lunes, 30 de junio de 2008
La Nación destaca fallo de la Corte
Son varios los motivos que otorgan una especial trascendencia a la resolución del martes último en la que la Corte Suprema de Justicia falló en favor de la libertad de prensa. La amplitud de criterio que exhibió la Corte para aplicar la doctrina de la real malicia en un caso que trataba sobre una nota de opinión sobre funcionarios públicos es uno de los elementos destacables por su relevancia y porque sienta jurisprudencia. De aquí en más, esta sentencia de la Corte en el caso "Patitó contra diario La Nación y otros", sentará jurisprudencia y deberá ser aplicada en varios procesos contra el periodismo.
Otro mérito del fallo es que, al revocar las sentencias de primera y segunda instancia de los tribunales civiles que condenaron a este diario por un editorial de 1998 sobre la posible existencia de graves irregularidades en el Cuerpo Médico Forense (CMF), la Corte falló contra varios de sus propios funcionarios, pues el CMF, máximo órgano pericial del país, depende directamente de la Corte. En este sentido, la sentencia contribuye, desde la cabeza del Poder Judicial, a combatir la imagen corporativa que muchos tienen de la Justicia.
En efecto, el juicio comenzó a raíz de una investigación periodística de este diario, que reveló presuntos casos de irregularidades en varios informes periciales del CMF en sumarios resonantes de la década pasada. Una investigación judicial sobre algunas de esas presuntas irregularidades llevó a acusar e indagar a más de treinta médicos del CMF. Finalmente, fueron sobreseídos y algunos querellaron al redactor y al diario por daños y perjuicios.
Los jueces de primera y segunda instancia rechazaron el planteo contra el redactor y sus notas por considerar que se basó en fuentes y documentos judiciales, pero condenaron al diario por una opinión editorial basada en aquellos artículos.
Se trataba de un editorial crítico del CMF, como lo han sido muchos referidos a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, a la Corte, la AFIP, la Aduana y otros organismos e instituciones públicas y privadas que, eventualmente, no cumplan con su cometido. Se alineaba en la constante prédica en favor del mejoramiento de la Justicia y en la convicción del diario, pública y notoria, de que es necesaria una reforma judicial y un Poder Judicial autónomo, independiente, confiable y eficaz.
Precisamente, y en esta línea, otro hecho digno de destacarse es que, el mismo día en que la Corte se expidió en favor de la libertad de prensa y reivindicó el periodismo de investigación, también ordenó, mediante una acordada, efectuar una auditoría en el CMF debido a "la existencia de irregularidades" en éste, al tiempo que dio por concluida la labor del decano al frente del CMF.
Si bien un informe pericial sólo constituye un elemento más para que el juez se oriente al impartir justicia, en realidad, los avances de la ciencia han convertido los informes periciales en pruebas difíciles de refutar. De ahí la necesidad de contar con un CMF confiable, como propugnaba aquel editorial.
Decía el recordado maestro Bidart Campos que "la autocensura es hoy, aquí y en cualquier parte, tan perniciosa como las técnicas gubernamentales de menoscabo que la Constitución da por abolidas. A nuestra sociedad le toca ahora abolir esta forma nueva y moderna de inhibición y silencio forzoso." Felizmente, la Corte, última guardiana de la Constitución Nacional, ha puesto las cosas en su lugar y ha ratificado la adopción de la doctrina de la real malicia, que sostiene que, para condenar a un medio de prensa, es el denunciante quien tiene que probar que el medio tuvo conocimiento de que publicaba algo falso u obró con manifiesta desaprensión en su averiguación, lo cual ciertamente no era el caso, pues un juez investigaba los hechos, más allá del resultado de la investigación, imposible de conocer al tiempo de la publicación del editorial.
En cuanto a las opiniones, dijo la Corte que "toda expresión que admita ser clasificada como una opinión por sí sola, no da lugar a la responsabilidad civil o penal. Los debates ardorosos y las críticas penetrantes no deben causar temor". Y agregó que esto es especialmente relevante, cuando éstos se vierten en torno de asuntos de interés público, de gobierno o referidos a funcionarios públicos. La Corte entendió que la condena fundada en el editorial en cuestión constituyó una restricción indebida de la libertad de expresión y por ello debía ser revocada. De esta manera y sobre la base de jurisprudencia internacional, la Corte amplió la aplicación de la doctrina de la real malicia, en este caso, a una nota de opinión.
En momentos nada fáciles para el periodismo nacional, el máximo tribunal de la República ha dado un sólido impulso al más pleno ejercicio de la libertad de prensa mientras hizo gala de una real independencia y una clara ausencia de afanes corporativos.
“La existencia de los oligopolios y monopolios informativos son incompatible con la democracia”
Por: Carlos Walker
En declaraciones el funcionario dijo que “llegamos a Mar del Plata con las expectativas que recorremos todo el país en difundir la importancia de este inédito momento para la radiodifusión. La democracia cumple 25 años y hasta ahora no se ha podido sancionar una Ley democrática de Radiodifusión, seguimos con una de la Ley de la Dictadura”.
Destacó que “con la nueva Ley se trata de democratizar la Radiodifusión. La existencia de los oligopolios y monopolios informativos son incompatible con la democracia”.
Bulla explicó que “se está haciendo una ronda de consulta con reuniones públicas con distintos representantes de sectores de los medios. Se están escuchando todas las opiniones y el Poder Ejecutivo está elaborando un proyecto de Ley que será presentado próximamente en el Congreso”.
En tanto, estimó que “el proyecto podría ser elevado al Congreso en el mes de julio, dado el debate que se está dando ahora con el tema de las retenciones y demás, lo que nos hace pensar que no va a ser posible tratar dos temas importantes al mismo tiempo, pero sí, la idea es que llegue una vez que la Presidenta tenga solucionado este conflicto”.
Agregó que “es de esperar que los legisladores sean presionados por distintas vías. Por eso, el debate que se está dando ahora sobre las retenciones es como un buen ensayo general para la Ley de Medios”.
El Comité Federal de Radiodifusión (ComFeR) decidió, a través de la resolución 227, intervenir la grilla de los canales de la TV por cable con un nuevo ordenamiento.
La medida, firmada por el interventor del organismo, Gabriel Mariotto, afecta al Grupo Clarín, el mayor operador de televisión por cable en el país.
Entre los canales 2 y 15, las operadoras de cable deben en los próximos días incluir a los canales de TV abierta de su zona de influencia, a las señales de noticias nacionales -América 24, Canal 26, Crónica TV, C5N y TN-, a Canal 7 y al educativo "Encuentro".
En tal sentido, Bulla aseveró “las empresas del Grupo Clarín, que son Multicanal y Cablevisión, no han acatado la resolución del Comfer. Seguramente, tendrá que ir a la Justicia para dar sus explicaciones. El resto de las empresas de cable del país se han adaptado”.
Fuente: 0223.com.ar
Rubén Rada: "en marzo me retiro de los escenarios"
Por: Genoveva Malcuori - Belén Riguetti
Mi nombre es Rubén Rada. Soy cantante y compositor, que es lo mejor que hago. Todo lo demás es una casualidad.
En sus espectáculos logra reinventar y crear nuevos personajes. ¿Eso le insume mucho tiempo de creación?
No, el tiempo lo gastan los que tienen que desarrollar la idea. Para el espectáculo de ahora llamé a Omar Varela, que es un capo y un gran amigo. Antes contaba con "el Corto" Buscaglia, pero como ya no está con nosotros recurrí a Omar Varela. El hizo un Rada distinto, desde el lado actoral.
Hay cuatro actores arriba del escenario, incluyéndome a mí. Juntos creamos "El Reino de Rada", donde pasan cosas: al Príncipe Azul que lo encierran y vive haciendo locuras. El texto es muy loco y siempre se acompaña con una canción.
Pero la creación de un personaje implica también saber llevarlo, ¿no?
Eso lo hace el director.
¿Usted sólo lo interpreta?
El director me dice a mí cómo tengo que hacer y yo después le meto algunas cosas mías, pero el que me dice cómo caminar por el escenario, cómo decir tal cosa para que cause gracia es él, que es la persona que entiende de teatro.
¿Cuánto tiene un personaje de usted?
Yo soy Rada siempre. Me pinte de verde o de azul; cualquier personaje que haga siempre soy Rada. Cuando estaba en La Oveja Negra, también era Rada. Yo no soy actor, no sé crear un personaje.
¿Y eso también ocurre desde el punto de vista musical?
No, hay un cambio. Por ejemplo, el disco de "Richie Silver" no tiene nada que ver con "Bailongo". "Richie Silver" es un disco de rock de la época de los 60, y "Bailongo" es un disco de música latina, con candombe y cha-cha-chá.
El disco "Black" tiene candombe y todas esas cosas, pero tocado más con solos, largos, improvisando, mientras que otros discos son más comerciales. El disco "Cha cha Muchacha" es más comercial. Desde el primer tema hasta el último son canciones que te matan, muy pegadizas.
¿Ahí sí hay un cambio entonces?
Siempre hay un cambio. Los discos "¿Quién va a cantar", "Bailongo" y "Alegre caballero" son parecidos, porque apuntan a que la gente baile y se divierta. También están "Tótem", "El Quinto", "Richie Silver", "Black", "Montevideo I" y "Montevideo II", que grabé en EEUU y con músicos norteamericanos y africanos, todos con música distinta, con sonidos distintos.
Mis discos siempre son distintos, salvo esos tres que nombré, en los que busqué vender.
La palabra "comercial" a otros artistas les suena mal...
Sí, porque son uruguayos; el uruguayo tiene muchos temores. Vive pensando "¿A quién voy a molestar?", "Me estoy pasando", "Me estoy vendiendo", "Me estoy volviendo yanqui".
Yo logré hacer lo que quiero cueste lo que cueste. Sé que hay gente que me critica y dice "El negro cambió". La gente quiere que uno se quede cagado de hambre tocando en un boliche, sufriendo. Lo que tiene el uruguayo es que va metido para adentro: la bufanda, la ropita negra, está el "vamo' a cantarle al pueblo". Está bien, vamos a cantarle al pueblo, pero también tenés que comer y vivir.
Las personas que están arriba del escenario se visten idéntico a las que están abajo. Tenés al artista, de camisa negra, cantándole al que está abajo mirando, también de remera negra.
