La Policía Federal, que depende de Aníbal Fernández y que lleva 21 años sin esclarecer el atentado de la AMIA o siete meses investigando la muerte del fiscal Nisman, ha solucionado en quince minutos lo que sucedió en las últimas doce horas en mi casa.
Supongo que el indigente llevaba casquillos de 9 milímetros y antes de pasar por mi casa atentó contra la custodia de la jueza Servini de Cubría, que también, casualmente, investiga la causa de la efedrina.
Le agradezco a la Policía Federal y al Gobierno la celeridad y la imparcialidad en la investigación.
Jorge Lanata
Jorge Lanata