El primer periodista que dio la noticia de la muerte del fiscal Alberto Nisman a través de twitter, Damián Pachter, contó a Clarín que debió “elegir el exilio por miedo a ser asesinado”. Insólitamente, la cuenta oficial de la Casa Rosada dio información de la salida del país de Pachter, donde se afirmó que retornará al país el 2 de febrero. El mensaje fue acompañado de una captura de pantalla del pasaje de Pachter. La agencia oficial TelAm también mostró esa imagen.
El periodista exiliado compró pasajes en diferentes aerolíneas, para tratar de que las personas que lo seguían no pudieran localizar su destino final. El primero de ellos lo hizo por Aerolíneas Argentinas, con ida y vuelta. Consideró que si esta información era obtenida por la ex SIDE y se filtraba a los medios oficialistas, dejaba en evidencia a quienes recibían información de los servicios. Cabe destacar que, por normas internas de la aerolínea estatal, esta no puede revelar ese tipo de datos.
Pachter se fue de la Argentina ayer a las 5.06 AM, pero antes se tomó unos minutos para reunirse con dos periodistas y explicó el motivo de su partida. Sólo se llevó una mochila prestada, cargada con apuntes y papeles, ropa que venía usando desde hace cuatro días y 25 dólares en la billetera.
“No puedo volver más al país, al menos hasta el final de este Gobierno”, explicó gesticulando sus manos temblorosas mientras tomaba un café en el primer piso del Aeroparque. Se lo veía muy cansado, con una gran gorra de tela militar con la que intentaba tapar parte de su cara y unos lentes oscuros.
El encuentro ocurrió a las 3.57. Pachter citó allí a Clarín y a un periodista de Infobae. Luego de hablar y dar una entrevista (ver abajo), Pachter embarcó casi una hora más tarde rumbo a Montevideo según la tarjeta de embarque que le mostró a este cronista.
Pachter citó a los dos periodistas en Aeroparque, según él mismo explicó, para que lo acompañaran y fueran testigos del trámite de inmigraciones. Explicó que la presencia de dos periodistas garantizaba que nada ‘raro’ iba a pasar en Aeroparque. Pachter entendía que en las últimas horas había sido objeto de un seguimiento por sectores de inteligencia y decidió entonces emigrar: “Me voy porque mi vida corre riesgo. Acá no puedo estar más. No puedo volver más al país, al menos hasta el final de este Gobierno. Estoy muy marcado”. Pachter hizo en Montevideo una escala. De ahí planeaba tomar otro avión hasta llegar a un lugar que considere seguro.
“Les cagué el tema con ese tuit. Les cagué la operación”, explicó. Cinco días atrás la vida de Pachter era mucho más tranquila. Pero para el periodista del sitio web de The Buenos Aires Herald, todo cambió cuando pasadas las 11 de la noche del domingo 18 de enero escribió por twitter que había un incidente en la casa del fiscal Nisman, a horas de que se presentara frente al Congreso para explicar por qué había decidido acusar al gobierno de Cristina Kirchner de participar en una conspiración para cubrir la responsabilidad de Irán en el atentado de la AMIA.
Pachter fue el periodista que tuiteó una semana atrás, a las 23.35, que “Me acaban de informar sobre un incidente en la casa del Fiscal Alberto Nisman”. A las 00.08 agitó las redes cuando tuiteó “Encontraron al fiscal Alberto Nisman en el baño de su casa de Puerto Madero sobre un charco de sangre. No respiraba. Los médicos están allí”. En cuestión de segundos, los 140 caracteres comenzaron a replicarse a toda velocidad con más de 1.000 re tuits y 300 favoritos. Se encendió una luz de alerta en los time-lines de distintos periodistas que seguían la información a través de sus celulares, tablets o notebooks. A partir de allí, Pachter ocupó el centro de miradas y desfiló por programas de televisión: era el periodista que obtuvo la primicia.
Según su relato, el jueves a la noche recibió un mensaje alertándolo. Se encontraba en el edificio que comparten las redacciones de Ámbito Financiero y The Buenos Aires Herald. Contó que, desde ese día, no pudo volver a su casa. Sus fuentes le habían comunicado que su domicilio estaba siendo vigilado. Pachter dejó su auto en el estacionamiento del diario, en Paseo Colón 1196. El periodista se habría ido a Mar del Plata donde vio al vicepresidente de la Unión Sudamericana de Corresponsales (UNAC), Ricardo Rivas. El viernes, fueron a un restaurante y divisaron, en una mesa contigua, a un viejo agente del servicio de inteligencia de la provincia de Buenos Aires, ex DIPBA.
Pachter nació en Argentina, pero tiene doble nacionalidad con la israelí. De hecho, durante tres años prestó servicio en el ejército de Israel. Tiene 31 años y antes de trabajar en Buenos Aires Herald lo hizo en Associated Press. Allí conoció a Adrián Bono, un editor de Infobae a quien también citó el sábado en Aeroparque.
