Ante las dificultades para proveerse de decodificadores para TV que son importados, la cooperativa local analiza la posibilidad de emprender la fabricación de esos artefactos electrónicos
Carlos Rolero (foto), presidente del Consejo de Administración de Corpico, explicó que el tema de los decodificadores fue “una traba que empezamos a notar el grupo de cooperativas que estamos nucleados en Colsecor, avanzando en la provisión del servicio de televisión por cable”.
La primera dificultad surgió cuando hicieron la primera compra. “Empezaron a pasar los meses y la noticia era que no iban a ser importados o iban a ser importados en cuentagotas. Y la realidad es que desde octubre de 2013, todavía estamos recibiendo parte de aquella compra. Entonces, esto se torna muy difícil”, indicó.
Si bien la idea tomó mayor difusión en estas últimas semanas, “empezamos a pensar en esta posibilidad cuando los decodificadores empezaron a ser un cuello de botella para los que estaban a punto de dar el servicio un año atrás”, precisó Rolero. “Incluso el año pasado durante el evento de Colsecor hablamos con (Patricio) Griffin, presidente del INAES, por este tema y él fue contundente en la respuesta: ´Por ahora, olvídense de los decodificadores´. Ahí nos agarró una enorme preocupación que era compartida por el resto de las cooperativas”.
Y agregó que “tenemos muchísimas dificultades para obtener la cantidad suficiente para los usuarios o futuros asociados que tengan el servicio de televisión, y en este sentido, creíamos que una intervención de la cooperativa en la fabricación de estos elementos podría ser clave”.
Recordó al respecto que “esto lo planteamos ya al Gobierno Provincial (al ministro de Producción, Abelardo Ferrán) y también hicimos una presentación ante el Gobierno Nacional, porque la imposibilidad de sacar dólares para poder importar estos productos es un escollo. Planteamos entonces un apoyo para poder fabricar el decodificador y algunos otros elementos que son claves en el sistema y constituyen millonarias inversiones, cuando quizás las cooperativas los podrían fabricar”.
Fue cuando empezaron a buscar mecanismos para fabricarlos. “Hay que animarse, porque la compra del robot necesario para las plaquetas es una inversión millonaria, y en dólares. Por otra lado, es meterse en el berenjenal de tecnologías que uno no conoce”, afirmó.
Como fortalezas indicó que en General Pico existe una Zona Franca con beneficios tentadores para esta actividad, además de un recurso humano formado, con egresados de la facultad de Ingeniería.
Por último, la provisión, tan solo de decodificadores para Corpico, amortizaría la inversión y sería una producción sustentable.
“Es un desafía sensacional, cuando conversamos con quienes están en el metier, uno se entusiasma. Además, si se prende el resto de las cooperativas y mucho mejor si termina siendo de abastecimiento nacional, porque el robot podría fabricar cualquier decodificador”, dijo.
Fuente: InfoPico, Colsecor