¿Puede tener que ver con la inversión que se hace
No, no tiene que ver con la inversión. Es una costumbre, porque el uruguayo no se banca ver al artista empilchado en el escenario.
Piensan: "Si puede decir lo mismo sin semejante pilcha". Pero no es así: el tipo está dando un show.
Si cuando nosotros vemos un espectáculo de otro país, quedamos sorprendidos...
¿Pero los uruguayos tenemos algo bueno?
Mucho. Lo único malo de los uruguayos es "emparejar para abajo"; querer que el que está al lado tuyo sea como vos, y si se fue para arriba y empezó a ganar más plata que no se olvide del barrio.
Eso es lo malo del uruguayo, y tiene que ver con el pueblo, porque se necesitan esos tres millones -contando esposas extranjeras y a los hijos nacidos en otros países- de familias uruguayas. Si fuéramos seis millones, podrías salir a la calle a vender figuritas y las venderías todas: venderías discos, vendrían empresas a crear cosas. Pero cada vez somos menos, y en la cabeza de cada uno de los jóvenes está siempre eso de en algún momento irse para algún lado. Nosotros, los viejos, tenemos que luchar para que eso no pase.
¿Usted se sacó los prejuicios para poder conquistar otros mercados, por ejemplo el argentino?
Me saqué los prejuicios acá en Uruguay. Yo soy uno de los artistas más criticados del Uruguay.
¿Por quién es criticado?
Por todo el mundo: la gente, la prensa, todos. Pero no me quedo en esa y salgo para adelante. Aparte, yo ya no soy más nada; no intereso en el ambiente. Soy un veterano guerrero de hace muchos años que aún está vivo. Nada más.
¿No quiere que las nuevas generaciones sepan de usted?
Se van a enterar. ¿Precisa hacer algo Charly? ¿Y Mateo? La juventud incursiona mucho más que antes metiéndose en Internet. El día que me muera todo el mundo se va a enterar de lo que hice. Y los que me criticaron van a hablar bien de mí.
Ahora hago "Rada para niños" y estoy pensando en divertirme, pero no estoy preocupado por qué van a decir. Hasta "Cha, cha muchacha" pensaba en eso.
¿Le hubiera gustado haber nacido después?
¡Sí! Me hubiera colocado en cualquiera. De hecho cuando hacía un programa que se llamaba "La puerta grande", en Tevé Ciudad, ahí fueron todos: Los Buitres, Trotsky Vengarán, El Príncipe. Pasaron todos los artistas por ahí. Y lo tuve que dejar porque ganábamos muy poco.
¿Se retira de los escenarios?
Sí, me retiro. Lo que hago es dedicarme a grabar discos, estar más cerca de mis hijos, que son músicos y muy buenos, juntarme con algún amigo a tocar la batería, a divertirme, a grabar discos pero no tocarlos.
Lo que me cansa es el escenario, los viajes, todo ese tipo de cosas y también ser patrón. Estoy harto de ser patrón, conseguir sonido, audio, luces, que los músicos estén bien, que esto, que lo otro, y si hay problemas solucionarlos. Quisiera subirme al escenario como un pinche más, como era cuando estaba con Tótem. Como patrón ganás más dinero, pero se sufre mucho porque yo vengo muy de abajo y me duele mucho el tema de ver cuánto pagarle a los músicos, ver si está bien o mal, pagar la oficina, los impuestos, etc.
¿Y eso opaca el disfrute arriba del escenario?
Efectivamente.
¿Y cuándo se retiraría definitivamente?
La idea es en marzo.
¿Va a haber un toque de despedida?
No. En marzo toco porque es el último contrato que tengo. No voy a hacer un recital de despedida, como tampoco hice un recital por los 10, 20, 30, 40 años de mi carrera; tengo 54 años de carrera y 64 de edad y nunca hice eso.
¿Quizás porque celebrar los años es una tendencia de ahora?
No, porque me parecía un latiguillo para ganar plata.
El Reino de Rada ¿Cómo es Rada para niños?
Este un espectáculo maravilloso, el cual estoy muy contento de hacer. Estoy muy feliz de hacer este espectáculo con Omar Varela que es un capo.
Yo que hago de rey y voy hilando todo el espectáculo sentado en el trono, desde donde voy hablando de los problemas del reinado. ¡Es muy divertido! Tocamos varias de las canciones que están sonando ahora como "Hay que lavarse los dientes", "Mamá yo quiero que me des la sopa" y una canción que escribió Omar Varela "El Reino de Rada". También entran los tambores a la platea y se divierte mucho la gente.
La ropa del espectáculo es muy buena. Yo me tuve que dejar la barba para hacer de rey.
Estamos muy contentos, las primeras funciones la gente se divirtió mucho. Yo tenía miedo de que fuera un poco larga la obra porque tenía mucho texto, pero no fue así.
¿Cuándo arrancó su nuevo espectáculo?
El espectáculo empezó el sábado y domingo 21 y 22 de junio pero fue una presentación hecha para invitados, gente del INAU, chicos de las huertas, hijos de las empresas que auspician el espectáculo y de los familiares de los músicos y con toda esta gente aunque parezca mentira llenamos el teatro Moviecenter. ¡A los uruguayos les gusta mucho pedir entradas!
¿Tiene otro sabor hacer un espectáculo para los chicos del INAU?
Para mí no es ninguna diferencia. El niño que paga y el niño que no paga es un niño que va a disfrutar, y mi show es idéntico para los dos con todas las luces, con todo el sonido, con todo el amor del mundo. Si yo que he vivido una vida de pobreza no hiciera eso, no entendería nada de la vida. Los shows son iguales, así haya en juego 100 mil dólares o si fuera gratis. Me da mucha alegría colaborar, hacer cosas para los niños que es lo más difícil que puede pasar.
Hoy día con la vanidad de querer tener todo, un chico si quiere un disco se lo graba de la computadora. El consumo es tan desesperante que la gente no se banca "no tener" el último disco de Charly o del que sea. Yo tuve mi primer disco de Los Beatles después de 4 años de que salieron Los Beatles.
Desde el escenario, cuando actúa para esos niños que no se pueden pagar una entrada, ¿ellos reaccionan distinto?
Es igual todo. De repente hacés un chiste inteligente que ese niño no lo entiende y el que pagó, el que va a la escuela, el inteligente lo entiende o puede pasar al revés, para mí es igual.
Hay niños pobres inteligentes y niños ricos inteligentes, medianos, clase media, la inteligencia no corresponde al nivel que tengan.
Fuente: La República
"Antes que la norma hay que definir qué TV digital se busca"
Después de una publicitada ronda de pruebas con los diversos consorcios oferentes de normas para la futura televisión digital, a fines del año pasado, el gobierno hizo un silencio de radio sobre el tema. En principio, se comunicó oficiosamente que la norma elegida había sido la europea DVB, pese a que a fines de los '90, durante el gobierno Menem, se había optado por la norteamericana ATSC. En el borrador del actual proyecto de Ley de Radiodifusión se toca muy tangencialmente el tema.
Ahora, pese a que los EE.UU. inaugurarán su televisión digital el año que viene, y Europa un año después, se comenta que América latina sólo a principios de la década del '20 estará en condiciones de hacerlo. Dialogamos sobre todos estos temas con Jorge Rivero, presidente del Consejo de la Televisión Digital (DTV Council), la primera asociación argentina dedicada a asesorar sobre este tipo de tecnología.
Periodista: ¿A qué se debe el silencio, desde diciembre del año pasado, en el tema de la televisión digital?
Jorge Rivero: El gobierno se dio cuenta de que no se podía seguir hablando de elegir una norma de TV digital terrestre (por aire), sin replantear todo el escenario de la radiodifusión. La nueva tecnología digital permite realizar demasiados cambios en los servicios de lo que aún llamamos «radiodifusión», y la vigente ley no los contenía. No es tan importante «cúal» será la norma técnica a adoptar sino saber qué queremos hacer con ella. Las tres proveen «alta definición», pero no se pueden regalar los 6 Mhz. de ancho de banda necesarios para trasmitir 1 canal de HD (en el que hoy se transmite 1 canal analógico), cuando se podrían aprovechar para transmitir 4 canales de SD (definición standard), diversificando la oferta de información y multiplicando la producción de contenidos, lo que deriva en la democratización de la cultura y la eliminación de los monopolios informativos.
P.: Si el gobierno ya eligió, entre bambalinas, la norma europea DVB, ¿a qué atribuye usted que no lo comunique?
J.R.: Bueno, era evidente la necesidad de una nueva Ley de Radiodifusión. Si usted analiza el proyecto de Ley, este se enfoca en todo lo que es posible con DVB, soslayando otras capacidades o posibilidades de las otras normas. Esto deja en claro que no hace falta comunicar la norma, sabiendo leer entre líneas está implícita.
P.: Lo que se dice en el proyecto tiene que ver con que no se asignaran los 6 Mhz de banda para Alta Definición sino su particion de 1,5 Mhz por licenciatario. Esto es bueno por un lado para evitar la concentración pero, ¿no se está privando a la Argentina de Alta Definición?
J.R.: No. Si consideramos los indicadores de ventas de monitores de HD en los países que cuentan con estos servicios, veríamos que es bastante bajo aún, y tengamos en cuenta que estos indicadores son muy mentirosos, también. Cuando hablan de ventas totales de monitores HD, no todos van a los hogares, los sectores corporativos para sus empresas, eventos y el mismísimo comercio, decoran sus ambientes con ellos. Por ejemplo, Phillips acaba de vender 200 LCD a un Sindicato (que inaugura un hotel propio), pero no por eso podemos decir que 200 familias más tienen HD en Argentina. Hay que tener cuidado con usar los totales de ventas y proyectarlos a familias, que multiplicado por 4 integrantes cada una, arrojaría (en este caso simbólico), 800 personas mas con HD. Los números se manipulan, hay que leer con cuidado.
P.: Entonces, no habrá HD de todas maneras.
