Por: Rodolfo Barros
La propuesta que lanzó a principios de semana la presidenta Cristina Kirchner de “nacionalizar los medios de comunicación”, estaría tomando forma y el primero en ese proceso podría ser Canal 9, cuya propiedad es del mexicano con pasaporte estadounidense Remigio Angel González González, que en 2007 adquirió 80% de las acciones que Daniel Hadad tenía de ese medio. En el sector se afirma que el Gobierno ahora pretende colocar a un propietario argentino al frente de la emisora. Fuentes gubernamentales y del sector coincidieron en que Diego Gvirtz, capitán de PPT, la productora que manufactura el programa 6, 7, 8 y que en el 9 colocó a los decaídos Duro de domar y Televisión registrada, es uno de los candidatos, “aunque podría haber otros”.
Gvirzt, considerado el “cerebro mediático” del Gobierno, fue fotografiado ayer por Perfil.com reunido con el presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), Gabriel Mariotto, en Aeroparque.Las reuniones de este tipo entre el regulador y el regulado no son excepcionales, según confirmaron fuentes de la Secretaría de Medios, que conduce Alfredo Scoccimarro, desde donde se coordinan los esfuerzos comunicacionales del Gobierno.
A su vez, esta semana los allegados K calificaron como un avance de Mariotto al nombramiento de Gabriel Fernández como gerente periodístico de la agencia oficial de noticias Télam, de trato asiduo con el titular de la Afsca, luego de que la presidencia fuera asumida por Martín García, que acompañó a Mariotto en la promoción del proyecto oficial de Ley de Medios.
Apodado “el Fantasma”, González González tiene el monopolio de la televisión abierta en Guatemala y posiciones dominantes en otros países de Centroamérica y Perú. En total, es dueño de treinta emisoras de TV.
Ello no le impidió que un Gobierno que planteó como la madre de todas las batallas su “lucha contra los monopolios mediáticos” o “el poder concentrado de los medios”, cuestionara la operación con la que el mexicano desembarcó en la Argentina.
La adquisión se realizó a través de una sociedad basada en los EE.UU., país con el que se mantiene un tratado de reciprocidad que evita aplicar la ley que impide a los extranjeros tener más del 30% de un medio.
Sin embargo, en la Afsca habrían encontrado que, como en muchos otros casos, la operación estaría “floja de papeles”. De hecho, ese organismo que aplicó especial esmero en revisar las adquisiones que Cablevisión y Multicanal realizaron antes de su fusión, encontró que al menos veinte de ellas padecían esa condición. El Grupo Clarín, propietario de esa compañía, lo niega y denunció que se trata de otra maniobra del Gobierno para complicar al principal multimedios argentino.
Esta estrategia también serviría para presionar a González González y que venda parte de sus acciones o, al menos, haga crecer la presencia de programas nacionales en una emisora dominada por las telenovelas enlatadas por sus subsidiarias en Centroamérica.
Tan es así que la Afsca cuenta con informes en los que denota que Canal 9 es el único de la Ciudad de Buenos Aires que no cumple con los parámetros mínimos de producción propia y/o local que establece la nueva ley que regula a los medios audiovisuales.
“A veces pienso si no sería también importante nacionalizar, no estatizar –que se entienda bien para que nadie mañana titule mal–, los medios de comunicación para que adquieran conciencia nacional y defiendan los intereses del país”, dijo Cristina Kirchner a principios de semana. Un canal amigo del Gobierno, el único con baja producción nacional, seguiría sus deseos.
Fuente: Diario Perfil