Los trabajadores de El Cronista nos declaramos hoy en estado de alerta y movilización ante las amenazas de la empresa de despedir a trabajadores con causa por participar de una medida de fuerza en reclamo de un aumento salarial.
Reunidos en una masiva asamblea, ratificamos además nuestro pedido de 500 pesos de aumento y repudiamos las intimidaciones de la patronal que conduce el diputado Francisco De Narváez.
Luego del paro que realizamos la semana pasada ante la negativa de la empresa a negociar, la patronal envió cartas documento a los compañeros para intimidarlos. Las cartas son explícitas y anuncian que habrá despidos "con causa" si los trabajadores adoptan nuevas medidas. La patronal se atribuye, además, la facultad de declarar ilegal el paro de la semana pasada. En la respuesta que cada compañero afectado enviará a la empresa, se advierte, sin embargo, que "no ha existido medida de fuerza ilegal alguna sino el ejercicio del legítimo derecho de huelga que consagra el artículo 14 bis de la Constitución Nacional". También decimos que "es evidente que el ejercicio del derecho aludido no puede constituir acto ilícito alguno, por lo que su amenaza de despido carece de todo fundamento jurídico, siendo asimismo una evidente práctica antisindical persecutoria".
Los trabajadores ratificaron, además, que si "tocan a uno, tocan a todos". Es decir que si la empresa despide, el diario será paralizado inmediatamente.
El conflicto en El Cronista comenzó luego de dos meses de negativa patronal a cumplir con el compromiso que firmó ante el Ministerio de Trabajo de abrir la paritaria salarial. Según ese compromiso, debería haberlo hecho el primer día hábil de febrero.
Los trabajadores resolvieron, además, concurrir el próximo miércoles 14 de abril a la cartera laboral a denunciar toda esta situación. Para el mismo día miércoles está convocada una nueva asamblea, donde los trabajadores resolverán los pasos a seguir si la patronal persiste en su actitud inflexible.