“Andate ya porque te están buscando”, asegura que le dijeron. Y se fue ayer a la madrugada.
Con respecto a por qué habrían de seguirlo, o de pinchar sus teléfonos, Pachter no contó mucho y prefirió ser críptico: “Les cagué el tema con ese tuit. Siento que les arruiné algo”. Y aseguró: “Voy a volver al país cuando mis fuentes me digan que las condiciones cambiaron. No creo que sea durante este gobierno”.
Ayer a la madrugada, Pachter se comunicó telefónicamente con Clarín y con Bono. Explicó que eran las personas en las que más confiaba, aparte de su madre y que se encontraba en una casa que él creía que era segura, pero que ya no lo era”. Pachter se subió al avión sin mencionar si había realizado la denuncia a la Policía por sentirse amenazado.
¿Por qué te vas?
Les cagué el tema con ese tuit. Les cagué la operación (al Gobierno). Me querían sacar e iba a pasar. Tuve suerte. Así de heavy fue. Me voy porque mi vida corre riesgo. Acá no puedo estar más. No puedo volver más al país, al menos hasta el final de este Gobierno. Estoy muy marcado. Estuvo jodido en serio. Recibí un mensaje y a partir de esto pasó otra cosa más. Ahí se confirmó todo y a la mierda.
¿A quién le dijiste que te ibas?
No quiero hablar mucho ahora pero estuve bien acompañado y la suerte de conseguir el pasaje. Van a recibir todos un post, lo voy a mandar en dos días. Los únicos que saben esto son ustedes dos (también había un periodista de Infobae) y mi vieja. Nadie más.
¿Cuándo volvés?
Cuando me digan que las condiciones cambiaron. No creo que sea durante este gobierno. Cuando me mandaron una indirecta tuve que dejar el laburo. Me fui a la mierda, calladito y dejé el auto ahí. El auto sigue en el estacionamiento del edificio. Mi vida corre peligro y si no me voy sigue corriendo peligro. Lo vinculo con lo de los tuits. Siento que les arruiné algo. Algo cambió.
¿Creés que habrá alguna especie de persecución judicial contra vos?
No. Tenemos derecho a no revelar la fuente. Me aplicaban la ley antiterrorista. Con este Gobierno, la verdad …
¿Y vos qué opinás de la muerte de Nisman?
Creo que no se resolverá la muerte de Nisman. El poder se cubre a sí mismo. No tengo nada basado en fuentes pero todos sabemos que pasó algo raro ahí. Eso es un hecho. El giro del Gobierno también es un hecho. Y ese cambio, ¿por qué? Porque no podían mantener la primera hipótesis.
En el medio en el que trabajaba no tuve presiones.
¿Y Diego Lagomarsino, el dueño de la pistola 22 que disparó la bala?
No estoy al tanto de nada.
¿No es contraproducente amenazar al periodista que dio la noticia de la muerte de Nisman?
No. Todos lo que piensan que no lo van a hacer, porque es lo obvio, bueno, pero eso pasa. ¿Qué hubiera pasado si no mandaba el tuit? ¿Te imaginás?
¿Imaginaste esto?
No, nunca me lo imaginé. Es el laburo que hacemos y estamos pagando ese precio. Generar ese tipo de quilombos trae esas consecuencias. Cuánto paso desde el 18 ... En cinco días me tuve que ir del país y con evidencias reales. No es especulación. Hubo algo que me generó temor. Me sentí en peligro y cuando me fui al lugar en el que pensé que iba a estar resguardado, no lo estaba.
Escribís para Haaretz, un diario de Israel. Hablás hebreo. Van a decir que sos del Mossad, el servicio de inteligencia israelí.
Me lo espero. Sabía que me iban a atacar por ese lado.
¿Qué creés que te pasaría si te quedaras acá?
El kirchnerismo me hubiera destruido a través de los medios. Estoy muy marcado. No sé cuanto podrían haber hecho con la legitimidad que tienen ahora. La sensación que viví hoy y tengo ahora es que me iban a liquidar. No les voy a decir adonde pertenece esa gente, pero es lo peor de lo peor.
Sé de donde vienen. Hasta que me digan podés volver no vuelvo. Con este Gobierno seguro no.
¿Qué dice tu familia?
Ni siquiera tuve tiempo de ir a mi casa. Me dijeron “no vayas a tu casa”. Me vine con esto, con esto viajo. Mi vieja se la banca. Soy hijo único, pero bueno, qué le vamos a hacer.
¿Cuándo sentiste que tu vida peligraba?
Estás en tu laburo, te das cuenta de algo, un mensaje que llega. Me venían tirando indirectas para rajarme que empezaron luego de que publiqué los tuits con las transcripciones de la denuncia. Luego consulto con fuentes sobre lo que me pasa y confirmo que lo que es un mensaje es que me están siguiendo.
Fuente: Diario Clarín
Ver anteriores: ¿Testigo en peligro?: El periodista que informó por Twitter la muerte de Nisman abandonó el país por miedo, @CasaRosadaAR es el “678” de la web