Por: Graciela Cristina Gómez*
La Ley nacional 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, conocida como Ley de Bosques, establece que las provincias no pueden emitir nuevos permisos de desmonte mientras realizan un Ordenamiento Territorial de sus zonas boscosas, bajo diez criterios ecológicos y categorías de conservación que apuntan a evitar la fragmentación y degradación del bosque nativo.
“Dada la Emergencia Forestal en la que estamos, es de vital importancia el cumplimiento de la moratoria vigente y que en los procesos de Ordenamiento Territorial las áreas en que podría llevarse a cabo la transformación del suelo sean nulas”, afirman desde Greenpeace, quienes además constataron que la moratoria a la autorización de nuevos desmontes se encuentra en vigencia en casi todas las provincias con altos niveles de deforestación. La suspensión a la entrega de permisos de desmontes está también en vigencia en Santa Fe.
Pese a ello un desmonte desmedido se está realizando a unos 6 kilómetros de la localidad de Romang, del arroyo Malabrigo hacia el oeste.
Desde la Comuna de Romang tomaron contacto con la secretaria de Medio Ambiente de la provincia de Santa Fe, denunciando no solo el desmonte, sino también el envenenamiento de aves y animales silvestres con cebos envenenados, práctica habitual, que algunos propietarios de campos aledaños realizan con total impunidad. Pero la llegada de los funcionarios del Ministerio se demora, por otra parte se informó desde esa cartera que el desmonte ya había cesado.
El sábado 30 de agosto, incrédulos a ésa novedad, con justa causa, después de varios hechos y actos de inoperancia a los que nos tienen acostumbrados, el área de medioambiente de la Comuna e integrantes del grupo ecologista Planeta Azul se acercaron al predio en cuestión y pudieron constatar que “Es mentira, no ha cesado el desmonte y mientras tanto se sigue con el arrase de varias hectáreas de monte en pocos días”. Así lo confirma Roberto Lerf, de Planeta Azul, quien con Radio Amanecer de Reconquista visitaron nuevamente el predio hoy, lunes 1 de septiembre y constataron que el desmonte prosigue con total normalidad, sin restricciones de ningún tipo u objeto, ante su mirada atónita e impotente.
Según datos de la Universidad Nacional de Rosario. “En la provincia de Santa Fe sólo quedan 570 mil hectáreas de bosques, pero cada año se pierden 30 mil que cambian de uso, seguramente hacia agricultura. Y a esto hay que sumar la quema de leña en las calderas de las empresas del norte santafesino: alcoholeras, curtiembres, ingenios, papeleras, fábricas de tableros, refinadoras, frigoríficos y aceiteras. Todas, sin excepción, funcionan quemando nuestros bosques a razón de 15 mil toneladas anuales, las más chicas y 50 mil toneladas anuales, las más grandes. Esto nos da unas 300 mil toneladas anuales de madera que van a las calderas de estas empresas y para esto basta ver cómo desaparecen en pocas horas pilas enormes de las playas de acopio. Esto significa que se pierden otras 40 hectáreas de bosques por día, 15 mil hectáreas más por año. Sin contar los hornos de carbón, hornos para fabricar ladrillos y el uso domiciliario. Creemos que estas empresas deberían comenzar a leer algo sobre responsabilidad social empresaria”, afirmaron desde Fundapaz.
“Si nos quedan en Santa Fe 570 mil hectáreas de bosques, si las dividimos por las 45 mil que se pierden por año nos da poco más de 12. Entonces, doce son los años de vida que le queda al bosque en la provincia de Santa Fe. Es decir, tres gobiernos más que sigan mirando para otro lado, y nos quedamos sin bosques. El cambio climático ha venido para quedarse. Además, en Santa Fe ya se sabe que cada cuatro o cinco años hay que esperar una inundación y en el medio de dos inundaciones”, como ocurre en este momento en el norte santafesino, una de las más grandes sequías de la historia.
Según el Art 3, de la Ley de Bosques, en su inciso d) manifiesta que se debe: “Hacer prevalecer los principios precautorio y preventivo, manteniendo bosques nativos cuyos beneficios ambientales o los daños ambientales que su ausencia generase, aún no puedan demostrarse con las técnicas disponibles en la actualidad”
El principio precautorio, prevé que cuando una actividad o proyecto de desarrollo puedan producir un daño irreversible al medio ambiente, se deben tomar las medidas para detenerlo; aún cuando no haya pruebas científicas que demuestren concluyentemente que exista una relación directa entre aquella sustancia, actividad o proyecto y el daño al medio. En Santa Fe, directamente no hay principios, a todo nivel, por ende no saben ni el alcance ni el significado del artículo citado.
Según el Art. 13, de la misma Ley “Todo desmonte o manejo sostenible de bosques nativos requerirá autorización por parte de la Autoridad de Aplicación de la jurisdicción correspondiente.” ¿Alguien autorizó ese desmonte que se está realizando en Romang? ¿Quién?, No hay tal permiso, porque la Comuna no lo otorgó, y el monte en cuestión corresponde a ésa jurisdicción, por lo tanto hay violación a la moratoria establecida por la Ley, desde fines del 2007.
Según el Art. 22. “ Para el otorgamiento de la autorización de desmonte o de aprovechamiento sostenible, la autoridad de aplicación de cada jurisdicción deberá someter el pedido de autorización a un procedimiento de evaluación de impacto ambiental.”, Esta parte del articulado para quien suscribe, es la más risueña , por no decir: “ me produce carcajadas”, dicha evaluación jamás se cumple por ningún ente jurídico o físico de ningún rubro, en la provincia, y el que lo tenga que me lo muestre para ponerlo en un cuadrito. El impacto que sí recibe y repercute es en la población, siempre, únicos afectados por la inacción de nuestro Ministerio de Medio-ambiente, si, “Medio”, porque la otra mitad todavía es solo un proyecto en construcción.
Fundapaz también promovió en los últimos años ante la Secretaría de Estado de Medio Ambiente de la provincia (SMADES) varias denuncias de deforestación indiscriminada en campos del norte, pero sin éxito. “Los datos son muy claros y nos indican una total inacción del Estado en este tema”.
Sequía, desertificación, deforestación, desmonte, contaminación de aguas y campos con plaguicidas , veinte bidones con restos de agroquímicos tirados hace días en el arroyo El Gusano, nuevo basural de los productores de la zona, sumado a una total inexperiencia y falta de precauciones en el manejo de la resistencia y de protección de la fertilidad de los suelos.
Santa Fe es “tierra de nadie” en ecología, y lo seguirá siendo, mal que nos pese, porque no hay ni la capacidad ni los expertos necesarios para llevar adelante ése Ministerio.
Tenemos un arquitecto de Ministro, que del vamos desconoce el “resguardo a la libertad de prensa”, que ya habla de sus antecedentes. Proyectista, diseñador y edificador, sinónimos ninguno de ellos emparentados al Medio Ambiente, salvo el de urbanista. Ahora entiendo, tenemos cubierto con éste señor la parte socioeconómica del concepto de ambiente, pero desgraciadamente el físico y el biológico se encuentra todavía acéfalo.
Fuentes:
Radio Amanecer “Preocupan los desmontes y envenenamiento de aves”
Andres Kees, área medioambiente, Comuna Romang
Roberto Lerf, Grupo Planeta Azul, Romang
Greenpeace, Argentina
RosarioI12, “Alerta por el aumento de desmontes en el norte santafecino”
*Abogada (UBA) - Escribana (UNR), Romang - Santa Fe - Argentina
http://ecos-deromang.blogspot.com