lunes, 1 de junio de 2015

Periodistas y medios de comunicación apoyan la convocatoria #NiUnaMenos contra la violencia de género

Las instituciones convocantes presentaron un documento de 18 puntos sobre cómo los medios pueden ayudar a luchar contra la violencia hacia las mujeres

La Representación provincial ante el CONACAI, junto al INADI y AFSCA a través de sus Delegaciones locales, invitaron a periodistas y medios de comunicación, a generar un activo compromiso en la lucha contra todo tipo de violencia hacia las mujeres como parte de la responsabilidad social de los medios de comunicación.

Numerosos periodistas de distintos medios de comunicación de Salta adhirieron a la invitación, ante la creciente cantidad de casos de violencia de género y femicidios ocurridos en Salta y en el país, y frente a la convocatoria de la marcha #NiUnaMenos contra la violencia de género, que se realizará el próximo miércoles 3, a las 17 Hs. en Plaza 9 de Julio de esta ciudad.

Participaron el Representante de Salta en el Consejo Asesor de Comunicación Audiovisual y la Infancia (ConACAI) Federico Dada; el delegado del Instituto Nacional contra la Discriminación la Xenofobia y el Racismo (INADI), Nicolás Hirtz; y el delegado de AFSCA en Salta, Germán Banek.

En este marco, los funcionarios presentaron un documento de 18 puntos destinado a comunicadores y medios de comunicación sobre el abordaje de la violencia contra las mujeres, y anunciaron capacitaciones articuladas con organismos nacionales para llevar a cabo en los próximos meses.

“Nuestro aporte institucional busca que la comunicación, que es un servicio social, sea más respetuosa de los derechos de las personas y la vez ayude a periodistas y medios de tener más herramientas para concientizar a sus audiencias sobre la violencia contra las mujeres y cómo prevenirla y erradicarla desde la práctica periodística”, consideró Dada.

Participaron también por la Red PAR de periodistas por una comunicación no sexista, Maru Rocha Alfaro; y por el Instituto Jurídico de Género del Colegio de Abogados, Fátima Hognadel.
Compromiso de periodistas y medios contra la violencia de género
Durante el encuentro se destacó el rol de los comunicadores y las comunicadoras como fundamental para favorecer la incorporación social de una nueva mirada sobre la problemática de género y colaborar a desmontar prejuicios y estereotipos arraigados en nuestra sociedad sobre las mujeres, las adolescentes y las niñas.

Un periodismo sexista naturaliza el imaginario machista, al afianzar estereotipos circulantes bajo la creencia de que el cuerpo y la sexualidad de las mujeres es propiedad de hombres, y pueden hacer con ellas lo que quieran, además de reforzar la idea de que las víctimas son culpables de las violencias que sufren, cuando lo que le pasó fue por ser mujer.

Dada consideró que “una comunicación que incorpora la perspectiva de género, contribuye a la construcción de una sociedad más democrática e igualitaria”. Y destacó que “los medios, haciendo uso de su responsabilidad social, pueden ayudar a erradicar la violencia de género promoviendo mensajes y dando a conocer información que sea concordante con la Ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres”.

Esta ley expresa que los medios de comunicación pueden ser un ámbito de reproducción de violencia de género. En su art. 6°, define a la violencia mediática contra las mujeres como “aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes estereotipados a través de cualquier medio masivo de comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres, como así también la utilización de mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes pornográficas, legitimando la desigualdad de trato o construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres”.

También se invitó a los medios a respetar la privacidad y confidencialidad de las niñas y adolescentes menores de 18 años de edad, no difundiendo la identidad ni imágenes en estos casos, tal como lo establece la Convención Internacional sobre Derechos del Niño (CIDN), y las Leyes 26.061 y 26.522, que prohíben toda injerencias arbitraria o ilegal en la vida privada de los niños y niñas.

