Omar Álvarez tiene casi poder hegemónico sobre los medios de comunicación del sur de la provincia
Por: Nacho Rodríguez
Omar Álvarez es un hombre superpoderoso. Los sanrafaelinos, en especial, saben que esto es así. También lo saben todos los que alguna vez se hayan interesado por la política mendocina. El suyo, si bien es un nombre bastante low profile, es de los más poderosos de los últimos 30 años en Mendoza. El hombre nació en General Alvear pero su imperio lo armó principalmente en San Rafael y ha sabido inteligentemente extenderlo por todo el sur de la provincia. Su matriz de negocios es de lo más variada y va desde enormes plantaciones de olivos en la Cuesta de los Terneros a radios AM y FM pasando por secaderos de frutas, cable operador de televisión, energía, canales de aire y cable, publicaciones gráficas y poder real en la única radio que el Estado nacional tiene en San Rafael: LV4.
Álvarez es un empresario de una suerte envidiable. Salió de su Alvear natal prácticamente con lo puesto y ha hecho crecer su patrimonio con una habilidad que todos querríamos tener. En los albores de la democracia cambió su camiseta demócrata por una más popular, la justicialista. Con ese partido llegó a ser senador provincial. Cuando José Octavio Bordón comenzó a caminar la provincia para gobernarla, promediando los ’80, lo ungió como uno de sus referentes en el sur. Esa amistad lo puso en el directorio de Giol desde donde cometió algunas arbitrariedades. La Cámara de Senadores provincial entendió que hubo una defraudación al fisco en más de un millón de dólares por una operación en la que Álvarez dispuso vender a precio irrisorio gran parte de la producción de conserva de tomates a una firma de su propia familia.
Ha gambeteado con habilidad a la justicia y dedica gran parte de su tiempo a recorrer las vastas hectáreas que tiene en San Rafael despuntando el vicio de la cacería en uno de los cotos de caza más selectos del país donde notables figuras de la política de los ’90 van cada tanto a cazar y comer jabalíes y ciervos. Gobernadores e intendentes de turno le temen a Álvarez y le conceden en general, cual Aladinos, todos sus deseos.
Alejandro Cazaban, otro superpoderoso, fue el abogado de cabecera de las empresas de Álvarez hasta que asumió como Secretario General de la Gobernación de Celso Jaque. Ese vínculo se ha mantenido inalterable y la amistad de ambos se hace notar a cada rato. LV4 es una de las radios del Estado nacional que orbitan el Sistema Nacional de Medios Públicos y, si bien depende de las decisiones de los funcionarios del gobierno nacional de turno, son en general los referentes políticos provinciales y comunales los que tienen la potestad de proponer figuras mayormente locales para dirigirla. Es el caso del locutor –muy conocido en ámbitos vendimiales- Omar Abraham quien siendo un aliado conocido de Álvarez en el sur se convirtió en director de la emisora por expreso pedido del gobernador Jaque y de Álvarez. Muchos dicen que esa fue una promesa de campaña “ yo te banco con mis medios pero al director de la LV4 lo pongo yo”, le habría dicho Álvarez a Jaque. Y así fue. Abraham acaba de renunciar para volver a las filas de las cuales –de hecho- nunca se fue ‘Medios Andinos’, el multimedios de Álvarez.
LV4 Radio San Rafael tiene una fuerte penetración en casi todos los hogares del sur de Mendoza. Esa penetración real y su consecuente capacidad de generar opinión pública se transforma inmediatamente en poder político. Y eso es algo que a Álvarez, a pesar de sus casi 60 años, cada día le gusta más.
Twitter: @nachorodriguezj
Fuente: Diario UNO