J:R.: La Argentina no tiene posibilidades, con los precios actuales, de llevar monitores HD a sus 10 millones de hogares en un plazo prudencial que justifique adoptar un servicio de Alta Definición. Solo 11% de la población integra el nivel socioeconómico ABC1 (alta y media-alta), que es el que, hoy por hoy, puede realizar un gasto o inversión de tal magnitud. Los niveles socioeconómicos C2 (media-media) y C3 ( mediabaja) representan 35% de la población, están muy endeudados, en ellos impacta mas directamente la inflación, licuando salarios, y una compra en cuotas mediante tarjeta no les es posible (no les entra en los cupos) y de contado aún menos. Para los niveles socioeconómicos D1, D2 y E, que integran 54% de la población, un monitor de Alta Definición, es imposible ( inclusive, en 2 tercios de estos casos, será imposible para siempre). Esta extensa explicación redunda en graficar el concepto de que no hay posibilidades reales de atender a nuestra población con un servicio de Alta Definición, entonces, ¿para que priorizarla?
P.: ¿Y dónde se verá HD?
J.R.: Habrá servicios pagos de HD a través de las plataformas de servicios de TV por Cable y por Satélite, que las empresas pueden brindar a su criterio, y en la norma que deseen. Justamente, la gente que puede pagarse estos servicios de cable y/ o satélite, es la que también, en parte, puede pagarse monitores HD. Cómo se verá, no se priva a la Argentina para nada de la HD, por el contrario, aquellos que puedan pagarla, la tendrán de sus proveedores privados. Pero los que ganarán serán aquellos que no pueden pagar un servicio de cable o satélite, porque podrán acceder a una cierta cantidad de canales nuevos de TV Digital, no limitándose solamente a los actuales canales abiertos en analógico. La parte de la población con menos recursos, gozará mas que nadie de la nueva TV Digital Terrestre (por Aire), porque esos mismos canales y contenidos, ya están incluidos en el cable y el satélite.
P.: ¿Cómo es la ley en otros países con respecto a este punto? Quienes transmitirán en Alta Definición concentrarán poder al contar con cuádruple partición de banda?
J.R.: Sería muy largo relatar «cómo» es o será esto en otros países, pero en la Argentina el ancho de banda del espectro asignado para la radiodifusión no es propietario para el licenciatario, esto es, es una licencia de uso específica, no puede hacerse con ella lo que se quiera, y por ende, una licencia para un canal es sólo eso. En EE.UU. mayormente, se tramiste 1 canal de HD y 1 de SD en un mismo canal de 6 Mhz., pero, es exactamente el mismo contenido en sus dos versiones. En Europa, los 8 Mhz de ancho de banda de la canalización, se usan para un multiplex, y así poder transmitir varios canales distintos. En definitva, las distintas normas permiten diversas configuraciones de transmisión, el tema es siempre qué modelo de TV quiere cada país. Brasil eligió priorizar la HD, a sabiendas que más de 60% y hasta 70% de su población jamás tendrá acceso.
P.: Los EE.UU. producirán su apagón analógico el año próximo, Europa en 2010, y se dice que en América latina tardaría hasta 2020. ¿Esto es así?
J.R.: Así parece. Aunque con respecto a Latinoamérica, aún no podemos precisar ninguna fecha de apagón, cuando todavía ni despega el tema.
P.: ¿Cómo está la situación en Brasil con el sistema japonés? ¿Tambien tardarán hasta el 2020 o los japoneses agilizarán la transición?
J.R.: En Brasil la situación es muy particular porque adoptaron un sistema que, por priorizar la HD y por ser único en el mundo, tiene los set-top-box (cajas receptoras-demoduladoras) mas caras existentes. Cabe acotar que Brasil generó una norma técnica propia, aunque basada en la norma japonesa. Brasil transmite en MPEG-4, cuando Japón lo hace con MPEG-2, por ejemplo. Los japoneses impulsan la adaptación brasileña en América, por cuanto tienen royalties a su favor, aunque podríamos decir que lo que Brasil está implementando es una norma cuasi propia.
Entrevista de M.Z.
Fuente: Ámbito Financiero
Derecho de imagen
Me dirijo a los Medios de Comunicación para poner en su conocimiento que mi imagen es mía y yo soy exclusiva dueña de ella. Los derechos de mi imagen son personalísimos y no se puede hacer uso de mi imagen sin mi consentimiento, salvo en los casos en que la ley exceptúa este derecho, lo cual no corresponde a los hechos ocurridos este viernes último.
Me acerqué al camarógrafo instalado en la vereda de enfrente al restaurante en el que me encontraba cenando con un grupo de amigos, para pedirle su nombre y saber para qué medio trabajaba, además de indicarle que no me siga filmando porque yo no estaba prestando consentimiento para ello. No sólo no me respondió, sino que me siguió filmando sin bajar la cámara ni por un momento.
Esto es una clara violación a mis derechos constitucionales.
Estar en un lugar público no significa perder los derechos de imagen e intimidad, sobre todo si uno está cenando tranquilamente en un restaurante con amigos, lo cual de por sí deja en claro que uno no tiene intención de manifestarse públicamente.
El Sr. Omar Chabán tiene los mismos derechos que cualquier ciudadano, según lo dispone la ley.
Si el estado de derecho fuera respetado, los Medios de Comunicación que lucran infringiendo este derecho de imagen o cualquier otro, debieran ser sancionados. No es excusa ampararse en el derecho de .libertad de prensa y expresión si ello conlleva al abuso de este derecho, violando la imagen y la intimidad de las personas.
Tal como lo expuse en ese mismo momento, voy a emprender acciones legales para proteger mis derechos, y espero que la Justicia no haga oídos sordos a la violación que se evidencia en el hecho.
Les agradezco que respeten mi derecho a réplica y publiquen esta carta.
Los saluda atentamente.
Katja Alemann
La otra final
Treinta años después de aquella final en la que el seleccionado argentino derrotó al holandés por 3 a 1 y se consagró campeón mundial de fútbol, los organismos de derechos humanos argentinos que integran el Instituto Espacio para la Memoria organizaron ‘La Otra Final: el partido por la vida y los derechos humanos'.
Jugadores de las selecciones juveniles de Argentina, representantes de esos organismos y algunos de los ex jugadores que obtuvieron la Copa del Mundo en 1978 jugaron un partido que terminó 1 a 1 pero que, además del resultado anecdótico, inundó de emociones al estadio mundialista.
Todo comenzó poco después del mediodía en el predio de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), en donde funcionó uno de los mayores centros clandestinos de detención de la última dictadura militar argentina (1976-1983). Desde allí, se inició una marcha que recorrió las pocas cuadras que separan a la ESMA del estadio de fútbol del club River Plate, en donde se jugó la final del Mundial ‘78. Los organizadores explicaron que la jornada en homenaje a los treinta mil detenidos-desaparecidos había sido pensada como "un acto de desagravio hacia quienes fueron víctimas de esa dictadura, a la sociedad en su conjunto y al deporte".
Cortina de humo
Ana María Careaga es directora ejecutiva del Instituto Espacio para la Memoria, una institución pública pero autárquica y autónoma, integrada por organismos de derechos humanos como Abuelas de Plaza de Mayo, H.I.J.O.S., Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y el Servicio de Paz y Justicia, entre otros. Mientras participaba de la movilización hacia el estadio, en declaraciones a Radio Nederland, Careaga explicó: "Lo que queremos recordar es que el Mundial de Fútbol del '78 fue utilizado por la dictadura para tapar los crímenes que se estaban cometiendo a lo largo y a lo ancho del país. Era un país subterráneo, sembrado de campos de concentración, y los militares utilizaron un deporte muy caro al sentimiento del pueblo argentino como es el fútbol para tapar lo que estaba pasando".
Entre los que encabezaron la marcha portando la enorme bandera con las fotos de los desaparecidos estaba Adolfo Pérez Esquivel, titular del Servicio de Paz y Justicia y Premio Nobel de la Paz en 1980. En referencia a la situación actual de los derechos humanos en Argentina, Pérez Esquivel explicó: "El gobierno de Kirchner tuvo la voluntad política de anular la impunidad, las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Eso es positivo. Pero en cuanto a la política de derechos humanos, actualmente hay graves violaciones. La venta de tierras, la expulsión de los pueblos indígenas de sus territorios para dárselos a las grandes empresas transnacionales... Ahora no tenemos a la dictadura, pero ese mismo proyecto de dominación continúa hasta el día de hoy".
"Allí están las organizaciones, entrando a este estadio en donde se jugó esa final y donde hoy se juega la otra final". Al llegar al estadio, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo fueron recibidas con un emotivo aplauso, mientras caminaban alrededor de la cancha mostrando las fotos de sus familiares desaparecidos. "Es un momento muy fuerte y eso es lo que reconforta. Porque las Madres seguimos de pie, desde ya, pero cada vez somos menos... Pero sabemos que esa posta en algún momento la vamos a pasar. En algún momento, porque las locas todavía seguimos de pie, eh", cuenta Tati Almeida, integrante de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
Otra versión de la historia
Esta vez, a diferencia de lo que ocurrió hace 30 años, no hubo banda militar que interpretara el Himno Nacional Argentino antes del partido. Pero el ritual que se repite en cada encuentro internacional se cumplió de otra manera: antes de comenzar a jugar, se escuchó la versión que Charly García, uno de los artistas más importantes del rock nacional, hizo del Himno.
Mientras los jugadores se preparaban, los asistentes recordaban cómo y dónde habían vivido la final del Mundial '78. "Yo estaba festejando en las calles, muy enceguecido, muy tonto, en este país en el que los medios de comunicación nos decían que no pasaba nada, que era falso lo que se decía en Europa, en Holanda por ejemplo, sobre el tema de los derechos humanos. Y me creía todo lo que decían nuestros medios y confiaba en que vivíamos en un país tranquilo, sin darme cuenta de lo que ocurría, pero por idiota. Treinta años después, estoy acá, arrepintiéndome de aquello y avergonzado por haber salido a festejar ese Mundial", confiesa Pablo Llonto, abogado, periodista y autor del libro ‘La vergüenza de todos', una investigación que refleja la manera en la que la dictadura encabezada por Jorge Rafael Videla utilizó la Copa del Mundo del '78 para ocultar los crímenes que cometía. "Pero estoy contento porque, por primera vez en 30 años, algunos jugadores de aquel equipo van a estar hoy en esta cancha haciendo una reflexión parecida a la que yo hago y a la que hace una gran parte de la sociedad", agrega Llonto.
