Una nueva medida cautelar asegura la continuidad de Fibertel y establece que ningún organismo nacional, provincial ni municipal deberá perturbar los servicios de Internet y televisión por suscripción que prestan Fibertel y Cablevisión. La resolución, dictada por el titular del Juzgado Federal N° 1 de Córdoba, Ricardo Bustos Fierro, suspende la resolución 100/10, por la cual el 19 de agosto pasado la Secretaría de Comunicaciones de la Nación dispuso, sin sumario previo alguno, la caducidad del servicio de Fibertel. Ese día, el ministro de Planificación, Julio De Vido, aseguró: "Fibertel dejó de existir".
La medida judicial no sólo se aplicará en Córdoba, sino que deberá ser respetada a nivel nacional por todos los organismos públicos, porque el servicio de Internet fue montado por Cablevisión sobre una red troncal propia que brinda servicios de televisión y transmisión de datos a nivel nacional.
Cablevisión, a través de la marca Fibertel, es la tercera proveedora de servicio de Internet del mercado, detrás de Telefónica (con la marca Speedy, 30%) y de Telecom (Arnet, 29%) y tiene un millón de abonados de los 4,3 millones de clientes integrados al sistema.
Cablevisión quedó en el centro de la tormenta: el año pasado, el Gobierno desató una fuerte embestida contra el Grupo Clarín, que incluyó la sanción de la controvertida ley de medios audiovisuales -la Corte Suprema suspendió el artículo 161, que obligaba a las empresas a desinvertir- y este año la onda expansiva llegó a Fibertel.
La Secretaría de Comunicaciones, en agosto, dispuso que Cablevisión, en el plazo de 90 días, debía dejar de prestar servicios. Aun cuando pasó ese número de días, el plazo legal no transcurrió porque la Justicia lo suspendió.
En rigor, Cablevisión y Fibertel, cuando eran propiedad del Grupo Hicks (antes de que las comprara el Grupo Clarín), tenían una composición accionaria casi idéntica, y Cablevisión controlaba el 99,9% de Fibertel. En abril de 2003, Cablevisión inició un proceso de reorganización societaria (fusión por absorción), de modo que esta firma pasó a ser la continuadora universal de los derechos y obligaciones de Fibertel, incluida su autorización para prestar servicio.
El Reglamento de Licencias dice que cuando una nueva empresa asume el control de una licenciataria, esta situación debe ser comunicada a la autoridad. No era el caso de Cablevisión, que sólo había absorbido a Fibertel, pero el Grupo Clarín igualmente hizo la notificación.
Eso nunca generó observaciones del Estado: la Comisión Nacional de Comunicaciones le dio trámite; dependencias técnicas de ese organismo se expidieron en favor de la transferencia y la Secretaría de Comunicaciones no se expidió ni la objetó. Sin embargo, hace seis meses, la Secom dictó la resolución que dispuso la caducidad de Fibertel.
El paso siguiente del Gobierno era nombrar un interventor y apoderarse de los bienes de la firma, al crear un patrimonio de afectación, sobre la base del artículo 50 de la nueva ley de medios. Pero el magistrado también suspendió la aplicación de esa norma.
Dijo el magistrado que frente a una resolución que parece "ilegítima" (además de intempestiva, fue dictada sin la intervención de la Secretaría de Comercio Interior, lo que la volvió nula) "corresponde asegurar que Cablevisión pueda ejercer el derecho constitucional de defensa en juicio".
Fallo completo:
Foto: Ramiro Pereyra, La Voz del Interior
Fuente: La Nación