuando una comunidad mapuche ocupa el territorio que le pertenece, se le aplica el Código Penal. Esa es la doble vara que demuestra que la persecución no es legal: es política."

La víctima es el territorio: justicia, poder y una democracia de baja intensidad

Para Luis Virgilio Sánchez, el caso Dutcher representa una inversión moral y jurídica: el supuesto denunciante es, en realidad, el responsable del delito. "Este señor Dutcher, que se presenta como víctima, es en verdad el victimario —afirma—. Las verdaderas víctimas son los mapuches, y están sentadas en el banquillo de los acusados. Porque hablamos de tierras comunitarias, que no se pueden vender ni ceder; lo prohíbe el artículo 75 inciso 17 de la Constitución Nacional."

Sánchez explica que lo que ocurrió encuadra perfectamente en una compra ilegal de tierras, prevista en el artículo 173, inciso 3, y en el artículo 179 del Código Penal, ambos referidos a defraudación. "Cuando alguien compra o vende tierras que no le pertenecen, comete un delito. Pero acá hay un agravante: intervino el Estado, a través del IAC. Entonces, además, hay incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad, porque el IAC no puede ignorar lo que establece la Constitución, y menos cuando en sus propios archivos figura una carpeta donde se reconoce que esas tierras deben asignarse a las comunidades mapuches."

El relato se vuelve casi absurdo cuando describe cómo avanzó la operación. "Aparece un señor desde Francia, manda un correo diciendo que compró unas tierras a alguien que las ocupaba, presenta un apoderado, y el IAC le adjudica la propiedad de inmediato. Si yo fuera fiscal y actuara con honestidad, diría: 'Acá lo grave no es la supuesta usurpación de los mapuches; lo grave es cómo el Estado le entrega tierras comunitarias a un particular extranjero'. Pero no: ellos no ven eso. Lo único que ven es la usurpación mapuche, y para eso despliegan un operativo policial descomunal, con recursos del Estado y el aval del Ministerio Público Fiscal."

Sánchez anticipa que este será un juicio emblemático, porque permitirá poner en evidencia la doble vara judicial y la promiscuidad entre el poder político, el sistema judicial y los intereses privados. "No es un caso aislado —advierte—. Es un patrón. Se repite en todas las causas donde hay comunidades originarias involucradas."

Aldo Dutcher, protagonista de esta historia, es actualmente técnico de Quilmes y exjugador de fútbol en Francia. A partir de allí, un oyente aporta una reflexión: que el derecho, tal como se aplica hoy, responde a los intereses de los saqueadores y que el sistema judicial argentino continúa siendo colonial y racista.

Sánchez asiente. "Exactamente. Y eso es así porque siempre fue así. El Poder Judicial históricamente convalidó los abusos del poder. Recordemos la dictadura militar: las desapariciones, el secuestro de niños, las atrocidades documentadas en el Nunca Más. Todo eso ocurrió con la complicidad judicial. Y ese poder nunca cambió: se acomoda al gobierno de turno. El problema estructural es que los jueces son vitalicios. No digo que haya que elegirlos por voto, eso es discutible, pero al menos deberían revalidar sus cargos cada cuatro o cinco años. Que vuelvan a concursar, que compitan con otros abogados. Si sos juez y sabés que tu puesto es para toda la vida, sólo respondés ante el poder que te sostiene, no ante la sociedad."

Para Sánchez, el poder judicial se ha vuelto un obstáculo para la democracia. "No es algo nuevo, pero cada vez tenemos una democracia de menor intensidad. A veces se conquistan derechos, y después llega la reacción para quitarlos. Es un ciclo constante."

A pesar del panorama adverso, el abogado destaca un logro reciente: los detenidos del caso Costa de Lepá recuperaron la libertad, y el juez rechazó el pedido de restitución de la tierra. "Fue una pequeña victoria —reconoce—, pero significativa. Esa cláusula del Código Procesal de Chubut, que permite al fiscal pedir la restitución de la tierra, es inconstitucional. El derecho penal está para determinar si alguien cometió un delito, no para desalojar o devolver tierras. Eso es materia civil. Usar el fuero penal para eso es, justamente, criminalizar el ejercicio de derechos. Este caso lo demuestra de manera contundente."

Así, el caso Costa de Lepá no sólo expone una injusticia puntual, sino un síntoma más profundo: el uso del derecho penal como herramienta política en una democracia cada vez más frágil.

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