El nuevo manual de instrucciones para la guerra del Departamento de Defensa de EE.UU. detalla las maneras en que es aceptable matar, y señala a los periodistas como posibles blancos de guerra.
“En general, los periodistas son civiles. Sin embargo, pueden ser miembros de las Fuerzas Armadas, personas autorizadas a acompañar a las Fuerzas Armadas o beligerantes sin privilegios”, puede leerse en una de las 1176 páginas del Manual de Derecho de Guerra del Departamento de Defensa.
En general, los periodistas son civiles. Sin embargo, pueden ser miembros de las Fuerzas Armadas, personas autorizadas a acompañar a las Fuerzas Armadas o beligerantes sin privilegios”, establece el Pentágono en su último manual de guerra.
La categoría “beligerantes sin privilegios” parece sustituir a la de “combatientes enemigos fuera de la ley”, que desaparece en el nuevo manual. La inventó la Administración anterior, presidida por George W. Bush, para evitar el cumplimiento de las convenciones internacionales en la llamada “Guerra contra el Terrorismo”, lanzada tras los atentados del 11 de septiembre.
Estados Unidos se arrogaría así el derecho de designar como blancos a periodistas, y denegarles los derechos garantizados a los prisioneros de guerra por las Convenciones de Ginebra, reteniéndolos de manera indefinida, sin garantía legal alguna, como es el caso de los presos de Guantánamo.
“Les da permiso para atacar o incluso asesinar a los periodistas que no les agradan especialmente, pero que no están en el otro bando”, interpreta Christopher Chambers, catedrático de periodismo en la Universidad de Georgetown, en declaraciones hechas ayer martes a la cadena rusa Russia Today.
Les da permiso para atacar o incluso asesinar a los periodistas que no les agradan especialmente, pero que no están en el otro bando”, analiza el catedrático de periodismo en la Universidad de Georgetown, Christopher Chambers.
El Pentágono ha tratado de quitar hierro a la polémica a través de su portavoz, Joseph R. Sowers, que el lunes declaró al diario estadounidense The Washington Times que la calificación no es significativa y que el manual no crea una nueva legislación. Sin embargo, Sowers ha especificado que "el hecho de que una persona sea periodista no le impide convertirse en un participante no privilegiado del conflicto".
El grueso manual —1176 páginas— se publicó el 12 de junio, pero no había atraído hasta el lunes la atención de la prensa, y establece como formas de matar aceptables los disparos, las explosiones, cuchilladas y cortes, pero no el veneno ni los gases asfixiantes.
También autoriza los ataques por sorpresa y los ataques mortales a tropas que se baten en retirada.
Desde el bombardeo de la sede de la radiotelevisión serbia en 1999, durante la guerra de Kosovo, distintos ataques militares directos a periodistas por fuerzas occidentales han desatado polémicas.
El 8 de abril de 2003, durante la invasión de Irak, el Ejército estadounidense bombardeó en Bagdad el despacho de la cadena catarí Al-Jazeera, el de la cadena emiratí Abu Dhabi TV y el Hotel Palestina, entonces lugar de reunión habitual de la prensa extranjera. Los ataques causaron la muerte de tres periodistas e hirieron a cuatro más.
Fuente: HispanTV