Campeones
Los dos equipos, que vistieron la camiseta argentina, estuvieron integrados por jugadores de las selecciones juveniles, miembros de organismos de derechos humanos y sobrevivientes de los centros clandestinos de detención. Pero también participaron algunos ex campeones del Mundial '78, como Leopoldo Jacinto Luque, quien aseguró: "Yo vine porque di la palabra y porque yo no tengo absolutamente nada que ver con esto, porque yo no armé una junta militar. Yo lo único que armé en mi vida fueron jugadas de gol. Si yo me hubiese enterado de lo que pasaba, no sé, tal vez no hubiese jugado el Mundial. Pero eso lo digo ahora".
Otro de los integrantes de la selección argentina que ganó la Copa en 1978 fue René Houseman. Aunque no pudo jugar debido a una lesión, Houseman siguió atentamente el partido desde el banco de suplentes. "No lo tomo como una reivindicación, porque nosotros no hicimos nada, solamente salir campeones del mundo. Nosotros no cometimos ningún crimen, no hicimos desaparecer a nadie. Jugamos para nosotros, para el pueblo argentino, no para los militares. Pero hoy vine porque esta gente se merece que uno esté aquí. Por el dolor de las Madres, de las Abuelas, se merece estar", dijo Houseman a Radio Nederland.
Ausencias y presencias
"En este momento, la bandera está pasando frente al palco oficial, donde hace 30 años estaban Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera,...". Mientras el locutor nombraba a los dictadores que vieron en el estadio la final del Mundial hace 30 años, el público silbaba. Esta vez, el palco oficial estuvo vacío. Unos metros más abajo, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo seguían con atención un partido que terminó en empate. Al término del encuentro, el locutor anunció el resultado, que tuvo más contenido simbólico que deportivo:‘Argentina 1 - Argentina 1, no podía ser de otra manera'. La tarde siguió con recitales de varios artistas populares, encargados de cerrar una jornada que reivindicó la memoria y renovó el reclamo de justicia.
A modo de homenaje, una de las tribunas principales del estadio permaneció vacía. Allí, una enorme bandera rezaba: ‘30.000 detenidos-desaparecidos: presentes". Como sucede cada vez que se recuerda a las víctimas de la dictadura militar, el público lo reafirmaba con su voz: ‘¡Ahora y siempre, ahora y siempre, ahora y siempre!". En este estadio mundialista, en esa tribuna sin público, la ausencia se hizo presencia.
Fuente: Radio Nederland
Observan la falta de rigurosidad de los Observatorios de Medios
La parcialidad de un trabajo académico que produjo la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) sobre algunas coberturas mediáticas del conflicto entre el Estado y el campo, pone en evidencia la falta de rigurosidad de los Observatorios de Medios y también en duda ese tipo de metodología que parece apuntar al control de los contenidos periodísticos.
Si se analiza con cierta profundidad el trabajo en cuestión puede concluirse, casi de modo indubitable, que hace gala, al menos, de tantos prejuicios y subjetividades como los que, desde el mismo, se les endilga a los medios relevados, Clarín, La Nación, Página 12 y Crítica de la Argentina.
La evaluación -a la que tuvo acceso la agencia DyN- apunta a describir y a analizar cómo cubrieron esos diarios durante la primera mitad de junio lo que se presenta sin tapujos, ya desde el encabezamiento, como "la crisis registrada entre las entidades patronales del agro y el Estado Nacional".
¿Por qué llama la atención el lenguaje empleado por el equipo platense desde el mismo título de esta pretendida observación imparcial? En principio, por dos miradas contradictorias que surgen del mismo trabajo, que dejan demasiado descolocados a sus autores en cuanto a su intencionalidad.
En primer lugar, porque resulta extraño que se use para describir el conflicto la palabra "crisis", utilizada según el Observatorio de modo recurrente por el diario La Nación, y así se la critica, ya que a través de la misma "se intenta transmitir la idea de que todos los indicadores económicos están empeorando". Por otro lado, porque mientras el equipo de analistas destaca que Página 12 es un diario al que se define como de "clara intencionalidad favorable... a las posiciones del gobierno" y comenta que utilizó como ningún otro la expresión "empresarios del agro", emparentada con los términos "lockout" o "boicot", por otro, el Observatorio emplea la misma construcción para definir a una de las partes, lo que lo coloca transitivamente debajo del paraguas de una de las posiciones. Ante tamaña evidencia, se desprende que no guardar las formas de la imparcialidad en un Informe pretendidamente científico más que extraño parece infantil.
Sin embargo, y ya desde el fondo de la cuestión, el punto más controvertido del manifiesto platense es que para hacer el seguimiento de las noticias, junto a un análisis cualitativo de las mismas, el Observatorio no ha tomado en cuenta -y ni siquiera lo ha mencionado- el concepto de libertad de prensa, quizás una antigualla que parece querer reemplazar por cierta observación subjetiva, a la que se define como la "intencionalidad" de cada medio.
Esa libertad, que para la UNLP parece no existir, es todavía, sin embargo, el sustento de la profesión periodística, un valor que todos quienes la integran resguardan tanto como la búsqueda de la verdad, otro concepto que para los autores del trabajo tampoco merece comentario alguno.
Este último punto sí podría emparentarse con el concepto de "intencionalidad", ya que toda verdad es relativa debido a los tamices de cada sujeto, pero nunca el irrenunciable concepto de libertad, como sustento de la expresión. Salvo que se haya decidido arbitrariamente dejarlo de lado, porque se lo considera una pantalla que cubre los intereses de las empresas, aunque bien habría valido la pena que se explicite el punto para poner boca arriba las cartas de las preferencias por los pensamientos regimentados.
En cuanto al lenguaje que emplea el Observatorio, allí también hay mucho de subjetividades y de prejuicios. En algunos casos con supuestos que no se prueban, al estilo de "se intenta transmitir la idea..." o "se percibe la intención...".
Como un acierto del trabajo puede mencionarse el conteo que se hizo de "las fuentes, actores y sujetos" que respaldaron a cada medio, lo que se juzgan insuficientes y sobre todo parciales, trabajo que le sirve para concluir que "la sociedad careció de información amplia, plural y de voces suficientes", salvo en el caso de "Crítica..." que, según el trabajo, construye así "una mirada diferente sobre los acontecimientos".
Si de dudar de las intenciones se trata, puede que no haya sido la intención, pero un Informe armado de esta manera resulta funcional a los autoritarismos y les sirve como pantalla ideal para acusar a la prensa o quizás para desanimarla y condicionarla, con el propósito de acallar las críticas y hacerla dócil. Sin embargo, lo que el Observatorio no consigue observar es que, con todos sus defectos y asignaturas pendientes, pero gracias a esa libertad que ningunean sus expertos de laboratorio, la ciudadanía -el verdadero contralor de los medios- ha sido anoticiada del modo más plural posible sobre los hechos, personajes y circunstancias del conflicto y alertada además sobre las consecuencias de los pasos que viene dando cada uno de los actores. Y esto no es poco, para estos tiempos de tanta confusión conceptual.
sábado, 28 de junio de 2008
La crisis y la libertad de prensa
En este punto aparece la verdadera dimensión institucional de la libertad de prensa, donde la pluralidad de los medios puede dar lugar a visiones diferentes pero que de una forma u otra permiten observar el valor de la información en una sociedad libre.
Esa comunicación ha demostrado en primer término que la profundidad de la crisis tiene alcances históricos, en cuanto sigue sin resolverse el viejo dilema entre el centralismo y el interior, reiterado finalmente por un presidencialismo que pretende ser hegemónico, por más que con legitimidad de origen. En sus manifestaciones del último medio siglo, pudo alcanzar a serlo y por ello llegó a adueñarse de la casi totalidad de los medios de comunicación del país, dependientes de un departamento de Gobierno, con el testimonio de una comisión parlamentaria -Comisión Visca- que en una semana clausuró 24 diarios.
Fueron tiempos aciagos, al igual que el de las dictaduras que impusieron censuras innumerables para ocultar la realidad. El centralismo que ha desarmado en lo económico el modelo de coparticipación federal para hacerse del poder económico decisivo de las provincias es actualmente el motor del conflicto, pero la realidad social y el modelo de globalidad internacional le ha impedido el control de los medios de comunicación.
No obstante, en pleno conflicto de los 100 días la Presidenta, con la notoria colaboración de su esposo, produjo una serie de decisiones tendientes a presionar sobre los medios, eludiendo los compromisos internacionales sobre libertad de expresión, que incluyen la de opinión entre los derechos humanos. La manipulación de la publicidad oficial y la prometida Ley de Radiodifusión analizada en espacio cerrado, así como el observatorio estatal sobre discriminación en los medios, son testimonios de avances que afortunadamente no han logrado silenciar a los medios independientes. Una vieja deuda es la sanción de la ley de acceso a la información pública que desde hace años está perdida en el laberinto parlamentario por acción de la mayoría sometida a la voluntad presidencial y mediante la cual sería posible constitucionalmente conocer la trastienda de las decisiones gubernativas, muchas de las cuales se amparan en los numerosos superpoderes del hiperpresidencialismo.
Si el personaje se corresponde con el estilo de su gestión, bastaría señalar el rechazo presidencial con la prensa, explicado por el secretario de medios, al afirmar que “el periodismo ha dejado de ser intermediario en la comunicación con la ciudadanía”.
Fuente: La Gaceta
jueves, 26 de junio de 2008
Kirchner criticó, pero él y su medio...
Hoy a seis años Kirchner podría haber dicho algo, pero eligió otro tema:La agencia oficial de noticias K se mimetiza con las históricas posturas de "La Nación": no importa la causa sino la consecuencia y a los que afecta y habla de "caos" en el tránsito:
Allá vamos!
El encuentro se hará el sábado a partir de las 9 en la Sala de Intendentes del Museo de la Ciudad "Casa de Hernández", ubicado en Peatonal La Florida esquina Alvarado.
Los organizadores informaron que las reuniones estarán divididas en dos etapas. La primera (que se hará por la mañana), será una charla debate abierta al público.
En la actividad participarán referentes de los sindicatos y círculos de prensa de Rosario de Santa Fe, Córdoba, San Luis, Tucumán, Mar del Plata, Jujuy y Salta.
Por la tarde se hará una reunión entre la Comisión y algunos periodistas locales para abordar los últimos casos de ataque a la libertad de expresión.
Se informó que también se propuso incluir en el debate la vigencia y el ejercicio de la Ley 12.908, que refiere al Estatuto del Periodista Profesional y del Personal Administrativo de empresas periodísticas.
Bienvenido conflicto a pesar de todo...
