Invitado por la Universidad Monteávila, el investigador tiene claro que "Internet es un medio de referencia para desarrollar un periodismo de altísima calidad"
Por: Tulio Casal Patiño
El español Ramón Salaverría, convertido en una importante voz en el mundo del periodismo gracias a sus investigaciones sobre el impacto de Internet en los medios de comunicación y sus publicaciones sobre ciberperiodismo, se encuentra en Venezuela gracias a una invitación de la Universidad Monteávila, donde dictó la conferencia "La convergencia periodística y los procesos de reorganización de redacciones".
Para el director de proyectos periodísticos de la Universidad de Navarra, autor de los libros Manual de Redacción Ciberperiodística (2003), Towards new media paradigms (2004), Redacción periodística en internet (2005),Cibermedios (2005) y Periodismo integrado (2008), Internet se ha convertido en un elemento perturbador en las empresas periodísticas que ha ocasionado "movimientos tectónicos con gran virulencia y rapidez".
Explica que en apenas 15 años el panorama de los medios se ha modificado radicalmente en reparto de audiencia y de inversión publicitaria.
¿Cómo se están comportando los medios ante esta nueva realidad?
Están todavía en un proceso de asimilación, no lo han asimilado del todo, como no lo ha asimilado la industria discográfica, como no lo ha asimilado la industria editorial, en general todas las industrias que tienen que ver con la oferta de contenidos en distintos formatos, sean de información, entretenimiento o ficción están teniendo notables dificultades para reacomodar sus esquemas tradicionales respecto a las nuevas exigencias, posibilidades y básicamente a los hábitos de consumo que tiene la gente en este tipo de plataforma.
¿Qué ha ganado y que ha perdido el periodismo con Internet?
Las tecnologías digitales y la red permiten mejorar los procesos de producción, de acceso a la información, ha multiplicado la capacidad de acceder a las fuentes primarias de información, de calidad. La facilidad de obtener materia prima informativa en distintos formatos (textual, gráfico, audiovisual) se ha mejorado sensiblemente.
Ha supuesto también una democratización y una pluralidad en el acceso a las fuentes y en la medida en que hay actores en el ámbito de la comunicación en condiciones de ofrecer información con un esfuerzo y una inversión muy pequeña o de manera gratuita, esto supone un fortalecimiento del proceso de comunicar.
Su cara negativa es que las redes digitales, desde el punto de vista de las empresas periodísticas han significado un resquebrajamiento absoluto de los modelos de negocios y esas empresas periodísticas están 15 años después demostrando que no tienen un modelo claro para proyectar en la web el liderazgo y la fortaleza editorial que han tenido en otro tipo de plataforma.
Internet también ha derribado las paredes de las redacciones, colocando al periodista y a su audiencia frente a frente. ¿Cómo afrontar esta realidad?
Se enfrenta con profesionalidad, redoblándola. Este es otro de los síntomas de las fortalezas de las redes digitales, esa mejora en el escrutinio público del trabajo de los medios y de los periodistas en particular. Esto fortalece el periodismo, pues en la medida en que ese periodismo empieza a ser cuestionado y confirmado por los propios usuarios, obliga a redoblar los estándares de profesionalidad. En lugar de verse como un problema debe verse como una oportunidad y una fortaleza.
Pero además esa audiencia produce información ¿existe realmente el periodismo ciudadano?
Existe el fenómeno en virtud del cual usuarios individuales o pequeños grupos ponen a disposición del público determinados contenidos, que incluso tienen un carácter de actualidad informativa. ¿Ahora, podemos llamar a eso periodismo? A mi me parece que eso es absolutamente aventurado. Antes de que llegara Internet ya los medios preexistentes recurrían a los ciudadanos como fuente ordinaria de información, por lo tanto en el fondo no es que varíe cualitativamente nada, lo que pasa es que ahora por la facilidad que ofrecen las tecnologías eso que ya existía, ahora se refuerza, se intensifica, se mejora y se multiplica.
Hasta mediados de esta década había una filosofía que decía que ahora llegaba una oleada de medios aparentemente nacidos de las propias redes de forma un poco asamblearia, la realidad ha demostrado que esos medios han terminado cayendo en el puro fiasco o en el mejor de los casos, en absoluta irrelevancia.
Lo positivo de esto es que esta situación ha puesto en evidencia la importancia de la interactividad y la participación por parte del público. En ese sentido las empresas periodísticas y las grandes marcas no pueden obviar estas circunstancias y de hecho no lo están haciendo.
A propósito de la abundancia de información que hay en Internet, ¿están las sociedades más y mejor informadas en la actualidad?
La multiplicación de fuentes, emisores y lugares donde uno se puede informar son un parámetro de mayor calidad y democracia informativa. No obstante, uno puede estar mal informado tanto por carecer de información como por el hecho de disponer de unas cantidades industriales que hacen imposible distinguir lo importante de lo accesorio. Entonces uno de los grandes papeles del periodista es que frente a una superabundancia de información deben determinar lo que realmente es relevante, darle sentido y seleccionarlo para un público. Este es uno de los nuevos quehaceres del periodista.
Internet, un terreno fértil para el periodismo
¿Cuál es el justo valor que se le debe dar a las redes sociales en el proceso de informar?
