Las propuestas de reforma fiscal de la Fundación FIEL (Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas), recientemente contratada por el Ministro de Hacienda, conllevan una profunda ignorancia sobre la economía política de las actividades periodísticas y audiovisuales.
Luego del endeudamiento público récord y la desactivación de incentivos a la industria decidido en 2016, si el Presidente Macri avanzara con el ideario del Ministro recaudador de Nottingham Nicolás Dujovne y del preboste medioeval Daniel Artana para cerrar problemas de recaudación y reunir asignaciones específicas en un único barril sin fondo, destrozaría el delicado y sufrido sistema que durante décadas permitió crecer a nuestro cine, y sobrevivir a pequeñas y medianas productoras de noticias y contenidos de radio y TV.
El sábado 4 de febrero, el oficialista diario La Nación anunció que los economistas de FIEL fueron contratados por el Ministro de Hacienda para avanzar en una reforma tributaria integral. Describió una propuesta de “sinceramiento del IVA” y otras medidas señaladas en el Informe 123 - "El sistema tributario argentino. Análisis y evaluación de propuestas para reformarlo" (agosto de 2015), que puede consultarse en el sitio web de ese think tank liberal talibán, o al final de la nota.
Bajo la idea general de reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) al 19%, el informe coordinado por Artana de FIEL, enhebra otro objetivo: eliminar todas las exenciones a actividades o regímenes de tasa reducida. Además de los impactos lamentables en servicios de educación, salud y servicios médicos, esto afectará a los medios de comunicación.
Como ejemplo fiscal ponen a Nueva Zelanda, "el país con mejor rendimiento del IVA en el mundo”, que “demuestra que las exenciones a agencias públicas, educación, salud, servicios médicos y financieros no son necesarias. Mucho menos las tasas diferenciales para atender objetivos de equidad que pueden ser mejor atendidos con otras políticas públicas”.
El Informe reconoce que “los desafíos hacia el futuro que se plantean a nivel internacional son el crecimiento del comercio mundial de servicios y el aumento en el e-commerce. Ambas actividades son más difíciles de controlar para el fisco" (pág 17). Esto lo venimos advirtiendo con la falta de regulación al audiovisual digital y el desinterés de hacerlo respecto de las plataformas OTT como Netflix, Cablevisión Play, o el caso de los User Generated Contents que hacen crecientes negocios con publicidad que no tributa como YouTube o Facebook.
Además de ignorar la fuga hacia el exterior de recursos en publicidad y abonos, que impacta en la sostenibilidad de los medios argentinos, ahora dan aire a propuestas de dinamitar el sistema de financiamiento público existente.
Contra gráficos, audiovisuales y medios digitales
Para terminar con regímenes especiales tributarios (“tasas diferenciales para atender objetivos de equidad”), los consultores del Gobierno plantean tácitamente derogar las Leyes 26.982 y 27.273 que redujeron la alícuota de IVA a diarios y revistas, en 2014; agregando a las publicaciones periódicas digitales y de información en línea en 2016.
También subirían al 19% el resto de las actividades con tratamientos preferenciales o incentivos sectoriales (págs. 17 y 44 Informe FIEL Nº123).
Pero la cosa no termina ahí: plantean eliminar impuestos “de bajo potencial recaudatorio, o que tienen asignación específica de su recaudación”.
Para el sector comunicacional, son:
- El impuesto de 4% a la telefonía celular. (...)
- El impuesto de 10% a las entradas de cines y videogramas grabados cuya derogación aumentaría la recaudación de IVA porque se pueden tomar como pago a cuenta de este impuesto.
- El impuesto a los servicios de comunicación audiovisual que tiene alícuotas variables por actividad." (pág. 44 Informe FIEL)
Son vulneraciones de las Leyes 17.741, 26.522 (art. 94 a 97) y 27.078 o al régimen de impuestos internos de las telecomunicaciones, que desfinanciarían totalmente a los sectores y a los organismos reguladores, algo que ni se animó a hacer el Superministro Cavallo desde 1991 en adelante.
El sector del cine recuerda su lucha para recuperar en 2002 la autarquía del INCAA como ente público no estatal, para asignar y redistribuir sus fondos con afectación específica. Esos fondos habían sido manejados ilegítimamente desde el Ministerio de Economía a partir de 1996… Pero si prospera la idea que compró el Gobierno ¡ya no habría fondo para administrar!
Contra el cine, la radio, la TV, el teatro, la música
Eliminar el “impuesto a los servicios de comunicación audiovisual” sería romper al INCAA, a la Radio y Televisión Pública, a los Institutos Nacionales del Teatro, de la Música, a la Defensoría del Público, derogar al FoMeCA para medios comunitarios, en fin desproteger a los creativos y trabajadores del teatro, la música y el audiovisual (Ley 26.522, arts. 94 a 97).
Y la quita de asignación específica del 10% de las entradas de cine (porción del IVA que se deriva al sector, por Ley 17741), no implica cambios para espectadores ni exhibidores, porque iría al “barril sin fondo” de la recaudación general. Pero sí resultaría otra pérdida irrecuperable para el INCAA y los trabajadores y la industria del cine y la TV.
Es posible que los tecnócratas redactores y promotores de este paper, al hacer gruesos cálculos de macroeconomía no dimensionen los daños de la propuesta, en tiempos de "comunicaciones convergentes". Dentro del Gobierno, es otra afrenta para funcionarios de comunicación, cultura y audiovisuales, así como para los redactores de aquel anteproyecto de Ley prometido por DNU.
Justo en estos días, Axel Kuschevatsky recordó que el cine y las series de TV están fuertemente subsidiados en Norteamérica… pero acá, ¿Cambiamos?