El coordinador general de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual -AFSCA-, Luis Lazzaro, presentó anoche en Resistencia su libro “La batalla de la comunicación”. El director de Norte Miguel Ángel Fernández y el subsecretario de Políticas Comunicaciones Néstor Avalle acompañaron el anuncio en el Museo de Medios Raúl Delfino Berneri
“La pelea no está ganada, estamos discutiendo hasta dónde llega el límite de un mercado y de quienes gobiernan un país; entre la democracia y los poderes concentrados”, definió Lazzaro ayer durante la presentación de su obra referida, justamente, a los enfrentamientos de intereses en las comunicaciones y a la apertura de un nuevo escenario en el país con la sanción de la Ley de Medios.
En respuesta a quienes atribuyen al Estado nacional haber ‘tomado por asalto a las empresas’, el funcionario nacional aseveró que “el asalto se dio en los 90 cuando grupos económicos de Buenos Aires tomaron el cable y ‘el aire’ del interior y hoy el gobierno busca revertir esa situación”.
Respecto de la saturación del espectro radiofónico, también planteó que el modelo de exclusión y la profundización de las zonas de conflicto son la doble herencia del siglo XX, “una situación que tiende a normalizarse con la legalización de las licencias para marzo de 2011”, adelantó.
La primera batalla
“Cuando hablamos de la comunicación ya no hablamos del medio ni de su tecnología actual, sino de la nueva colonización estadounidense”, expuso.
Lazzaro narró la relación “estrecha y nada ingenua” entre cadenas de producción y comercialización de servicios de TV y conexiones satelitales foráneas, así como de su capacidad de penetración económica y cultural. “Europa garantizó pisos a sus contenidos y limitó a los extranjeros. Con la caída del Alca en 2005 cayó la apertura de mercados de la comunicación. Si Europa se defendió, cómo no lo iba a hacer Latinoamérica”, comparó.
Puertas adentro
En otro plano, el autor de la obra enumeró los pasos que en la Argentina paulatinamente fueron “vaciando el discurso de los medios”: la concentración de operadores de cable en el interior en pocas manos, la monopolización del papel para diarios, la desacreditación de la capacidad de intervención del Estado y de conducción de la dirigencia política. “Hasta la criminalización de la problemática social, asociando a desocupados y piqueteros con la inseguridad”, ejemplificó.
“Ésta es una nueva dimensión de la batalla de la comunicación, por un lado los medios que se escudan en la libertad de expresión para defender sus intereses y por otro una ley y políticas públicas que intentan democratizar el acceso a la TV digital y a las autopistas de la comunicación”, definió.
Realidad del interior
El director de Norte Miguel Ángel Fernández narró las limitaciones que transitaron los gráficos del interior en las últimas tres décadas. A la carencia de papel para diario sumó las numerosas ocasiones en que en foros regionales se discutió sobre la relación entre la libertad de expresión ante los intereses corporativos. “La historia está escrita, hay una frontera clara; hay un escenario renovado, se corrió el telón”, dijo.
En expresiones del presidente uruguayo José ‘Pepe’ Mujica, describió la vertiginosa evolución de la tecnología de las comunicaciones y narró cómo se editaba un diario en el Chaco hace 30 años. Luego mencionó la irrupción de la TV por cable y cómo nuevos intereses “vinieron por los diarios del interior” con La Voz del interior en Córdoba, Los Andes en Mendoza y La Capital en Rosario como ejemplos. “Los editores del interior certificamos esos hechos”, apuntó.
Televisión tóxica
Fernández también indicó que el tema de Papel Prensa data de los 80 y “ahora reaparece”; sostuvo que la democracia argentina estaba en deuda con dos aspectos: la ley de entidades financieras y una ley que actualice la de Radiodifusión. En consecuencia valoró que “se abrieran las puertas para blanquear una realidad ineludible; el país se debe una televisión renovada y no una tóxica, propia de un negocio descarado y sin límites”.
“El libro de Luis (Lazzaro) hace a la federalización de la comunicación y no de Buenos Aires, tenemos que juntarnos y comprometernos por los intereses del nordeste”, afirmó.
Por su parte el subsecretario de Políticas Comunicacionales, Néstor Avalle, agregó que “lo que es de interés público no es cooptado por otros intereses”, y lamentó que el Congreso aún no pueda elegir al Defensor del Público, como lo prevé la Ley de Medios de Comunicación Audiovisual. “Recién la vamos a sentir nuestra cuando la hagamos nuestra”, subrayó al agradecer al autor por un aporte, al que calificó como “un legado”.
Fuente: Diario Norte