En el marco del Festival Internacional de Artes Escénicas El Cruce, se presenta el estreno de La poesía está en las calles, una obra de danza contemporánea de creación colectiva dirigida por Virginia Tutolomondo. La propuesta, que reúne a quince artistas de distintas disciplinas, invita a pensar el arte como una herramienta de memoria activa y transformación social.
El Festival El Cruce celebra su vigésima cuarta edición en Rosario y se consolida como uno de los espacios históricos más importantes para las artes escénicas contemporáneas de la ciudad. Tutolomondo ha sido parte del festival en casi todas sus ediciones, ya sea presentando sus trabajos, asistiendo como espectadora o participando de los talleres que allí se dictan. Este año, la artista y su equipo estrenan su nueva obra, que forma parte de la programación junto a producciones locales y de otras provincias.
El estreno tendrá lugar en el Gran Salón de Plataforma Lavardén, en el quinto piso, a las 21 horas. La poesía está en las calles es el resultado de un proceso de creación colectiva que comenzó hace un año y medio. Participan once intérpretes en escena y un equipo ampliado que alcanza a quince personas, entre músicos, diseñadores y colaboradores técnicos.
Como contó Tutolomondo en Señales, la obra surgió del deseo de generar un espacio común entre artistas de distintos lenguajes —la danza contemporánea, el teatro y las artes circenses—. Desde una dinámica de trabajo horizontal, cada intérprete fue tejiendo sus propios materiales, en un diálogo continuo entre el cuerpo, la mirada y el pensamiento.
Las inspiraciones que dieron origen a La poesía está en las calles surgen de la organización de movimientos sociales, las luchas históricas y los activismos actuales. Desde el mayo francés hasta las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, pasando por las oleadas feministas, los cacerolazos del 2001 y las juventudes militantes de distintas épocas, el equipo tomó esas memorias colectivas como punto de partida para la creación de imágenes poéticas. Sin embargo, no se trata de una obra con una narrativa lineal o representativa, sino de un entramado sensible de escenas que convoca al espectador a construir su propio sentido.
"La poesía está en las calles sostiene la vigencia del arte como herramienta de memoria activa, de pensamiento disidente y de transformación colectiva", resume Tutolomondo.
La música original fue compuesta por Jorge Capriotti junto a la banda El Hombre Invisible. A partir del diálogo entre el movimiento, la danza y el sonido, fueron surgiendo los climas y las atmósferas que sostienen la dramaturgia escénica. El diseño visual, la iluminación, el vestuario y las proyecciones fueron desarrollados junto a Karina Scherza y María Celeste Toledo, completando una estética que combina lo plástico, lo poético y lo político.
La directora destaca que se trata de un trabajo sostenido colectivamente, donde la mayoría de los integrantes no perciben honorarios por su labor: "Lo hacemos por el impulso de crear, por la convicción de que hacer arte de manera colectiva ya es, en sí mismo, un espacio de resistencia en los tiempos que corren". El proyecto contó con el apoyo de Espacio Santafesino, que permitió cubrir parte de la producción, aunque el principal motor fue la voluntad y el compromiso del grupo.
Además del estreno en El Cruce, la obra tendrá nuevas funciones: el 14 de noviembre en el Teatro La Vigil, el 6 de diciembre en el Teatro del Rayo y, el próximo año, el 21 de marzo en la Escuela Municipal de Artes Urbanas (EMAU), en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe cívico-militar. Todas las presentaciones ofrecerán entradas accesibles, con descuentos y promociones para estudiantes y jubilados.
El elenco de La poesía está en las calles está integrado por Albertina Andrés, Carolina Bonel, Daniel Cabral, Ema Docampo, Malena Mattos, Matilda Micol, Naiara Pace, Jotta Scusolin, Fabrizio Sosa, Florencia Tonello y Magdalena Torno. La producción general estuvo a cargo de Malena Mattos y Magdalena Torno, mientras que el diseño gráfico, la fotografía y el video fueron realizados por Francisco Castillo y Emiliano Galván.
"La obra es el resultado de un trabajo lleno de amor, cuerpo y pensamiento —concluye Tutolomondo—. Es una invitación a habitar la memoria desde el movimiento y a pensar la danza como una forma de resistencia poética".
Foto: Francisco Castillo