Cómo pueden ayudar medios y periodistas a erradicar la violencia contra las mujeres
Documento elaborado por CONACAI Salta, INADI Salta y AFSCA Salta para el tratamiento periodístico de la violencia contra las mujeres


  1. Incorporar la perspectiva de género en la comunicación, para promover una relación más equitativa entre varones y mujeres desalentando las relaciones asimétricas entre géneros. Una comunicación igualitaria puede prevenir y alertar las violencias contra las mujeres.
  2. Evitar reproducir prejuicios hacia las mujeres, las adolescentes y las niñas, y los modelos que consolidan pautas tradicionalmente fijadas para cada uno de los géneros. Con frecuencia, los prejuicios justifican distintos tipos de violencias hacia las mujeres.
  3. Utilizar imágenes que presenten a la mujer empoderada, y evitar la representación estereotipada o estigmatizante de la mujer o niña (asociada a tareas del hogar, exhibición innecesaria del cuerpo).
  4. Emplear lenguaje no sexista. Unificar en pronombres o sustantivos masculinos para hacer referencia a ambos géneros, ayuda a discriminar e invisibilizar a mujeres y niñas.
  5. Utilizar las expresiones violencia contra las mujeres, y femicidio.
  6. No usar expresiones como: crimen pasional, mató por amor, o mató por celos, que justifican la violencia hacia las mujeres, y ubican al femicidio en el ámbito privado, como si fuera un problema individual, cuando en realidad es un problema social.
  7. Informar el hecho vinculándolo con sus causas y contextos, empleando fuentes diversas y no sólo la policial o judicial, para que el público pueda comprender la problemática y no sea visto como un caso aislado o una noticia “policial”, cuando en realidad es una problemática social.
  8. No utilizar imágenes que violen la intimidad y dignidad de la víctima y sus familias. No musicalizar notas con sonidos que remitan al terror o que hablen del sufrimiento por “amor”.
  9. Proteger la identidad de la víctima y respetar su posición, sin atribuirle responsabilidad en el hecho. Tener presente que hay información que puede perjudicar a la víctima y a su entorno, y no siempre es conveniente identificarla.
  10. Evitar la repetición informativa de la noticia si no es necesario. La reiteración de detalles de los hechos puede generar conductas de repetición.
  11. Para obtener el testimonio de una mujer, antes se debe saber si está preparada para hablar. Explicarle las repercusiones que puede tener para ella y su entorno la exposición de su caso.
  12. Difundir historias de vida de personas que salieron de situaciones de violencia puede ayudar a otras mujeres que se encuentren en situación similar.
  13. Abordar a las violencias contra las mujeres como violaciones a los derechos humanos, puesto que constituyen un ataque al derecho a la vida, la dignidad y la integridad física y psíquica.
  14. En casos de violencia de género en niñas y adolescentes menores de 18 años de edad, respetar el derecho a la intimidad preservando su identidad e imagen.
  15. Evitar la sexualización de las niñas y adolescentes.
  16. Difundir las leyes vigentes, como la Ley 26.485 para promover su conocimiento y apropiación por parte de la ciudadanía.
  17. Evitar justificar la violencia contra las mujeres a través del humor.
  18. Incluir información útil, de orientación y asesoramiento (teléfonos, direcciones). Difundir la línea telefónica gratuita 144, de ayuda a víctimas de la violencia contra las mujeres. Según Ley 27.039, es obligación de los prestadores de servicios de radio y TV que cada vez que difundan episodios de violencia de género, deben incluir una mención expresa a la línea telefónica gratuita 144, de alcance nacional y disponible las 24 horas del día.


#NiUnaMenos
Comunicadores de la Argentina (COMUNA) adhiere a la concentración convocada bajo la consigna “Ni Una Menos” frente al Congreso de la Nación, el miércoles 3 de junio, y a todos los actos previstos simultáneamente en numerosos puntos del país.

Esta acción está enmarcada en la demanda de cumplimiento de cinco puntos que COMUNA adopta expresamente, ya que abarcan a los medios de comunicación en tanto productores y reproductores de mensajes, lenguajes, imágenes y conceptos que discriminan y ejercen violencia mediática y simbólica contra las mujeres.

