Las elecciones son mías.
Elijo tener opiniones y pensamiento propio y no aceptar lo que pretenden que crea.
Elijo afirmar mis propias capacidades de auto-transformación, que ayude al mismo tiempo a la transformación social, y no las promesas vacías de las y los políticos.
Elijo el compromiso de luchar, junto a otros y otras explotadas y oprimidas, por construir una sociedad nueva, liberada de toda dominación.
Elijo
Elijo decidir todos los días sobre mi vida y no votar cada dos años para que decidan por mí.
Mis ideales no entran en una urna
Elijo. Por eso no voto.
(Agosto/Septiembre 2007. Rosario, Santa Fe, Argentina)