Bienvenido…
No todos los conflictos traen transformaciones. Pero no hay transformaciones sin conflicto. Los llamados al diálogo son valiosos. Pero sin confrontación no hay democracia. La idea de que racionalmente se puede gestionar una sociedad desigual es una fantasía no democrática. Y, muchas veces, antidemocrática.
No es menos cierto que una sociedad compleja requiere una combinación certera amplia y valiente de (con) frontaciones y consensos, de debates y embates.
Pero en todo caso, bienvenido conflicto. A pesar de todo. (Una vez escribimos aquí mismo: "no a la violencia, sí a los conflictos". Hoy podemos decir: sí al diálogo, no a la pretensión de "licuar" los conflictos)
No es un escenario fácil. Pero nos enfrenta a los límites (de tiempo, de los procesos, de la relaciones de fuerza, de los actores, de nosotros mismos, incluido el límite de saber quién es "nosotros" en el conflicto). Y, enfrentándonos a los límites nos pone frente a las posibilidades efectivas, reales. Frente a esa frontera de lo posible que, si de política se trata, de ética y de historia, hay que correr.
Que el eje distribución de la riqueza esté presente como un elemento en el debate -más allá de las posiciones de los actores y la disposición diferente a abordarlo en los hechos- es sin duda un signo de los tiempos. Dibuja algo del campo político y de la situación que vivimos. Bienvenido sea.
Definir el conflicto, pero conflictuando las definiciones. Re-definir y re-conflictuar: nombrar de nuevo para luchar otra vez. Tal la tarea política, social, ética, histórica que toca. A diferentes escalas, pero esa es, al fin.
Bienvenido conflicto. A pesar de todo
Qué miradas, qué palabra, qué repertorios para hablar-analizar-intervenir en el conflicto
Obviamente no es fácil. Pero un abordaje de un conflicto tan "manoseado" y al mismo tiempo tan significativo, exige un esfuerzo extra si no se quiere agregar banalidad al debate o "desequilibrio en contra" a las relaciones de fuerza.
- El esfuerzo de verlo-nombrarlo-debatirlo-intervenir desde los intereses de los sectores populares, evitando las falsas dicotomías, superando el modo en que se configuran a primera vista las opciones y los actores. Desafío complejo, ya que justamente en la misma disputa hay que "ubicar" al pueblo y construirlo. No se trata de un actor "que ya está" y entonces, luego, actúa. Se trata de una acción en el conflicto que también es disputa respecto de "quiénes son y dónde están" (más aún, quiénes representan) el pueblo.
- La necesidad de verlo-nombrarlo-debatirlo-intervenir en perspectiva histórica y en la propia dinámica del conflicto, referenciándolo en la secuencia social, política, que vivimos, donde se juega el sentido comunitario de la política y de la sociedad para los próximos años. Saberlo historia, sentirlo proceso, hacerlo dinámica, entenderlo compromiso y sentirlo responsabilidad. Abrirlo historia, comprenderlo habilitante.
- La exigencia, obvia pero no sencilla de verlo con ojos, pensamiento y predisposición fuerte y marcadamente política, remontando las fuertes cosificaciones, simplificaciones y enredos que plantean tanto el sentido común -al que fácilmente todos tendemos- como la fuerte filtración y enrarecimiento de ese sentido común por parte de los medios de comunicación, que hoy son el engranaje central de las dinámicas de despolitización. Hacerlo, entonces, tarea más que protesta.
Aquí -y así- estamos. El aquí, el ahora y el nosotros que se recorta en el conflicto
En una mirada que sume las perspectivas antes mencionadas, podemos decir que:
A partir de la secuencia abierta en 2001, la sociedad argentina y en particular los sectores trabajadores, desocupados, los pobres, pudieron intervenir en la relación de fuerza y en un escenario de ruptura entre las diversas fracciones dominantes, volcando relativa y parcialmente la balanza y aportando a que la salida de la crisis fuera tal, que presentara para nosotros una escenario más o menos favorable a pesar de las profundas asimetrías.
- En términos políticos, una salida democrática.
- En términos económicos, si bien una devaluación con una gran transferencia de recursos en desmedro de los sectores populares, predominio de un modelo más sesgado hacia lo productivo que hacia la especulación financiera.
- En términos de reglas de juego y consensos generales, se abrió una brecha en el consenso "duro" neoliberal, con una reentrada de la política, del rol del Estado, y un ánimo de recomposición de la comunidad política y social en un lenguaje no neoliberal. En este marco, podemos decir que los sectores populares:
- Logramos abrir más oportunidades (sociales, económicas, políticas) que las que estábamos con posibilidades de asumir y aprovechar: conservamos la democracia, reinventamos el Estado, acotamos las posibilidades de criminalización de las protestas y la represión, abrimos la posibilidad y la exigencia de que el Estado -aunque sea parcialmente- se reconstituya como un actor. Reingresamos la política y el poder a la agenda.
- Tienen, tenemos, más fuerzas que las que se están utilizando: acá se manifiestan las serias dificultades de articulación, la fragmentación persistente, las herramientas políticas limitadas para intervenir en la conducción de los escenarios que se abren. Incluidos los límites de los liderazgos.
- Ante un escenario que combina un alivio respecto a la crisis-catástrofe de la que venimos, se perfiló una "ventana de oportunidad " que tiende a mostrar sus límites (inflación, dificultades para la renovación política, reingreso de ideas del capital concentrado), de manera que ciertamente necesitamos más fuerza de la que tenemos.
El primer punto supone unos márgenes que más o menos se conservan pero hay que ampliar. El segundo unas brechas que en todo caso urge achicar. El tercero unas exigencias que es indispensable atender. Sobre todo, un conjunto riguroso y flexible a la vez, de tareas colectivas.
Lo que se define en la discusión, no es lo que se está discutiendo
La esfera pública, la consistencia de las conversaciones y debates que una sociedad puede darse está en juego y queda a la vista en este conflicto.
El mismo viene recortando además, en su desarrollo, todos los contornos de las relaciones y núcleos del poder y de las fronteras entre intereses y actores que se van constituyendo en esta etapa pos-catástrofe.
Quién discute, cómo discute, dónde se discute. Quiénes aparecen como intocables, impresentables, inaudibles o sordos.
"Lo" que se discute, sin embargo, no es equivalente a lo que está en juego en la discusión. Lo que está en juego es mucho más.
Estamos debatiendo y definiendo sobre:
La legitimidad y los márgenes de posibilidades de la intervención estatal en la economía y en el mercado. Especialmente en relación a la renta extraordinaria de algunos sectores, y de cara a su función de redistribución de esos recursos.
Los modos de protesta legítimos de los más débiles y los modos de "apriete" de los ganadores. Hemos tenido en esta secuencia momentos insultantes en que se tiraron alimentos en las rutas. Ya se ha dicho: muchos de los que se escandalizan o argumentan o se conmueven con el crecimiento de la pobreza, no levantaron su voz al ver esto.
La consistencia real de la distribución de la riqueza proclamada y reclamada, allí donde implementarla supone necesariamente diversas formas de intervención estatal en la vida económica. Se esgrime desde una parte de la sociedad la idea de un Estado que no se meta con los ganadores, y la "propuesta" - presentada como "utopía" y mencionada como "federalismo"- de un país "atendido por sus propios dueños". Ya lo vivimos con los ganadores de los ´90. Algunos se plantean por qué no hacer otra década igual, con otros actores. Alguien señalaba hace ya unos meses, antes de que este ciclo de lock out se desplegara, que el "que se vayan todos" había perdido predicadores, pero no creyentes. Lo mismo puede decirse quizás del "deme dos". Predicadores que han vuelto, y aggiornados además.
En última instancia, está en juego justamente lo que se puede y debe discutir y afectar, y lo que no. Es un gran avance -frágil en sus logros, pero avance al fin- en los tópicos del debate político, el hecho de que la distribución de la riqueza se haya vuelto un tema ineludible de la agenda pública. Unos y otros actores vuelven sobre el tema. Lo que se disputa, en todo caso, es quiénes y cómo aportan los recursos, por qué, a través de qué mecanismos y en qué medida. El otro tema de debate es en qué, con qué mecanismos y con qué procedimientos se aplican los fondos re-distribuidos.
Quién está presente y re-presentado en el debate: qué actores, qué intereses, las medidas y políticas que afectan o involucran a quiénes o los afectados por cuáles temas. Quién representa a quién y quiénes son "presentables". Y a quiénes no.
Las posibilidades y atributos para la acción y la transformación por parte de los diferentes niveles y poderes estatales –nacional, provincial, municipal, ejecutivo, legisladores, justicia.
Y, cómo limitar-disciplinar y encuadrar política y democráticamente a los sectores que más ganan, los sectores más concentrados y los poderes fácticos.
Abanico del los desafíos populares y democráticos que reaparecen en esta etapa con nuevos contornos. Desafío de la democracia misma: cuán permeable es al lobby, cuánto a los intereses de los sectores populares. Menudo tema para celebrar los 25 años del final de la dictadura.
Agrandar la arenas, ampliar las agendas, multiplicar los actores. Adensar políticamente el momento
Muchos esperan que el conflicto termine. Pronto. Puede que estemos o no ante los últimos días del conflicto. Pero, algo está claro: no es, no será el último conflicto. En términos de distribución de la riqueza es de alguna manera el primero, el más significativo de la etapa que vive el país. Otros vendrán. Laten ya en éste. Así que más vale aprender. Y, seguro, adelantarse a ver los escenarios siguientes.
Ver las arenas donde se debate, las agendas de temas en juego, los actores que intervienen, que se dibujan como en un ejercicio general para la etapa actual y venidera. .
Vale "estudiar" este conflicto porque contiene los rasgos de próximas batallas. Estudiar. Preguntarse. Interrogarse. Sí. Ante la tentación de la certeza, saber que, en democracia, la política debe ser pregunta. Interpelación. Elegir las propias preguntas, diseñar las propias interpelaciones. Construir la propia fuerza y el propio relato (micrófonos y megáfonos, cámaras de por medio, está en juego también quién hace las preguntas que valen…)
Arenas: Dónde y para qué movilizarse. Con quiénes discutir en qué escenarios, con qué herramientas. Qué se discute en uno y otro. Y que andariveles conectan unas "arenas" con otras, en qué medida esos andariveles las articulan y las suman.