Esos cinco puntos son:
“1. Implementar -con todos los recursos necesarios -y monitorear el Plan Nacional de Acción para la Prevención, la Asistencia y la Erradicación de la violencia contra las mujeres, tal como lo establece la ley 26.485.

“2. Garantizar que las víctimas puedan acceder a la Justicia. En cada fiscalía y cada comisaría debe haber personal capacitado e idóneo para recibir las denuncias. Las causas de los fueros civil y penal deben unificarse; las víctimas deben tener acceso a patrocinio jurídico gratuito durante todo el proceso judicial.

“3. Elaborar el Registro Oficial Único de víctimas de la violencia contra las mujeres. Realizar estadísticas oficiales y actualizadas sobre femicidios. Sólo dimensionar lo que sucede permitirá el diseño de políticas públicas efectivas.

“4. Garantizar y profundizar la Educación Sexual Integral en todos los niveles educativos, para formar en la igualdad y para una vida libre de discriminación y violencia machista. Sensibilizar y capacitar a docentes y directivos.

“5. Garantizar la protección de las víctimas de violencia. Implementar el monitoreo electrónico de los victimarios para asegurar que no violen las restricciones de acercamiento que les impone la Justicia”.

Los patrones aún imperantes tienen un efecto negativo sobre la construcción del sentido común, pues naturaliza las violencias, y en muchos casos son tan patéticos que parecen anclados en el siglo XIX, lejos de los avances legislativos y culturales del siglo XXI.

Por mencionar unos pocos ejemplos:
Publicidades que relegan a las mujeres a fregar pisos y freír milanesas, mientras los varones leen periódicos, conducen autos lujosos o eligen qué banco es mejor; las que las ubican como consumidoras compulsivas, para padecimiento del varón que “paga”; las que las ponen de rodillas y a punto de desvestirse apenas pasa un hombre con determinado perfume; las que las define como presas fáciles de conquista cuando el varón consume determinada bebida; y tantos ejemplos que contienen estereotipos que a su vez perpetúan las desigualdades.

La ficción en la que las mujeres son seres para la reproducción, sin derecho a resolver sobre su cuerpo aún en el caso de haber sufrido violación a manos del peor de los criminales; o aquella en la que limpian la casa y cuidan hijos mientras sueñan con un amor que las rescate.

Como contraposición a esta figura inmaculada, no faltan las malvadas, inescrupulosas, ladronas de fortunas que nada tienen de maternal ni de hogareño. El viejo esquema de prostituta versus santa madre.

Los espacios informativos en los que los varones llevan los temas “duros”, como las columnas y reportajes de política y economía, mientras las mujeres cubren el espectáculo, el pronóstico del tiempo y los segmentos frívolos. Aún en los deportes, con excepción de las disciplinas femeninas -como el hockey-, y de los avances en Fútbol Para Todos, es abrumadora la supremacía de los varones que relatan, comentan y analizan los deportes más populares, a pesar de contar en el país con excelentes profesionales mujeres especializadas en ellos.

Niñas, niños y adolescentes consumen estos productos e incorporan estereotipos del deber ser “naturalmente”, que más tarde legitimarán las violencias.

Investigaciones y estudios del Observatorio de la Discriminación de la Radio y Televisión de la AFSCA, de organizaciones no gubernamentales y de la Defensoría del Público, entre muchos otros, señalan que, ante el drama del femicidio y las violaciones, algunos medios buscan en los hábitos, las elecciones estéticas, las actitudes de las víctimas o sobrevivientes, una justificación parcial o total de la acción criminal, garantizando la impunidad que más tarde el Poder Judicial avalará con sentencias misóginas.

Frente a este panorama, COMUNA sostiene que los medios en todos sus formatos y quienes trabajan en ellos deben encarar un proceso de capacitaciones profundo, que revierta saberes naturalizados. Esto requiere de la participación activa de las instituciones que se ocupan de la formación, incorporando los derechos humanos y los estudios de géneros para que la manera de trasmitir tanto información como entretenimiento sea efectivamente democrática, representativa, plural e inclusiva.
Por todo esto, COMUNA se suma a la consigna #NiUnaMenos

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