Bien sé, Morales, que usted no esperaba que yo respondiera a su editorial del viernes 19 de julio por radio Continental. Lo haré porque usted habló de mi trabajo coninsidia, desinformación e insolencia. Y lo haré además por el desagradable presentimiento que tengo de que volveré a escuchar sus atolondradas reflexiones.
No crea que sus palabras son menos injuriosas por provenir de quien jamás ha ejercido el periodismo. Siempre lo he considerado un relator de fútbol...
He soportado su estridente voz cuando tuvo la fortuna de relatar en la Argentina los primeros goles de Maradona en Boca, en el lejano 1981. Mucha pasión fingida, aunque todos sabemos que ese es el juego del relator de deportes. Luego soporté avergonzado su “barrilete cósmico”, poetastro de suburbio, y ahora lo oigo utilizar el engaño con voz sólida y segura, para defender al Gobierno -aunque no haya ningún ataque-, convertido en un voluntarioso y obsesivo esbirro mediático.
Usted ha dicho que El Trece, Todo Noticias y Clarín “plantaron” una testigo falsa en el caso de Ángeles Rawson para perjudicar al Gobierno, y que hemos difundido machaconamente las palabras de esa testigo. Usted miente.
Nunca El Trece, ni TN, ni Clarín difundieron la versión de la testigo Susana Fuentes en el caso Ángeles. Nunca se puso ningún zócalo en TN con sus dichos, ni se tuvo ninguna primicia, ni se hizo un solo comentario. Nunca se dijo nada. Ni por un segundo. Yo tengo algo muy claro: no soy como usted, no miento. Usted lo hace con descaro. Me pregunto a veces si le piden tanto.
No es mi problema que no le guste la estética de Todo Noticias, circunstancia a la que alegre y caprichosamente se refiere en ese editorial del 19 de julio. Si no le gusta, Morales, cambie de canal, compre otro diario, escuche otra radio, pero no nos difame porque me difama, no nos calumnie porque me calumnia.
Usted me llamó delincuente mediático por hacer lo correcto.
¿Quién es usted para proferir semejante insulto? ¿Cuál es el derecho que lo autoriza a tal atropello? Es usted un redomado embustero que pretende cargarle a los demás sus propias miserias. No soy de su condición, Morales.
Morales, qué sabe de mí o de la gente que trabaja conmigo... Son personas, Morales, que no merecen sus insolencias de relator de fútbol devenido en sabelotodo. Morales, no se meta donde no debe. No sea impertinente y maleducado. Lo llamo a la reflexión, que espero realice en consideración al sosiego que suelen dar los años. Aprenda, infórmese, incursione en el periodismo, nunca es tarde. Bueno, acaso le lleve jornada completa defender su bolsillo y su vapuleado prestigio. Pero no me haga cargo de sus frustraciones, de su amargura existencial.
Como el testimonio de esta Susana Fuentes involucraba a la familia de Ángeles, yo lo puse en conocimiento de quien representa a Ángeles, Pablo Lanusse (fui yo, no fue Magnetto, a quien he visto una sola vez en mi vida y que no supo jamás que esta historia se estaba desarrollando). Y fue Lanusse quien decidió llevarlo a la Justicia. Y fue el juez Ríos quien decidió suplantar a la Federal por la Metropolitana solamente -y digo solamente- para que se trasladen a todos los vecinos del edificio de Ravignani,una medida que no se había tomado antes.
¿Por qué le preocupan tanto los inconvenientes que tal vez sufrieron esos vecinos en el traslado a Tribunales? ¿Usted sabe, Morales, que en el edificio donde viven esas personas fue asesinada una nena de 16 años? ¿No advirtió, Morales, que si no los llamaba el juez, esos vecinos jamás hubiesen dicho que el portero les pidió, el mismo día que mataron a la chica, que sacaran la basura antes de hora? ¿Es que no lo iban a decir nunca? ¿Usted, Morales, sabe cómo se desarrolla una investigación criminal?