Agendas: Los temas que van y vienen, que ingresan y son expulsados. Digeridos y atragantados. Sustantivos, adjetivos y verbos que los sostienen. Son listas de temas. Viejos y nuevos. Clasificaciones de los mismos. Quién trae la agenda a la mesa, a la arena. Quién hace la lista para cada actor. Qué temas (se) mueven. A quiénes. Quiénes mueven los temas y las agendas. ¿Discutiremos sobre "el campo" o sobre el precio de los alimentos? ¿Sobre las retenciones o sobre la distribución de la riqueza? ¿Sobre quién aporta o sobre qué se hace con lo aportado? Cuánto de cada cosa y con qué consecuencias. La consistencia de las agendas se mide por sus consecuencias.
Actores: El eje gobierno-campo, así planteado deja un espacio acotado, casi insignificante para la participación popular en el debate. Es, en un punto, un "campo suturado", se auto completa a sí mismo y deja afuera a muchos. Hay que ampliar y "adensar" de actores todas las arenas del debate, para que las agendas sean otras o se les entre desde otros lados. Y viceversa.
Representación, hacerse presente, imaginarse, articularse
En la vida democrática, son los ciudadanos como actores los que dan los debates y los combates. Por medio de diferentes mecanismos de representación. Por medio de imágenes que los representan. Por medio de líderes que los hacen presentes. Haciéndose presentes ellos mismos.
Se trata de entender, de poder opinar pero, también, poder posicionarse y actuar, de la manera menos subordinada y al mismo tiempo más representativa y más articulada posible. (Estos términos a veces son contradictorios: la democracia no es amiga de la pureza ni de la simpleza… la realidad tampoco. La historia menos.)
Existe un desafío grande -en este tiempo donde se dirimen sin duda cuestiones importantes para el presente y el futuro de la sociedad- de poder entender, asumir e intervenir en el conflicto, alejándose o en todo caso superando las diferentes "ciudadanías" que quedan expuestas en este debate. Ciudadanías "tuteladas", con "techo bajo" que proponen las corporaciones. Ciudadanías "pequeñas" y "catárticas" que proponen los medios de comunicación. Ciudadanías "por crecer y ampliar" que el campo político demanda. Ciudadanías pendientes que hay que construir.
En esa construcción, profundizar la calidad de la representación es central para enriquecer los debates e intervenir en el conflicto. Desde una perspectiva ética y política, no cabe duda de que es necesario ampliar y profundizar la representación, la capacidad de intervención y las posibilidades de acción de los sectores populares. Desgraciadamente, pero sin remedio, las cosas vienen al mismo tiempo: intervenir y construir representación.
Algunas apreciaciones, algunas preguntas, algunos desafíos que aparecen en torno a la cuestión de la representación entonces:
- Medios, "entidades del campo", gobierno: cada uno de estos actores realiza una operación de representación. Influyen y constituyen modos de representación. La disputan también. En el caso del campo, se atribuyen una sobre-representación del pueblo ("el" campo, "la gente", " la ciudadanía", "el interior", "los pueblos"). En el caso de los medios, opera una para-representación, que en el marco actual de su funcionamiento, no deja de ser, groseramente casi siempre, una distorsión, una caricatura. En el caso del gobierno, está en juego su capacidad de hacer presente y consumir una fuerza democrática con el voto y la voluntad popular que lo eligió ampliamente hace unos meses. Visto desde los sectores populares, que sólo pueden constituirse en la política con algún tipo de representación o mediación, está entonces este ida y vuelta desafiante: ampliar la representación haciéndose presente, pero al mismo tiempo hacerse presente a través de la representación.
Riqueza, poder, ingresos
La consistencia de la democracia y la vida de los sectores populares esta en juego en este conflicto. La distribución de la riqueza se juega al tiempo que se re-distribuye el poder en nuestra sociedad. Si agregamos el fundamental tema del precio de los alimentos y la inflación, y la cuestión de quiénes están habilitados para discutir y actuar, queda ampliamente expuesta la cuestión distributiva que nos convoca: distribuir la riqueza, los ingresos, el poder de decidir y el reconocimiento.
Los avances de los sectores populares en esta etapa son tan innegables como crudamente parciales y especialmente frágiles. No han sido una concesión ni se puede esperar que lo sean en el futuro. Si bien no dependen sólo de la propia construcción- siempre, por definición, limitada, siempre será en alianza con otros- tampoco pueden sostenerse sin acumulación propia o en todo caso apropiada (porque siempre será articulada, mediada, sesgada)
Al gobierno le faltan elementos para dar cuenta con mayor consistencia y consenso de los resultados de su política que, sin ser todo lo distributiva que pudiera esperarse, tiene logros indudables e importantes en ese sentido, en todo caso de cara a la crisis catástrofe de la que salimos y en contraste con prácticamente todos los gobiernos anteriores de la última etapa democrática. Es cierto que, como dicen los ruralistas, crecimiento no es sinónimo de desarrollo; pero también es cierto que el modelo de desarrollo que ellos proponen no traerá un crecimiento en el que todos puedan tener su parte justa y necesaria. El peso del Estado democrático en la distribución de la riqueza en los próximos años está en juego. Es indispensable intervenir en eso, porque ahí se dirime mucho de la vida de todos, especialmente de los trabajadores y de los más golpeados por tantos años de exclusión.
Ni los temas, ni el campo de batalla, ni los jugadores con que hay que salir a la cancha son los ideales. Eso es porque se trata de la vida y no de la teoría, de la historia y no de un noticiero. Por eso mismo no hay manera de ser sólo espectador.
* Coordinación del Colectivo Ciudadanía / Iniciativa por la democracia y la justicia social. Director del Área de Formación del Centro Nueva Tierra.
La causa que sigue dejando impune a los responsables políticos de la masacre de Avellaneda
La causa caratulada como "Ruckauf y otros sobre homicidio" lleva el número de expediente 14215/2003 y fue presentada días después de los asesinatos por Mabel Ruiz, mamá de Maximiliano Kosteki, para que se investiguen las responsabilidades políticas, pidiendo que se cite a indagatoria al entonces canciller Carlos Ruckauf, al ex presidente Eduardo Duhalde y al entonces gobernador bonaerense, Felipe Solá. En seis años acumuló 12 cuerpos, pero su lectura no da cuenta de ningún avance, según reconocen fuentes del juzgado y pudimos constatar junto a Alberto Santillán y Marcial Bareiro, uno de los manifestantes heridos del Frente Popular Darío Santillán, y querellante en la causa junto a otros heridos y los familiares.
Los responsables políticos del accionar represivo, impunes.
El 9 de enero de 2006 culminó el juicio a los actores materiales, con condenas a cadena perpetua a los policías que dispararon causando la muerte a los jóvenes manifestantes. En el transcurso de aquel juicio, el ex presidente Duhalde, el entonces secretario de Seguridad de la Nación Juan José Álvarez, y el ex jefe de Gabinete Alfredo Atanasof, fueron excusados de prestar declaración bajo el argumento de que debían ser investigados por su presunta responsabilidad en esos hechos, y para ello existía la causa que instruía el Fiscal Osorio en la Fiscalía Federal Nº 10 de los tribunales de Comodoro Py. En los fundamentos de la denuncia se hace referencia a las declaraciones de Atanasof que un día antes alertó que se iba a impedir la protesta "fuera como fuera" y que el gobierno estaba ante "una declaración de guerra"; los dichos de Duhalde, señalando que la protesta "no se iba a permitir, que había que poner orden", y las declaraciones en el mismo sentido de Ruckauf, Juan José Álvarez y el entonces gobernador Solá, creando previamente el clima político necesario para la represión y las muertes, y justificando los crímenes realizados con afirmaciones que se demostraron tendientes a encubrir los asesinatos. En el caso de Álvarez, su responsabilidad directa como secretario de Seguridad de la Nación ante un operativo que contó con la participación coordinada de tres fuerzas Federales bajo su mando en la represión, tampoco dio lugar a investigación alguna. A dos años y medio de aquella chicana jurídica elaborada desde el duhaldismo, ninguno de ellos tiene motivos para estar preocupado ante una causa en la que no hubo voluntad política de investigar. Hoy, Atanasof es representante del país ante el MERCOSUR; Duhalde vuelve a mostrarse como un político en plena actividad, y su secretario de entonces, José Pampuro (también mencionado en la causa) es un encumbrado referente del gobierno actual.
La pista de la SIDE, descartada sin más.
La vinculación probada entre la sede Billingursth de la SIDE y el comisario Fanchiotti, dato surgido por el análisis de cruces de llamadas realizado como parte de la instrucción de la causa que se tramitó contra los policías en Lomas de Zamora, fue descartada por el fiscal Osorio sin más. Una sola foja en los 12 cuerpos hace referencia al informe que la SIDE remitiera a la fiscalía, que lleva un membrete con la leyenda "Estrictamente secreto y confidencial" y al final la firma de Hugo Gándara, Director de Asuntos Jurídicos del organismo de inteligencia en ese entonces, donde el responsable jurídico de la SIDE se limita a "informar", de manera más que confusa, que "las llamadas efectuadas al celular aludido (por el celular de Fanchiotti) habrían sido hechas por un agente del organismo de rango inferior, en función de un aparente relación de conocimiento mutuo con el nombrado, y "prima facie", en cumplimiento de tareas regulares como obtener información luego de producido los trágicos sucesos". "Habrían sido", una "aparente" relación de conocimiento, "prima facie" en cumplimiento… Evasivas para cumplir con la formalidad de encubrir la actuación de agentes del organismo en el desarrollo de la represión que terminó con los crímenes conocidos. Haber dejado sin profundizar este indicio concreto adquiere mayor gravedad si se tiene en cuenta que la SIDE es un organismo dependiente en forma directa de presidencia de la Nación, y de lo que se trata en esta causa es de establecer los vínculos del poder político de entonces con los asesinatos.
Aún no averiguaron con quiénes hablaron los asesinos aquel día.
