Alejandro Guerrero, colega y socio de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), tuvo la mala suerte de contemplar un operativo ilegal de la GUM rosarina, que en forma violenta robó las escasas pertenencias de un grupo de chicos de la calle y los obligó a los golpes a retirarse del lugar donde dormían, poniendo aún más en riesgo la salud y la integridad física de los menores
Policías de civil que servían de apoyo al operativo lo instaron a retirarse del lugar, y cuando nuestro colega no se comportó del modo sumiso que requerían, procedieron a detenerlo a él mismo a los golpes. En una auténtica privación ilegal de la libertad, con todos los componentes siniestros de los operativos de la dictadura, Alejandro Guerrero fue secuestrado en la vía pública y llevado a la comisaría 3ª, donde se lo ingresó en forma clandestina, sin asentar ni labrar actas de su detención, ni se avisó a juez alguno, y donde sus captores se dedicaron a molerlo a golpes durante 6 horas, mofándose de él, de su carácter de ciudadano y su condición de trabajador de prensa. Luego de la golpiza y de mantenerlo incomunicado lo dejaron salir, no sin advertirle que "era boleta" si abría la boca.
ARGRA exige a las autoridades de la ciudad de Rosario y del gobierno de la provincia, al intendente Miguel Lischitz y al gobernador Hermes Binner en forma personal, la inmediata intervención de la comisaría 3ª, la determinación de las responsabilidades de sus autoridades, mandos y efectivos que participaron y permitieron de los hechos delictivos relatados, y su inmediata separación de la fuerza y puesta a disposición de la justicia.
Los hechos acaecidos no son producto de la exaltación de un delincuente, sino prueba tajante de la cultura que impera en la policía de la provincia, y del sentimiento de impunidad que la anima.
Sr. intentendente Miguel Lischitz, Sr. gobernador Hermes Binner: los ciudadanos que ustedes tienen la responsabilidad de proteger no pueden ser rehenes de la policía a la que le importa un pito el estado de derecho. Y si alguno de ustedes entiende que exageramos, les pedimos que le expliquen la exageración a Alejandro Guerrero, que está vivo de milagro.
Comisión Directiva ARGRA