El testimonio de Fuentes no fue utilizado periodísticamente. Nunca. No lo convertimos en una primicia porque lo manejamos con la seriedad con la que trabajamos todas las informaciones que nos llegan. No hubo utilización de ese dato. Fue una decisión basada en la concepción del periodismo como servicio. No debía haber primiciaporque esa información era dudosa, sin posibilidad de corroboración, no aportaba ningún esclarecimiento.
En consecuencia, Morales, debía ser un órgano judicial el encargado de evaluar los datos de la testigo. Usted, Morales, al decir lo contrario, miente. Lo que pasa, Morales, es que usted no sabe. No sabe y no le preocupa.
Entiendo, al ser yo periodista, lo que es no saber. Las veces que me habré comido los nudillos por no saber, por tener que quedarme callado. Hubo y hay otros que no saben y hablan igual para que sus jefes les acaricien las nalgas. Siempre habrá de éstos. ¿No es cierto, Morales?
El testimonio de Fuentes fue llevado a tribunales por la vía adecuada. El juez, al admitir que entrase al expediente (porque es el juez el que determina qué entra o no en el expediente), puso en marcha el mecanismo que llevaría inexorablemente a alguno de estos dos resultados: o el testimonio quedaba incorporado como prueba válida, o quedaba descartado por falaz. Ocurrió esto último.
¿Sabe otra cosa, Morales? (veo que son muchas las cosas que no sabe, sin embargo habló de este asunto durante media hora el viernes 19 de julio). Fue el juez el que buscó a la testigo -yo no pude nunca hablar con ella personalmente-, el que la escuchó y evaluó su declaración. Él tenía la potestad de hacerlo y quiso hacerlo. Fue el juez quien terminó descartándola y el que la mandó investigar por mentir. En nada de esto tuvieron que ver el Trece, ni TN, ni Clarín, ajenos a estos menesteres. ¿Entiende, Morales?
Repito, yo no llevé ese testimonio. En cambio Cristina Caamaño, funcionaria del Ministerio de Seguridad, sí llevó un testigo dudoso. ¿Sabe, Morales, que fue la noche del 14 de junio? Era un testigo que pretendía comprometer a la pareja de la mamá de Angeles y que también quedó descartado. No se decidió todavía si lo investigarán por falso testimonio (ah, no diga más padrastro, por favor, porque Ángeles tenía padre vivo).
Cuántas cosas que ignora, Morales. Por ejemplo, ¿usted sabe que el funcionario que tanto defendió en su diatriba del viernes 19 de julio, Sergio Berni, habló conmigo por primera vez en su vida la noche que llevaron a todos los vecinos a los Tribunales? Me llamó para decirme que efectivamente había pagado el velatorio de Ángeles y que él le ordenó a Caamaño llevar a aquel testigo -el dudoso- ante la fiscal, sin saber que podía ser un fiasco. Y agregó que no estaba preocupado porque en el traslado de los vecinos el juez hubiera utilizado a policías de la Metropolitana.
¡Qué extraña maniobra esta, Morales, donde el funcionario, al que TN y el Trece pretendían atacar, habla y da información al periodista que maquinó todo un plan a partir de una “pistita”, como usted dijo, para perjudicarlo y desprestigiar al Gobierno!
Las mentiras que usted, Morales, ha dicho sobre esta cuestión, me autorizan a decir que tiene la lengua fácil, impropia de un comunicador responsable. Siempre es mejor buscar un enemigo y cargarle todos los males y carencias propias. Lo vienen haciendo los autócratas desde hace 4 mil años por medio de sus escribas ¿Periodistas? No, no, periodismo es otra cosa. No se lo voy a explicar, Morales, quédese tranquilo. Sólo lo invito a pensar, que quizás le podría sentar mejor, en esta etapa de su vida, volver a relatar un gol de Boca que continuar con la deposición matinal a la que nos tiene acostumbrados.