De los llamados telefónicos que aparecen como sospechosos, realizados o recibidos por los policías condenados por los crímenes, hay cuatro números que aún no fueron identificados en la causa. Después de 72 meses, en la última foja que tiene el expediente y que lleva el número 2192, el fiscal cita a los responsables de las compañías telefónicas para que expliquen por qué los números que la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) establece en un informe del pasado 12 de junio de 2008 que deberían figurar en su nómina, no pueden ser identificados. Es decir: desde teléfonos no reconocidos por las compañías Telefonías Móviles Argentinas SA (hoy Movistar), Telecom Personal y Nextel, que deberían tener información sobre sus titulares, se realizaron comunicaciones que triangulan a ministros del gobierno de Duhalde con el Jefe del operativo condenado a prisión perpetua, Alfredo Fanchiotti. Sin una investigación adecuada, no se puede confirmar pero tampoco descartar que se trate de teléfonos no registrados, justamente con el fin de garantizar vías de comunicación necesarias para la coordinación represiva ilegal que terminó con muertos en Avellaneda aquel 26 de junio de 2002. Curiosamente, la cita para identificar con quiénes hablaron ese día los asesinos, será este mismo 26 de junio, a la misma hora en que se cometieron los crímenes, pero seis años después. Aún así, fuentes de la fiscalía descreen que esas entrevistas con directivos de las empresas lleguen a algo: "pasó mucho tiempo, tal vez esos números ya no se puedan identificar", explican.
Búsqueda de justicia por fuera de los tribunales
El Fiscal Miguel Ángel Osorio, ya había sufrido una movilización de protesta un año atrás, en vísperas del 5º aniversario de los asesinatos. Ante los tribunales de Comodoro Py donde tiene su despacho, protestaron los familiares de los jóvenes asesinados y sus compañeros de militancia, hoy agrupados en el Frente Popular Darío Santillán. Desde estas organizaciones convocan para este 26 de junio a una nueva movilización al Puente Pueyrredón para conmemorar a los jóvenes caídos, y para renovar el reclamo de justicia: "ya no vamos a esperar más nada de esta causa. Con la movilización logramos las condenas perpetuas de los policías, y con la movilización vamos a instalar a partir de ahora la responsabilidad de Duhalde y sus ministros en los hechos, y de este fiscal (por Osorio) en la impunidad. Recordemos aquella consigna que marcó la lucha por justicia en los últimos años: si no hay justicia, hay escrache", advierte Marcial Bareiro, querellante y militante del MTD y del Frente Popular Darío Santillán.
Fuente: Prensa de Frente
miércoles, 25 de junio de 2008
Radiodifusión cooperativa, cuando los fines justifican los medios
La simple lectura de la disposición del Pacto deja en claro la exclusión inconstitucional que realiza el actual artículo 45 de la ley de Radiodifusión 22.285, reformado por la ley 26.053, en cuanto impide que las cooperativas de servicios públicos sean titulares de licencias de radio-difusión, si hubiera otro prestador en la localidad.
Todas las cooperativas necesitan difundir el "espíritu cooperativo", dado su carácter de asociaciones de personas que aspiran a regir sus relaciones socioeconómicas sobre la base de normas de igualdad, solidaridad, justicia y equidad. Es imprescindible informar y educar en dichos valores a los asociados y a la sociedad toda. Atento a dichos fines, es básico para las entidades de la economía solidaria contar con medios de difusión propios que aseguren una información adecuada acerca de los principios y métodos cooperativos y que ayuden a crear una conciencia de participación activa en la cooperativa y en la comunidad, con sentido democrático. A su vez, de esa manera fomentar la solidaridad y la responsabilidad de la población en general, por sobre el individualismo reinante, entre otros perfiles a difundir, propios de la naturaleza de las instituciones cooperativas y mutuales. Esta perspectiva permite aportar también otra visión en el ejercicio consciente de la democracia política y económica.
Lo referido se potencia y se vuelve más imperioso en un mundo en el que cada vez más lo que piensan, saben y sienten los hombres y mujeres está condicionado por los medios de difusión. La propia experiencia humana ha pasado a ser en gran medida una vivencia, especialmente desde la televisión y la radio.
Enrique P. Haba, en su Tratado Básico de Derechos Humanos, agrega en el tema que "La información que interesa es aquella que adquiere dimensiones sociales, es decir la que afecta la conciencia y el comportamiento social de los hombres como miembros activos de la sociedad. Ésta, actualmente, se da a través de los medios de comunicación social. Por lo tanto, quienes están en condiciones reales de ejercer ese derecho son los grupos que tienen la posibilidad de poseer tales medios".
En esta realidad, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la Opinión Consultiva 5/85, sostuvo que "la libertad de expresión requiere que los medios de comunicación estén virtualmente abiertos a todos sin discriminación o, más exactamente, que no haya individuos o grupos que a priori estén excluidos del acceso a tales medios... Son los medios de comunicación social los que sirven para materializar el ejercicio de la libertad de expresión, de tal modo que sus condiciones de funcionamiento deben adecuarse a los requerimientos de esa libertad. Para ello es indispensable la pluralidad de medios y la prohibición de todo monopolio respecto de ellos, cualquiera fuera la forma que pretenda adoptar".
Por lo que en esta necesidad apremiante de exigir que se permita al cooperativismo tener licencias de radiodifusión, cabe apoyar la iniciativa que se dicte pronto una nueva norma que contemple lo dispuesto por el documento en el que oportunamente trabajamos diversos actores sociales en la temática, que conformamos la Coalición por una Radiodifusión Democrática. En el referido documento se fijaron 21 puntos a tener en cuenta para una nueva ley de radiodifusión de la democracia. El Poder Ejecutivo se ha comprometido en llevar adelante dichos postulados, en los que entre otros aspectos se estableció, en el punto 11, que en una nueva ley de radiodifusión "quedará prohibido todo tipo de discriminación o cercenamiento a causa de la naturaleza jurídica de la organización propietaria, en cuanto a potencia, cantidad de frecuencias disponibles o limitaciones a los contenidos". Queda el anhelo que se concrete lo propuesto. Por nuestra parte, en una actitud vigilante para que no haya vientos que tuerzan la voluntad política, en contra de lo que corresponde en Justicia.
Mientras tanto, se seguirá impugnando de inconstitucional al actual art. 45 de la ley 22.285. En el planteo, los jueces ya han dado la razón al cooperativismo.
Miguel Julio Rodríguez Villafañe
Abogado constitucionalista cordobés
miguelrodriguezvilla@arnet.com.ar
Los medios son parte del conflicto
Por María Cristina Mata *
El título remite al papel que jugaron los medios masivos de comunicación en los últimos días. Esos mismos días durante los cuales un conjunto de entidades sectoriales y algunos productores agropecuarios autoconvocados decidieron interrumpir el flujo de las actividades económicas como estrategia de reclamo ante una medida que, a su criterio, afectaba sus intereses particulares. No niego que muchos medios contribuyeron para que la protesta agropecuaria adquiriese legitimidad en amplias capas de la sociedad mediante estrategias que parcelaron y distorsionaron la información; que exaltaron como legítimos ciudadanos y casi héroes a quienes ponían en riesgo la convivencia democrática y el desarrollo (no normal, porque ¡vaya si tiene anormalidades!) cotidiano de la economía nacional; que dieron pantalla y papel a líderes políticos que se regocijaban con un adelantado final de lo que caracterizan como un gobierno despótico (tal vez porque en épocas dictatoriales no sintieron que se cercenara ningún derecho). Sin negar todo eso y otras cosas más, tengo la impresión de que las críticas que recibieron los medios en esos días obviaron muchas veces –por su carácter denuncista– un dato estructural que requiere ratificarse.
Poco tiempo antes de que se realizaran las elecciones nacionales que consagraron a Néstor Kirchner como presidente de la Nación, un estudio que realizamos en la Universidad Nacional de Córdoba nos permitió comprobar que los integrantes de diversas organizaciones sociales tenían clara conciencia de que no hallarían, en esos medios, informaciones adecuadas (completas, fundadas, plurales, etc., etc.) que contribuyesen a esclarecerles y orientarlos en sus intenciones de voto. En otros estudios hemos constatado que tampoco la población –en su condición de público de los medios– cree que ellos puedan brindar, sino lo que el poder que representan escoge dar para reproducirse. Y en todos esos casos encontramos que públicos y ciudadanos están indefensos ante ese poder. En ocasiones cuesta reconocerlo y, aun reconociéndolo, consideran que nada puede hacerse. Lo máximo sería no mirarlos, no escucharlos, no leerlos. Esa no es solución. Porque no hacerlo significa quedar fuera de lo que sucede, del día a día que se comparte, de las ideas que circulan.
Y lo que sucede, en sociedades como las nuestras, lo que día a día se vive, lo que circula y se expande, es un conflicto que se expresa en las brutales desigualdades que existen y del cual los medios son parte. Además de representar a unos u otros sectores, los medios cuentan con el formidable poder simbólico de intervenir en la construcción de lo que sucede, a lo cual sólo tenemos acceso –me refiero a mayoritarias capas de la población– a través de estos mismos medios.
Vuelvo al dato estructural. No alcanza la crítica a lo que hacen los medios que son parte de los sectores concentrados de la economía y que no resignarán jamás una pequeña porción de su capital y sus beneficios en función de modelos inclusivos y justos de sociedad. Es necesaria una redistribución del poder comunicativo dentro de la sociedad. Es decir, leyes que resguarden y promuevan el derecho a contar con información variada y de calidad y que permitan la expresión de muchísimos sectores que no cuentan con los recursos, las licencias, las capacidades para hacer oír –no sus ruidosas cacerolas o sus arengas más o menos vociferantes– sino sus ideas y demandas acerca del país que quieren.
Lo que necesitamos es que el Estado resguarde los derechos que, constitucional y humanamente, tenemos todos los argentinos a comunicarnos públicamente. La población –se ha dicho en estos días con acierto– no puede ser rehén de un sector, atrapada en rutas o desabastecida. No es menos grave ser rehén de pools mediáticos, de cadenas informativas, de unos cuantos periodistas. El debate necesario, la sanción necesaria de una nueva ley que regule la radio y la televisión liberándonos de esos tutelajes no pueden demorarse. No solucionará ningún conflicto. Pero debe permitir que podamos debatirlos en un pie, al menos, de mayor igualdad con quienes han acaparado la palabra pública.
* Docente e investigadora de la comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba.
Fuente: PáginaI12
martes, 24 de junio de 2008
Garantía judicial a la libre crítica de los medios
En el recurso de hecho deducido por el diario “La Nación” en la causa “Patitó, José Ángel y otro c/ Diario La Nación y otros", la Corte Suprema eximió de responsabilidad civil al medio gráfico. Los integrantes del Cuerpo Médico Forense reclamaban por haberse sentido agraviados a raíz de una editorial del diario.
