domingo, 15 de noviembre de 2009

Seis razones para rescindir .Por que la AFA rompió con la antigua poseedora de los derechos de TV

En su memoria y balance, la AFA dio a conocer los motivos por los que terminó la relación con TSC, como la no entrega de facturas informativas y la no declaración de ingresos obtenidos en el exterior.
Por: Gustavo Veiga
Nunca antes en dieciocho años de relación comercial, ni siquiera el martes 11 de agosto pasado, cuando rescindió el contrato que la unía a TSC (Televisión Satelital Codificada), la AFA había dado a conocer por escrito en un documento oficial las seis razones fundamentales que la llevaron a tomar esa decisión crucial. Las enumera en la memoria y balance de su ejercicio 2008-2009, aprobado en octubre, y da pistas de cómo accionaría ante la Justicia si llegara a cruzar demandas por daños y perjuicios con la empresa controlada por el Grupo Clarín. La asociación que preside Julio Grondona denuncia que la compañía no le entregó facturas, que le resultó imposible revisar los derechos otorgados a otros medios fuera de la TV tradicional y que no le declaró ingresos obtenidos en el exterior a través de la señal TyC Max.
Lejos están ésas y otras imputaciones del espíritu con que los principales dirigentes de la AFA habían renovado el vínculo con TSC el 22 de junio de 2007 por última vez. Allí sostenían que “no existen reclamos pendientes, y que en consecuencia nada tiene que reclamar la AFA a TSC con relación a sus obligaciones de pago ni por ningún otro concepto hasta la firma del presente instrumento”.
En la página 224 de la cuidada edición de su memoria y balance, bajo el título “Campeonatos Oficiales Primera División. Partidos Televisados”, la AFA recuerda que “a través de sus autoridades gestionó ante la empresa titular de la cesión de los derechos de televisación del Torneo de Primera División, una sustancial mejora en el monto que se percibía en el marco del contrato asociativo que nos vinculaba”. A continuación se responde que, en el intento de ser escuchada, “no tuvo eco favorable por parte de la empresa, la que sólo propuso brindar un adelanto de futuras temporadas, como así también un préstamo dinerario a baja tasa de interés, a cambio de la extensión del contrato”.
A esos ofrecimientos los califica como “cuasi dadivosos, que significan emparchar para seguir en el mismo contexto”. Luego se desarrollan los puntos que la AFA considera “fundamentales” y que resumen las causas de la rescisión.
  • “TSC SA no cumplió con su obligación de potenciar los ingresos, incurriendo en claras políticas de comercialización contrarias a tal objetivo, beneficiando a cableoperadores vinculados con TSC SA, en perjuicio de la AFA y en violación de los principios contenidos en la Ley 25.156 de Defensa de la Competencia.”
  • “En la declaración de ingresos de TSC SA por la distribución de la señal en la Argentina, no se estaría facturando el fútbol codificado a una importante cantidad de cableoperadores independientes.”
  • “TSC SA incumplió la entrega de facturas con fines informativos requeridas por la AFA.”
  • “Incumplimiento de TSC SA de realizar gestiones ante entidades bancarias.”
  • “Imposibilidad de la AFA de revisar los derechos otorgados por TSC SA a otros medios fuera de la TV tradicional.”
  • “La señal de TyC Max posee presencia en otros países y sus ingresos no son declarados por TSC SA a la AFA o, en caso de que los mismos se estuviesen difundiendo sin los derechos correspondientes, no se advirtió ninguna actividad por parte de TSC SA para hacerlos cesar.”
Aunque se tomó la decisión de interrumpir el contrato fuera del período que comprende al último ejercicio (del 1/7/08 al 30/6/09), se la menciona en la memoria porque derivó en “hechos trascendentes en la vida institucional de la propia AFA y, como consecuencia, en la de sus clubes y ligas afiliados, como de toda la comunidad en torno de esta actividad”. La ponderación es casi proporcional a la que realizaba Grondona hace diez años, cuando elogiaba los contratos de derechos televisivos. Así justificaba lo contrario: “Es fácil protestar, es fácil prejuzgar, pero yo entiendo que fuimos afortunados cuando nosotros hicimos aquellos primeros contratos. Porque hoy, con la sociedad que tenemos, podemos discutir, ver si los valores han aumentado y reclamar en consecuencia. Para mí, la televisión fue un medio que el fútbol no dejó pasar. Se asoció y se sacaron las ventajas que correspondían” (Textual del presidente de la AFA a una radio, el 9 de septiembre de 1999).
La contradicción no sería contradicción mientras los dirigentes se sometían a los designios que fijaba la empresa junto a su socia, la productora Torneos y Competencias (TyC). Esa subordinación se prolongó tanto como casi toda la década del ’90, cuando la promiscuidad dominó los negocios entre el fútbol y la TV. El propio Carlos Avila, antiguo socio de TSC, una vez dijo ante la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados, a donde fue a defender las bondades de esa sociedad conyugal: “El contrato con la AFA es hasta el 2014 y estoy muy contento porque es un muy buen negocio; pero si pudiera, lo acordaría hasta el 2040”.
Las consecuencias de esa extensa relación quedaron a la vista cuando se firmó el nuevo contrato entre la Asociación y la Jefatura de Gabinete el 20 de agosto. La última oferta empresaria por el fútbol televisado ascendía a 268 millones de pesos; la vigente es por 600 millones anuales. La fotografía de la presidenta Cristina Kirchner sonriente mientras Grondona suscribe el acuerdo en Ezeiza ilustra la memoria de la AFA. Ese fue el desenlace feliz que siguió a la ruptura con TSC SA y que las partes decidieron dejar reflejado en una definición de principios. “Que ningún convenio asociativo puede subsistir sobre la base del enriquecimiento de uno y el empobrecimiento de otro.” Los dirigentes del fútbol, aunque demasiado tarde, se dieron cuenta de esa relación asimétrica y terminaron con ella. Todavía resulta asombrosa la saludable decisión que tomaron. Resta saber si sabrán administrar el dinero que consiguieron.

Fuente: Diario Página
I12

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