Hay dos conceptos fundamentales, primero la interactividad y la participación. Las redes sociales ponen de manifiesto la voluntad de un número creciente de usuarios de intervenir activamente publicando contenido, compartiendo ideas y todo tipo de referencias, a veces hasta de índole netamente personal, pero en otras ocasiones con un tipo de proyección más pública, y en ese sentido los medios deben estar atentos a las redes sociales en la medida en que son un entorno en el cual la gente comparte información.
Por otra parte, están las redes sociales como plataforma de distribución y como fuente de información y aquí me parece que los medios aún no tienen pautas claras de cómo comportarse. Están utilizando su presencia en las redes sociales como un simple escaparate informativo para dar propaganda de las informaciones que publican pero no establecen relaciones de ida y de vuelta con los usuarios. Hace falta desarrollar una nueva lógica de aprovechamiento de las redes sociales, pero al mismo tiempo hace falta desarrollar unos criterios claros, incluso deontológicos, de cómo se debe sacar provecho de la información que la gente comparte ahí.
Los medios más vanguardistas nos están demostrando los usos periodísticos que se puede hacer de esas redes. Desde el punto de vista institucional los medios de comunicación pueden utilizar esas herramientas en momentos puntuales para generar debates y producir dinámicas de participación con la audiencia, pedir opiniones, referencias, material audiovisual y multimedia. Ese tipo de dinámica es mucho más rica.
Dada la dinámica actual que ha impuesto Internet, donde se hace un culto a la inmediatez, a la cantidad de información y a lo espectacular de su presentación ¿qué lugar ocupan las buenas historias y la investigación periodística?
Internet dentro de sus muchísimas cualidades faculta para utilizar cualquier tipo de narrativa y de código comunicativo preexistente en los medios anteriores, esto le da mayor riqueza comunicativa, pero es que además es un medio capaz de hacer todo eso en intervalos temporales distintos. Es un medio que permite seguir eventos de manera instantánea pero también es el medio con mayor capacidad de archivo y con mayor capacidad de memoria; podemos estar articulando el último minuto con la información documental más antigua; todos esos ingredientes comunicativos le están dando una versatilidad al medio que todavía no estamos sabiendo aprovechar a plenitud pero que desde el punto de vista potencial sitúa a Internet en un medio indiscutiblemente de referencia para desarrollar un periodismo de altísima calidad.
Pero se está trabajando en ello ¿no?
Si, pero no debemos olvidar que todavía los medios digitales siguen siendo las cenicientas de los medios en el seno de las empresas periodísticas; por mucho que las redes digitales sean los medios que más están creciendo en términos de usuarios y de inversión publicitaria, hoy por hoy su retorno financiero para las empresas es muy limitado en comparación con sus otros negocios, sobre todo en el ámbito televisivo e impreso; esto hace que todavía haya una percepción de Internet como medio secundario.
También hay que decir, que las empresas periodísticas están cambiando y van a tener que darle mayor realce a Internet. Esto va a hacer que pasemos de un modelo donde básicamente lo que se ha hecho es republicar lo que ya ha sido publicado en otras plataformas, empaquetando información, a un modelo donde sea Internet la plataforma en la que en primera instancia aparecen las informaciones pensadas específicamente para web; eso lo estamos viendo, pero todavía estamos dando los primeros pasos.
Camino a la integración
¿Es la convergencia de redacciones la solución para afrontar los cambios que plantea Internet?
No es 'la' solución, es una de las posibles soluciones dependiendo del medio que se trate. Yo suelo decir que la convergencia no es un fin en sí mismo; es un medio para conseguir el verdadero fin. En una estructura como la que tienen actualmente las empresas periodísticas, uno de los objetivos claros es coordinar mejor a sus distintos medios para dar una presencia armónica y una estrategia planificada, coordinada entre ellos. Otro objetivo, es conseguir que los periodistas que trabajan para una empresa periodística sean lo más versátiles posibles para poder ofrecer lo mejor de sí mismos en los distintos medios. Además, deben plantearse conseguir que la información circule con rapidez y transparencia por las distintas plataformas que integran un conglomerado mediático.
Si esos son los objetivos, una de las palancas que permiten alcanzar de manera más adecuada esos objetivos es una reorganización logística de las redacciones. En la medida en que tengan unas unidades de producción aisladas resultará más complicado alcanzar esos objetivos de coordinación, polivalencia y mayor productividad.
Siempre se debe pensar en la necesidad que se tiene de manera específica para cada caso, pues no existe un patrón común (de convergencia) que se pueda aplicar de manera generalizada. No hay fórmulas.
¿Sueles hablar de redacciones multimedia pero no de periodistas multimedia? ¿Puedes explicarnos eso?
En los nuevos engranajes mediáticos coordinados, las redacciones están llamadas a ser multimedia, es decir, unidades de producción capaces de proveer de materia prima a distintas plataformas de materia eficiente, pero eso no significa que también los periodistas que trabajan en esas redacciones tengan que tener un perfil profesional, como digo yo "pasteurizado", único, todos cortados con el mismo patrón, que en principio todos debieran estar encaminados a hacer todo tipo de disciplinas para cada tipo de soporte. Muy por el contrario (...) debe haber redacciones polivalentes, capaces de proveer contenidos a distintas plataformas en sus correspondientes ritmos de actualización y eso requiere de distintos perfiles profesionales de los periodistas, algunos de los cuales deberán ser multimedia pero muchos otros deberán tener un altísimo grado de especialización adecuada a los distintos formatos y a cada plataforma.
Fuente: El Universal
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