En el pronunciamiento se estimó que “no puede haber responsabilidad alguna por la crítica o la disidencia, aun cuando sean expresadas ardorosamente, ya que toda sociedad plural y diversa necesita del debate democrático, el que se nutre de las opiniones teniendo como meta la paz social”.
Dos médicos integrantes del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de la Nación, promovieron una demanda contra el diario La Nación y el periodista Jorge Urien Berri, reclamando el resarcimiento de los daños provocados por las notas escritas y publicadas en el matutino durante los años 1997, 1998 y 1999, que criticaban el funcionamiento de ese organismo.
Los actores alegaron que el diario y el periodista afectaron “los derechos constitucionales a la intimidad y al honor, en tanto las publicaciones fueron inexactas, formaron parte de una campaña persecutoria y difamatoria contra ellos y, en lugar de informar, tomaron una abierta posición sobre el tema, con la intención de despertar en el público sospechas sobre su actuación profesional.”
Tanto el Juez de primera instancia como la Sala H de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil habían condenado al matutino a resarcir los daños causados, pero el Máximo Tribunal revocó las decisiones anteriores absolviendo de toda responsabilidad al diario emplazado.
La Corte analizó si era aplicable en este supuesto el principio de la "real malicia", ya admitido por el Alto Tribunal, como una adecuada protección de la libertad de expresión. Analizaron los magistrados, que por un lado el diario demandado había fundado su posición en el derecho a la libertad de expresión, información y prensa y, por el otro, la parte actora había invocado su derecho a la honra y reputación.
Entendieron que “el principio de real malicia, a diferencia del test de veracidad, no opera en función de la verdad o falsedad objetiva de las expresiones, pues entra en acción cuando ya está aceptado que se trata de manifestaciones cuya verdad no ha podido ser acreditada, son erróneas o incluso falsas. Lo que es materia de discusión y prueba, si de real malicia se trata, es el conocimiento que el periodista o medio periodístico tuvo (o debió tener) de esa falsedad o posible falsedad.”
A través de esto, manifestaron que en la causa los actores no habían aportado elementos que permitan concluir que el diario conocía la invocada falsedad de los hechos afirmados en el editorial o que obró con notoria despreocupación acerca de su verdad o falsedad.
Agregaron que “la investigación periodística sobre los asuntos públicos desempeña un rol importante en la transparencia que exige un sistema republicano. El excesivo rigor y la intolerancia del error llevarían a la autocensura, lo que privaría a la ciudadanía de información imprescindible para tomar decisiones sobre sus representantes.”
Además explicaron que no se daña la reputación de funcionarios del gobierno mediante opiniones o evaluaciones, sino exclusivamente a través de la difusión maliciosa de información falsa. Expresando finalmente que “no puede haber responsabilidad alguna por la crítica o la disidencia, aun cuando sean expresadas ardorosamente, ya que toda sociedad plural y diversa necesita del debate democrático, el que se nutre de las opiniones teniendo como meta la paz social.”
Remarcaron que se había dicho en otras ocasiones, que la principal importancia de la libertad de prensa, desde un punto de vista constitucional, "está en que permite al ciudadano llamar a toda persona que inviste autoridad, a toda corporación o repartición pública, y al gobierno mismo en todos sus departamentos, al tribunal de la opinión pública, y compelerlos a un análisis y crítica de su conducta, procedimientos y propósitos, a la faz del mundo, con el fin de corregir o evitar errores o desastres, y también para someter a los que pretenden posiciones públicas a la misma crítica con los mismos fines.”
Añadieron que “es función de esta Corte fundamentar, propiciar y proteger los consensos básicos para el funcionamiento de una sociedad en la que se pueda convivir con tolerancia de opiniones diferentes. Uno de esos principios fundamentales es el de la libertad de expresión y el control de los funcionarios públicos, así como el debate sobre sus decisiones. Los debates ardorosos y las críticas penetrantes no deben causar temor, ya que son el principal instrumento para fortalecer una democracia deliberativa, que es principal reaseguro contra las decisiones arbitrarias y poco transparentes.”
Concluyeron que la decisión apelada que responsabilizó al referido medio fue una restricción indebida a la libertad de expresión, por lo que debía ser revocada.
La sentencia fue firmada por Ricardo Lorenzetti, Carlos Fayt, Carmen Argibay y Raúl Zaffaroni, que conformaron el voto de la mayoría, mientras que Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda y Enrique Petracchi, presentaron sus propios votos concurrentes.
El ministro Petracchi coincidió con la solución revocatoria, pero señaló que los funcionarios deben probar que la información es falsa a sabiendas de su falsedad o total despreocupación acerca de tal circunstancia, lo que no se había probado en el caso. Además destacó que los criterios de la real malicia no son aplicables a los supuestos de opiniones, y que en ese caso debe juzgarse el carácter injuriante de las palabras en su contexto, porque no hay un derecho al insulto o la vejación gratuita o injustificada.
Maqueda por su parte, afirmó que no hay responsabilidad porque el diario reservó la identidad de los involucrados. En segundo lugar, destacó que los funcionarios públicos deben probar que quien emitió la afirmación conocía la falsedad y obró con real malicia, lo que no ocurrió en el caso. La magistrada Highton de Nolasco, opinó de similar manera al respecto. Por último, la ministra también sostuvo que en supuestos de interés público, cuando el afectado por un juicio de valor es un funcionario o una personalidad pública, “sólo un 'interés público imperativo puede justificar la imposición de sanciones para el autor de ese juicio de valor.”
Es interesante destacar, que recientemente la Corte Suprema convocó a una audiencia pública sobre este caso, en donde representantes del CELS y de ADC citaron jurisprudencia internacional que dan mayor apertura a las críticas de funcionarios públicos que por sobre el resto de las personas. Sobre esto, uno de ellos destacó que “sólo una necesidad social imperiosa” puede justificar una condena civil por parte de un medio de comunicación.
Fallo completo
Fuente: Diario Judicial
Cristina Fernández de Kirchner y sus problemas de imagen
Pensemos en Estados Unidos y la guerra de Irak: esa poderosa nación sigue ocupado férreamente con sus tropas al país árabe. Sin embargo la percepción de la opinión pública mundial es que Bush perdió la guerra.
La presidenta y su marido saben que la herramienta de management para ganar ese poder es la comunicación. Y no se equivocan. Su gobierno es una gran operación de comunicación política como ningún otro de la historia argentina, incluyendo a la Alianza asesorada por el publicitario Ramiro Agulla. Pero lo que no han entendido "los K" es la ley fundamental de la comunicación: el mensaje es del receptor y no del emisor.
Ejemplo: si dicen "oligarcas", el receptor está entendiendo que los del campo son unos pobres tipos a los que el gobierno quiere liquidar. Si dicen "redistribución", el receptor entiende "más plata para la caja"; si dicen "Tren Bala", entiende "plata tirada" o cosas peores. Si arman una manifestación en la Plaza de Mayo, se entiende: "tuvieron que pagar para que fueran" y si Guillermo Moreno va acompañado por el kickboxer "Acero" Cali, el mensaje no es "qué funcionario temible", sino "qué tipo débil".
Por eso, cada vez que Cristina o Néstor hablan o cada vez que organizan un acto, la imagen de gestión y la de la Presidenta no suben, sino que caen. Como los propios K hicieron del nivel de imagen positiva desde 2003 un termómetro del poder y la legitimidad -a falta de los votos que Carlos Menem les negó al desistir de la segunda vuelta-, la columna mercurial, que ahora no para de bajar, hace más evidente la pérdida de poder y el riesgo de ingobernabilidad. Los encuestadores están diciendo desde que asumió Cristina que la opinión pública reclama que concrete las expectativas que generó de un gobierno más "femenino", menos confrontativo y más respetuoso de las instituciones, además de que se haga cargo de algunos "temitas pendientes", como la inflación o la inseguridad.
El consejo es: pierdan, pierdan mucho, discúlpense mucho, cúlpense más, admitan sus errores, humillen a sus oponentes pidiendo perdón y rectificándose. Así van a ganar el verdadero poder: el simbólico e intangible de la confianza y buena reputación. El "poder político" viene por añadidura.
El publicitario Omar Bello recomienda menos elegancia y salir del Salón Blanco
Tres publicitarios que trabajan o trabajaron en comunicación política recomendaron a la atribulada presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner que, para mejorar su alicaída imagen pública, se muestre más humilde, menos producida y maquillada, pero también que se la vea en acción “defendiendo a la gente y no defendiéndose ella misma”, según recomendó el publicitario Omar Bello, de Bello Publicidad, en la última edición de La Hora de Maquiavelo, que se puede ver íntegramente online.
Su colega Rodrigo Figueroa Reyes, de la agencia FiRe, recomendó particularmente que “no pueden aparecer en público como si siempre supieran todo, como si fueran todopoderosos. Tienen que ser un poco más humildes. La sensación que dan Néstor y Cristina es que ellos creen que saben de todo, de publicidad, de comunicación, de economía, de todo. Yo creo que la gente quiere verlos un poco más vulnerables”.
Omar Bello, que además de publicitario es filósofo y columnista en diversos medios, recomendó que “si esto avanza y se agrava, yo la sacaría del Salón Blanco, y la expondría en público llevándola a los piquetes, a las góndolas vacías”. El publicitario que recientemente ganó la cuenta de la cadena de hipermercados Carrefour siguió: “Yo no puedo decir, si hay una guerra, ‘defiéndanme a mí’, yo tengo que decir que ‘los defiendo a ustedes’. Hay que pensar en Churchill o Guiliani”. Agregó que “la estrategia es exponerla a situaciones en las que se note que la gente es la agredida y no la presidenta”.
Bello señaló que la presidenta argentina luce demasiado arreglada y elegante para una situación de guerra.
En el programa que conduce Diego Dillenberger por la señal Metro los domingos a la medianoche, Raúl Aragón, de la Universidad Abierta Interamericana, presentó una nueva encuesta de la UAI que demuestra que el público en la zona metropolitana cree que la presidenta decidió mandar el polémico decreto de aumento a las retenciones al agro que tiene en vilo a la Argentina por la presión de los cacerolazos en las ciudades, la semana pasada, y no por convicción democrática.
Fuente: Update Semanal de la Revista Imagen